Confesiones
de dos representantes sindicales
Estimado lector, permítame el
atrevimiento de llevarlo a un diálogo imaginario entre dos personajes,
inspirados en dos representantes sindicales, dibujados totalmente a merced de
mi imaginación. Hecha la aclaración, deje que les presente a estos personajes, cuyo diálogo nos permitirá ver los
entretelones de la vida sindical en México.
Primero tenemos a Roberto de
la Colina, él es nuestro Secretario General, de un sindicato llamado “Alas para
Volar”, mejor conocido como SAV, y nuestro segundo personaje es María Baz,
Secretaria del Interior del mismo sindicato.
Coloquemos a estas dos entelequias
en sus respectivos hogares, por aquello de la sana distancia, a punto de charlar
a través de una videollamada.
Estamos en el departamento de
Roberto de la Colina, quien coloca su laptop sobre la mesa del comedor, se ha
preparado un café y se sienta sobre una silla de madera, de forma parsimoniosa,
aunque algo inquieto; recientemente en la base de sobrecargos de la aerolínea
del Caballero Jaguar, Aerojet, comentan su descontento porque María Baz estuvo volando
el mes de mayo, quitándole el lugar a un sobrecargo que sí lo necesitaba.
Estaba pensando en eso justo cuando sonó la solicitud de la contestar la
videollamada; se pasa la mano por la cabeza antes de dar click en el ícono
correspondiente.
R.C.: Hola Mari, buenas
tardes, ¿cómo estás?
M.B.: Hola Roberto, muy bien,
gracias a Dios, pero estoy un poco angustiada.
R.C.: No me digas Mari, ¿por
qué lo dices?
M.B.: Ay, no quería
preocuparte, pero una vez que concluí con mis vuelos, me la pasé escuchando a
mis espaldas un montón de habladurías, y todo por estúpida. Ay! perdóname
Roberto, fui tan tonta… mira que tomarme una fotografía y dejar evidencia, ya
sabrás, la gente muy sonriente y como tenemos orejas en todos lados, me
llegaron con el chisme de que se estaban quejando en sus chats.
R.C.: A ver más despacio, ¿cómo?
M.B.: Pues sí Roberto, resulta
que los desgraciados han estado abriendo chats que todavía no infiltramos, y en
los que aún no tenemos orejas. Gracias a un miedoso, supe de sus quejas: que ¿qué
hacía yo volando?, que la representación se había comprometido a rotar. Ya
sabes, después lo matizaban diciendo alguno de los que están volando lo había
escuchado en la sala de reservas.
R.C.: Así que, ¿tienen otros
chats que no tenemos infiltrados?
M.B.: Así es amigo mío, ¿cómo
los ves?, se nos están saliendo del huacal, te juro que los aborrezco, pero
tengo que sonreírles, son una bola de estúpidos, unos imbéciles, pero ¿qué se
le va hacer?, son un mal necesario.
R.C.: Un mal muy necesario…,
oye, ya que tocas el tema, mira, la empresa me ha estado jodiendo con el cuento
de que quiere recortar gente, pero ya le dije que no; he estado en pláticas con
Lorena Vargas, parece que todavía hay chance de meterme a las listas para una
diputación, así que necesito a esos brutos de mi lado.
M.B.: De verdad, me asombra su
ceguera y su estupidez, no se dan cuenta… bueno, algunos sí, pero seguimos
teniendo el control sobre de ellos, pero eso sí amigo, tienes que jalarles la
rienda, ¿qué es eso de abrir chats sin nuestra aprobación?
R.C.: Hay que sacar el rumor
de que vamos a revisarles sus teléfonos para ver en qué chats están y
amenazarlos con correrlos; no podemos permitirnos perder el control, ¡maldita
pandemia!, con eso de la sana distancia y el confinamiento, no podemos estar
encima de ellos… por cierto, Mari ¿ya tienes la lista de los que sí me
felicitaron en mi cumpleaños y de los que no?, les voy a meter un calambre a
los que no me felicitaron.
M.B.: ¿Qué clase de calambre
les quieres meter amigo mío?
R.C.: Estoy pensando, todavía
no sé que sería más efectivo, porque me queda claro que le están perdiendo el
miedo a hablar, eso que te hicieron, de cuchichear a tus espaldas, estuvo mal…
muy mal, pero no te preocupes Mari, déjame ver qué me invento para justificar
el por qué volaste el mes pasado.
M.B.: Oye amigo, se me ocurre
que tal vez les digas que estuve volando, porque pienso crear una fundación de
ayuda a sobrecargos, aunque no sea verdad.
R.C.: Mmmmm, oye, viéndolo
así, no suena mal; no podrían reclamar nada, porque de manera altruista tuviste
que volar, exponiéndote al virus del Covid, para poder ayudar a los
sobrecargos, y con eso les callamos la boca.
M.B.: A mi me parece perfecto,
porque no te imaginas el revuelo que causó, bola de hambreados, nada más porque
se requieren, ¿sabes?, me dan un profundo asco, cuando llego al aeropuerto,
corren a saludarme, parecen como cucarachas saliendo de las coladeras, los
malditos corren, lo bueno es que gracias a la pandemia no tengo que soportar
sus asquerosas babas en mi mejilla, y luego hay algunos que hasta les apesta el
hocico, ay amigo, es un martirio, pero todo sea por progresar, porqué cuando
llegues a la grande me vas a llevar contigo,
¿verdad?
