No existen las condiciones para huelgas nacionales: María Xelhuantzi López
Para los trabajadores de este país la acción sigue siendo muy limitada. Foto: Archivo / El Sol de México
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Organización Editorial Mexicana
22 de febrero de 2010
Segunda y última parte
Nidia Marín / El Sol de México
Ciudad de México.- Hay evidencias de una persecución "hormiga" contra el movimiento sindical democrático independiente, mientras los trabajadores en general, para rechazar las alianzas o aceptarlas entre un PRD obrerista y un PAN antisindical, están pendientes de ver "el verdadero rostro del PRI" cuando se trate la "ley Lozano".
Y ante la actual política laboral en marcha y las situaciones que se han estado presentando, María Xelhuantzi López, doctora en ciencia política, recomendó al movimiento sindical independiente tener cautela, porque no hay condiciones para huelgas nacionales, mientras que las movilizaciones no son suficientemente efectivas.
Ser cautelosos, dijo, aunque sin bajar la guardia, ni renunciar a seguir luchando, resistiendo y combatiendo.
A los trabajadores en general sugirió continuar organizándose.
La profesora titular de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, en la entrevista para El Sol de México respondió una docena de preguntas.
-¿De acuerdo a los hechos, el Sindicato Mexicano de Electricistas y el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana son los que han recibido el embate de la política gubernamental? ¿Usted tiene conocimiento de otros gremios que también hayan sido afectados por este tipo de políticas?
-¡Claro! A lo largo del sexenio ha habido una política, que llamaría "hormiga", de presión y de castigo al movimiento sindical independiente de este país. De lo más reciente, recuerdo la agresión al Sindicato de Sobrecargos: toda la maniobra que se vino orquestando para destituir a Lizeth Clavel, en un momento muy delicado para la industria aérea, al estar a debate el tema de la reestructuración de las líneas troncales Mexicana y Aeroméxico. El Gobierno intervino directamente, así como un partido político, el PRD, para desestabilizar al gremio de sobrecargos.
(La secretaria general de la Asociación General de Sobrecargos de Aviación (AGSA), Lizeth Clavel Sánchez, fue destituida en agosto del año pasado, durante una asamblea general extraordinaria, en la que fue acusada de presunto abuso de confianza, así como de irregularidades financieras y violación a los estatutos).
Puntualizó la especialista: "Si se realizara un recuento de la Unión Nacional de Trabajadores en el último año, vamos a encontrar evidencias de esta persecución "hormiga" al movimiento sindical democrático independiente: negativas de tomas de notas a organizaciones independientes como es el caso del sindicato del Banco Azteca, que llevan varios años bregando por el reconocimiento de su organización sindical y no la han conseguido. Son organizaciones poco relevantes, no de la magnitud, ni de los mineros, ni del Mexicano de Electricistas, pero que al final de cuentas fueron como un experimento del gobierno y le han servido como conejillos de indias para ir orquestando una ofensiva sindical de grandes dimensiones".
(En 2006 se pretendió crear el Sindicato Único de Trabajadores y Empleados de Banco Azteca y sus filiales; movimiento que fue abortado mediante el arraigo, por la PGR, de 25 de los trabajadores, bajo la acusación de presunta delincuencia organizada).
-Bajo su óptica ¿es o no una política antiobrerista la que está llevando a cabo el Gobierno federal?
-Lo es definitivamente. No cabe la menor duda. Es un gobierno profundamente antisindical hacia el movimiento independiente y democrático en este país. Por el otro lado, se mantiene como aliado incondicional al movimiento sindical corporativo, el más corrupto, en contra de los trabajadores.
* LA HERMANASTRA DE LA "LEY ABASCAL"
Para muchos, la carnada de la denominada "ley Lozano" es la creación de 800 mil empleos anuales y lo intocable del artículo 123 constitucional. Para otros, la nueva Ley Federal del Trabajo acabaría con las conquistas derivadas de la Revolución Mexicana: el derecho de huelga, salarios justos y empleos permanentes. También atentaría contra la autonomía sindical, la libertad de asociación y el derecho de escalafón, pero favorecería los pagos electrónicos (que propiciarían el jineteo). Una mayoría de trabajadores de los distintos signos la consideran "peor que la ley Abascal".
