Hablemos
de aviones
A
muchos de nosotros, desde niños, nos gusta mirar al cielo. El escritor,
novelista y dramaturgo francés Gustave Flaubert escribió “…creo que si
miráramos siempre al cielo, acabaríamos por tener alas…” Y es que el cielo es
una enorme fuente de inspiración. En él podemos encontrar miles de ideas, y
siempre nos invita a reflexionar. Y también en él podemos encontrar unos
artefactos maravillosos, pájaros de metal que al igual que nuestra imaginación,
vuelan.
Es
fácil encontrar páginas y páginas de literatura universal que plasman el deseo
del hombre por imitar a los pájaros; por ejemplo, la leyenda de Ícaro, que
quiso volar con alas de plumas, pegadas con cera, pero que voló tan alto que el
sol derritió las alas, y cayó.
La
idea de volar está íntimamente asociada con la libertad, por ello la pretensión
humana de hacerlo data de tiempos inmemoriales. Después de siglos de intentar
descubrir cómo poder hacerlo, llegamos al glorioso siglo XX, cuando los
hermanos Wrigth, ambos ingenieros, pilotos, inventores, y por supuesto pioneros
en la aviación. Es gracias a ellos que surge el mundo aeronáutico moderno, dejando
atrás a los globos aerostáticos, zeppelines, planeadores y otros artefactos que
sirvieron para volar. Con su modelo de aeroplano comenzó la historia de las
aeronaves.
A
lo largo de la historia hemos tenido aviones icónicos de distintas armadoras y en
esta ocasión hablaremos de esos grandiosos aparatos que orgullosamente surcaron
el cielo.
Es
evidente que todo comenzó con el avión biplano de los hermanos Wright y así
comenzaron a surgir armadoras de aviones, teniendo el día de hoy grandes
empresas: Boeing, Airbus, Bombardier, Embraer, ATR, son tan sólo una pequeña
muestra.
Uno
de los más emblemáticos aviones de la armadora Boeing fue el llamado por la
gente como “Jumbo”, un avión de la serie 747 que era sumamente fácil de
distinguir por su llamativa joroba; durante mucho tiempo fue el avión de
pasajeros más grande que surcó los cielos de todo el mundo. Su primer vuelo fue
en 1970, y fue un avión consentido por muchas líneas aéreas como British
Airways, KLM, Lufthansa, Iberia, Avianca, incluso la extinta aerolínea Pan Am,
sólo por mencionar algunas.
Otra
característica es que era un avión de doble cabina, esto es, un avión que
cuenta con dos pasillos en su interior; también sobresalió por los 4 motores
colocados en las alas, dos de cada lado; ¿y qué decir de la cabina superior?, era
la que le daba ese aspecto de “joroba” a la aeronave, y era usada como cabina
“premier” o “primera clase” en muchas de las aerolíneas.
El
siguiente avión, literalmente “cimbró” nuestra ciudad, pues cada vez que llegaba
los vecinos de la colonia Balbuena y aledañas se quejaban del ruido y de la
vibración, a tal grado que temían que sus ventanas colapsaran; estamos hablando
del mítico Concorde, ese avión que cruzaba el océano Atlántico en cuatro horas,
un avión supersónico.
El
Concorde, cuyo nombre completo es Aérospatiale-BAC Concorde es un avión
supersónico de transporte de pasajeros que estuvo en servicio entre 1976 hasta
2003.Fue construido a partir de los trabajos conjuntos de los fabricantes
British Aircraft Corporation (británico) y Aérospatiale (francés).
Además
de su llamativa figura, con la nariz del avión en forma de pico, y de viajar a
una velocidad super sónica, el ruido que hacía era verdaderamente ensordecedor.
Otra de sus características era la altitud a la que volaba; normalmente la
mayoría de los aviones comerciales vuela entre los 30 mil y los 35 mil pies de
altura, pero el Concorde volaba a 60 mil pies de altura, lo que obligaba a que
sus ventanas fueran más pequeñas que las de un avión convencional, con la
finalidad de ralentizar los cambios bruscos en la presión atmosférica con
respecto al interior.
No
olvidemos que la gran mayoría de los aviones están presurizados de manera artificial
debido a la altitud de vuelo que alcanzan; la cantidad de oxígeno para respirar
disminuye notablemente, y es necesario inyectar oxígeno de forma artificial,
tanto por seguridad como confort de tripulantes y pasajeros.
Fue
muy triste el final de este avión, tras el único y fatídico accidente de su
historia, ocurrido el 25 de julio del año 2000. Una cinta metálica que se
desprendió de un avión de Continental Airlines, quedó en la pista, convirtiéndose
en material punzocortante que perforó uno de los neumáticos del Concorde, provocando
que explotara por la velocidad de 300 km/h que ya había alcanzado el equipo tratando
de despegar del aeropuerto francés Charles de Gaulle.
El
6 de diciembre de 2010, Continental Airlines y John Taylor, uno de sus
mecánicos, fueron declarados culpables por homicidio involuntario. Aunado a lo
anterior, el 3 de abril de 2003, tanto British Airways como Air France,
anunciaron de manera conjunta el retiro del Concorde, derivado también de los
altos costos de mantenimiento del equipo y la caída en los vuelos por los atentados
del 11 de septiembre acaecidos en la ciudad de Nueva York.
Una
era de glamour murió junto con el Concorde; el lujo a bordo se modificó por
todas las restricciones y nuevos procedimientos que se instalaron a bordo; la
era dorada de la aviación había muerto.
Finalmente
en esta columna hablaré de otro gigante. Un equipo que fue resultado de la
carrera por producir un avión comercial de grandes dimensiones; la armadora de
aviones Airbus, con sede en la ciudad de Toulouse, Francia logró que surcara los
aires por primera vez el 25 de octubre de 2007, bajo la bandera de la aerolínea
Singapur Airlines.
La
principal característica de este avión es su doble piso; no solamente en una
sección, como el Boeing 747, sino todo el fuselaje es doble, alcanzando casi un
50% más de capacidad que su competidor, el “Jumbo”. Este gran gigante, tiene la
posibilidad de transportar entre 500 y 550 pasajeros, dependiendo de la
configuración de asientos de cada aerolínea: clase turista, de negocios y
primera clase.
La
presentación oficial del Airbus A380 tuvo lugar el 18 de enero de 2005, en
Toulouse, Francia, y reunió a más de 5000 personas y representantes y jefes de
gobierno de los cuatro países que habían participado activamente en el proyecto:
Tony Blair (Reino Unido), Jacques Chirac (Francia), José Luis Rodríguez
Zapatero (España) y Gerhard Schröder (Alemania).
Sin
embargo, es otro equipo que se dejará de fabricar en 2021. A raíz de la
pandemia por Sars-Cov-2, las aerolíneas que mantenían este tipo de equipos, han
decidido cambiarlos por modelos más pequeños, lo que hace que la vida útil de
estos gigantes tengan los días contados.
Todas
las ideas, incluso las sagradas, deben adaptarse a las nuevas realidades, y esa
es una regla de oro en la industria aeronáutica. Los tiempos y los usuarios hacen
que las grandes armadoras de aviones vayan modificando sus planes y el
desarrollo de nuevos equipos. La gran mayoría de estas empresas ha entrado actualmente
a la espiral de la sostenibilidad, y buscan equipos más eficientes y menos
contaminantes. Pero de ello hablaré en otra columna.
Ximena Garmendia
Esta columna fue originalmente publicada el 15 de diciembre del 2020