30 abril 2023

Se acaba el tiempo de legitimar

 

Se acaba el tiempo de legitimar

El lunes 1° de mayo está a la vuelta de la esquina, y con él llega el fin del plazo para las legitimaciones de los contratos colectivos de trabajo. Y se vuelve necesario hacer unas precisiones, porque alrededor de este tema hay muchísima confusión.



En efecto, el lunes es el último día que tienen los sindicatos para registrarse en el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral. ¿Qué significa lo anterior? que tu sindicato debe de registrarse para solicitar a la autoridad que lo acompañe en el proceso de legitimación de un Contrato Colectivo de Trabajo. Ojo, la legitimación de estos puede realizarse durante el mes de mayo, y dicho proceso tiene como plazo hasta el 31 de julio para efectuarse.

Esto se los digo con la intención de que no se confundan con las fechas, pues hay muchos trabajadores dentro del sector aeronáutico que todavía no realizan este proceso. Pero si su sindicato se inscribe antes del próximo lunes, tendrán dos meses más para realizar la consulta a sus agremiados.

En estos días, los sobrecargos de Aeroméxico están legitimando su contrato, y hay una cosa que la actual administración de ASSA sigue sin entender: no pueden dirigir el voto hacia un sentido u otro. Sé lo importante que es tener un sindicato que respalde tu contrato, y que en la defensa de los derechos laborales es más efectiva la colectividad que la individualidad; pero en estos días de consulta no se ha respetado la secrecía del voto y abiertamente invitan a votar a favor de la legitimación. Por supuesto no lo hacen en los canales oficiales, que dicho sea de paso, están totalmente abandonados.

Esta misma práctica la critiqué acremente al STIA, con el contrato de Volaris, con el de Viva, y con todo aquel que detenta, pues días antes entregan el contrato y con una sutil amenaza de que se pueden quedar sin empleo, por lo que “deben” votar a favor. ASSA, te pregunto: ¿cuándo nos convertimos en un sindicato charro? Se supone que con la salida de Ricardo Del Valle la libertad de los sobrecargos no quedaría en entredicho.

Lo mismo pasa con el Sindicato Independencia, a cargo de Tomás del Toro. Los trabajadores de tierra de Aerovías de  México están a punto de legitimar su contrato;  el próximo 17 de mayo emitirán su voto, y según se lee en un comunicado, lo harán de manera, libre, personal, directa y secreta, pero en los hechos sabemos que la gente del sindicato estará ahí para recordarles (hacerles creer, pues) que sin ellos no son nadie.

Lo digo claro y fuerte: soy una convencida del sindicalismo democrático, y que deben acabarse los sindicatos charros, pero estamos viendo la perpetuación de ellos a través de esta simulación llamada “legitimación de contratos colectivos”; y es que el realidad lo único que está pasando es que las dirigencias sempiternas -por ejemplo del STIA o de Independencia- no van a cambiar en lo absoluto, y seguirán los mismos de siempre, creyendo que deben de tomar las decisiones que solo le competen a los trabajadores.

Tal es el caso del reparto de utilidades; ya lo hemos dicho, en Volaris no había motivos para no tener su PTU, pero en una sucia jugarreta tolerada por autoridades laborales más que ciegas, brutas y sordomudas, la administración de Kike Beltranena hace lo que le venga en gana, a pesar de que sí tuvieron ganancias durante el 2022.

En la revista digital Real Estate, Market & Lifestyle publicaron -y cito textual-: “Los ingresos de Controladora Vuela Compañía de Aviación (VOLAR) crecieron un 29% en el 2022, para alcanzar los 2,847 millones de pesos (mdp) en comparación con los 2,200 mdp de 2021, pese a la volatilidad económica general y al aumento en los costos del combustible en la industria de la aviación.”

Y a pesar de ello, lo que hicieron fue determinar que no habría PTU para sus trabajadores porque habían tenido una pérdida de 30 millones de dólares por concepto de combustible. ¿Y de cuanto fue la utilidad neta? 28 millones de dólares.

¿Qué nos dice la Ley Federal del Trabajo sobre el reparto de utilidades? Dicho ordenamiento legal establece que es aplicable a los trabajadores que hayan laborado por lo menos 60 días en empresas cuyas utilidades netas fueron de $300 mil pesos o más; pero para el CEO de Volaris, Kike Beltranena, 28 millones de dólares no son “repartibles” entre sus trabajadores.

