16 junio 2008

LAS NOTAS DE HOY

Nombres, nombres... y nombres
Alberto Aguilar
16 de junio de 2008



EN EL CASO de A Volar la aerolínea que creó Jorge Nehme y que enfrenta evidentes problemas financieros, puesto que incluso algunos acreedores buscan asumir el control de la misma, SCT y la propia DGAC que lleva Gilberto López Meyer no descartan realizar nuevas auditorías, dado que ese tipo de situaciones casi siempre se traducen en un relajamiento de las prácticas de seguridad. La última revisión de la DGAC A Volar en el aeropuerto de Tijuana fue hace apenas 5 semanas, pero nos aseguran no fue para nada tan rigurosa como la que se practicó a Aviacsa de Eduardo Morales, también hace poco.

Afecta al turismo alza a turbosina
Notimex

El sector turístico de nuestro país podría verse afectado por el aumento en el precio de la turbosina, que se duplicó en los últimos 18 meses, pues algunas aerolíneas se han visto obligadas a reducir operaciones o cancelar rutas.

Pese a que la ocupación hotelera en el país ha mantenido en los últimos cuatro meses promedios de entre 50 y 65 por ciento, los diversos actores del sector turístico advierten que el precio del combustible para avión puede representar un problema.

Recientemente Aeroméxico y Mexicana de Aviación redujeron las comisiones que pagan a las agencias de viajes por el servicio de boletaje, al argumentar que sólo así se podrían palear el incremento de los combustibles.

El presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes, Noé Elizarrarás Ríos, dijo que con esta medida se pondrán en riesgo a casi 900 establecimientos en el país y el empleo de unas mil 700 personas.

Cancelación de rutas antes que elevar tarifas

A su vez, el director general de Interjet, José Luis Garza, señaló que pese a las sugerencias de las autoridades para elevar las tarifas al público, la compañía prefirió cerrar dos rutas –a Mérida y Guatemala– antes que incrementar los precios. En conferencia de prensa explicó que el precio de la turbosina se hizo insostenible ante las tasas de ocupación que se tenían.

Por ello, consideró que el elevado precio del combustible puede significar un riesgo para la aviación comercial, aunque confió en que la situación económica mejore.

Por su parte, el director general de Taca y vicepresidente de Transportación Terrestre de la Confederación Nacional Turística, Jorge Moya Huerta, advirtió que se anticipa una situación difícil por las alzas en los precios de la turbosina. Explicó que desde enero del año pasado a la fecha, el combustible ha pasado de cinco pesos a 11 pesos por galón, pero en las 63 terminales aéreas del país la turbosina tiene precios distintos, según indica la publicación semanal de Aeropuertos y Servicios Auxiliares. Moya Huerta precisó que en la semana del 10 al 16 de junio el precio de la turbosina se ubicó en rangos de 10 mil 500 a 11 mil 500 pesos por metro cúbico, pero en el caso del aeropuerto de La Paz, en Baja California Sur, se disparó hasta alcanzar los 12 mil 200 pesos.

Destacó que ese caso muestra que el traslado del combustible a las distintas plazas del país lo encarece en detrimento de las aerolíneas y el turismo.

16-Jun-2008
Tiempo de Negocios
Darío Celis


Aeroméxico corta

De 20 millones de dólares que se pretendían ahorrar con el gremio de sobrecargos, se calcula que al final Aeroméxico no obtuvo más allá de cinco millones, lo que evidencia un fracaso en la negociación. En esa tesitura, fíjese que la compañía que preside José Luis Barraza va recortar unas 500 plazas generales en las próximas semanas. El primer ajuste se acaba de dar la pasada con 50 sobrecargos y para esta que hoy inicia viene otro por 50 más.

Avolar viola la IE

Hace una semana le dábamos cuenta de Jetlux, basada en Long Beach y que da crédito para turbosina a Avolar. Como Jorge Nehme les debe desde hace un par de años, los acreedores representados por Jack Aryan intervinieron la caja y parte de la administración de la aerolínea. Por lo que se sabe la DGAC, que lleva Gilberto López Meyer, se está haciendo de la vista gorda porque no ha solicitado la intervención de Inversiones Extranjeras, que dirige Gregorio Canales.

Empresas de bajo costo, en riesgo de desaparecer
Sherice Sánchez

Por los altos precios de la turbosina se espera que algunas desaparezcan a corto plazoLas aerolíneas de bajo costo están atravesando la “prueba de fuego”, y a partir de ahora y antes de que termine esta década algunas de estas empresas podrían sobrevivir, otras desaparecerán y unas más se fusionarán, ante los constantes e imparables aumentos en el precio del combustible.

Así lo asegura Simón García Rubio, analista independiente de aviación que durante dos décadas ha asesorado a las aerolíneas del país y a gobiernos estatales en la materia, quien predice quiebras en algunas empresas ante el elevado precio del combustible.

En su estudio Las ABCs, ante la prueba de fuego, García enfatiza que las aerolíneas de bajo costo en México nacieron justo en el momento en que el precio del petróleo comenzó a incrementarse irracionalmente, es decir, a mediados de 2005.

“En ese entonces el barril de petróleo costaba en promedio 54 dólares. Para agosto de ese mismo año, el crudo ya costaba más de 60 dólares. Poco más de un año después, en octubre de 2007, el petróleo ya costaba más de 99 dólares el barril, y en mayo de este año ya sobrepasaba los 120 dólares”, rememora.

Para el especialista, tal comportamiento en el mercado indica sólo una cosa: el costo del combustible seguirá minando la operación de las líneas aéreas.

“En otras palabras: ya no hay bajos costos en el transporte”, dice.

Ante ello, García cuestiona sobre la viabilidad de que las aerolíneas mantengan tarifas bajas cuando el gasto por combustible llega a representar hasta 60 por ciento de los gastos de operación de un avión.

“¿Qué va a pasar cando los actuales aviones nuevos que utiliza las low cost del país comiencen a envejecer y requieran de mayores costos de mantenimiento? ¿Qué pasará con pilotos, sobrecargos, personal administrativo, mecánicos y demás, cuando vean que no aumenta su salario y sí su carga de trabajo en aras de una mayor productividad?”, interroga en su estudio.

La respuesta para este especialista es sólo una: tendrán que subir tarifas.

El consultor afirma que al temor sobre los estragos que pueda generar el alza en el precio del combustible, se sigue sumando el generado por la actual guerra de tarifas que impusieron las aerolíneas de bajo costo.

Comenta que desde su nacimiento en México, las aerolíneas de bajo costo desataron un debate nacional sobre los pros y contras de su existencia.

“Por un lado se entendía que sus bajas tarifas iban a equilibrar un poco los altos costos de los pasajes aéreos de las compañías tradicionales”, menciona y agrega que a la par también se generó un temor generalizado entre los diversos operadores tradicionales de que se desatara una guerra de tarifas, que llevara a la quiebra a varios de los transportadores aéreos.

“Tal temor tiene mucho de verdad. Cuando en el periodo 1991-1994 se dio una guerra de tarifas en México por la aparición de varias aerolíneas de bajo costo, las pérdidas fueron históricas. Lo peor fue que las empresas que originaron la debacle, Taesa, Saro, Estrellas del Aire, entre otras, desaparecieron, dejando a los sobrevivientes en condiciones desastrosas”, relata.

Debido a lo anterior, García sugiere a los administradores de aeropuertos que ofrezcan todas las facilidades posibles para que las aerolíneas sigan operando y las terminales aéreas no sean abandonadas por las empresas de aviación, una vez que éstas decidan cerrar rutas.