Entre
la FAA y la AFAC
Seas un usuario
de la industria aeronáutica, o un ciudadano que no suele volar en avión, debes
saber que la Agencia Federal de Aviación de los Estados Unidos de Norteamérica
(FAA, por sus siglas en inglés) cada 10 años realiza una auditoría a la Agencia
Federal de Aviación Civil (AFAC), antes conocida como la DGAC (Dirección
General de Aviación Civil), aunque sea un tema poco llamativo, y aparentemente
árido. Para quienes estamos de una manera u otra inmersos dentro de la
aviación, es un tema primordial, del cual debemos estar muy atentos, pues sabemos
los alcances que puede tener esta auditoría.
Hace 10
años, déjenme platicarles, los resultados de dicha auditoría arrojaron
resultados tan desastrosos que por meses, los mexicanos estuvimos como país,
degradados a categoría 2. Dicha auditoría se puede consultar en la Secretaría
de Comunicaciones y Transportes, dentro del llamado “Libro Blanco”; son 70
hojas que nos cuentan a detalle todas las consideraciones que tomó la FAA para
degradarnos a la fatídica “Categoría 2”, y concluye con el cómo se pudo obtener
de nuevo la anhelada “Categoría 1”. Dicho documento nos explica qué son las
categorías 1 y 2:
La
Categoría 1.- Si
cumple con estándares de la OACI, Inspectores de la FAA evalúan a una Autoridad
de Aviación Civil y determinan que el otorgamiento de licencias y la vigilancia
de los transportistas aéreos se efectúan de acuerdo a los estándares de
seguridad operacional de aviación de la OACI.
Categoría
2.- No cumple con los estándares de la OACI. La FAA realiza una evaluación a
la Autoridad de Aviación Civil del país y determina que presenta uno o más de
las siguientes deficiencias:
El
país no posee leyes o reglamentos necesarios para complementar la certificación
y vigilancia de los transportadores aéreos de acuerdo a estándares mínimos
internacionales.
La
Autoridad de Aviación Civil no posee la experiencia técnica, recursos e institucionalización
para otorgar licencias o vigilar las operaciones de los transportadores aéreos.
La
Autoridad de Aviación Civil carece de personal técnico debidamente entrenado y
calificado.
La
Autoridad de Aviación Civil no suministra guías adecuadas a los inspectores
para cerciorarse de la ejecución y cumplimiento de los estándares mínimos
internacionales.
La
Autoridad de Aviación Civil no posee suficiente documentación y registros de
certificación o presenta inadecuada vigilancia continua de las operaciones de
los transportistas aéreos.
Ahora, en
términos llanos y para una mayor claridad usaremos de ejemplo a Volaris y las
vicisitudes que tuvo cuando el país fue degradado a Categoría 2. Para ello nos
documentamos en una nota publicada por Expansión el 19 de octubre de 2010, que
recoge una declaración de su director Enrique Beltranena; “La degradación de
la calificación de la aviación mexicana provocó que Volaris dejara de percibir
20 millones de dólares, debido a que no pudo iniciar vuelos a cuatro ciudades
de Estados Unidos. El director de la empresa, Enrique Beltranena, puntualizó
que los destinos cancelados son Chicago, Las Vegas, Phoenix y Miami.”
De manera
muy clara vemos en caso de ser nuevamente degradados, las aerolíneas mexicanas
dejarían de volar hacía Estados Unidos e incluso a Canadá al no poder
sobrevolar el espacio aéreo norteamericano. Y como usuario eso significa que la
oferta queda a merced de las aerolíneas extranjeras, concretamente norteamericanas,
quienes decidirán qué rutas y slots explotar y cuales no, relegando a nuestro país.
Esto nos
afecta independientemente de si trabajamos o no dentro de la industria, pues en
esta época de crisis por la pandemia, podría empujar a más recortes tanto a
trabajadores como a las condiciones laborales; como usuario, habría menos
opciones para volar, y como ciudadano, menos entradas de divisas por cuestión
de turismo.
Todo lo
anterior es a muy grandes rasgos y con la intención que quede claro el por qué
de la importancia de mantener la Categoría 1, que se antoja difícil por las
decisiones erróneas que se han tomado desde la SCT.
En aras
de combatir la corrupción se hicieron diferentes tipos de recortes, pero sin
entender el mecanismo interno de la institución. Mencionemos la indolencia
mostrada por la propia SCT al tardar meses en nombrar un director de la AFAC tras
la salida del anterior; tenemos un caos dentro de Medicina de Aviación con el
tema de los exámenes médicos para poder revalidar la licencia que permite a los
tripulantes seguir volando, y así podemos nombrar un largo etcétera.
Es por
ello, que de manera constante subrayo que debe verse a la industria aeronáutica
como esencial dentro del desarrollo del país, y que no podemos dejar al “ahí se
va” toda la industria, pues además de que de ella dependen muchísimas personas,
a nivel macroeconómico afecta y mucho al ciudadano de a pie.
Sí les gustaría
saber más sobre la historia con pelos y señales, así como los actores que durante
el calderonato hicieron que el país pasara a Categoría 2, pueden seguirme en
mis redes sociales y dejarme un comentario ahí.
Ximena Garmendia
11 de abril 2021
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