Mexicana, dos historias
14 Mayo, 2012 - 22:43
CREDITO:
Marco A. Mares
Mexicana de Aviación vive dos historias en paralelo.
Una es la que tiene que ver con su reestructura y la participación de un inversionista que la capitalice, que a la fecha transcurre en total opacidad y con lentitud extrema.
Y otra es la que tiene que ver con la denuncia en contra de la administración de la aerolínea por presunta defraudación fiscal. Aunque fuentes cercanas al proceso aseguran que la presunta defraudación fiscal es sólo una parte de lo que podría configurarse como administración fraudulenta. En ambos casos, el plazo para fincar responsabilidades en contra de quien o quienes resulten responsables es de tres años, más o menos.
En el caso de la administración fraudulenta, sólo puede fincarse responsabilidad cuando se materializa el quebranto, es decir, cuando se hacen realidad las pérdidas para los acreedores.
Esta historia, coincidentemente, también transcurre a una velocidad extremadamente lenta y con acciones en el Poder Judicial que, por lo menos, llaman la atención. Le cuento sobre esta segunda historia.
A la fecha, existe una denuncia por defraudación fiscal, equiparable, calificado y grave por la retención del Impuesto Sobre la Renta (ISR) por una cantidad que ronda los 240 millones de pesos.
Tal cantidad la habría retenido a los trabajadores la administración de Mexicana de Aviación, sin enterar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Incluso hay una orden de aprehensión en contra de Manuel Borja Chico y Ricardo Arturo Bastón Aguilar, miembros propietarios del Consejo de Administración.
E incluye a Eduardo Gámez Martínez en calidad de apoderado legal de la empresa.
Todos son considerados probables responsables del delito de defraudación fiscal.
¿En qué consistió el presunto delito de defraudación fiscal?
De acuerdo con la acusación, Mexicana de Aviación habría retenido durante cuatro meses consecutivos el Impuesto Sobre la Renta en un monto aproximado a los 60 millones de pesos mensuales.
Sin embargo, la propia empresa enteró cantidades mínimas y no la totalidad de los montos que tendría que haber declarado.
La versión de la parte acusadora es que Mexicana de Aviación entró en fase crítica con la epidemia de influenza en el 2009.
La compañía ya traía serias dificultades financieras y el evento epidemiológico detonó la crisis.
La administración de Mexicana de Aviación decidió enterar montos mucho menores de los que realmente debía ante Hacienda durante los meses de abril, mayo, junio y julio del 2010.
La tesis de las autoridades es que cuando Mexicana no tuvo la oportunidad de obtener recursos vía ingresos generados por la operación o vía crédito, comenzó a utilizar los impuestos correspondientes al ISR para financiarse a sí misma.
Autoridades del sector aseguran que independientemente de la defraudación fiscal, Mexicana de Aviación habría incurrido en administración fraudulenta al contratar bienes y servicios a sabiendas de que no podría hacer frente a sus compromisos.
Pero la parte que tiene que ver con el fraude fiscal es lo que ahora está registrando serias dificultades para el avance de la acusación de la autoridad fiscal.
Las denuncias se están haciendo mes por mes. Resulta que cada una ha caído en juzgados diferentes. Y lo que llama la atención es que en dos juzgados completamente distintos y ajenos se observan resoluciones prácticamente idénticas, con un criterio que utiliza exactamente las mismas palabras para exonerar a la administración de Mexicana de Aviación.
En tal opinión coinciden extraordinariamente el Juzgado II de Distrito de Procesos Penales Federales en el Distrito Federal y el Juzgado XIV de Distrito de Procesos Penales Federales en el Distrito Federal.
Ambos juzgados no encuentran responsabilidad alguna en el Consejo de Administración de Mexicana de Aviación.
Pero eso no quiere decir que las autoridades persecutorias se den por vencidas.
Por el contrario, están buscando pruebas adicionales para fincar su acusación.
Sin embargo, el tiempo está en contra de las autoridades que acusan.
Sobre la primera historia se sabe muy poco, salvo por los actos mediáticos que en calidad de eventos pirotécnicos se vienen observando cíclicamente.
El hilo conductor de esta historia es la prolongación en el tiempo de una posible solución a la insolvencia de Mexicana de Aviación.
Lo hemos visto en el tránsito de una innumerable cantidad de intentos fallidos de postores que al final han tenido exactamente el mismo perfil: interesados sin recursos económicos comprobables.
En esta última etapa, con Med Atlántica encabezada por Christian Cadena, se ha avanzado más con una estrategia de presión y de preservación de la opacidad.
CUENTOS VERAS
Intensa oleada de preocupación y nerviosismo en el mundo por la posibilidad de que Grecia salga de la zona euro, además del deterioro de la situación económica de España. El tipo de cambio del peso frente al dólar está funcionando como amortiguador de la volatilidad internacional y Banxico todavía no ha tenido que intervenir.
