Andan volando bajo
Por: Juan Manuel Asai Opinión Martes 17 de Junio de 2008 Hora de publicación: 03:09
El disparo de los precios internacionales del petróleo y, en consecuencia, de la turbosina tiene a las aerolíneas, como diría José Alfredo, volando bajo, algunas a ras de suelo. Esto se debe a que el precio del combustible representa ahora, cuando menos, el 40 por ciento de los costos de operación. Es un problema global que repercute fuerte en el país. Los planes de negocios que se hicieron hace un año, con el petróleo a 70 dólares el barril, no sirven para nada con la cotización a 130 dólares. Es otra cosa. Hay que volver a empezar.
Colapso en puerta
La crisis de la turbosina amenaza la viabilidad de la aviación nacional y ha puesto al descubierto problemas estructurales de una industria que experimentó, en años recientes, un crecimiento engañoso. La proliferación de aerolíneas de bajo costo es el mejor ejemplo. A pesar de las diferencias abismales entre un mercado y el otro, en Estados Unidos y México existe la misma cantidad de aerolíneas con más de diez aviones, lo cual no tiene sentido.
También quedó en claro el perjuicio que produce la existencia de monopolios y oligopolios estatales que reducen los márgenes de maniobra de las empresas del sector, las tarifas altas que cobran los grupos aeroportuarios que se resisten a disminuir sus ganancias, y condiciones inequitativas en la competencia, como es el hecho de que haya jugadores con bajo o nulo nivel de capitalización, con deudas crecientes, y penumbra en la información sobre la edad de la flota y la experiencia de los pilotos.
¿Qué hacer? Hay que echar a volar la imaginación. Lo único prohibido es quedarse con los brazos cruzados. Cada día cuenta. El gobierno federal tiene que mostrar un interés real en lo futuro de esta actividad estratégica para el desarrollo social e incluso para la seguridad nacional. Suena impecable el argumento de que la época de los subsidios quedó atrás.
Por: Juan Manuel Asai Opinión Martes 17 de Junio de 2008 Hora de publicación: 03:09
El disparo de los precios internacionales del petróleo y, en consecuencia, de la turbosina tiene a las aerolíneas, como diría José Alfredo, volando bajo, algunas a ras de suelo. Esto se debe a que el precio del combustible representa ahora, cuando menos, el 40 por ciento de los costos de operación. Es un problema global que repercute fuerte en el país. Los planes de negocios que se hicieron hace un año, con el petróleo a 70 dólares el barril, no sirven para nada con la cotización a 130 dólares. Es otra cosa. Hay que volver a empezar.
Colapso en puerta
La crisis de la turbosina amenaza la viabilidad de la aviación nacional y ha puesto al descubierto problemas estructurales de una industria que experimentó, en años recientes, un crecimiento engañoso. La proliferación de aerolíneas de bajo costo es el mejor ejemplo. A pesar de las diferencias abismales entre un mercado y el otro, en Estados Unidos y México existe la misma cantidad de aerolíneas con más de diez aviones, lo cual no tiene sentido.
También quedó en claro el perjuicio que produce la existencia de monopolios y oligopolios estatales que reducen los márgenes de maniobra de las empresas del sector, las tarifas altas que cobran los grupos aeroportuarios que se resisten a disminuir sus ganancias, y condiciones inequitativas en la competencia, como es el hecho de que haya jugadores con bajo o nulo nivel de capitalización, con deudas crecientes, y penumbra en la información sobre la edad de la flota y la experiencia de los pilotos.
¿Qué hacer? Hay que echar a volar la imaginación. Lo único prohibido es quedarse con los brazos cruzados. Cada día cuenta. El gobierno federal tiene que mostrar un interés real en lo futuro de esta actividad estratégica para el desarrollo social e incluso para la seguridad nacional. Suena impecable el argumento de que la época de los subsidios quedó atrás.
Algunos tal vez lo acepten. Sin embargo es un hecho contundente, reconocido incluso por el presidente Calderón en cadena nacional, que se subsidia el precio de la gasolina y el diesel. De manera que autobuses de pasajeros que recorren las carreteras del país están recibiendo el subsidio que se regatea a las aerolíneas. Las aerolíneas pagan más por la turbosina en México que en Estados Unidos. Pagar el sobrecosto es inaceptable y en las actuales condiciones hasta suicida. No hay que olvidar que las líneas insignias del país, Mexicana y Aeroméxico, compiten en el mercado internacional.