R.C.: Eso no lo dudes, amiga
de mía, sabes que cuentas conmigo. Yo requiero a mi lado a una mujer como tú,
comprometida con muchas causas nobles, ya sabes, para pantalla, porque si
llego, no lo dudes, en ese momento me desharé de todos esos parias. A mí
también ya me tienen harto, como si no supiera que son una bola de hipócritas, son
unos “come cuando hay”, todas sus adulaciones son falsas. Ay amiga, te
confieso, a mi también me dan mucho asco y agradezco infinitamente estos
tiempos de confinamiento, pues no tengo que lidiar con sus manos sudorosas, sus
babas en mi cachete, sus sonrisas falsas cuando se atropellan al final de las
asambleas para saludarme, es muy cansado el tener que sonreír a huevo, de
verdad, me tiene hasta la madre, pero me aguanto porque sé que los necesito,
por el momento, y cuando consiga mi objetivo, ahora sí, directo y sin escalas a
la sala B.
M.B: Jajaja, ay amigo, ahora
sí te volaste la barda, sabía que te daban asquito pero no a tal grado.
R.C.: Sobre todo a los que
menos tolero por falsos son a los ex mexicas, los deberías de ver, como se
humillan ante mí, harían cualquier cosa por mantener su empleo mal pagado. (Da
un largo sorbo a su café)
M.B: Por cierto, ¿qué opinas
de los ex mexicas que están como representantes sindicales? Porque hay algunos
que yo de plano no soporto, con solo oír su voz me ponen de mal humor.
R.C.: (Se escucha un largo
suspiro) Bueno, sólo a pocos les he tomado cariño, pero la gran mayoría son
odiosos, que sí la línea Mexica aquello, que allá se volaba de tal forma, que
si el servicio se daba de manera diferente, y peor cuando se juntan y se ponen a
hablar de los recuerdos de su antigua empresucha, cuando hacen eso me dan ganas
de escupirles la cara, bola de tarados.
M.B.: A mi me pasa igual, pero
regresando al tema del comienzo de nuestra charla, tienes que jalarles la
rienda a los sobrecargos, se quieren pasar de listos. Por otra parte, creo que
hay que poner a trabajar a los inútiles representantes ex mexicas, ¿tú qué
opinas Roberto?
R.C.: Me gusta tu propuesta,
ahorita le doy indicaciones al “moreno” de que refuercen a sus infiltrados en
los chats, no podemos permitir que opinen libremente, hay que coartarles sus
habladurías, y que el resto de representantes ex mexicas se pongan “en fa” a revisar
todos los perfiles de Facebook de los sobrecargos, y cualquiera que se queje de
que volaste, amenazarlo, porque si lo hiciste fue por órdenes mías, para un
proyecto de ayuda humanitaria, eso es, y nadie va a poder refutarlo.
M.B.: Muchas gracias amigo,
sabía que podía confiar en ti; esa bola de envidiosos, nacos, harapientos,
deberían de estar más agradecidos contigo; gracias a ti tragan esa bola de
piojosos… bueno amigo, ya me tengo que ir, fue un placer charlar contigo.
R.C.: No tienes nada que agradecerme,
sabes que eres mi verdadera mano derecha, Mari, gracias a ti; sin duda fue un
placer ésta amena plática. Nos vemos.
Roberto de la Colina da click
en salir de la videollamada, coloca las manos debajo de la barbilla con los
codos puestos sobre la mesa, en su mente recapitula la charla y en su rostro se
puede observar una mueca de desagrado, en verdad no soporta a la gente, y
considera que está haciendo un gran sacrificio al tener que ser “amable” con
ellos.
Este es un pequeño diálogo
imaginario entre dos representantes sindicales inexistentes, pero tal vez, solo
tal vez, no estamos tan alejados de la realidad. Es muy probable que lo
anterior sea menos estrambótico de lo que parece.
Desde que me llegó la denuncia
del caso de la representante sindical Marú Baez, me imaginé qué podrían estarse
diciendo entre mi Secretario General y ella, ante las voces inconformes. Y es
que no es cosa menor que haya volado en el mes de mayo, cuando cobra al mes 40
mil pesos, como Secretaria del Interior del Sindicato. ¿Que hablaron mal de
ella? No tiene idea de lo profundo que caló en la planta tal jugarreta, pues no
fue un sobrecargo “de a pie” quien dejó sin sustento a algún compañero; lo hizo
una persona que está cobrando religiosamente mes con mes un emolumento nada
despreciable por atender lo relacionado con las contrataciones de sobrecargos,
y de personal administrativo. Es absolutamente normal que la planta se enoje y
se pregunte con qué derecho moral o divino le quitó el sustento a un sobrecargo
que de verdad lo necesitaba. Ahora no pueden tapar el sol con un dedo y tendrán
que ir pensando debajo de qué piedras van a encontrar las respuestas cuando sus
agremiados se percaten que la oficina con mayor presupuesto y libertad para el
manejo de los fondos económicos del sindicato, está en manos de una persona de
esta calaña y ralea.
El líder sindical no puede
argumentar “que no estaba enterado”. Si esta bomba les explota en las manos es
mera consecuencia de la nula información, pero sobre todo, carente transparencia
por parte de ASSA en cuanto a las rotaciones mensuales. En el mes de julio
estarán rotando 1,853 sobrecargos, es decir volarán 867 sobrecargos, de una
planta total de 2,720 elementos, y lo peor que puede hacer ASSA de México, es
dejar que su planta siga en la incertidumbre y la ignominia. Si no quiere que
esta historia se repita, va a tener que cambiar de estrategia. De verdad, Marú
Baez y Ricardo Del Valle, no hagan cosas “buenas” que parezcan malas. No en
estos tiempos de pandemia y rumores.
Ximena Garmendia
7 de junio 2020