08 marzo 2020

La hipocresía sindical, ¿otra forma de violencia?


La hipocresía sindical, ¿otra forma de violencia?

Todos hemos visto en las últimas horas cómo en diferentes coordenadas de nuestro país, y del mundo entero, el combate a la violencia contra la mujer es el gran tema. Si bien es cierto las manifestaciones en el contexto del Día Internacional de la Mujer llevan más de 100 años en nuestro país, también lo es que nunca antes había tenido tanta resonancia, pues las protestas nunca habían sido tan virales, ni tan virulentas. La segunda característica es la que, desde mi punto de vista, ha orillado a muchos actores políticos y factores reales de poder a manifestarse a favor de la lucha feminista. No porque quieran y busquen un verdadero cambio, sino porque no apoyar la causa es políticamente incorrecto, y una ventana enorme por la que se asomarían miles de dedos flamígeros dispuestos a señalar.

Por supuesto los sindicatos están en esta lista, y sin que sea sorpresa para ninguno de mis fieles lectores, la Asociación Sindical del Sobrecargos de Aviación de México (ASSA) se ha trepado en esta ola mediática, dándole forma a un tipo de violencia tan lesiva para la mujer, como cualquier otra. Me refiero a la hipocresía sindical.

Y es que no encuentro otra forma de llamarle al acto abyecto y contradictorio de su Secretario General, Ricardo Del Valle, que por un lado anuncia con bombo y platillo que el sindicato que comanda “se suma al movimiento feminista” y tras bambalinas es capaz de asestar golpes bajos contra sus agremiados, que en su mayoría son mujeres.  

Pero no me crean a mí. Revisemos la entrevista que nos dio una compañera sobrecargo, mujer en toda la extensión de la palabra, empoderada y sin miedo. Mujer de mediana edad, aunque en realidad no se le notan los años, se ve mucho más joven; de amplia sonrisa, tez blanca, cabello negro ensortijado, voz potente, como buena norteña que es, grandota, que cuando la tienes cerca impone con su presencia.





Entrevistadora: ¿Cómo te llamas?

G.F.: Gabriela Isabel Fraustro González

E: ¿Cuántos años tienes?

G.F.: Tengo 52 dos años

E: ¿Tienes hijos?

G.F.: Sí, tengo dos, soy madre de uno de 23 años y una de 8 años.

E: ¿De dónde eres?

G.F.: De Monterrey, norteña

E: ¿Cuándo entraste a Aeroméxico?

G.F.: Yo entré a Aeroméxico a capacitación en abril de 1991, originalmente iba a entrar a Mexicana (Compañía Mexicana de Aviación), hubo un problema con los instructores, y nos movieron dos semanas más. En ese inter hubo una contratación masiva, la primera masiva de Aeroméxico de 1991 y en ese grupo quedo yo, entro a finales de abril, mayo y en junio de ese año entro a mi mes de prueba ya volando y el 17 de junio firmo ya mi planta con Aeroméxico.
 


E: ¿Cómo ha sido tu trayectoria en la aerolínea?

G.F.: Pues en Aeroméxico me ha pasado de todo (se ríe, dejando ver su amplia sonrisa, entornando la mirada), he sido una sobrecargo muy conocida, siempre desde que entré, por diversas razones, una porque era de Monterrey, y otra porque era la de las piernas bonitas, porque además tenía un carácter muy fuerte, me ha pasado todo estando en la línea, soy una persona que tiene una manera de pensar muy fría y muy firme y eso no ha gustado a la planta de sobrecargos, siempre me he manifestado en contra de la mentira, de la deshonestidad, del abuso y eso me generó muchos problemas pero con el sindicato.

E: ¿Cómo fue tu relación con la empresa?

