No nos ayudes, compadre legislador...
Rosario Avilés | Opinión 2011-09-20 | Hora de creación: 21:23:02| Ultima modificación: 21:23:02
Y sigue la mata dando. Pues resulta que nuestro amigo el senador Castro Trenti sigue metiendo sus narices en la aviación y no precisamente con el buen tino de ayudar. De que los hay los hay, y este legislador seguramente ve en la actividad aérea una oportunidad de posicionarse pero, ¿con este tipo de amigos para qué quiere la aviación mexicana enemigos?, si con los que ya tiene es suficiente.
Recientemente ha estado impulsando una reforma a la Ley de Aviación Civil y —curiosamente— en la exposición de motivos retoma muchas de las tesis que desde hace años han sostenido las asociaciones profesionales, como el Colegio de Pilotos Aviadores y como los sindicatos de pilotos, controladores y sobrecargos. Pero ya a la hora de plantear sus modificaciones se nota no sólo que no se leyó a sí mismo en su exposición de motivos, sino que su fuerte no es el derecho aeronáutico (ni el derecho, a secas) y que sufre de las mismas confusiones que muchos funcionarios actuales respecto a lo que es y no es una actividad de libre concurrencia. Veamos algunos ejemplos:
Primero se deleita hablando de lo estratégica que es la actividad de transporte aéreo, según lo define nuestra Constitución Política, pero después propone que cualquier aerolínea pueda explotar cualquier ruta, que las autorizaciones de rutas sean express y que la autoridad debe cuidar que haya suficientes oferentes en cada mercado.
Por otro lado, pugna porque no exista control de tarifas ni precios en la infraestructura aeroportuaria y en el control de tránsito aéreo (sic), pero en el mismo renglón solicita vigilancia constante de las autoridades aeronáuticas, Profeco y CFC para que los precios no se disparen.
Aún más, como si en este país existieran muchas alternativas aeroportuarias en cada región, sugiere que las tres instancias de gobierno funjan como árbitro ante posibles prácticas monopólicas, con lo cual muestra a las claras que no tiene ni idea de lo que debe hacer una autoridad aeronáutica.
Es curioso cómo, además, champurrea los conceptos para modificar la ley de aviación civil, pero se mete en terrenos que le corresponden a la ley de aeropuertos y como, también, se las arregla para ser el más obvio de los heraldos de las nuevas empresas de las llamadas de bajo costo (cuyo bajo costo sólo es laboral) y aprovecha el viajecito para anular mecanismos como el Concurso mercantil que, POR SUPUESTO, afecta a esas empresas porque atenta contra Aviacsa y Mexicana.
Así, no tiene rubor para demandar con todas sus letras que se prohíba que una aerolínea que ha tenido problemas financieros vuelva a operar y —como si fuera de paso— incluye un artículo para establecer que las aeronaves con que operan las aerolíneas no deben exceder de 20 años de antigüedad. Sería muy interesante saber si ha pensado que eso mismo le tendría que exigir a las aerolíneas extranjeras que operan en México y sería difícil que muchas pasaran la prueba.
Finalmente, en sus modificaciones que por si fuera poco presenta como proyecto de decreto (¿se habrá hecho asesor de la Presidencia a pesar de su priismo o será justamente por eso mismo?), propone que las certificaciones de aeronavegabilidad las otorguen instituciones de reconocimientos internacional, con lo cual anula de un plumazo la autoridad de la Dirección General de Aeronáutica Civil que es la autorizada por la ley para ello.
Si no fuera tan obvio nuestro amigo el senador-volador, podríamos concluir que al Poder Legislativo le está interesando la aviación, pero eso es creer en los milagros de los Reyes Magos y ya para eso estamos más que curados… a otro perro con ese hueso, estimado don Fernando Castro.