Ahora, aunque lo multen sería como quitarle un pelo a un gato. Una multa va de los $24,055 a los $481,100 pesos, pues las empresas deben repartir el 10 por ciento de sus ganancias del año fiscal anterior, en este caso 2022, entre las y los trabajadores. El artículo 123 de la Ley Federal del Trabajo establece que este monto se dividirá en dos partes iguales.

Y con sindicatos complacientes con las empresas, pues no se va a llegar a la dignificación de los trabajadores. Debemos entender que este proceso de legitimación -en los hechos- se traduce en ponerle una “palomita” de bien portado al sindicato en cuestión, sin verificar si hace una correcta defensa de sus trabajadores, si es democrático y si permite la libertad de elegir a sus representantes sindicales.

Independientemente de que legitimen o no, sepan que sus derechos como trabajadores no se pierden; que no los amenacen con el petate del muerto; ya tocará negociar en lo individual, pero siempre queda subsistente la posibilidad de que otro sindicato busque la detentación de sus contratos colectivos.

Hace más de 15 años se hablaba, dentro de la Unión Nacional de Trabajadores, de la importancia de que los trabajadores tuvieran una verdadera representación. Hoy son una caricatura de aquello que criticaban de las grandes centrales obreras como la CTM o la CROM, pues los mismos viejos vetustos siguen al frente, y no se piensan mover.

En los hechos, la simulación de la defensa de los trabajadores es tan grande y evidente que este 1° de mayo debería de ser la gota que derrame el vaso, y los trabajadores salieran a exigir que de verdad se acabe con el charrismo sindical, el gatopardismo y el tan socorrido como inútil “quítate tú, para que me quede yo al frente”.

Creo en la organización de los trabajadores y en su liderazgo nato. Ahora es el momento de que nazcan nuevos sindicatos que busquen la defensa real de sus trabajadores, y más que sindicatos gremiales como ASSA y ASPA, yo creo que lo más viable, productivo y necesario es la conformación de un gran sindicato de industria, de y para los trabajadores.

 

Ximena Garmendia
30 de abril de 2023

 

23 abril 2023

Columna especial, contrarréplica a Iván Enríquez


La respuesta va por esta vía, porque me da una flojera infinita responder en SDP Noticias, donde tengo columnas más importantes que publicar.




Carta de Iván Enríquez, sobrecargo jubilado, relacionada con una columna de Ximena Garmendia.

Federico Arreola

Director General SDP Noticias

Derecho de réplica

Nuevamente, me dirijo a usted a fin de solicitar derecho de réplica a efecto de clarificar la información que sobre mi persona dolosamente vierte la columnista Ximena Garmendia Islas el 21 de abril de los presentes y que se titula “Sigue en pie la compra de Mexicana”.

No hay dolo, apenas una sagaz precaución con la que cada uno defiende su derecho. En ese sentido Iván Enríquez manifiesta sus “clarificaciones” respecto a mi opinión siempre fundamentada, y no por ello considero que actúa “dolosamente” en mi contra. Al contrario, bienvenido el debate, siempre respetuoso, así como la confrontación de ideas. Y aclaro desde ahora: llamarlo por su nombre no es “verter dolosamente información sobre su persona”.

Sucede que la persona en cuestión, abusa del género (columna o artículo de opinión) mediante el excesivo uso de adjetivos  y mentiras, pretende distorsionar la realidad; en este caso, sobre un asunto que se encuentra judicializado y, por ende, son los hechos y no las opiniones las que marcan el curso de los resultados pero, pretender generar una opinión colectiva al respecto, consistentemente a personas en particular, devela el interés económico que sobre el tema obtendría la responsable de esas aseveraciones y el libertinaje al que puede ser sometido el ejercicio periodístico cuando se le usa como Carta de arma política en beneficio propio.

No entiendo a qué le llama “uso excesivo de adjetivos”. Supongo que le parecen “demasiadas” las palabras con que acompaño al sustantivo, pero lo hago solamente para expresar las cualidades, o para determinar o limitar la extensión del mismo. Si le parecen demasiados, entonces le sugiero no leer a autores como Tolstoi, García Márquez o Saramago, porque antes de entenderlos, los va a odiar.

