El negocio millonario de Mexicana que nadie conoce
5 Sep, 2017
Darío Celis
Mañana se cumplen siete años que Mexicana de Aviación dejó de volar tras ser declarada en concurso mer-cantil, mediante la sentencia emitida por el Juzgado Décimo Primero de Distrito en Materia Civil del DF.
Pero lo que pocos saben es que después de seis meses se consolidó un jugoso negocio entre la cúpula de la extinta aerolínea y Borderless, una empresa de Fernando Ramos Casas. El 18 de marzo de 2011, esta compañía firmó un contrato con la aerolínea para operar los recintos fiscali-zados 17 y 18 de la Aduana del AICM.
Mexicana obtuvo de la Dirección General de Aduanas el permiso para operar estas instalaciones mediante el oficio 301-6932 desde el 2 de agosto de 1990.
Borderless se encargaría de “apoyar” la prestación de servicios de manejo, custodia y almacenaje de mer-cancías de comercio exterior en las instalaciones, pero jamás se informó cuánto dinero recibirían por esta negociación los más de ocho mil trabajadores que perdieron su empleo al momento de la quiebra.
La alianza entre ambas jamás debió consumarse, ya que el punto quinto resolutivo del oficio 326-SAT-30813 de fecha 27 de mayo de 2005, indica que se procederá a la revocación o cancelación de la concesión cuando se actualice alguno de los supuestos previstos en el artículo 144-A de la Ley Aduanera.
Este apartado señala que cuando se declare por autoridad competente la quiebra o suspensión de pagos del titular de la autorización, en este caso Mexicana de Aviación, el SAT, que hoy encabeza Osvaldo Santín, podrá revocar las concesiones o cancelar las autorizaciones otorgadas.
Pero este acuerdo tiene una historia oscura, ya que fue promovido por el entonces conciliador y adminis-trador del concurso mercantil de Mexicana de Aviación, Gerardo Badín, quien logró que no fuera revocado el permiso para la operación de los recintos fiscalizados.
Badín consiguió que el el Juzgado Décimo Primero de Distrito en Materia Civil del DF, encabezado por el famosísimo Felipe Consuelo Soto, en resolución del 2 de abril de 2014 se mantuviera inalterable el permiso a favor de Borderless de Ramos Casas.
Los buenos oficios del conciliador permitieron otra maniobra interesante para manejar estos recintos, al alcanzar el apoyo del interventor de Bancomext, ASA y el AICM, para que Mexicana adquiriera el 70% de Borderless Air Cargo, a un precio de mil 500 pesos.
La transacción se consumó desde el 18 de marzo de 2011 y siempre fue vista por propios y extraños como en una compra inusitada y sospechosa para el momento y opacidad que vivía la malograda aerolínea.
En un escrito dirigido a la Secretaría de Hacienda, entonces al mando de José Antonio Meade, el repre-sentante de Borderless, Diego González Luna, solicitó la modificación del titular de la concesión.
Esta se pre-sentó después que el juzgado declaró la quiebra de Mexicana de Aviación En el oficio dirigido a Hacienda se solicita a la Administración General de Aduanas permitir que Borderless se encargara de operar los dos recintos, siempre y cuando se modificara el permiso y la prórroga a nombre de la empresa que conduce Fernando Ramos Casas.
Hoy la aerolínea está declarada en quiebra, debido a Gastón Azcárraga, por lo que las autoridades debe-rían recuperar la concesión de estos recintos, licitar las instalaciones y entregar el dinero a Hacienda, otra vez bajo la férula de Meade.
El precandidato presidencial tendría una gran oportunidad de regresarle la sonrisa a miles de extrabajado-res de Mexicana que perdieron su fuente de empleo y no saben nada de este millonario negocio que se hizo a sus espaldas y que vuelven a dejar mal parado al conciliador Badín.
Pero lo que pocos saben es que después de seis meses se consolidó un jugoso negocio entre la cúpula de la extinta aerolínea y Borderless, una empresa de Fernando Ramos Casas. El 18 de marzo de 2011, esta compañía firmó un contrato con la aerolínea para operar los recintos fiscali-zados 17 y 18 de la Aduana del AICM.
Mexicana obtuvo de la Dirección General de Aduanas el permiso para operar estas instalaciones mediante el oficio 301-6932 desde el 2 de agosto de 1990.
Borderless se encargaría de “apoyar” la prestación de servicios de manejo, custodia y almacenaje de mer-cancías de comercio exterior en las instalaciones, pero jamás se informó cuánto dinero recibirían por esta negociación los más de ocho mil trabajadores que perdieron su empleo al momento de la quiebra.
La alianza entre ambas jamás debió consumarse, ya que el punto quinto resolutivo del oficio 326-SAT-30813 de fecha 27 de mayo de 2005, indica que se procederá a la revocación o cancelación de la concesión cuando se actualice alguno de los supuestos previstos en el artículo 144-A de la Ley Aduanera.
Este apartado señala que cuando se declare por autoridad competente la quiebra o suspensión de pagos del titular de la autorización, en este caso Mexicana de Aviación, el SAT, que hoy encabeza Osvaldo Santín, podrá revocar las concesiones o cancelar las autorizaciones otorgadas.
Pero este acuerdo tiene una historia oscura, ya que fue promovido por el entonces conciliador y adminis-trador del concurso mercantil de Mexicana de Aviación, Gerardo Badín, quien logró que no fuera revocado el permiso para la operación de los recintos fiscalizados.
Badín consiguió que el el Juzgado Décimo Primero de Distrito en Materia Civil del DF, encabezado por el famosísimo Felipe Consuelo Soto, en resolución del 2 de abril de 2014 se mantuviera inalterable el permiso a favor de Borderless de Ramos Casas.
Los buenos oficios del conciliador permitieron otra maniobra interesante para manejar estos recintos, al alcanzar el apoyo del interventor de Bancomext, ASA y el AICM, para que Mexicana adquiriera el 70% de Borderless Air Cargo, a un precio de mil 500 pesos.
La transacción se consumó desde el 18 de marzo de 2011 y siempre fue vista por propios y extraños como en una compra inusitada y sospechosa para el momento y opacidad que vivía la malograda aerolínea.
En un escrito dirigido a la Secretaría de Hacienda, entonces al mando de José Antonio Meade, el repre-sentante de Borderless, Diego González Luna, solicitó la modificación del titular de la concesión.
Esta se pre-sentó después que el juzgado declaró la quiebra de Mexicana de Aviación En el oficio dirigido a Hacienda se solicita a la Administración General de Aduanas permitir que Borderless se encargara de operar los dos recintos, siempre y cuando se modificara el permiso y la prórroga a nombre de la empresa que conduce Fernando Ramos Casas.
Hoy la aerolínea está declarada en quiebra, debido a Gastón Azcárraga, por lo que las autoridades debe-rían recuperar la concesión de estos recintos, licitar las instalaciones y entregar el dinero a Hacienda, otra vez bajo la férula de Meade.
El precandidato presidencial tendría una gran oportunidad de regresarle la sonrisa a miles de extrabajado-res de Mexicana que perdieron su fuente de empleo y no saben nada de este millonario negocio que se hizo a sus espaldas y que vuelven a dejar mal parado al conciliador Badín.