Secretaria…
¿de qué lado está?
Cuando
se desdibuja la línea que un funcionario público debe de respetar, los
trabajadores quedamos en la orfandad total. Dejen que me explique. La actual
Secretaria del Trabajo y Previsión social, en un video publicado en sus redes
sociales oficiales, muestra la firma del acuerdo entre Aeroméxico y el
sindicato de sobrecargos, ASSA; pero en ese material audiovisual no vemos a una
funcionaria imparcial, cuidadosa del cumplimiento y observancia que se le debe
dar a la Ley Federal del Trabajo; lo que presenciamos fue una complicidad que
no se entiende.
Firma entre Aeroméxico y ASSA |
Y
precisando, para que no haya lugar a dudas, el 3 de febrero cerca de las 15:00
horas, el equipo que maneja las redes sociales de la Secretaria Luisa María
Alcalde (quiero pensar que fue su equipo), consideró una buena idea subir un video
editado de la firma entre empresa y sindicato. Con buena calidad de imagen, un
audio impecable, sin margen de errores y musicalizado de una forma que los
espectadores nos quedamos esperando que aparecieran corazones y emoticones
felices en medio de las imágenes.
Primera
pregunta ¿qué es, propiamente dicho, lo que hace la Secretaría del Trabajo y
Previsión Social de nuestro país?
De
acuerdo con la leyes administrativas del país, y la propia información de la
dependencia de gobierno, creada en 1941,… “Es la encargada de diseñar,
ejecutar y coordinar las políticas públicas en materia de generación de
empleos, las relaciones contractuales, las agrupaciones de trabajadores, los
derechos laborales y los Derechos sociales emanados de los anteriores. Todo lo
anterior deberá vigilarlo y operarlo en función de lo que determinan el
artículo 123 constitucional y la Ley Federal del Trabajo.” De esta importante
institución también dependen las Juntas de Conciliación y Arbitraje, la
Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo, mejor conocida como PROFEDET y
Fonacot.
Con
esto expuesto, veamos con detalle el video: en toma abierta vemos del lado
izquierdo de la pantalla a Andrés Conesa, director de la aerolínea Aeroméxico; a
su lado hay otra persona que por el cubrebocas no logro identificar, al centro
Luisa María Alcalde y del lado derecho de la pantalla se ubica Ricardo Del
Valle, Secretario General de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación
de México. Todos con cubrebocas.
El
primero en hablar, dentro de este video ya editado y musicalizado es Andrés
Conesa y dice “Los que estamos aquí firmando, ratificando, es producto de
mucho trabajo, simplemente significa que todos los trabajadores, todos en
conjunto estamos aportando, estamos rescatando a la empresa, eso nunca antes
había pasado pero estoy seguro que con este tipo de acuerdos nos vamos, vamos a
salir adelante hasta ir fortalecidos de esta”
La
toma se abre y ahora enfoca a Ricardo Del Valle, quien dice lo siguiente: (en
la transcripción se conservan los titubeos y traspies de las intervenciones) “Estamos
muy conscientes desde que este aporte que que dieron nuestros compañeros con un
proceso muy fuerte como lo lo que comentábamos, eh… seguramente se verá
retribuido en en nuestra empresa, la aerolínea bandera siga saliendo adelante y
que en los próximos años sea una aerolínea mucho más fuerte. Sin nuestros
compañeros sobrecargos, sin los trabajadores nosotros no seremos nada. Eso es
reconocer el trabajo de nuestros compañeros sobrecargos también y desde luego
creemos que con este aporte que estamos dando y y con todas las medidas que se
tengan que hacer derivado de la pandemia, podemos estar pensando en que
Aeroméxico siga surcando los cielos del mundo por muchos años más.
Del
discurso del líder sindical me preocupa una frase, ¿está diciendo que para que
Aeroméxico siga surcando los cielos del mundo los sobrecargos van a aceptar “todas
las medidas que se tengan que hacer derivado de la pandemia”? ¿cuáles son los
alcances de esta frase, en boca de Ricardo Del Valle? ¿acaso está anticipando
que no meterá las manos sí la empresa solicita más recortes de personal, por
ejemplo?
