Opinión de
Despegues y Aterrizajes(Rosario Avilés | )
Mexicanita (descolorida) y el LoMo locuaz
Rosario Avilés | Opinión Martes 23 de Nov., 2010 | Hora de modificación: 02:47
En los últimos tres meses, el mercado aéreo mexicano perdió más de un millón doscientos mil asientos a diversos destinos nacionales. La salida del aire de Mexicana de Aviación representó para el turismo nacional una enorme pérdida y un incremento promedio del 50 por ciento en las tarifas de transporte por esta vía, pero para el turismo internacional el resultado es peor: México dejó de ser un destino competitivo.
Estos datos forman parte de un estudio que elaboró un área de estudios de la Secretaría de Turismo (existe, aunque nadie le haga caso) y muestran sólo una pequeña arista de lo que implica para el país que su aerolínea más antigua y prestigiada haya sido objeto de feroces ataques en su contra, perpetrados desde las posiciones que más debieron protegerla.
Las afectaciones al empleo son aún peores y han sido documentados por la Cámara de Diputados: 8,600 empleos directos, que representan el 34 por ciento de las fuentes de trabajo en el sector y el 3 por ciento de los empleos formales creados desde enero de 2009, dejaron de percibir ingresos y están en riesgo.
La derrama económica tiene aún peores efectos con este problema: los empleos indirectos rebasan las 80,000 plazas en los 85 proveedores que mantenía el Nuevo Grupo Aeronáutico. El impacto de estos meses ya supone a estas alturas más de 400 millones de dólares en pérdidas.
La miope vista de los gestores de la administración pública no les dio para comprender el asunto, pero es previsible que la molestia de tantos afectados y el impacto de la degradación que la FAA impuso a la autoridad aeronáutica mexicana hayan jugado a favor del remedo de solución que al final se impuso.
Durante el fin de semana no sólo se conmemoró el funeral fastuoso de la Revolución Mexicana y sus reivindicaciones sociales que hoy son combatidas como la peste, también se perpetró la consumación de una de las peores páginas de la historia de la aviación nacional.
De la próspera, robusta y visionaria Mexicana de Aviación sólo quedó un pálido reflejo que tiene el sello propio del sexenio: disminuida, degradada y de dudosa reputación, a pesar del abolengo de su nombre.
Hay varios personajes en esta historia, que más que cuento parece una opereta protagonizada por el binomio Lozano-Molinar, LoMo, el cual hizo posible que la peor de las propuestas para echar a andar a la otrora Primer Línea Aérea de Latinoamérica fuera la “elegida”.
En este sainete, ambos personajes jugaron el papel de pícaros palabreros. A veces contradiciéndose, a veces apoyándose, siempre presionando a favor de la propuesta que, por muchos esfuerzos que se hicieran, parecía la misma gata —o el mismo lobo— disfrazado de la abuelita de caperucita.
—¿Por qué tienes esos Ixes tan grandes?
—Para verte mejor
—¿Y por qué tienes esas orejas de Advent?
—Para oírte mejor
—¿Y por qué tienes esas garras de Posadas?
—Para atraparte mejor
—¿Y por qué tienes estos colmillos de gigante?
—¡Para comerte mejor!
El episodio sería irrelevante si no fuera porque involucra a una empresa que por muchos motivos debería ser objeto de un verdadero plan estratégico para aprovechar el conocimiento, la experiencia y la solidez que permitieran a nuestro país recuperar el prestigio perdido en el rubro aéreo.
¿Por qué se decidió apoyar a este desconocido PC Capital que además admite abiertamente no tener el dinero que le permita echar a andar a Mexicana, aunque sí el aval del gobierno y de los principales acreedores, así como la buena disposición de ir a levantar recursos a los mercados? Misterio. ¿Por qué nadie sabe qué pasó con el dinero, dónde quedó el mapa de ingenierías financieras que llevaron a la quiebra a la aerolínea? Misterio. ¿Por qué no hay transparencia, rendición de cuentas, gestión pública apegada a las normas, pudor para no ser tan obvios, respeto a la inteligencia del ciudadano? Misterio.