G.F.: Con la empresa siempre he tenido una buena relación, porque siempre me he mantenido bajo el respeto de lo que es mi contrato, jamás he abusado, soy una sobrecargo que en sus 20 y tantos años volando, efectivos, no tengo ninguna falta, mis incapacidades deben ser a lo mucho 8, algunas de accidente de trabajo, y dos por embarazo. He sido muy muy responsable como sobrecargo, de acuerdo a lo que es la profesión, que lo primero es la seguridad. He tenido altas y bajas, generalmente mi problema, o con quien me confronto, es con los líderes sindicales.

E: ¿Cómo fue tu relación con el sindicato de sobrecargos? (Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México, A.S.S.A.)

G.F.: Nunca he apoyado a uno, nunca he estado de acuerdo en la manera en la que se conducen hacia el gremio, entonces, eso me ha generado problemas. Estando como sobrecargo, en diciembre del 2000 para ser exactos, me rescindió el contrato Aeroméxico  por orden sindical, estaba Alejandra Barrales en aquel tiempo como representante y teníamos varias diferencias, ella quería que formara parte de su equipo, a lo cual me negué, le expresé que yo no era como ella, que yo me negaba a seguir instrucciones si no estaba de acuerdo, y a partir de ese momento ella me declara la guerra, no me lo dice abiertamente, pero en la primera oportunidad que hubo, en el famosísimo “Caso Lima” me lo demuestra.

E: ¿Qué pasó en el Caso Lima?

G.F.: Se demoró el vuelo, porque en plena carrera de despegue, tronó una turbina, nos regresamos a la plataforma, nos bajan a todos del avión, pasan tres horas, esa jornada ya violaba el contrato colectivo de trabajo, era una asignación de 15 horas, cuando la máxima era de 12, y sólo en caso de demora, te podías extender, perdemos tres horas porque no hay equipo para poder continuar a Lima, y de ahí llamo al sindicato, para informarles que ya no  daba la jornada de vuelo, que tendrían que sacar la reserva, y curiosamente en ese tiempo estaba Alejandra Barrales como Secretaria General y Ricardo Del Valle como Secretario de Conflictos, y bueno, al final de cuentas yo decido no irme, tres de mis compañeras me siguen, y las otras tres deciden quedarse en el avión, éramos 7 de tripulación, en el momento que yo decido quedarme, porque el sindicato así me lo manifiesta, Ricardo Del Valle me dice que efectivamente,  nos podemos quedar y  que deben de sacar a la reserva, me regreso al área de firmas y ¡oh sorpresa!, a los dos días tengo rescisión de contrato.

E: ¿Cómo fue que te rescinden el contrato?

G.F.: Una rescisión de contrato solicitada por ASSA de México, no es que me hayan corrido o nos hayan corrido a las 4 que nos quedamos, por haber atentado contra la empresa, para empezar, tripulaciones no tenía una reserva de 7 personas para sacar el vuelo, pero la otra era que estaba Gabriela Fraustro entre las sobrecargos que decidieron bajarse de vuelo, entonces el sindicato solicita a la empresa que nos corran y pasamos 3 años 8 meses sin volar, en una demanda, que llevaba el Lic. Mateo Cruz.

E: ¿Cuál fue tu experiencia con esa demanda?

G.F.: La demanda tenía muy poco avance, no se le daba la importancia en el sindicato para que se solucionara, en esa época estaba también en el sindicato como Secretario de Trabajo, Sergio Loza, sobrecargo de Mexicana de Aviación y “contra” de Alejandra Barrales, y es él quien en apoyo a nosotros solicita la ayuda sindical por haber tenido el valor de defender el contrato colectivo de trabajo, entonces se nos dio una ayuda sindical de todos los sobrecargos agremiados a la ASSA, como lo eran Aeroméxico, Mexicana y Aeromar, era un descuento de 10 pesos a la quincena, para pagar el salario de las 4 sobrecargos que en ese momento estábamos sin empleo por haber defendido el contrato.

E: ¿Cómo se portó en aquel entonces contigo Ricardo Del Valle, quien fungía como Secretario de Conflictos?

