TENSIÓN CRECIENTE
Los días no son nada buenos para Aeroméxico. Boeing llamó a revisión los aviones Dreamliner por problemas en los motores que son la inversión más importante en equipo que ha realizado la empresa; sigue avanzando la determinación de permitir quintas libertades que modificaría el negocio radicalmente más allá de la alianza que están firmando con Delta.
Entre los sobrecargos de Aeroméxico la tensión cada vez es mayor. Dependiendo de a qué grupo pertenezcan es la forma en la que les va. Se ha desatado una suerte de terrorismo sindical, en el cual han despedido a sobrecargos por el gravísimo delito de emitir opiniones sobre la programación de vuelos a China entre sus compañeros.
Lo que está pasando en este sindicato es que Ricardo del Valle ha perdido totalmente el control del sindicato; y entre los trabajadores de mayor antigüedad se está generando una suerte de canibalismo.
Tal vez es momento de que la Secretaría del Trabajo, que lleva Alfonso Navarrete Prida, comience a poner el ojo en los temas de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación, puesto que parecería que en ese sindicato las cuentas no cuadran y los trabajadores que se quejan son despedidos o amenazados.