Nombres, nombres y... nombresAlberto Aguilar04 de octubre de 2007
Que Azcárraga busca empantanar lo de Aeroméxico, ve rendija en CFC, Banamex iguala y los Saba analizan
LE ASEGURO QUE nadie previó en el mercado el jaloneo que súbitamente se ha presentado por Aeroméxico que dirige Andrés Conesa, máxime cuando se estima que esa aerolínea podría arrojar pérdidas por 200 millones de dólares en este 2007.
Ayer, y cuando nadie lo esperaba, se presentaron un par de ofertas públicas no solicitadas, una de Mexicana de Gastón Azcárraga que ofreció 2.19 pesos por título para llevar la oferta por el 100 por ciento de Aeroméxico a 200 millones de dólares, y otra del grupo ligado a Banamex representado por José Luis Barraza a razón de 1.7569 pesos.
Esta última es idéntica a la que el martes de la semana pasada hicieran Alberto Saba Raffoul y Moisés Saba Masri. Quizá la única diferencia es que los de Banamex reiteraron su compromiso de inyectar 240 millones de dólares, mientras que ni los Saba, ni Azcárraga han hecho un planteamiento específico.
Los de Banamex adelantaron su postura para que pudiera ser analizada junto con la de los Saba en el consejo de la aerolínea que ayer mismo se realizó. El grupo de Banamex optó por igualar la oferta de los Saba para enfatizar en torno a los recursos que están dispuestos a capitalizar. No es descartable que la propuesta de Mexicana los haya sorprendido, dado que Azcárraga lanzó la misma sin contar con la autorización de CNBV de Guillermo Babatz.
Es más, al momento de hacer pública su OPA no habían iniciado el trámite.
Como le platiqué, la presencia de Mexicana para ir por Aeroméxico se ve cuesta arriba, dado que extraoficialmente la CFC de Eduardo Pérez Motta externó recién a Azcárraga que su autorización se veía difícil, dados los riesgos que una actuación conjunta podrían tener para la competencia en 30 rutas.
Por años Aeroméxico y Mexicana fueron un duopolio y contribuyeron a que la aviación no creciera por las altas tarifas. Según esto, Mexicana se reunió con la CFC anteayer y le presentaron un documento con propuestas para resolver la problemática en esas rutas. Amén de que visualizan algunas rendijas, habrían comprometido desinversiones, pero Pérez Motta ayer reiteró que el tema tiene pocas probabilidades.
Azcárraga y sus socios, en este caso Ángel Losada, Juan Gallardo, Laura Díez Barroso, Carlos Laviada y Ricardo Atman insisten en que la caída de la participación de Aeroméxico y Mexicana es una muestra de que el mercado de la aviación se ha modificado por las líneas de bajo costo.
Hoy su participación conjunta de mercado estaría en 53 por ciento vs 65 por ciento del año pasado. Se alega que en el mundo caso Canadá, España o Brasil únicamente hay una línea troncal o legacies. El problema es que desde 1997 la CFC reiteradamente rechazó la venta de las dos aerolíneas a un solo dueño. Entonces se desaprovechó el poder colocarlas hasta en mil 100 millones de dólares. El tema volvió a retomarse en 2000 y 2005 con idénticos resultados. ¿Cómo justificar ahora el cambio de posición cuando el precio por las dos está arriba de los 300 millones de dólares?
Mexicana estima que de no autorizarse su fusión los únicos que ganarán serán las aerolíneas extranjeras, incluido el Citibank representado por Manuel Medina Mora, dado que esa aerolínea también arrojará pérdidas este año por unos 100 millones de dólares.
Claro que si de cuestionamientos se trata, también se advierte del riesgo de vender Aeroméxico a los accionistas de Mexicana que hasta ahora no han invertido en su línea aérea y que en cambio están dispuestos a arriesgar 200 millones de dólares en otra. Es más, llevaron a sus sobrecargos a un conflicto económico en la JFCA.
Ayer no faltó quien considerara que Azcárraga buscaría empantanar el proceso.