G.F.: Siempre estuve presente, a pesar de vivir en Monterrey, siempre acudí a todas las asambleas, yo nunca estuve de acuerdo en la ayuda, porque parecía alentar la solución, que era regresar a trabajar. Me llamaba mucho la atención, que Ricardo Del Valle siempre era el primero en votar en contra de ayudarnos y alguna vez se lo manifesté.

E: ¿Cómo fue que regresaste a volar?

G.F.: El caso es que sale Ricardo Del Valle de Conflictos y sale Alejandra Barrales de la Secretaría General y nos llama la empresa a los corridos y nos dice la empresa, “bueno, pues ya se fueron este par, ¿cómo ves si ya regresas y te desistes de la demanda y bye?”, regreso a finales de mayo de 2004, me desisto yo de la demanda y  me desisto de los salarios caídos, nunca Aeroméxico me pagó los salarios caídos, porque yo lo que dije es yo quiero trabajar, quiero recuperar el tiempo perdido, ya regreso con adiestramiento y todo en agosto de 2004.

E: ¿Qué pasó después de que regresaste?

G.F.: A partir de mi reingreso todo muy bien con la empresa, nunca me puso ningún cuatro, mi relación con Aeroméxico, siempre ha sido buena, pero en 2009 me lanzo como candidata a la presidencia de la Delegación de mi empresa, es un cargo que siempre había deseado, yo dije, ya tengo tantos años en la empresa, yo creo que ya estoy preparada, conozco mi contrato y puedo apoyar a mis compañeros.

E: ¿Cómo fue tu experiencia como presidente de la Delegación de Aeroméxico?

G.F.: Bueno, lo que a mí me dio el gane, era el haberme defendido en el caso Lima, el no acceder a lo que pedía el sindicato, y la gente lo percibía, a pesar de no ser muy querida por la base, porque tengo un carácter muy firme, muy fuerte. Tomo mi cargo, y me toca iniciar mi gestión estando Lizette Clavel como Secretaria General, que tampoco estaba muy de acuerdo con su política, pero bueno, me tocó trabajar con ella, y para mí fue muy satisfactorio ser presidenta de la delegación; me permitió conocer más a mi base, pude tener contacto con ellos, yo voy a hacer en la delegación, todo aquello que yo he solicitado y nunca nadie me dio una respuesta, nunca nadie me ha respondido el teléfono, nunca nadie me ha devuelto la llamada, que nunca nadie ha tenido el tiempo para escucharme, entonces mi política fue el tener mi oficina de puertas abiertas y atender a mis compañeros las 24 horas del día los 365 días del año, porque así es como trabajamos los sobrecargos. Tuve muchas satisfacciones, siempre estuve muy accesible, tenía incluso el teléfono debajo de la almohada. Después viene lo de la quiebra de Mexicana, posteriormente sale Lizette Clavel y entra como Secretario General, en 2011, Ricardo Del Valle.

E: ¿Cómo te fue en tu gestión, bajo la dirección de Ricardo Del Valle?

G.F.: En 2011 se lanza Ricardo Del Valle como candidato a Secretario General y gana, yo apoyaba a otro candidato, gana y su actitud conmigo fue de quererme manipular y decirme que hacer en la delegación, sin embargo yo siempre le dije que no. Me pedía que modificara roles, me intentaba pasar listas con nombres de los vuelos que cambiar y yo siempre le dije que no, que el trabajo de la delegación no era poner y quitar vuelos, sino la equidad en los roles, sin beneficiar a nadie, yo nunca veía los nombres cuando revisaba los roles, sólo veía el número de empleado y siempre me negué a sus peticiones. En ese momento, junto conmigo estaban en la delegación Marcelina  Aceves Nuño, vocal y Gonzalo Leal Torres como secretario; Gonzalo dejó de asistir al sindicato y Marcelina como que accedió a las peticiones de Ricardo.

E: ¿Te bloqueó Ricardo Del Valle en tu trabajo sindical?