Lo oí en 123.45: en un reciente evento de la industria del zapato, la First Lady dijo que para garantizar que en México se creen empleos, hay que consumir lo que el mismo país produce, o sea, zapatos mexicanos. ¿No podría darle unas clasecitas a su amiga Gloria Guevara para que le caiga el veinte de que también en la aviación surte efectos esta receta?
raviles_2@prodigy.net.mx
Rosario Avilés | Opinión 2011-09-20 | Hora de creación: 21:23:02| Ultima modificación: 21:23:02
Y sigue la mata dando. Pues resulta que nuestro amigo el senador Castro Trenti sigue metiendo sus narices en la aviación y no precisamente con el buen tino de ayudar. De que los hay los hay, y este legislador seguramente ve en la actividad aérea una oportunidad de posicionarse pero, ¿con este tipo de amigos para qué quiere la aviación mexicana enemigos?, si con los que ya tiene es suficiente.
Recientemente ha estado impulsando una reforma a la Ley de Aviación Civil y —curiosamente— en la exposición de motivos retoma muchas de las tesis que desde hace años han sostenido las asociaciones profesionales, como el Colegio de Pilotos Aviadores y como los sindicatos de pilotos, controladores y sobrecargos. Pero ya a la hora de plantear sus modificaciones se nota no sólo que no se leyó a sí mismo en su exposición de motivos, sino que su fuerte no es el derecho aeronáutico (ni el derecho, a secas) y que sufre de las mismas confusiones que muchos funcionarios actuales respecto a lo que es y no es una actividad de libre concurrencia. Veamos algunos ejemplos:
Primero se deleita hablando de lo estratégica que es la actividad de transporte aéreo, según lo define nuestra Constitución Política, pero después propone que cualquier aerolínea pueda explotar cualquier ruta, que las autorizaciones de rutas sean express y que la autoridad debe cuidar que haya suficientes oferentes en cada mercado.
Por otro lado, pugna porque no exista control de tarifas ni precios en la infraestructura aeroportuaria y en el control de tránsito aéreo (sic), pero en el mismo renglón solicita vigilancia constante de las autoridades aeronáuticas, Profeco y CFC para que los precios no se disparen.
Aún más, como si en este país existieran muchas alternativas aeroportuarias en cada región, sugiere que las tres instancias de gobierno funjan como árbitro ante posibles prácticas monopólicas, con lo cual muestra a las claras que no tiene ni idea de lo que debe hacer una autoridad aeronáutica.
Es curioso cómo, además, champurrea los conceptos para modificar la ley de aviación civil, pero se mete en terrenos que le corresponden a la ley de aeropuertos y como, también, se las arregla para ser el más obvio de los heraldos de las nuevas empresas de las llamadas de bajo costo (cuyo bajo costo sólo es laboral) y aprovecha el viajecito para anular mecanismos como el Concurso mercantil que, POR SUPUESTO, afecta a esas empresas porque atenta contra Aviacsa y Mexicana.
Así, no tiene rubor para demandar con todas sus letras que se prohíba que una aerolínea que ha tenido problemas financieros vuelva a operar y —como si fuera de paso— incluye un artículo para establecer que las aeronaves con que operan las aerolíneas no deben exceder de 20 años de antigüedad. Sería muy interesante saber si ha pensado que eso mismo le tendría que exigir a las aerolíneas extranjeras que operan en México y sería difícil que muchas pasaran la prueba.
Finalmente, en sus modificaciones que por si fuera poco presenta como proyecto de decreto (¿se habrá hecho asesor de la Presidencia a pesar de su priismo o será justamente por eso mismo?), propone que las certificaciones de aeronavegabilidad las otorguen instituciones de reconocimientos internacional, con lo cual anula de un plumazo la autoridad de la Dirección General de Aeronáutica Civil que es la autorizada por la ley para ello.
Si no fuera tan obvio nuestro amigo el senador-volador, podríamos concluir que al Poder Legislativo le está interesando la aviación, pero eso es creer en los milagros de los Reyes Magos y ya para eso estamos más que curados… a otro perro con ese hueso, estimado don Fernando Castro.
Lo oí en 123.45: en un reciente evento de la industria del zapato, la First Lady dijo que para garantizar que en México se creen empleos, hay que consumir lo que el mismo país produce, o sea, zapatos mexicanos. ¿No podría darle unas clasecitas a su amiga Gloria Guevara para que le caiga el veinte de que también en la aviación surte efectos esta receta?
raviles_2@prodigy.net.mx