La
comunicación entre sindicato y agremiados
Aunque este tópico lo
hemos abordado en otras ocasiones, me parece prudente y sobre todo necesario
hacer el siguiente ejercicio. Y es que me he topado con la opinión de diversos
compañeros que coinciden en el nulo trabajo que los sindicatos hacen para tener
un diálogo real con sus bases.
En este rubro solo hay
un sindicato que se salva, porque sí mantiene una comunicación efectiva con su
gremio, que utiliza de manera correcta las redes sociales, que su comunicación
interna es la adecuada, sin dependencia de las empresas con las que tiene
contratación colectiva, es un gremio cuya página digital es funcional, práctica
y sencilla de usar, me refiero a la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores
(ASPA).
Dejando ese punto
claro, sostengo que el resto de los sindicatos de la industria aeronáutica
dejan mucho que desear, ya sea por la opacidad, o de plano la inexistencia de
una página web. En el caso del Sindicato Independencia es una página que tiene Inicio,
Nosotros, Galería, Contacto y Caja Independencia. La
Sección 15 maneja el Quienes somos, Convenios, Ligas
Recomendadas, Contacto y bueno al menos tiene un espacio para
usuarios. Sigamos con el Sindicato Nacional de Trabajadores de Transportes,
Transformación, Aviación, Servicios y Similares (SNTTTASS), que tienen una
página web que contiene Inicio, Artículos MAYC, Convocatorias
y Blog así como una página oficial en la plataforma de Facebook.
Llegamos con el Sindicato
de Trabajadores de la Industria Aeronáutica (STIA), de entrada su página web es
inexistente, lo único que tiene es un perfil en la plataforma de Instagram, y
eso que detentan la contratación colectiva de los sobrecargos de Aeroméxico
Connect y de Volaris. En su página de Instagram dicen tener perfil en la red
social Twitter, pero al buscar la cuenta, aparece como “esta cuenta no existe”.
Lo mismo sucede en su supuesta cuenta de Facebook, que tampoco existe.
Y no es difícil suponer
los motivos, es uno de los sindicatos que se maneja de manera más opaca y
antidemocrática, abusando de sus agremiados y manteniéndolos en la ignorancia; incluso
hay trabajadores afiliados que no saben dónde se ubica su sede sindical, así de
grave está el asunto.
Toca el turno de la
Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), quienes se han gastado
millones de pesos en una página web que sigue sin dar resultados, con diseño
poco amigable, y que sigue dedicada al culto en torno a la imagen del
Secretario General Ricardo Del Valle, quien aparece en la página principal
anunciado -arriba a la izquierda- el “Mensaje de nuestro Secretario General”, y
si entra uno al directorio, en tamaño descomunal aparece su rostro y después en
fotos pequeñas el resto de la representación sindical.
A pesar de que ASSA
cuenta con una página en Facebook, perfil de Twitter y cuenta de Instagram,
todas parecen mancomunadas con la cuenta de “personaje público” de Ricardo Del
Valle, y su perfil de Twitter. La comunicación que mantienen con los agremiados
está al nivel de un tío o tía piolín: puras frases motivacionales aleatorias -“random”-,
sin ninguna utilidad más que la de llenar el espacio, y no como un puente de
interacción real con la base de sobrecargos.
Solamente son
utilizados para que el círculo cercano a Ricardo exija su cuota diaria de
“likes, me gusta y comentarios favorables” para la representación sindical, en
especial para con Ricardo, como si él fuera todos los Secretarios del Comité
Ejecutivo, Comisiones y delegaciones…un todopoderoso, pues.
La página web principal
de ASSA refleja los magros esfuerzos por hacer un boletín semanal, que terminan
volcándose en mostrar únicamente a Ricardo como un ser maravilloso, destacando
sólo su trabajo. En el caso de la última entrega no fueron capaces de colocar
ninguna noticia sobre el medio aeronáutico.
La visión tan
centralizada y pueblerina de la Secretaria de Prensa es notoria. No comparte
notas internacionales que documenten el estatus de la industria aeronáutica
allende nuestras fronteras, lo que resulta tan perverso como peligroso, pues
entre más información tenga el sobrecargo, mejor será la toma de sus decisiones.