G.F.: Al ver que no accedía a sus peticiones, intenta meterse a mi cartera, bloqueándome con Aeroméxico, solicitándole al director de relaciones laborales, de tripulaciones, me di cuenta del bloqueó, porque siempre busqué que mis compañeros no se ausentaran, bajar el ausentismo. Yo les pedía que me llenaran un formato para solicitarme, ya sea vacaciones, intocables, y que me dijeran los motivos del cambio, y todo lo dejaba por escrito. En ese aspecto la empresa, siempre dejaba yo todo por escrito en las minutas, las solicitudes que yo les hacía, no tenía ningún problema con ellos. Era darle la facilidad a los compañeros. Siempre estuve dispuesta a ayudar y dar soluciones. El arma más poderosa de Ricardo era que yo dejara de dar resultados en la delegación, por eso fue que me bloqueó con la empresa.

E: ¿Qué hiciste ante el bloqueo de Ricardo Del Valle?

G.F.: Cuando la empresa dejó de responder mis correos, utilicé otras herramientas, empecé a darles los correos a los compañeros, para que de manera directa hicieran sus peticiones, y yo sabía que ellos iban a entender que era yo la que lo estaba solicitando. Al darse cuenta de esto en el sindicato, a mi me mandan a volar y pusieron al compañero Gustavo Osorio, ellos eran los que llevaban la información a la empresa de acuerdo a lo que a Ricardo le convenía.

E: ¿Qué sucede cuando regresas a volar a la línea?

G.F.: Pues termina mi gestión y el último día de esta fui al sindicato a recoger mis cosas y pues no le entregué la cartera a nadie, porque no fueron. Eso fue el 31 de enero de 2013, hasta el 7 de abril del 2014, siempre me ponían situaciones en las que me querían afectar, un ejemplo es que me pusieron vacaciones que no me correspondían, así que llamé tanto a la empresa como al sindicato y nadie me respondía, la idea era que yo faltara 4 días seguidos y me pudieran correr, a mi me daba risa, porque al haber sido presidente de la delegación, yo me sabía perfectamente mi contrato. Lo último fue un vuelo Montreal-México.

E: ¿Qué sucede en ese vuelo Montreal-México?

G.F.: A finales de marzo del 2014, me asignan un vuelo a Montreal, al día siguiente, para regresar a México, veo que en el vuelo vienen dos representantes sindicales uniformadas, que viajarán de pasajero, y en ese momento le externé a mi tripulación “ojo, estas personas vienen a afectarme”, todavía un compañero se burla diciendo “crees que toda la aviación tiene puestos los ojos en ti”. Yo me preparé, saqué fotografías, me bajé la lista de pasajeros, porque el capitán les dio upgrade a clase Premier, lo cual está prohibido, durante todo el vuelo, ellas se sentaron en las filas 2A y 2B, cuando en realidad estaban documentadas para ir en la fila 16C y 16D. Yo nunca les dirigí la palabra, más que para el buenos días, bienvenidas, hasta luego. Sin embargo, llego a México, firmo mi llegada, al día siguiente me iba ir a Sao Paulo, regreso de Sao Paulo, y al firmar mi llegada, recibo un aviso, donde se me informa que el día 7 de abril  tengo que presentarme a las 4 de la tarde en Relaciones Laborales por un problema en el vuelo Montreal-México, evidentemente yo sabía de qué se trataba, me habla la Tesorera del Sindicato el lunes en la mañana, porque le llamaron de la empresa, para preguntar por los adeudos que tengas, le expliqué que tenía un citatorio a las 4 de la tarde, pero si los están pidiendo, es porque me van a correr, pero no pasó nada en el vuelo.

E: ¿Qué postura tomó el sindicato para tu defensa?

G.F.: Llegué a Relaciones Laborales el día 7 de abril de 2014, y le solicité a la representante sindical Eréndira Jiménez Muñoz, Secretaria de Relaciones, le pregunté por qué estaba siendo citada, si en los vuelos no había pasado nada. Ella me dijo que no sabía, a lo que le respondí “¿cómo te presentas a defender a un sobrecargo y no sabes el motivo?, y volvió a asegurar que no sabía cuál era la razón del citatorio, que ella no sabía nada.