Dice que hago un uso excesivo de mentiras, pero en su carta no desmintió nada de lo que publiqué; sí dejó en claro que no comulgamos y que no pensamos igual, pero ¿diferir me convierte en mentirosa? Yo digo que no. 

En cambio, opina que “el asunto se encuentra judicializado” y que por ende, son los hechos y no las opiniones las que marcan el curso de los hechos. Otro día con más calma le pediré que me explique cómo se puede llegar a un hecho o acto jurídico, sin que antes exista una opinión.

Opinar es solamente manifestar una idea que se tiene formada, y siempre lo he hecho. Jamás he pensado que expresarme libremente sea para “generar una opinión colectiva”. Si esa fuera mi intención, en lugar de escribir dedicaría mis fuerzas a formar una secta religiosa, donde del dogma fuera la norma, y ¡Ay de aquel que ose pensar de manera diferente! Asevera que yo misma develo dos intereses: uno económico, que ni él mismo logró explicar, y otro que se traduce en “libertinaje” al someter el ejercicio periodístico como “carta de arma política” (sic.) en mi propio beneficio. Ya no entendí, ¿soy mentirosa, maquiavélica o mercenaria?

Más de 250 sobrecargos jubilados de Mexicana de Aviación contratamos al abogado Peña Neder como profesionista para demandar nuestros derechos tras la quiebra y ganamos un laudo en 2016 en el que se indica cómo deben ser pagadas nuestras pensiones.

¿Y quién ha dicho con contrario?

Los derechos se pueden hacer valer por una persona, por varias o por un colectivo; si somos “un grupo reducido”, “minoritario” o no, resulta irrelevante cuando se trata de derechos legales. Lo grave de hacer esas afirmaciones en un medio de comunicación es que, aunque sea su opinión, el medio avala palabras que, aunque falsas y de responsabilidad individual, se equiparan a afirmar que una mujer violentada no tiene derecho a contratar al abogado de su elección y que lo que su abogado va ganando en favor de ella, lo es en detrimento de otros cientos de mujeres que han sido víctimas pues las otras víctimas son mayoría. Tan falso y grave como eso.

Lo dije desde la publicación original. Sé que les molesta el adjetivo “reducido”, pero en la réplica no lo pudo desvirtuar, se limitó a decir que el número es irrelevante. Y tan consciente estoy de eso que en ningún momento he dicho que por ser “poquitos” no tienen derecho a litigar. Una de las notas más leídas de mi blog personal es precisamente sobre una mujer, una solita, que ha peleado sus derechos laborales contra toda una empresa aeronáutica. No la lean si les molesta el exceso de adjetivos, porque a esta mujer le llamo valiente, coherente, fuerte, temeraria, tenaz, inflexible, y muchas cosas más.

Con lo que definitivamente no estoy de acuerdo es con el galimatías que el replicante quiere hacer valer como premisa, pues se equivoca al decir si SDP Noticias me publica, eso “se equipara a afirmar lo escrito por mí”. 

Eso es una aberración, cada una de las plumas que escribe en el medio digital es totalmente responsable de sus publicaciones, y nuestras opiniones no son compartidas necesariamente por el portal. Basta un simple vistazo, una revisión somera de los encabezados de las columnas de opinión para darse cuenta de que las opiniones se contrapuntean, y que siempre hay debate… ¿Por qué tanto miedo e intolerancia contra los que piensan diferente?

Cuando se lee: “Han sido —y siguen siendo— múltiples los intentos chicaneros”, no se refiere a otra cosa que la eficiencia JURÍDICA del equipo de abogados, misma que ha logrado evitar que se pase por encima del laudo (derecho) referido y que se encuentra a disposición de SDPNoticias a fin de verificar su contenido. Cuando la exsobrecargo afirma que dicha eficiencia profesional es “para evitar que los bienes y marcas de Mexicana de Aviación sean adquiridos por el gobierno federal” miente y distorsiona el objeto de todos y cada uno de los recursos jurídicos a los que tenemos derecho como ciudadanos, como trabajadores y como jubilados; es evidente que, aunque se los filtran, no los ha leído; menos aún con criterio jurídico ni periodístico pues en todos ellos lo que se exige es, en resumen: que al no haber sido incluidos, se debe considerar el pago DE ACUERDO AL LAUDO que el mismo poder judicial determinó desde el 2016 y que se solicita el amparo de la justicia en caso de que esto no sea así.

