VivaAerobus,
la aerolínea “mágica”
Estimados
lectores, revisemos la “magia” detrás de esta aerolínea que a pesar de los
tiempos difíciles que corren en la industria aeronáutica, no sólo ha podido
hacerle frente a la pandemia por Covid19, sino que incluso registra crecimientos
positivos.
Así
es, mientras las otras aerolíneas del país luchan por sobrevivir, ya sea a
costa de reducir las prestaciones laborales de sus trabajadores, acogiéndose a
procesos extranjeros de reestructuración, o simplemente dejando de cumplir con
sus obligaciones obrero-patronales, hay una aerolínea que se destaca sobre
todas las anteriores por ser la excepción.
A
lo largo de mi vida como tripulante de aviación, en prácticamente todos los
foros en que me han pedido mi opinión hay una pregunta constante: ¿qué se puede
hacer para mejorar la industria? A lo largo de los años, las respuestas han
variado, aunque nunca de manera radical. Quiero que nos remontemos al 2014, año
en que el tema del que se hablaba largo y tendido, tanto en medios de
comunicación tradicionales como en los electrónicos, era la saturación del AICM
y la urgencia de construir uno nuevo.
Hace
apenas seis años, la discusión se centraba en la problemática vivida por la
saturación de operaciones, y entonces mi respuesta fue “la saturación del
aeropuerto Benito Juárez se debe a la centralización de operaciones
aeronáuticas; urge descentralizar las operaciones. Es increíble que tengas que
pasar forzosamente por la Ciudad de México sí vienes de Guadalajara y vas a
Cancún, o de Monterrey o cualquier otra cuidad”.
El
problema no surgió de la noche a la mañana. Tenemos que entender que durante
muchos años, el gobierno impuso un modelo de aviación que además de tradicional
era totalmente centralista, en el que la Ciudad de México era un paso obligado tanto
para líneas aéreas, como usuarios. No importaba que procedieran de alguna
ciudad del interior del país, o desde el extranjero. Un claro ejemplo de lo
anterior es que, a pesar de en 2005 se terminó la construcción de la Terminal 2,
nueve años más tarde la saturación era más que evidente.
Una
de las soluciones que debió ocuparse, y que además nos hubiera ahorrado mucho dinero,
era “descentralizar” las operaciones aeronáuticas, pero pronunciar esas
palabras, era interpretado como el peor de los pecados en el mundo de la
aviación.
Siempre
he sostenido, porque está debidamente documentado, que el usuario busca para
viajar la ruta más directa posible. No necesitamos levantar una encuesta de
opinión para saber que los pasajeros que no radican en la CDMX prefieren evitar
un saturado el AICM Benito Juárez, para hacer una conexión, y correr al otro
vuelo, rogando no perderlo. Seamos sinceros, cuando uno viaja es estresante
moverse por los aeropuertos, aguantar largas filas, filtros de seguridad y
salas de última espera; nada mejor que salir de casa, tomar un avión y que me
lleve directo a mi destino.
Y
eso es justamente lo que ha estado ofreciendo VivaAerobus, rutas a cualquier
destino, que no solamente salen desde “las grandes ciudades” como CDMX,
Monterrey, Guadalajara o Cancún. ¡No!, el hechicero que está detrás de esta
aerolínea es un magnífico prestidigitador; mientras las otras aerolíneas ven cómo
resisten el vendaval, Juan Carlos Zuazua aprovecha y busca que sus vuelos
salgan de ciudades como Aguascalientes y ahora de nuevo Toluca.
Tener
su base en la ciudad de Monterrey, le permite sacudirse la saturación del
aeropuerto capitalino y además se atreve a usar otras ciudades como punto de
partida a destinos turísticos. Esto, aunado a un mercadeo efectivo, es lo que
la hace tan atractiva para los usuarios, pues evitan hacer conexiones en el
aeropuerto caótico de la Ciudad de México.
Es
por ello que VivaAerobus se ha convertido en la línea número uno del país; si
bien es cierto gran parte de su mercado es el nacional, es vasta la
conectividad que nos ofrece como usuarios de aerolíneas. Que se anuncie como
una línea “de bajo costo”, es un factor determinante para la decisión del
usuario, pues ya sabe no es un modelo tradicional, así que no aspira a un
servicio de alta gama, pero sí uno extremadamente competitivo, sobre todo en
estos tiempos de pandemia.
Definitivamente
no se trata de una aerolínea “perfecta”, sin embargo, bajo el modelo híbrido que
maneja, es sumamente exitosa. Ahora, es muy importante que cuando ustedes
adquieren un boleto de avión, en cualquier aerolínea del mundo, no pierdan de
vista que lo que están firmando es solamente un contrato de transportación, de el
punto A al punto B. Todo lo demás, es extra. Pero de esas cláusulas con letras
chiquitas ya hablaremos más adelante en otra columna.
Ximena Garmendia
Esta columna fue originalmente publicada el 8 de diciembre del 2020.