Si mañana la CNBV avalara la oferta de Mexicana el periodo de la misma se extenderá hasta el 1 de noviembre, mientras que el de los Saba podría prorrogarse hasta el 30 de octubre, y el de Banamex vence el 15 de octubre.
En el caso de los Saba bien podrían decidir algo este viernes o quedarse igual y volver a ampliar su periodo.
A su vez, se espera que la CFC tenga lista la respuesta a Azcárraga en un par de semanas y que en el ínter el consejo de Aeroméxico se vuelva a reunir.
Como ve no hay nada definido en un proceso inédito ligado a una compañía para la que hasta hace unos días nadie apostaba un centavo.
Y EN MEDIO de los jaloneos que se mantienen por Aeroméxico y las diferencias que prevalecen con los sobrecargos en Mexicana que dirige Manuel Borja Chico, fíjese que en este mes habrá elecciones en ASSA que hoy encabeza Francisco Villarreal. Se asegura que en una de esas este último ya no se reelegirá.
Mexicana y Banamex, por Aeroméxico
El Universal Jueves 04 de octubre de 2007
Mexicana presentó ayer su oferta para adquirir Aeroméxico por al menos 51% y hasta el 100% de las acciones del capital social, a un precio de 2.19 pesos por acción, que es un 25% más alta de la última presentada en el mercado bursátil. La oferta representa un valor de 2 mil 173 millones de pesos.
El grupo aseguró que el mercado nacional no ofrece viabilidad para las dos aerolíneas separadas en las condiciones actuales, pues el número de líneas aéreas en el país se ha duplicado desde 2001.
“Estamos convencidos de que será muy difícil que nuestras dos líneas troncales sobrevivan en las condiciones actuales del mercado”, aseguró Manuel Borja Chico, director general de Mexicana, en conferencia de prensa.
Sin embargo, a través de un comunicado, el grupo de inversionistas que encabeza José Luis Barraza y que incluye a Banamex, subió su oferta de compra por la controladora de la aerolínea Aeroméxico a 160 millones de dólares desde 151 millones, horas después de que Mexicana de Aviación presentara su oferta de compra.
Banamex dijo que el grupo de inversores incrementó su propuesta a 1.7569 pesos por acción de Consorcio Aeroméxico desde los 1.6842 ofrecidos a mediados de septiembre. (Aída Ulloa)
El grupo liderado por Banamex elevó propuesta de 151 a 160 millones de dólares
Mexicana ofrece por Aeroméxico 200 mdd más que los otros interesados
Denuncia la UNT que esa empresa disminuyó un tercio los ingresos de los empleados
Roberto González Amador, Juan Antonio Zúñiga y Víctor Cardoso
Mexicana de Aviación, compañía propiedad del empresario hotelero Gastón Azcárraga Andrade, irrumpió este miércoles en la puja por la compra del Consorcio Aeroméxico, su principal competidor en el mercado mexicano de aviación comercial, por el que ofreció 200 millones de dólares, más que cualquiera de las otras dos ofertas presentadas hasta ahora.
Poco después de que Mexicana anunció su intención de adquirir Aeroméxico, el otro de los competidores en la subasta, representado por Banamex, la filial en México del consorcio financiero estadunidense Citi, aumentó su oferta de 151 millones de dólares a 160 millones de dólares.
El tercero de los participantes en la puja, los empresarios Alberto y Moisés Saba, habían elevado la semana pasada su oferta a 160 millones de dólares.
La oferta hecha este miércoles por Mexicana no fue del todo inesperada, a pesar de que el entorno del empresario Gastón Azcárraga Andrade, quien es el principal accionista del grupo hotelero Posadas, había mencionado que no había interés de esta parte por participar en la subasta por Aeroméxico, cuya propiedad pasó al gobierno federal –al igual que Mexicana– después de la crisis financiera de 1995.
El grupo Posadas adquirió la totalidad de las acciones de Mexicana de Aviación en diciembre de 2005 y a la fecha se encuentra en un proceso de ajuste de costos. Organizaciones sindicales, como la Unión Nacional de Trabajadores, han denunciado que los nuevos dueños de la aerolínea ha reducido en un tercio los ingresos de sus empleados, a partir de que la empresa denunció el contrato colectivo de trabajo.
