06 diciembre 2020

Que coman pasteles

 

Que coman pasteles

Estimados lectores que siguen esta columna, ustedes saben que soy una apasionada de la Historia Universal, y con los últimos acontecimientos, no he podido puedo sacar de mi mente la imagen de una joven princesa austriaca, casada con el delfín, cuyo destino fatal fue que le cortasen la cabeza en un moderno invento llamado “la guillotina”.

Como si de María Antonieta se tratara, la administración de la empresa del “Caballero” Águila deseña a los que tramposamente llama “colaboradores”. Un botón de muestra es lo plasmado en la columna “Capitanes” del periódico Reforma, que hace unos días dijo que para no perder a “valiosos trabajadores”, Aeroméxico solicitó a la jueza que tramita su Capítulo 11 en Estados Unidos el desembolso de cerca de 40 millones de pesos, para que 50 “ejecutivos clave”, no prefieran hacer sus maletas y marcharse.





Sí dividimos los 1.9 millones de dólares, que en pesos son (porque dentro del Capítulo 11 está tomando a 22.84 pesos por un dólar), son 43, 396, 000.00 millones de pesos; en el supuesto que la repartición entre estos 50 trabajadores de excelencia y alto desempeño fuera parejo, les tocaría a cada uno 867, 920.00 pesos.

Un excelente bono, casi como los que se repartió Andrés Conesa justo antes de entrar al Capítulo 11. ¿Estoy mintiendo? ¡No!, incluso el mismo Director General reconoció estos bonos, aunque matizó que no llegaron a su bolsa. Recordemos lo que publicó El Financiero, bajo la firma de su reportero Aldo Munguía el 31 de agosto del presente año: “Las compensaciones ganadas entre 2017 y 2019 por siete directivos por un millón 994 mil 514 dólares fueron transferidas a Sistemas Integrados de Soporte Terrestre en México, una subsidiaria ‘limpia’, es decir una firma que no está bajo el proceso de bancarrota de la aerolínea.”



Quiero ser sumamente clara, porque justo aquí comienza una cadena de mentiras y engaños por parte de María Antonieta, digo, por parte de Andrés Conesa, director de Aeroméxico, dentro de Grupo Aeroméxico, S.A.B. de CV, puesto que la empresa a la que supuestamente ingresaron esos bonos, sí se encuentra dentro del Capítulo 11, tal y como se desprende de la información del juicio, que es pública y puede consultarse. Aunado a ello, Conesa respondió al reclamo que le hicieron los pilotos de ASPA que demostraría que nunca cobró esos jugosos bonos, sin embargo, eso no ha sucedido.



Es de señalarse también que dentro del Capítulo 11, Aeroméxico ha notificado la “desvinculación” de aproximadamente 2, 500 trabajadores. Pero vayamos a principios de este año, enero de 2020, justo cuando la empresa dio a conocer sus “resultados” tan alegres y alentadores correspondientes al 2019, dentro de su “Informe de Sostenibilidad Aeroméxico 2019”, en el que se jactó de tener 16,932 “colaboradores”, 14,928 de ellos con contrato permanente y sólo 2,004 con contrato temporal o eventual, y detalló también que el 69% es personal sindicalizado, esto es 11,683 trabajadores.



Hoy sabemos que la mayoría de los empleados eventuales fueron “desvinculados” de la empresa bajo el engaño de regresarían “pronto” a su lugar de trabajo, siempre y cuando firmaran su “renuncia voluntaria”.

Cuando reviso la información publicada, me resulta muy llamativo el comparativo entre las solicitudes de pago para trabajadores sindicalizados y los que no lo son. Vamos por partes; sabemos que dentro de los no sindicalizados está el equipo de directivos de la empresa. Entonces, casi el 70% son trabajadores sindicalizados, y para ellos solicitaron a la jueza que aprobara una nómina de 12.4 millones de dólares, que con el tipo de cambio autorizado en el juicio, arrojan $283,216,000.00 pesos.

Pero para el grupo de los NO sindicalizados, el monto solicitado para nómina es de 12.83 millones de dólares, esto es $293,037,200.00 pesos, para repartirse entre  poco más de 5 mil empleados.

A esto hay que sumarle la negativa de la empresa del Caballero Águila a darle a sus pilotos de la filial Aerolitoral, conocida como Aeroméxico Connect, el aumento salarial correspondiente al año pasado. Y también sumemos la pretensión empresarial de modificar los Contratos Colectivos de Trabajo, y que la siguiente revisión salarial de pilotos sea dentro de cinco años, en lo que la empresa “se capitaliza”.

En el caso de las sobrecargos de la filial Aeroméxico Connect, se busca entreo otras cosas, el pago de viáticos vía “monedero electrónico” pagando la hora para vuelos nacionales en $38.40 pesos y en $2.60 dólares para vuelos internacionales.

Hagamos las cuentas alegres, hoy por hoy las sobrecargos de Connect, por un día completo de viáticos (desayuno, comida y cena) reciben $954 pesos; si la zona es “ciudad de alto costo”, reciben $1,166 pesos; pero si es zona turística, los viáticos son de $1,425; para la zona de frontera, el pago de un día completo de viáticos es de $100 dólares, igual que para los vuelos internacionales; solamente en el vuelo a JFK (Nueva York), el pago de viáticos es de $112 dólares.

Con el “esquema” propuesto por la delfina francesa, perdón, por el director de la empresa Andrés Conesa, la merma en los viáticos es considerable: $460.80 pesos por 12 horas, o $537.60 por 14 horas. Esto es, las sobrecargos solo podrían destinar $153.60 para cada alimento, olvidando que hay ciudades de alto costo y zonas turísticas donde son insuficientes para una comida decente. ¡Claro!, para unos tacos de muerte lenta alcanza, pero todos sabemos que los sobrecargos viven de los viáticos porque con el salario que reciben, no les alcanza.

No sé ustedes qué piensen, pero a mí me parece sumamente descabellada la “intención” de la empresa de premiar a 50 valiosos trabajadores, argumentando que su colaboración es imperante para la aerolínea y que debe a toda costa impedir que algunos buitres carroñeros y caza talentos traten de “robárselos”.

Flaca es la memoria de Don Andrés, a quien muy convenientemente ya se le olvidó que primero “robo” sobrecargos de Aeromar, poniendo al borde del colapso dicha empresa, y luego repitió la acción desleal con sobrecargos de Interjet. Ahora resulta que anda tan preocupado que sólo está esperando la aprobación de dicho bono.

Y mientras, como varios sobrecargos de la troncal me han hecho saber, esta catorcena les llegó su cheque de nómina “en ceros”. Y es que Aeroméxico no perdona; gracias a los meses de rotación y los permisos sin goce sueldo, este fin de año pinta para los tripulantes muy austero. Pero no importa, como bien lo dijo María Antonieta “¿no tienen para pan?, pues coman pasteles”. Ya sabemos cómo acabó esa historia.

Ximena Garmendia

6 de diciembre 2020