Por ello.
-¿Entonces, en general los trabajadores están en desacuerdo con las alianzas electorales de un partido como el PRD que se suponía obrerista, con el partido en el poder federal que está socavando a los trabajadores o, por el contrario, las favorecen?
-La verdadera imagen de esto la vamos a tener en el momento que veamos cuál es el rostro del PRI en la reforma laboral. De entrada, no me cabe duda que van a secundar completamente la propuesta de Lozano (Javier, secretario del Trabajo y Previsión Social), la que contiene un retroceso bárbaro en materia laboral para este país. Es el regreso al tema de las relaciones individuales, al tema de una cuestión salvaje en el mundo del trabajo en México; situaciones que sabemos se dan en este país. Al final de cuentas esta ley busca golpear a la negociación colectiva de las organizaciones más avanzadas.
-¿Cuál es en general la situación de los trabajadores en México? ¿Hay síntomas de desestabilización debido a la crisis económica o no?
-No. En general, el aparato de control ha funcionado muy bien. Tenemos que reconocerlo. Como académica, haría muy mal en pretender tapar el sol con un dedo. Creo que el aparato de control sindical en este país sigue funcionando de manera muy eficaz para contener las protestas de las organizaciones independientes de los trabajadores. Con muchas medidas antiobreras del Gobierno, desde la época de Vicente Fox, con Carlos Abascal, han logrado contenerlas.
Agregó: "Generalizando, para los trabajadores de este país la acción sigue siendo muy limitada. La principal evidencia que podemos tener es la situación salarial. Ahí está la mejor prueba de que el aparato de control, de coordinación sigue funcionando. Este país sigue siendo precario en términos de salario, de niveles de vida. Ello también es apostar a la informalidad y a la delincuencia".
-¿Cuáles serían las cifras, si es que las tiene, de cómo le ha pegado el desempleo y la carestía a los trabajadores?
-El Gobierno mexicano ha llegado a decir que las cifras de desempleo son más bajas que en Estados Unidos. Allá, en el mes de diciembre, aunque la cifra tampoco es muy confiable, hay un desempleo del diez por ciento; y en México también es del diez por ciento. Esto realmente es una gran mentira, es una fantasía. Hay que recordar que la manera de medir el desempleo en nuestro país es absolutamente absurda.
"Calculando de manera muy general -explicó- diría que la cifra del desempleo abierto es indudablemente mucho mayor. Debe estar alrededor del 15 por ciento, aunque no podemos perder de vista la informalidad, la que para mí es una suerte de desempleo. Acabo de regresar de una conferencia en Uruguay donde la cifra que se maneja es con todo e informalidad".
-¿Cuáles serían las recomendaciones a los trabajadores en general, a los dirigentes en general, ante esta situación que se está viviendo?
-Le diría al movimiento sindical independiente que sin bajar la guardia, sin renunciar a seguir luchando, resistiendo y combatiendo, hay que ser muy cautelosos, porque además se avecinan tiempos electorales en los cuales se descompone mucho la situación política del país, se crean situaciones de conveniencia para partidos, para ciertos líderes. Hay que ser muy cautelosos con esto, así como en intentar violentar situaciones cuando en México las condiciones no están dadas para ello: por ejemplo, de huelgas nacionales. La realidad es que estructural y políticamente este país no tiene condiciones para hacer eso.
"En cuanto a los trabajadores en general, deben seguirse organizando, lo cual es muy importante, más que movilizarlos y salir a las calles, aunque tiene su mérito, pero al final puede ser un mecanismo muy desgastado. El mensaje principal debe ser: organizar a los trabajadores en sindicatos independientes, democráticos, representativos, aunque los efectos no sean en el corto plazo. Es la única garantía para que el movimiento sindical independiente tenga la fuerza suficiente para resistir no solamente las políticas de este gobierno, sino la de gobiernos tan o más conservadores que el actual que pudieran llegar", concluyó.