La
cámara vuelve a enfocar a todo el grupo, y de nueva cuenta toma el rostro de la
titular de la Secretaría del Trabajo, que tras su cubrebocas azul rey expresa
lo siguiente: “Asistimos a una reestructuración temporal de las condiciones
de trabajo que no tiene otro objetivo que precisamente el poder salvar a la
empresa, salvar empleos y poder lograr que haya viabilidad para continuar y
para salir eh, adelante. Es de reconocerse que ambas
partes hayan podido hacer esto, es la importancia de que estos acuerdos se
hagan a través de procesos democráticos. Esto como ustedes saben es uno de
los objetivos que estamos buscando a través eh, de la reforma laboral. Lo que
nosotros estamos convencidos, es que el diálogo y la concertación, las razones,
los argumentos, ponerlos por enfrente siempre nos llevan a soluciones, este, a
mejores soluciones. Así que gracias a este eh, a esta firma del día de hoy
logramos que Aeroméxico siga volando”
El
video termina con la imagen de Andrés Conesa, Luisa María Alcalde y Ricardo Del
Valle sosteniendo unas carpetas que, infiero, contienen los documentos signados.
La música “motivadora” permanece hasta el final.
No
me parece que sea asunto menor el discurso de la titular de la Secretaría del
Trabajo. La Maestra Alcalde Luján abre su participación manifestando que
“asistió” a la reestructura, pero ¿con qué carácter o personalidad jurídica?, ¿asistió
cómo mero observador del proceso? ¿cómo mediadora?, ¿cómo garante o testigo de
buena fe?, ¿cómo parte involucrada, ya que su padre es asesor legal del
sindicato de sobrecargos, dirigido por Ricardo Del Valle?
Arturo Alcalde Justiniani en Asamblea General Extraordinaria de ASSA |
¿Qué
piensan ustedes, amables lectores, del sofisma utilizado hasta la náusea, que enarbola
el sacrificio del trabajador en aras de salvaguardar a la empresa? En otras
columnas y en diversos videoblogs, he desglosado y explicado detalladamente con
base en los datos que aporta el Capítulo 11 en Estados Unidos, que el costo de
la nómina de los trabajadores sindicalizados es la más barata, a pesar de que representan
el 70% del total de trabajadores de la empresa.
La
encargada de velar que los derechos de los trabajadores sean respetados de
acuerdo al artículo 123 de nuestra Carta Magna dice: “Es de reconocerse que
ambas partes hayan podido hacer esto, es la importancia de que estos acuerdos
se hagan a través de procesos democráticos”, y yo no puedo soslayar que Luisa
María Alcalde ha hecho caso omiso a todas las denuncias que diferentes
trabajadores han realizado en la dependencia a su cargo, siempre argumentando la
misma respuesta: “no podemos inmiscuirnos en la autonomía sindical”; entonces
¿por qué el día 27 de enero, cuando terminaron las Juntas Particulares por
empresa con los sobrecargos, salió a validar el acuerdo emanado de las mismas,
aunque todavía el proceso no había concluido?
No puede alegar desconocimiento o ignorancia,
pues su padre, el Lic. Arturo Alcalde Justiniani es quien revisa la
tramitación, conforme a los estatutos, de dicho proceso interno, y sabe perfectamente
que después de las Juntas Particulares, los acuerdos deben ser sancionados en
una Asamblea General Extraordinaria para que tengan validez plena; antes no
eso, no tienen efecto ni validez jurídica alguna.
Sin
embargo, dicha Asamblea General Extraordinaria no se había llevado a cabo,
porque estaba programada para el día siguiente. Debo señalar que al ser una Asamblea
General Extraordinaria, debimos acudir todos los agremiados al sindicato. A
pesar de que muchos solicitamos en tiempo y forma nuestro registro a la
“asamblea virtual”, el acceso nos fue negado por no pertenecer a la empresa
Aeroméxico, contradiciendo la ley interna del estatuto que marca quiénes pueden
acudir a este tipo de asambleas.