Si a lo que yo le llamo “chicanada”, el replicante le llama “eficiencia jurídica y profesional”, es más que claro que tenemos puntos de vista diferentes, disímbolos y distantes (perdón, se me olvida que no le gusta el exceso de adjetivos). 

El punto es que si han pasado siete años desde que ganaron un laudo y a la fecha no lo han podido cobrar, “eficiencia” tal vez no sea la palabra que estaba buscando el replicante. Chicanada no debe entenderse como sinónimo de ineptitud, sino como ese recurso legal que se utiliza para detener, a toda costa, la conclusión de un juicio, o la realización de un acto jurídico determinado. 

Quien pidió la réplica dice que su estrategia es “evitar que se pase por encima del laudo”, y nunca he dicho cosa diferente. Si lo quieren hacer ahora por la vía del amparo, a pesar de que dejaron el expediente en inactividad procesal y que no trabaron ningún embargo en el momento procesal oportuno, no es mi problema ni mi decisión, pero eso no impide que me forme una opinión personal y libre, y para mí eso no se llama estrategia, sino chicanada.

 Pero ¿qué importa lo que yo piense, si lo que valdrá al final es lo que dicten las autoridades jurisdiccionales? Aunque yo fuera influencer, y tuviera grandes huestes de seguidores dispuestas a levantar la mano cuando yo lo indique, la decisión final será jurídica, entonces ¿qué le quita el sueño a Iván Enríquez Barragán?

Y le recuerdo a Iván que no soy "ex sobrecargo", aunque le duela en el alma, sigo siendo sobrecargo ACTIVA de Compañía Mexicana de Aviación.

“Chicanada” es pretender que por medio de la opinión pública se logren conculcar derechos adquiridos por un sector vulnerable de trabajadores. Esas sí son chicanadas.

¿Qué pasó, representante común en el Juicio 88/2015? No les hagas creer a tus representados que de verdad piensas eso que escribes: que con mi columna puedo conculcar sus derechos adquiridos. Esto no es El Caso Dreyfus, y yo no soy Émile Zola… aunque te agradezco que me consideres un personaje con tanto poder, pero no es así, y tus representados lo saben bien.

Fui designado por los compañeros jubilados como representante común en el juicio 88/2015. Se trata pues de una figura jurídica de representación que no esperamos que la autora conozca —pues no cuenta con cédula profesional ni como abogada, ni como periodista o comunicóloga—, lo que explica el que a ella le extrañe que sea el que suscribe: “quien da la cara por estos compañeros ante los medios de comunicación” y que desconozca “las verdaderas causas por las que fue nombrado “vocero” o “representante” de este grupo”. Por tanto, su ignorancia por el tema, aunque pretenda generar aversión pública hacia mi persona, no cambia la realidad y las facultades y derechos que como tal tengo ante la autoridad.

Ni despacio podré desenmarañar este párrafo, porque es un verdadero asalto a la lógica y a la razón. Fui muy clara, y el replicante me hace el favor de reconocerlo, en referirme a “la cara que sale a los medios”. 

La representación judicial, autorización para enterarse de los autos, oír y recibir las notificaciones de su expediente laboral, facultades de promover y desistirse, simple y sencillamente no me competen. Lo dije y lo sostengo: ignoro por qué es Iván Enríquez quien sale a los medios, y no uno de los abogados, pero eso efectivamente es intrascendente… bueno, no tanto porque causó ámpula. 

La parte que ya no se puede explicar es cómo mi “ignorancia” puede generar aversión pública (supongo que este adjetivo sí es necesario, para diferenciarla de la aversión canina, la gatuna y la bovina) hacia la persona de Iván, y luego remata diciendo que mi misma ignorancia no cambiará la realidad, facultades y derechos que tiene ante la autoridad. Es un “sí, pero no” bastante peculiar.

Ahora, para escribir una columna de opinión no se requiere de contar con cédula profesional, así como Iván puede ser sí quiere "Director de análisis político", yo puedo seguir escribiendo mi opinión en este blog ¿o necesito acaso de una cédula profesional para tener uno?

