27 septiembre 2006

MEXICANA CAPÍTULO 2


Mexicana, Capítulo II
Por: Rosario Avilés
Miercoles 27 de Septiembre de 2006 Hora de publicación: 01:34


Contrario a lo que muchos piensan, el desistimiento de la huelga por parte de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación con Mexicana no es el final de la película, es apenas el principio.
Sigue un capítulo bastante denso, ahora con los pilotos aviadores, quienes tendrán su revisión salarial el próximo 31 de octubre y a quienes se les han pedido similares concesiones en su contrato colectivo.
El lunes, como un ejercicio para ir midiendo la temperatura del gremio en este punto, los delegados sindicales y el secretario general realizaron una asamblea informativa que resultó bastante desalentadora para quienes abrigaban la esperanza de que ésta sería una negociación posible.
Pero algo pasó con el termómetro, cuyo mercurio se derramó ante la sola mención de todas las concesiones que pretende la administración de Emilio Romano por parte de ASPA. “Solamente son 140 cambios”, dijeron los delegados sindicales.
Desde luego, ya se había comentado anteriormente, la aerolínea quiere reducir en 60 millones de dólares anuales el costo de la planta de pilotos.
Pero además se está pidiendo que el contrato colectivo se modifique radicalmente en todos sus rubros: jornadas, vacaciones, intocables, tiempos extra, etc.
La empresa habría apostado a que, una vez cambiada la dirigencia sindical, la negociación con los pilotos iría sobre ruedas
. Sin embargo, es probable que se lleven una sorpresa y es que la impresión de la base es que la propuesta que ha presentado la empresa es exactamente la misma desde el principio, a pesar de que hubo una comisión especial que se dedicó durante semanas a analizar la cuestión y hay muchas alternativas para incrementar la productividad que, incluso, son mucho mejores que la que Mexicana ha estado planteando con este proyecto, llamado “Panzer 2”.
El plato que hoy se vuelve a servir en la mesa de negociación es el mismo: todo o nada.
Desde luego, lo que se perfila no es el mejor escenario. Para muchos pilotos el problema es la visión de las cosas.
Con el contrato colectivo que actualmente tienen, cada piloto podría volar hasta 77 horas mensuales y el promedio está por debajo de esto, de acuerdo a cada equipo y va desde 60/65 horas en los A-320 hasta 40 en los equipos B-757.
Si se planeara de otra forma, la empresa tendría una gran cantidad de horas disponibles sin gastar un solo centavo.
Otro problema es la planeación de las reservas que sigue haciéndose como hace 40 años e implica un enorme desperdicio de horas/tripulante que podría mejorarse sustancialmente con una buena planeación.
En síntesis, se tiene la impresión de que la consigna es reformar el contrato y que todo cambie para que no cambie nada pues mientras no se tenga una reestructura real de las operaciones, no se incrementará la productividad.
El colmo es que muchos directivos de Mexicana lo saben desde antes de la venta, pero Gastón Azcárraga se ha empeñado en tomar la receta de la consultora Bain, de recortar un número mágico, sin ponerse a ver las especificidades de Mexicana, muchos de cuyos problemas de costo se derivan precisamente de que la empresa no ha crecido en años.
Por ejemplo, hay muchos copilotos que tienen más de 20 años de servicios y por lo tanto su costo es más alto que en otras empresas cuyos copilotos tienen menos antigüedad, pero esto no sólo no va a mejorar sino a empeorar si la empresa sigue con su tendencia al enanismo y sus copilotos siguen sin poder ascender.
Además, se tiene la impresión de que a Azcárraga no le interesa tanto hacer un negocio de aviación a largo plazo, como financiero en el corto.
Minimizar los contratos le permitiría vender la empresa en muchos más millones de dólares de los que pagó por ella.
Y si la quiebra, como se ha amenazado, también habría negocio una vez que muchos de esos costos ya se han recuperado y el beneficio fiscal sería alto.
Y es que, hasta la fecha, no ha habido ningún compromiso serio para compensar lo que se está pidiendo a los trabajadores. Se alude vagamente a un anuncio de traer más aviones en el mediano plazo pero de ellos, los que realmente se han pedido en firme son para reposición, las opciones serían para expansión.
O sea, no hay nada claro.Se trata de un enorme desperdicio de oportunidades y recursos. Si alguien podría ayudarle a Azcárraga a hacer un verdadero negocio serían quienes ya han participado en la reestructura de la empresa en otras ocasiones, porque conocen realmente la aviación mexicana.
Pero parece que la palabra diálogo es entendida de una extraña forma unilateral. Ojalá que rectifiquen a tiempo.
Desde cielos zacatecanos nos llegó por cables un mensaje. Dicen que ahora sí Emilio tendrá que negociar, por lo pronto el recibo de la luz.
E-mail: raviles_2@prodigy.net.mx