Este miércoles, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el organismo regulador del sistema financiero, anunció sobre la existencia de una oferta pública de adquisición de acciones del Consorcio Aeroméxico, integrado por Aeroméxico y Aerolitoral, por parte de Mexicana de Aviación.
El organismo regulador dijo que Mexicana presentó una solicitud para realizar la compra de Aeroméxico, a través de una operación en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), a un precio de 2.19 pesos por acción, lo que implica unos 200 millones de dólares.
La oferta será revisada por la CNBV a efecto de verificar que se ajuste a las disposiciones legales y, en su caso, otorgar la autorización correspondiente, indicó el ente regulador. A este respecto, Consorcio Aeroméxico apuntó a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) que “la oferta se encuentra sujeta a la condición de que la Comisión Federal de Competencia (el organismo antimonopolios) emita resolución favorable de la adquisición”, y aclaró que la información contenida en la solicitud y folleto informativo preliminar de Grupo Mexicana de Aviación, “no tienen validez hasta que dicha oferta sea autorizada por la CNBV.”
Reviran
Después de presentada la oferta de Mexicana de Aviación, otro de los participantes elevó el monto ofrecido por Aeroméxico.
En un comunicado, Banamex dijo que este miércoles el grupo de empresarios mexicanos encabezado por José Luis Barraza había decidido aumentar el precio a pagar por acción en su oferta pública de compra de acciones de Consorcio Aeroméxico de 1.6842 a 1.7569 pesos por título, lo que representaría un precio similar al ofrecido por Alberto y Moisés Saba. La diferencia está en los fondos comprometidos para capitalizar a la compañía.
“Este grupo de inversionistas, en el que además participa Grupo Financiero Banamex con una posición minoritaria, reitera su compromiso incondicional de fortalecer el capital de la empresa en el equivalente en moneda nacional de 240 millones de dólares, iniciando este proceso tan pronto como la oferta pública concluya satisfactoriamente”, indicó en un comunicado.
En precio, la oferta de compra presentada ayer por Grupo Mexicana de Aviación rebasa en 24.6 por ciento a las realizadas por los otros dos grupos de inversionistas y compromete 200 millones de dólares para capitalizar a Consorcio Aeroméxico.
En conferencia de prensa, Gastón Azcárraga dijo: “Estamos proponiendo una reestructura del mercado , que permita que las dos líneas aéreas troncales sobrevivan. Queremos fortalecerlas y sabemos cómo hacerlo”. Y apuntó: “Unir estas dos compañías en un solo Grupo aeronáutico, permitirá que sean rentables, que ofrezcan opciones de transportación segura a precios atractivos, y por lo tanto, también que las fuentes de trabajo que representan sean más estables en el largo plazo. Lo que queremos es armar el Grupo Aeronáutico que este país se merece”.
Sin embargo, la última decisión la tomará el gobierno federal, el cual posee 62 por ciento de las acciones de Aeroméxico, distribuidos de la siguiente manera: el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) detenta 45.37 por ciento; la Secretaría de Hacienda y Crédito Público tiene 10.16 por ciento a través de Nacional Financiera, y Nacional Financiera, por su parte, controla otro 6.47 por ciento. El restante 38 por ciento está diseminado entre el “público inversionista”.
04-Oct-2007
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David Páramo
Ganará el sindicato del IMSS
Y parece que, llegando de atrás, el Grupo Posadas tiene muy amplias posibilidades de hacerse del control de Aeroméxico. El ofrecimiento, de aproximadamente 200 millones de dólares no sólo es muy superior al de Moisés Saba y Banamex, sino que tiene una particularidad.
Para este grupo hace mucho más sentido hacerse del control de la línea aérea como parte de un programa no sólo de defensa sino de expansión de su negocio. El país difícilmente tolera dos líneas aéreas troncales, así que esta oferta bien podría considerarse como ganadora.
Es importante reconocer que este grupo parecía tener muy pocas posibilidades y, ahora, ha cerrado muchas bocas. La CFC fallará hasta el 11 de octubre en el caso de Posadas y su intento por Aeroméxico.