La crisis estalló. Expertos coinciden en señalar que el precio del barril de petróleo no bajará en el mediano plazo. No hay tiempo que perder. No se vale que diferentes dependencias gubernamentales se echen la bolita. Hay que agarrar al toro por los cuernos y tomar decisiones de fondo antes de que sea demasiado tarde.
De manera natural surgirán versiones de fusiones, pues la consolidación es una opción lógica para superar las condiciones del mercado. Las aerolíneas comenzarán a cobrar en forma diferenciada cada servicio y se ahorrarán todo lo que puedan en gastos de operación. La autoridad debe vigilar que este ahorro en los costos de producción no toque los programas de mantenimiento. En materia de seguridad no caben ahorros. En cada flota las revisiones y eventuales composturas no pueden descuidarse. No hay nada más caro para una aerolínea que un accidente.
Turismo afectado
Una de las primeras víctimas de la crisis de la aviación es el turismo. Son actividades entrelazadas. Corren la misma suerte. Si el costo de los boletos de avión sube, el número de pasajeros baja y las aerolíneas recortan personal. Ni modo.
A este paso las aerolíneas de “bajo costo” pasarán a la historia. Lo peor, sin embargo, no es que los pasajes se incrementen, sino que algunas rutas se cancelen. Que no se preste el servicio. Perder conectividad aérea, quedar aislada, es un revés serio para cualquier ciudad de la República, mucho más si se trata de un destino con vocación turística.
No estamos hablando de cifras abstractas, de números intangibles, sino de familias mexicanas que ven caer en picada sus ingresos, que representan alimentos, educación, vivienda. ¿Pues no que se trata de Vivir Mejor?
El aumento del precio de la turbosina afecta al turismo en México
17-06-2008
El aumento del precio del combustible está afectando a muchos destinos, entre ellos a México. En este sentido el aumento del precio de la turbosina, carburante que utilizan los turbohélice (aviones que hacen recorridos de corto alcance), ha provocado que muchas aerolíneas hayan tenido que cancelar rutas y reducir operaciones.
Aunque la ocupación hotelera se ha mantenido, durante el primer cuatrimestre del año, entre el 50 y el 65%, el sector ha advertido que el aumento en el precio de los combustibles para avión puede representar un grave problema.
Algunas aerolíneas, entre ellas Aeroméxico y mexicana de Aviación han tenido que reducir las comisiones que pagan a las agencias de viajes, ya que, según han argumentado, es la única manera de paliar el incremento de los costes de los carburantes. Además algunas compañías aéreas han optado por cancelar algunas rutas, antes que aumentar los precios de los billetes.
El precio de la turbosina se ha duplicado en los últimos 18 meses, pasando de los cinco a los 11 pesos por galón., aunque le precio es diferente en las 63 terminales aéreas del país, según indica la publicación semanal de Aeropuertos y Servicios Auxiliares Moya Huerta, precisó que en la semana del 10 al 16 de junio el precio de la turbosina se ubicó en rangos de 10 mil 500 a 11 mil 500 pesos por metro cúbico, pero en el caso del aeropuerto de La Paz, en Baja California Sur, se disparó hasta alcanzar los 12 mil 200 pesos.
HOSTELTUR (latinoamerica@hosteltur.com)
17-Jun-2008
Tiempo de Negocios
Darío Celis
A los que les vino como anillo el dedo la suspensión de Magnicharter fueron a los de Aviacsa. Lo que sucede es que la empresa de Eduardo Morales tenía parados ocho aviones por la reestructuración de rutas que hizo ante el aumento del precio de la turbosina. Se los rentó a la firma de Luis Bojórquez para cumplir con sus compromisos. Otro que salió al quite fue Nova Air, la de Óscar Casanova, que de cuatro aviones le arrendó un par a Magnicharters.