Twitter: @marco_mares
marcomares@eleconomista.com.mx
14 Mayo, 2012 - 22:43
CREDITO:
Marco A. Mares
Mexicana de Aviación vive dos historias en paralelo.
Una es la que tiene que ver con su reestructura y la participación de un inversionista que la capitalice, que a la fecha transcurre en total opacidad y con lentitud extrema.
Y otra es la que tiene que ver con la denuncia en contra de la administración de la aerolínea por presunta defraudación fiscal. Aunque fuentes cercanas al proceso aseguran que la presunta defraudación fiscal es sólo una parte de lo que podría configurarse como administración fraudulenta. En ambos casos, el plazo para fincar responsabilidades en contra de quien o quienes resulten responsables es de tres años, más o menos.
En el caso de la administración fraudulenta, sólo puede fincarse responsabilidad cuando se materializa el quebranto, es decir, cuando se hacen realidad las pérdidas para los acreedores.
Esta historia, coincidentemente, también transcurre a una velocidad extremadamente lenta y con acciones en el Poder Judicial que, por lo menos, llaman la atención. Le cuento sobre esta segunda historia.
A la fecha, existe una denuncia por defraudación fiscal, equiparable, calificado y grave por la retención del Impuesto Sobre la Renta (ISR) por una cantidad que ronda los 240 millones de pesos.
Tal cantidad la habría retenido a los trabajadores la administración de Mexicana de Aviación, sin enterar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Incluso hay una orden de aprehensión en contra de Manuel Borja Chico y Ricardo Arturo Bastón Aguilar, miembros propietarios del Consejo de Administración.
E incluye a Eduardo Gámez Martínez en calidad de apoderado legal de la empresa.
Todos son considerados probables responsables del delito de defraudación fiscal.
¿En qué consistió el presunto delito de defraudación fiscal?
De acuerdo con la acusación, Mexicana de Aviación habría retenido durante cuatro meses consecutivos el Impuesto Sobre la Renta en un monto aproximado a los 60 millones de pesos mensuales.
Sin embargo, la propia empresa enteró cantidades mínimas y no la totalidad de los montos que tendría que haber declarado.
La versión de la parte acusadora es que Mexicana de Aviación entró en fase crítica con la epidemia de influenza en el 2009.
La compañía ya traía serias dificultades financieras y el evento epidemiológico detonó la crisis.
La administración de Mexicana de Aviación decidió enterar montos mucho menores de los que realmente debía ante Hacienda durante los meses de abril, mayo, junio y julio del 2010.
La tesis de las autoridades es que cuando Mexicana no tuvo la oportunidad de obtener recursos vía ingresos generados por la operación o vía crédito, comenzó a utilizar los impuestos correspondientes al ISR para financiarse a sí misma.
Autoridades del sector aseguran que independientemente de la defraudación fiscal, Mexicana de Aviación habría incurrido en administración fraudulenta al contratar bienes y servicios a sabiendas de que no podría hacer frente a sus compromisos.
Pero la parte que tiene que ver con el fraude fiscal es lo que ahora está registrando serias dificultades para el avance de la acusación de la autoridad fiscal.
Las denuncias se están haciendo mes por mes. Resulta que cada una ha caído en juzgados diferentes. Y lo que llama la atención es que en dos juzgados completamente distintos y ajenos se observan resoluciones prácticamente idénticas, con un criterio que utiliza exactamente las mismas palabras para exonerar a la administración de Mexicana de Aviación.
En tal opinión coinciden extraordinariamente el Juzgado II de Distrito de Procesos Penales Federales en el Distrito Federal y el Juzgado XIV de Distrito de Procesos Penales Federales en el Distrito Federal.
Ambos juzgados no encuentran responsabilidad alguna en el Consejo de Administración de Mexicana de Aviación.
Pero eso no quiere decir que las autoridades persecutorias se den por vencidas.
Por el contrario, están buscando pruebas adicionales para fincar su acusación.
Sin embargo, el tiempo está en contra de las autoridades que acusan.
Sobre la primera historia se sabe muy poco, salvo por los actos mediáticos que en calidad de eventos pirotécnicos se vienen observando cíclicamente.
El hilo conductor de esta historia es la prolongación en el tiempo de una posible solución a la insolvencia de Mexicana de Aviación.
Lo hemos visto en el tránsito de una innumerable cantidad de intentos fallidos de postores que al final han tenido exactamente el mismo perfil: interesados sin recursos económicos comprobables.
En esta última etapa, con Med Atlántica encabezada por Christian Cadena, se ha avanzado más con una estrategia de presión y de preservación de la opacidad.
CUENTOS VERAS
Intensa oleada de preocupación y nerviosismo en el mundo por la posibilidad de que Grecia salga de la zona euro, además del deterioro de la situación económica de España. El tipo de cambio del peso frente al dólar está funcionando como amortiguador de la volatilidad internacional y Banxico todavía no ha tenido que intervenir.
Twitter: @marco_mares
marcomares@eleconomista.com.mx