Para los trabajadores de este país la acción sigue siendo muy limitada. Foto: Archivo / El Sol de México
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Y ante la actual política laboral en marcha y las situaciones que se han estado presentando, María Xelhuantzi López, doctora en ciencia política, recomendó al movimiento sindical independiente tener cautela, porque no hay condiciones para huelgas nacionales, mientras que las movilizaciones no son suficientemente efectivas.
Ser cautelosos, dijo, aunque sin bajar la guardia, ni renunciar a seguir luchando, resistiendo y combatiendo.
A los trabajadores en general sugirió continuar organizándose.
La profesora titular de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, en la entrevista para El Sol de México respondió una docena de preguntas.
-¿De acuerdo a los hechos, el Sindicato Mexicano de Electricistas y el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana son los que han recibido el embate de la política gubernamental? ¿Usted tiene conocimiento de otros gremios que también hayan sido afectados por este tipo de políticas?
-¡Claro! A lo largo del sexenio ha habido una política, que llamaría "hormiga", de presión y de castigo al movimiento sindical independiente de este país. De lo más reciente, recuerdo la agresión al Sindicato de Sobrecargos: toda la maniobra que se vino orquestando para destituir a Lizeth Clavel, en un momento muy delicado para la industria aérea, al estar a debate el tema de la reestructuración de las líneas troncales Mexicana y Aeroméxico. El Gobierno intervino directamente, así como un partido político, el PRD, para desestabilizar al gremio de sobrecargos.
(La secretaria general de la Asociación General de Sobrecargos de Aviación (AGSA), Lizeth Clavel Sánchez, fue destituida en agosto del año pasado, durante una asamblea general extraordinaria, en la que fue acusada de presunto abuso de confianza, así como de irregularidades financieras y violación a los estatutos).
Puntualizó la especialista: "Si se realizara un recuento de la Unión Nacional de Trabajadores en el último año, vamos a encontrar evidencias de esta persecución "hormiga" al movimiento sindical democrático independiente: negativas de tomas de notas a organizaciones independientes como es el caso del sindicato del Banco Azteca, que llevan varios años bregando por el reconocimiento de su organización sindical y no la han conseguido. Son organizaciones poco relevantes, no de la magnitud, ni de los mineros, ni del Mexicano de Electricistas, pero que al final de cuentas fueron como un experimento del gobierno y le han servido como conejillos de indias para ir orquestando una ofensiva sindical de grandes dimensiones".
(En 2006 se pretendió crear el Sindicato Único de Trabajadores y Empleados de Banco Azteca y sus filiales; movimiento que fue abortado mediante el arraigo, por la PGR, de 25 de los trabajadores, bajo la acusación de presunta delincuencia organizada).
-Bajo su óptica ¿es o no una política antiobrerista la que está llevando a cabo el Gobierno federal?
-Lo es definitivamente. No cabe la menor duda. Es un gobierno profundamente antisindical hacia el movimiento independiente y democrático en este país. Por el otro lado, se mantiene como aliado incondicional al movimiento sindical corporativo, el más corrupto, en contra de los trabajadores.
* LA HERMANASTRA DE LA "LEY ABASCAL"
Para muchos, la carnada de la denominada "ley Lozano" es la creación de 800 mil empleos anuales y lo intocable del artículo 123 constitucional. Para otros, la nueva Ley Federal del Trabajo acabaría con las conquistas derivadas de la Revolución Mexicana: el derecho de huelga, salarios justos y empleos permanentes. También atentaría contra la autonomía sindical, la libertad de asociación y el derecho de escalafón, pero favorecería los pagos electrónicos (que propiciarían el jineteo). Una mayoría de trabajadores de los distintos signos la consideran "peor que la ley Abascal".