E: ¿Qué sucedió durante el citatorio?

G.F.: Entramos a la oficina, y estaba el Lic. Velasco, el Lic. Arturo Rojas y el Lic. Wickap que era como testigo, otra persona que no recuerdo, la representante sindical y yo. Me dijo el Lic. Velasco porque la empresa ya no quiere una relación contigo, así que me río y le pregunto, quien la solicitó mi despido. El Lic. Velasco afirma que tiene un reporte de una agresión a pasajeros en el vuelo de Montreal a México, le pedí el nombre de los pasajeros y me dijo que era información confidencial, a lo que respondí, no señor, no es información confidencial, ustedes me tienen que decir que pasó y a quienes. Tenemos dos reportes de pasajeros, el Lic. Rojas me da los nombres y sale el de Paola Ponce (habrá que apuntar que es la actual novia del Secretario General Ricardo Del Valle) y Silvia Vega, ambas representantes sindicales. Que estaban documentadas en la fila 16C y D y el capitán les dio un upgrade a Premier 2A y B. Yo solo traía dos pasajeros de clase Premier y estaban en la fila 4, dos pasajeros canadienses, y les informé que en esa fila, la 2, no había nadie, que si no sabían que dar ascensos está prohibido. Ellos insistían que eran pasajeros, y al ver los nombres me río, como es posible que representantes sindicales reporten a un agremiado, al grado de pedir que lo corran. Solicité que levantaran en acta administrativa, y me dijeron que no era necesario, que devolviera el gafete, a lo cual me negué y la representante sindical Eréndira, en un acto de bondad, me dice que ASSA ya evaluó mi tema y que no hay de otra, Que ahí estaba mi retiro, mismo que no solicité. En eso me volteo y le digo al Lic. Velasco “¿de verdad ustedes me creen tan estúpida para no saber que esto lo pidió Ricardo Del Valle?”

E: ¿Puedes afirmar que quien solicitó que te corrieran de la empresa, fue Ricardo Del Valle?

G.F.: Sí, desde hace tiempo me habían estado poniendo cuatros, porque me negué a los caprichos de Ricardo, porque hasta el día de hoy no me han podido encontrar un solo abuso, dentro de mi trabajo o algo que haya hecho algo mal, esto es porque me negué a cooperar con él. Este es un caso político. Ya lo habían hecho en 2000, y que el camino a Conciliación me lo sé muy bien.

E: ¿Qué pasó después del citatorio?

G.F.: El 7 de abril del 2014, fue mi último día de trabajo, y a la fecha sigo demandando, gané mi demanda en el 2017, el laudo a mi favor, la empresa jamás manifiesta que yo haya cometido un error, o que se haya levantado un reporte en un vuelo, o que yo haya agredido a alguien.

E: ¿Cuál es el argumento de la empresa en tu demanda?

G.F.: En la demanda la empresa dice que Gabriela manifestó que ya no quería laborar por las exigencias de la empresa. En el 2018 me pagan mis salarios caídos y se me informa que no podré ser recontratada aunque haya ganado, mientras Ricardo Del Valle sea Secretario General de ASSA de México.

E: ¿Volviste a demandar?

G.F.: Así es, lamentablemente, Ricardo Del Valle al día de hoy sigue como Secretario General, por lo que tuve que volver a demandar, ahorita estamos en la fase del desahogo de pruebas, las demandas son muy lentas, no sé lo que va a suceder cuando otra vez, salga el laudo a mi favor, porque francamente, no hay nada de que se me acuse, porque la empresa no me acusa de nada, esto es más bien un pago de favores a ASSA de México.

E: ¿Qué sigue para ti, después de las demandas y de ya no volar?

