10 mayo 2020

Una visita al MRO



Una visita al MRO

Recién ingresé a las filas de Mexicana de Aviación, durante la capacitación nos dieron una visita al Taller de Mantenimiento, mejor conocido como Mexicana MRO.



Entrar a ese lugar fue un sueño; sus grandes dimensiones, poder subir a un avión y correr por el pasillo como niña con juguete nuevo y ver todas las áreas del taller donde arreglan los motores, donde los pintan, donde “los visten”.

Recuerdo que nos tocó visitar varios equipos, pues en aquel tiempo la empresa manejaba varios… cuatro para ser exactos, desde el Fokker 100, o mejor conocido como el “avión de Barbie”; un sólido B727/200, así como un A320, un avión del cual yo quedaría profundamente enamorada; su ancho pasillo contrastaba con el angosto 757 que previamente habíamos visitado.



Subir y bajar de los aviones no fue todo, ese día también recorrimos la base de mantenimiento hasta llegar a los almacenes, lugar mágico, místico y misterioso donde te entregaban tu uniforme, con el que te sentías como la última Coca Cola del desierto.

Pero no estamos aquí para hablar de mis memorias, sino para recordar la historia de la joya de la corona de Mexicana de Aviación, la base de mantenimiento, el MRO, el taller de mantenimiento más grande de Latinoamérica y que en últimas fechas, algunos reporteros han tenido a bien decir que está viviendo estertores de muerte, lo cual es más falso que una moneda de 3 pesos. Vamos a ese viaje en el tiempo y conozcamos la historia de este importante lugar para la aviación.

Corre el año de 1979, principio de mes de enero cuando se inaugura la base de mantenimiento, la que desde ese momento fue y es, la más grande de Latinoamérica, con una capacidad para albergar tres aviones B727 así como B747 y DC10-15. Con una plataforma para 22 aviones, edificios administrativos, talleres y servicios complementarios.



Desde entonces y hasta hoy brinda servicios especializados de mantenimiento y pintura de aeronaves de diversas aerolíneas y empresas, certificada ante los constructores Airbus, Boeing y Fokker, al igual que ante la EASA, DGAC y la FAA.



El pasado 3 de junio de 2019 fue reconocida como entidad evaluadora y certificadora, status que la incluye en la red del Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER) del gobierno mexicano, en el marco de una ceremonia dentro de sus instalaciones en la que el director general de Mexicana MRO Services, Jesús Navarro Parada, destacó "han sido muchos meses de preparación para alcanzar esta certificación que se suma a otras 18 que hemos obtenido por parte de diferentes autoridades aeronáuticas al rededor del mundo. Como el principal taller de mantenimiento aeronáutico del país, nos mantenemos a la vanguardia…” dijo en entrevista con la revista “Vuela”.

Y con todas estas credenciales, hay algunos interesados en ver caer a este taller de mantenimiento. Pero se equivocan en sus análisis apocalípticos; se trata del lugar donde se le brinda mantenimiento tanto a aerolíneas del país como extranjeras; en el caso de las aerolíneas nacionales encabeza la lista Aeroméxico, seguida de Volaris, Interjet, entre otras.


Columna vertebral del MRO son sus mecánicos, que sobresalen por su magnífica capacitación, y además son muy codiciados en otros países por su gran trabajo y profesionalismo. Tan es así, que empresas extranjeras vienen a nuestro país para que los mecánicos arreglen sus aviones, porque saben que decir MRO es significado de altos estándares de calidad.


Es por ello que cuando Grupo Mexicana de Aviación entró a concurso mercantil, la base de mantenimiento fue la única empresa que no lo hizo, ya que nunca dejó de trabajar, a diferencia de la aerolínea troncal y sus filiales que fueron bajadas de vuelo.


Todos quieren sacar una tajada de ese gran pastel que significa la base de mantenimiento. Queda claro que hay intereses oscuros que se apresuran a darle los santo óleos, a pesar de que no hay otro taller de mantenimiento que esté a la altura del MRO.

Sin duda lo hacen con la intención de hacerle creer a la gente, al público en general, que es una empresa de poco valor, para que cuando se venda por tres pesos, la gente no se asombre, ya que desde antes se insertó la idea de que era una compañía que no valía la pena.

Ahí está la perversidad; de hecho el pasado 4 de mayo, Darío Celis en su columna de El Financiero asegura “El MRO de Mexicana se enfila por esa ruta de quiebra”. Y no es cosa menor, pues existe un “fideicomiso” con el cual se busca liquidar a los aún trabajadores de Mexicana de Aviación y empresas filiales que acompañan.

Con esto finalizo; hay muchos actores que se frotan las manos con el MRO, como dije, la joya de la corona. Saben de su importancia, pero trabajan con ahínco para darla por muerta, pero es todo lo contrario. Después de la pandemia, el taller de mantenimiento cobrará mayor relevancia y eso, estimados lectores, ustedes y yo lo veremos.

Ximena Garmendia
 10 de mayo 2020

Felicidades a todas las mamás del medio aeronáutico, sabemos el sacrificio que es el compaginar una gran pasión como lo es el volar y el tener una familia a su cargo, hay mucho por hacer.

Gracias a Museo Mexicana de Aviación por la fotografías.