Por ello.
-¿Entonces, en general los trabajadores están en desacuerdo con las alianzas electorales de un partido como el PRD que se suponía obrerista, con el partido en el poder federal que está socavando a los trabajadores o, por el contrario, las favorecen?
-La verdadera imagen de esto la vamos a tener en el momento que veamos cuál es el rostro del PRI en la reforma laboral. De entrada, no me cabe duda que van a secundar completamente la propuesta de Lozano (Javier, secretario del Trabajo y Previsión Social), la que contiene un retroceso bárbaro en materia laboral para este país. Es el regreso al tema de las relaciones individuales, al tema de una cuestión salvaje en el mundo del trabajo en México; situaciones que sabemos se dan en este país. Al final de cuentas esta ley busca golpear a la negociación colectiva de las organizaciones más avanzadas.
-¿Cuál es en general la situación de los trabajadores en México? ¿Hay síntomas de desestabilización debido a la crisis económica o no?
-No. En general, el aparato de control ha funcionado muy bien. Tenemos que reconocerlo. Como académica, haría muy mal en pretender tapar el sol con un dedo. Creo que el aparato de control sindical en este país sigue funcionando de manera muy eficaz para contener las protestas de las organizaciones independientes de los trabajadores. Con muchas medidas antiobreras del Gobierno, desde la época de Vicente Fox, con Carlos Abascal, han logrado contenerlas.
Agregó: "Generalizando, para los trabajadores de este país la acción sigue siendo muy limitada. La principal evidencia que podemos tener es la situación salarial. Ahí está la mejor prueba de que el aparato de control, de coordinación sigue funcionando. Este país sigue siendo precario en términos de salario, de niveles de vida. Ello también es apostar a la informalidad y a la delincuencia".
-¿Cuáles serían las cifras, si es que las tiene, de cómo le ha pegado el desempleo y la carestía a los trabajadores?
-El Gobierno mexicano ha llegado a decir que las cifras de desempleo son más bajas que en Estados Unidos. Allá, en el mes de diciembre, aunque la cifra tampoco es muy confiable, hay un desempleo del diez por ciento; y en México también es del diez por ciento. Esto realmente es una gran mentira, es una fantasía. Hay que recordar que la manera de medir el desempleo en nuestro país es absolutamente absurda.
"Calculando de manera muy general -explicó- diría que la cifra del desempleo abierto es indudablemente mucho mayor. Debe estar alrededor del 15 por ciento, aunque no podemos perder de vista la informalidad, la que para mí es una suerte de desempleo. Acabo de regresar de una conferencia en Uruguay donde la cifra que se maneja es con todo e informalidad".
-¿Cuáles serían las recomendaciones a los trabajadores en general, a los dirigentes en general, ante esta situación que se está viviendo?
-Le diría al movimiento sindical independiente que sin bajar la guardia, sin renunciar a seguir luchando, resistiendo y combatiendo, hay que ser muy cautelosos, porque además se avecinan tiempos electorales en los cuales se descompone mucho la situación política del país, se crean situaciones de conveniencia para partidos, para ciertos líderes. Hay que ser muy cautelosos con esto, así como en intentar violentar situaciones cuando en México las condiciones no están dadas para ello: por ejemplo, de huelgas nacionales. La realidad es que estructural y políticamente este país no tiene condiciones para hacer eso.
"En cuanto a los trabajadores en general, deben seguirse organizando, lo cual es muy importante, más que movilizarlos y salir a las calles, aunque tiene su mérito, pero al final puede ser un mecanismo muy desgastado. El mensaje principal debe ser: organizar a los trabajadores en sindicatos independientes, democráticos, representativos, aunque los efectos no sean en el corto plazo. Es la única garantía para que el movimiento sindical independiente tenga la fuerza suficiente para resistir no solamente las políticas de este gobierno, sino la de gobiernos tan o más conservadores que el actual que pudieran llegar", concluyó.