Existen
pruebas de que al día siguiente, cuando se celebró la asamblea, Ricardo Del
Valle evitó preguntarle a la misma sí estaban de acuerdo en sancionar los
acuerdos emanados de las Juntas Particulares por Empresa; al no hacerlo incumplió
con lo que mandata el estatuto en vigor, en su artículo 51 fracción V. Esto es,
sí no hay aprobación por parte de la asamblea, dichos acuerdos no son válidos.
Pero eso no importó, desde la noche anterior, la Secretaria del Trabajo y
Previsión Social ya había dado por válida la votación en sus redes sociales,
incluso antes de que lo hiciera el propio Secretario General de ASSA.
Y
por si fuera poco todo este pisoteo escandaloso de nuestros estatutos, debo
mencionar, para que quede constancia, la existencia de todas las amenazas que
sufrieron los sobrecargos durante la votación. Hubo a quienes les llamó por
teléfono algún miembro de la representación sindical para reclamarles haber
votado “en contra de Ricardo”. A otros les hicieron modificar el sentido de su
voto cuando regresaron de su servicio o vuelo, así que si ese día habían votado
en contra, por la noche, cuando ya estaban a punto de partir a descansar a sus
casas, los representantes los interceptaban y les pedían votar de nuevo pero
ahora a “a favor de salvar la empresa”.
Es
indefendible la ceguera de la Secretaria del Trabajo, que permitió que los
trabajadores votaran con una espada que los puso contra la pared, ya que las votaciones, tanto en el caso de pilotos como
sobrecargos, se llevaron a cabo al mismo tiempo que Aeroméxico les notificó de
la existencia en su contra de una demanda de Conflicto Colectivo de Naturaleza
Económica.
No
es la primera vez que la empresa utiliza esta argucia “legal” para mermar las
condiciones de sus trabajadores, y afectar su ánimo para conducir el sentido de
su voto. La primera vez que recurrió a esta figura fue en el año 2008, un año
antes de la pandemia del AH1N1. Para neutralizar el litigio en tribunales, los
sobrecargos firmaron un convenio de ahorros que incluyó, entre varios rubros,
ceder 5 días de vacaciones, a cambio de una promesa, por parte de la empresa,
de que no correría sobrecargos.
Quienes
conocemos esta forma de actuar de la empresa, sabemos que no cumplió con su
palabra y de todas formas corrió a varios sobrecargos de forma injustificada,
razón por la cual el sindicato de aquel entonces estuvo peleando su
reinstalación.
La
siguiente ocasión que Aeroméxico utilizó esta figura legal fue en abril de 2013.
Nuevamente el grupo de sobrecargos fue el objetivo; la empresa se desistió de
esta demanda una vez que en septiembre de 2014 pactó con ASSA un nuevo contrato
de sobrecargos, denominado “B”, con un costo del 60% menos que el contrato
original, que pasó a ser denominado “Contrato A”.
Alguien
debería hacerle llegar esta información a la actual Secretaria del Trabajo (su
papá sería el mejor canal), para que se diera cuenta de este “modus operandi” tramposo
y sucio que tiene Aeroméxico contra sus trabajadores sindicalizados. De esta
manera se evitarían eventos como el suscitado el pasado 12 de enero, fecha en
que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje estaba “estudiando” si admitía
dicha demanda. Recordemos, ¿bajó qué mando están las Juntas de Conciliación?, ¿Acaso
Luisa María Alcalde Luján no estaba enterada de que Pilotos y Sobrecargos
estaban votando con la pata de Aeroméxico en sus cuellos?, ¿esto es lo que ella
reconoce como un acuerdo producto de un proceso democrático?
Me
preocupa el plural que utilizó al decir “hoy logramos que Aeroméxico siga volando”.
Por eso mi pregunta inicial: ¿de qué lado está, Secretaria? Porque del lado
de los trabajadores, es evidente que no.
P.D.
Dejo el link al video expuesto en esta columna: https://fb.watch/3vKp7u0aV1/
Ximena
Garmendia
7 de febrero
2021