Si bien coincidimos en alguna época en el trabajo sindical, jamás trabajé “codo a codo” con la falsaria autora en la vicepresidencia de Asuntos Económicos, Políticos y Sociales de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), yo fui designado por la entonces secretaria general, Lizette Clavel, para realizar los trabajos de coordinación de tal vicepresidencia. Son muchos los actores y personas que pueden atestiguar que nunca vieron o recordarían presencia alguna de la autora de la columna en esos foros sindicales, y otros tantos los que saben que eran muchas y estructurales sus deficiencias.

Ahora resulta que soy “falsaria autora y con muchas deficiencias estructurales”. Nunca he negado lo que sale de mi pluma; jamás he tenido necesidad de recurrir a los textos anónimos; no se me da, incluso cuando lo he intentado, siempre termino reconociendo y defendiendo mis dichos y mis escritos, porque son mi punto de vista. No sé a qué tipo de “estructura” se refiere el replicante, dependiendo de eso yo podría responder su dicho; pero es evidente que son más sus ganas de atacar y despotricar, que hacer una crítica seria.

Estoy de acuerdo en que no fue ayer, pero tampoco es que el año 2008 esté tan lejano como para que Iván Enríquez Barragán ya haya olvidado que en su carácter de Titular del Centro de Estudios de ASSA, me acompañaba -yo como Secretaria de Actas- a la Vicepresidencia de Asuntos Económicos, Políticos y Sociales de la UNT. Son muchos los documentos en que al calce aparecen nuestras firmas. 

A eso es a lo que yo le digo “trabajar codo con codo”; eso no quiere decir que siempre tuvimos las mismas opiniones, pero por lo menos yo siempre tuve bien claro que era parte de la representación sindical, y como tal, mis filias y fobias personales subyacían a los intereses de los agremiados.

Iván no debería olvidar ese tipo de hechos; le toca representar al grupo de compañeros (que conste que ya no le dije “reducido”, para limar asperezas) que como él decidieron demandar de manera individual. 

Debe tener muy claro, para una mejor defensa, que fue electo para ser Vocal de la Comisión de Vigilancia, de la que era Presidente Fausto Guerrero (otro compañero con el que trae un “pleito casado”), y que de ahí pasó al Centro de Estudios. No creo que haya olvidado que la VAEPS de la UNT le corresponde ocuparla a la Secretaría de Relaciones de ASSA, pero que en esa gestión estaba volando; por Estatutos la suplencia le correspondía a la Secretaría de Actas (a mi cargo), y que la Secretaria General de ASSA optó por que el Centro de Estudios me acompañara en ese encargo. 

No fue casualidad, no es un secreto para nadie que Lizette Clavel lo decidiera así porque sabía que mi pecho no es bodega, y “nunca me quedaba callada”. Y sigo siendo así, a Ustedes les consta. Les pregunto a los compañeros que son representados por Iván Enríquez, ¿de verdad ustedes podrían atestiguar que “nunca” estuve presente en esos foros sindicales? Entonces ¿por qué sí aparecen mis firmas?, si fueron colocadas por una entelequia, entonces su representante está reconociendo públicamente que aceptó convalidar actos (aunque sean protocolarios) que nunca existieron. Por favor, ese absurdo cae por su propio peso, y es insostenible.

Con la asesoría del despacho Connection México Global (CMG), establecimos una estrategia jurídica con el fin de hacer valer nuestro laudo y cobrar nuestras pensiones como jubilados de Mexicana. Una y otra vez hemos hecho pública nuestra posición y objetivos y que, para efectos de clarificar, repetimos: Queremos hacer efectivo el laudo que dice que tenemos derecho a una pensión jubilatoria y el monto al que asciende para cada uno de nosotros; de ninguna manera pretendemos obstaculizar la compra de los activos de Mexicana, incluida la marca.

Y yo vuelvo a preguntar ¿En qué momento dije lo contrario? En ese punto no hay controversia, todos sabemos que lo que ustedes no quieren es que se haga la venta en los términos que pactaron los sindicatos y asociaciones con el Gobierno Federal. Sus razones tienen, y son tan respetables como tan respetables lo son las opiniones de muchos otros en el sentido de que no queremos esperar más.