Mientras tanto, que no se engañe nadie: esto no es un cuento y los sindicatos no han decidido por ellos, han determinado no cerrar una fuente de trabajo aceptando lo único que tienen enfrente para empezar a levantar los pedazos de lo que fue una gran empresa mexicana.
raviles_2@prodigy.net.mx
Despegues y Aterrizajes(Rosario Avilés | )
Mexicanita (descolorida) y el LoMo locuaz
Rosario Avilés | Opinión Martes 23 de Nov., 2010 | Hora de modificación: 02:47
En los últimos tres meses, el mercado aéreo mexicano perdió más de un millón doscientos mil asientos a diversos destinos nacionales. La salida del aire de Mexicana de Aviación representó para el turismo nacional una enorme pérdida y un incremento promedio del 50 por ciento en las tarifas de transporte por esta vía, pero para el turismo internacional el resultado es peor: México dejó de ser un destino competitivo.
Estos datos forman parte de un estudio que elaboró un área de estudios de la Secretaría de Turismo (existe, aunque nadie le haga caso) y muestran sólo una pequeña arista de lo que implica para el país que su aerolínea más antigua y prestigiada haya sido objeto de feroces ataques en su contra, perpetrados desde las posiciones que más debieron protegerla.
Las afectaciones al empleo son aún peores y han sido documentados por la Cámara de Diputados: 8,600 empleos directos, que representan el 34 por ciento de las fuentes de trabajo en el sector y el 3 por ciento de los empleos formales creados desde enero de 2009, dejaron de percibir ingresos y están en riesgo.
La derrama económica tiene aún peores efectos con este problema: los empleos indirectos rebasan las 80,000 plazas en los 85 proveedores que mantenía el Nuevo Grupo Aeronáutico. El impacto de estos meses ya supone a estas alturas más de 400 millones de dólares en pérdidas.
La miope vista de los gestores de la administración pública no les dio para comprender el asunto, pero es previsible que la molestia de tantos afectados y el impacto de la degradación que la FAA impuso a la autoridad aeronáutica mexicana hayan jugado a favor del remedo de solución que al final se impuso.
Durante el fin de semana no sólo se conmemoró el funeral fastuoso de la Revolución Mexicana y sus reivindicaciones sociales que hoy son combatidas como la peste, también se perpetró la consumación de una de las peores páginas de la historia de la aviación nacional.
De la próspera, robusta y visionaria Mexicana de Aviación sólo quedó un pálido reflejo que tiene el sello propio del sexenio: disminuida, degradada y de dudosa reputación, a pesar del abolengo de su nombre.
Hay varios personajes en esta historia, que más que cuento parece una opereta protagonizada por el binomio Lozano-Molinar, LoMo, el cual hizo posible que la peor de las propuestas para echar a andar a la otrora Primer Línea Aérea de Latinoamérica fuera la “elegida”.
En este sainete, ambos personajes jugaron el papel de pícaros palabreros. A veces contradiciéndose, a veces apoyándose, siempre presionando a favor de la propuesta que, por muchos esfuerzos que se hicieran, parecía la misma gata —o el mismo lobo— disfrazado de la abuelita de caperucita.
—¿Por qué tienes esos Ixes tan grandes?
—Para verte mejor
—¿Y por qué tienes esas orejas de Advent?
—Para oírte mejor
—¿Y por qué tienes esas garras de Posadas?
—Para atraparte mejor
—¿Y por qué tienes estos colmillos de gigante?
—¡Para comerte mejor!
El episodio sería irrelevante si no fuera porque involucra a una empresa que por muchos motivos debería ser objeto de un verdadero plan estratégico para aprovechar el conocimiento, la experiencia y la solidez que permitieran a nuestro país recuperar el prestigio perdido en el rubro aéreo.
¿Por qué se decidió apoyar a este desconocido PC Capital que además admite abiertamente no tener el dinero que le permita echar a andar a Mexicana, aunque sí el aval del gobierno y de los principales acreedores, así como la buena disposición de ir a levantar recursos a los mercados? Misterio. ¿Por qué nadie sabe qué pasó con el dinero, dónde quedó el mapa de ingenierías financieras que llevaron a la quiebra a la aerolínea? Misterio. ¿Por qué no hay transparencia, rendición de cuentas, gestión pública apegada a las normas, pudor para no ser tan obvios, respeto a la inteligencia del ciudadano? Misterio.
Mientras tanto, que no se engañe nadie: esto no es un cuento y los sindicatos no han decidido por ellos, han determinado no cerrar una fuente de trabajo aceptando lo único que tienen enfrente para empezar a levantar los pedazos de lo que fue una gran empresa mexicana.
raviles_2@prodigy.net.mx