La crisis energética
por el conflicto de Ucrania y Rusia ha comenzado a permear en la industria
aeronáutica. Ya hay países que no podrán enfrentar la subida del precio del
barril de crudo de petróleo, por lo tanto ASSA debería estar advirtiendo a mis
compañeros, que una vez fuera del Capítulo 11, y ya que Aeroméxico no se
encuentra bajo el escrutinio de la juez norteamericana Shelley Champan, Andrés
Conesa es libre de solicitarles una ampliación de su convenio de ahorros.
Bajo el pretexto de la
subida en el precio de la turbosina, y los compromisos que ya tiene signados,
no me parece nada descabellado que Aeroméxico acepte el regreso de los
desvinculados, pero condicionando a los Sobrecargos a ceder más cláusulas o de
plano a ampliar el tiempo del convenio existente, prolongándolo por unos años
más, para que le sea redituable a la administración que encabeza Javier
Arrigunaga. ¿Los sobrecargos de Aeroméxico estarán dispuestos? Yo creo que no.
ASSA olvida que tiene
contratación colectiva con cuatro empresas, y para su narrativa oficial ha
quedado claro que sólo piensa en Aeroméxico. El Secretario General sólo le
dedicó a Aeromar escasas dos líneas dentro de su publicado “Mensaje del
Secretario General”… y bueno, Mexicana y Click simplemente ya no existimos, ni
tiene caso mencionarnos, a menos que sean momentos de votaciones y requiera que
se le apoye. Ahí sí se acuerda, y promete colocar a los sobrecargos que todavía
quedan en activo, o a los jubilados, prometiendo sin reparo alas, viajes y
devolverles “su vida”, en pocas palabras.
ASSA, como gremio, utiliza
la infraestructura de la empresa Aeroméxico (iPads) para comunicarse con sus
sindicalizados, cuando lo más conveniente sería que usara nuestros correos
electrónicos personales (mismos que ya tiene en una base de datos el propio
sindicato), o mejor aún, abrir nuevas cuentas de correo de todos los
agremiados, incluyendo a Aeromar, Mexicana y Click.
Porque en sus páginas
de Facebook no publican a tiempo las circulares ni convocatorias, y su página
web es de difícil acceso. El sindicato tiene que pensar en la edad de su
población, muchos de mis compañeros no manejan ágilmente la tecnología, plataformas
y redes sociales, por lo que un correo institucional del sindicato sería la
solución.
Los agremiados a los
sindicatos debemos exigir información clara, veraz y oportuna, que realmente
sirva para un mejor desempeño dentro de nuestros trabajos, para una mejor toma
de decisiones. Información que no solo se constriña a temas de la ciudad; porque
no todos estamos en la megalópolis, y porque vivimos en un mundo globalizado, y
no podemos ni debemos estar ajenos a lo que acontece en otras partes del mundo.
Los representantes
sindicales deben ubicarse en su lugar, no son dioses, ni seres superiores a sus
agremiados; en la mayoría de los sindicatos -excluyendo por obvias razones al
STIA y a la Sección 15-, los representantes no dejan de ser trabajadores de las
aerolíneas; su cualidad extraordinaria es la de ostentar un cargo de
representación de los trabajadores ante los empleadores.
Son seres humanos de
carne y hueso, cuya función es llevar la voz del órgano máximo del sindicato
(la asamblea) ante el patrón. Son intermediarios, y ellos deben de tener una
clara, directa y llana comunicación con ustedes los trabajadores, sin
marrullerías, chantajes o verdades a medias.
Para ser claros, los
representantes son los empleados de los trabajadores y están para servirlos, no
al revés. Así que dejen de lado la pleitesía y la adulación, pero sobre todo la
hipocresía, pues algo llevan de culpa los agremiados de que los líderes se
sientan y crean intocables.
Construyamos mejores
puentes de comunicación, primero exigiendo y después cumpliendo a cabalidad con
lo que cada estatuto de sus sindicatos marque.
Ximena Garmendia
20 de marzo de 2022