G.F.: La mejor decisión que pude haber tomado en mi vida, fue la de ser sobrecargo, pero yo no estoy limitada a trabajar en un avión, afuera hay un mundo de posibilidades, actualmente soy instructor en una escuela de sobrecargos, anteriormente estuve como administradora en una escuela de aviación, sólo que ahora no tengo las prestaciones con las que yo contaba en la aviación para vivir con mi familia.

E: ¿Qué perdiste, además del trabajo?

G.F.: Durante este tiempo que he estado corrida, perdí mi casa, tuve que venderla y quedarme con un poco de lo que había invertido, me quedé sin la casa que era el patrimonio de mis hijos (sus ojos se llenan de lágrimas, mientas se le quiebra la voz), bendito Dios, no pago renta, pero sí fue un golpe muy fuerte el perder mi casa, el saber que no podía pagarle la universidad a mi hijo, el que mi hija iba entrar a la primaria y no la podía pagar, porque además, el papá es sobrecargo de Mexicana y no encontraba empleo; para mi fueron tiempos muy difíciles pero yo nunca perdí el ánimo de salir adelante.

E: ¿Qué piensas hacer al ganar tu demanda?

G.F.: Yo tengo que regresar, porque el momento para entrar a Aeroméxico lo decidí yo, y el momento en que me tenga que ir, lo decido yo, no Ricardo Del Valle. El día que yo me vaya de Aeroméxico, quiero guardar mi uniforme (se le llenan nuevamente, los ojos de lágrimas), perdón pero me gana de pronto la emoción, quiero guardar mi uniforme y mi IPad e irlo a entregar, y firmar mi salida tan feliz, como el día que firmé mi contrato. Han pasado ya seis años, pero quiero regresar, con la cara en alto, como lo hice en 2004.

E: ¿Qué opinión tengo de la representación sindical actual?

G.F.:  Creo que es como el clan Trevi/Andrade, donde hay una cabeza que con miedo gobierna, manipula. Desgraciadamente la mayoría de las acciones que se llevan a cabo en ASSA no las ejecuta Ricardo, él envía a los representantes a hacer el trabajo sucio, así el queda con las manos limpias, el día que se le quiera señalar algo en realidad a quien se le señalara es a cualquier representante menos a él.  Estas personas tienen un interior pobre, ellos se ven como los "elegidos" pero no por el gremio sino por Ricardo, se caracterizan por tener una autoestima baja y perdida, carecen de dignidad, pensamiento propio, es gente que no sabe defenderse si no se cobija bajo el abrigo de Ricardo, ellos aceptan ser los tontos mientras Ricardo es el héroe, desde ahí te das cuenta de su pobreza, ellos aceptan no ser nada y dispuestos a hacer lo que él diga para figurar en el medio, en la mediocridad, en el conformismo, en el abuso y el beneficio personal, porque ellos están ganando mucho más que la planta, es el equipo perfecto y así justamente era Barrales, Ricardo hace lo mismo. Siento una enorme tristeza por el gremio, tenemos la profesión más libre del mundo y ellos aceptaron dejar de ser libres al expresarse, dejaron de sentirse libres, dejaron de opinar, de pensar en lo que querían, dejaron de disfrutar la volada por conservar su trabajo porque si hablan y expresan lo que sientes les pasara lo que a Fraustro.




Tras agradecer la entrevista, me retiro con dos ideas muy claras en la cabeza: por un lado celebro que existan mujeres como Gaby Fraustro, inteligente siempre y tozuda cuando es necesario. Convencida de que con la ley en la mano puede exigir y hacer valer sus derechos. Con batallas legales ganadas, y sin que cruce su cabeza la idea de darse por vencida. Sin duda un caso a destacarse este Día Internacional de la Mujer.

En el lado opuesto, pienso que la hipocresía sindical hace tanto daño, como la violencia en sí misma. De nada le sirve al líder gremial enarbolar estandartes feministas, cuando los hechos hablan por sí mismos.

Ximena Garmendia
8 de marzo 2020