17-Jun-2008
Veranda
Carlos Velázquez
17-Jun-2008
Tiempo de Negocios
Darío Celis
A los que les vino como anillo el dedo la suspensión de Magnicharter fueron a los de Aviacsa. Lo que sucede es que la empresa de Eduardo Morales tenía parados ocho aviones por la reestructuración de rutas que hizo ante el aumento del precio de la turbosina. Se los rentó a la firma de Luis Bojórquez para cumplir con sus compromisos. Otro que salió al quite fue Nova Air, la de Óscar Casanova, que de cuatro aviones le arrendó un par a Magnicharters.
17-Jun-2008
Veranda
Carlos Velázquez
Vuelve la expectación por el aeropuerto
Como en el cuento de que “allí viene el lobo”, todo indica que ahora sí la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, cuyo titular es Luis Téllez, publicará las bases de la licitación para la concesión del aeropuerto de la Riviera Maya.
Éste, que forma parte del Programa Nacional de Infraestructura, está diseñado para ser una de las aportaciones más relevantes al turismo en este sexenio, junto con la carretera de Oaxaca a Huatulco y el aeropuerto de Puerto Peñasco.
En Cancún se da por sentado que irán por este proyecto OHL de España, otro grupo de hoteleros ibéricos organizados por José Hidalgo junto con algunos inversionistas mexicanos, y Asur de Fernando Chico Pardo.
Los efectos que tendrá sobre este destino no van a ser inmediatos, pero en el mediano plazo irá ligado al crecimiento de la Riviera Maya y del sur de Quintana Roo, donde llegan inversiones a destinos como Mahahual y la llamada Costa Maya.
El asunto nuevamente se calentará en julio, cuando el proyecto para el aeropuerto lo hizo Fonatur desde mediados del sexenio anterior.
DIVISADERO
Tulum. Finalmente hay cambios positivos para el turismo con el actual director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INBA), que es Alfonso de María y Campos.
Ya se están realizando los primeros recorridos nocturnos por el centro arqueológico de Tulum, que es el segundo más visitado de la Península de Yucatán.
Según la titular del Centro INAH en Quintana Roo, Adriana Velázquez Morlet, todos los detalles de la iluminación fueron estrictamente cuidados a fin de garantizar la protección y salvaguarda de los monumentos, al tiempo de permitir su disfrute por parte de los visitantes.
La instalación se hizo con apego a las indicaciones del Consejo Nacional de Arqueología, no se efectuaron excavaciones, los cables se colocaron en la superficie, las luminarias tipo LED están sobrepuestas y en los senderos se les dio aspecto de rocas para evitar un impacto negativo en la zona arqueológica. Este hecho es importante pues, anteriormente, el INAH se había opuesto a proyectos similares. Lo que no sólo permitirá una mayor afluencia de visitantes sino distribuirla en más horarios.
Ahora, el nuevo proyecto importante arqueológico será el espectáculo de Luz y Sonido en Teotihuacán.
Magnicharter. La chartera de Luis Bojórquez, cuyos aviones no pueden volar debido a una inspección de la SCT, no está con los brazos cruzados. Aunque especialistas del sector aeronáutico dudan sobre su regreso debido a que los aparatos que usan ya tienen años volando y son incosteables con los actuales precios del combustible, todo indica que Magnitour, la operadora mayorista de esa misma compañía, sí seguirá activa.
Para esta temporada alta de verano, donde se concentra la demanda de turistas nacionales, ya tiene alianzas con Aviacsa y Nova Air.
Interjet. La aerolínea que dirige José Luis Garza, anunció haber recibido dos nuevos aviones Airbus A320.
17-Jun-2008
Activo empresarial
José Yuste
Magnicharter cumple pero no vuela
El caso de Magnicharter es de llamar la atención. Varada por no poder cumplir con los requisitos de mantenimiento que brinden plena seguridad a sus pasajeros, la compañía ha decidido atender todos sus reclamos: a quienes ya contrataron con ella los manda al mismo destino por otra aerolínea, o bien está dispuesta a devolver el dinero.
Es un buen ejemplo, a diferencia de los pésimos casos que habíamos visto con Aerocalifornia, Aerolíneas Azteca y ni se diga Air Madrid, en donde todavía se encuentran peleando las acciones colectivas de consumidores que se quedaron varados por su culpa y sin devolverles su dinero.
Sin embargo, Magnicharter está sufriendo una merma fuerte de recursos. Sinceramente, le sería más barato arreglar bien sus aviones, darles mejor mantenimiento y no tener que pagar todos estos costos.