Lo anterior, bajo el más elemental razonamiento: Si no se vende, no cobramos. Nuestro juicio es contra el patrón deudor (Mexicana), no contra el gobierno. Desearíamos le quede claro a la que escribe tan falaces afirmaciones.

Aquí hago dos precisiones necesarias, y trato de expresarlas con el mínimo de adjetivos, para no incordiar a nadie:

1.- Iván Enríquez ha publicado en su perfil de Facebook que si no compra la marca el Gobierno, no es el único cliente potencial. Entonces su más elemental razonamiento ya no tiene sentido.

2.- Sería oportuno que sus asesores legales le expliquen que su amparo, el 4342/2022, señala como autoridades responsables, generadoras del acto que viola sus garantías constitucionales de manera irreparable, a la Junta Especial Tres Bis de la Federal de Conciliación y Arbitraje, su Presidente y su Actuario, a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje y su Presidente, a la Secretaría de Trabajo y Previsión Social y su Titular… si ellos no son “gobierno”, entonces ¿qué son?, ¿cómo dice que su juicio no es contra el Gobierno?

Quizá sea muy complicado para la autora entender los procesos jurídicos y, aunque efectivamente en días pasados fue sobreseído un amparo; al siguiente día se nos otorgó la suspensión provisional por otro amparo interpuesto meses antes, NO POR EL MISMO, en donde claramente se expresa que se concede la suspensión por el acto reclamado. Es completamente absurda la afirmación de que interpusimos un nuevo amparo un día y que se nos otorgó la suspensión de manera automática al día siguiente. Quien lo afirme así, (en este caso nuevamente la exsobrecargo) miente y demuestra un total desconocimiento de la ley y de los procesos judiciales en México.

Estoy de acuerdo, en el Derecho nada es automático, pero hasta ahí llega mi conformidad con el replicante. Pero si considera que es lesivo a sus intereses que en una columna de opinión, que no forma parte de su juicio, ni del material probatorio, ni como expresión de agravios, mucho menos como formulación de conclusiones, yo haya decidido “abreviar” los hechos, me queda claro que ya no sabe con quién se está peleando, ni ante quién debe defender sus posturas y estrategias. Que le quede claro: no es ante mí. 

Sin abreviar hechos (y si no le gusta mi prosa, no puedo hacer mucho por su particular condición):

1.- El 21 de diciembre de 2022, presentan demanda de amparo 239 jubilados de Mexicana de Aviación, S.A. de C.V. , contra actos de la Junta Especial Tres Bis de la Federal de Conciliación y Arbitraje; en concreto: para que no sea vendido y/o rematado el emblema, las marcas (subsidiarias y relacionadas y avisos comerciales de Mexicana de Aviación. Este amparo será el expediente 4342/2022, y digamos que va a ser el protagonista.

2.- De dicha demanda conoce el Juez Segundo de Distrito en Materia del Trabajo en la Ciudad de México; y el 3 de enero de 2023 desecha de plano su demanda de amparo. Por ello el 9 de enero los quejosos interponen el recurso de queja, mismo que fue remitido al Primer Tribunal Colegiado en Materia del Trabajo del Primer Circuito.

3.- El 28 de marzo de 2023, el Tribunal Colegiado emite sentencia al Recurso de Queja, y lo declara fundado, ordenando le regresen el expediente al Juez de origen (2º de Dtto Laboral) con la finalidad de no deseche de plano la demanda, sino que le de entrada y juzgue si a los quejosos los asiste el derecho que dicen tener.

4.- Hay que decirlo así: en materia laboral procede la “suplencia de la queja”, así que el Tribunal Colegiado de Circuito, al analizar el recurso, está facultado legalmente a “enmendarle la plana” a los litigantes, y en este caso, les arroja luz jurídica al decirles que en su amparo no argumenten actos futuros de realización incierta, sino que deben hablar de actos inminentes, para que su demanda tenga materia jurídica, y no sea desechada (otra vez).

Y es que este tribunal no deja lugar a dudas, y resume que el ÚNICO agravio expresado por el Quejoso es: “El Juez Segundo de Distrito en Materia del Trabajo en la Ciudad de México hace un incorrecto análisis del acto reclamado en el amparo indirecto, ya que…”, y luego procede a repetir lo mismo que había puesto en su inicial demanda de garantías.

5.- Es por eso que el 18 de abril de 2023, ante el Juez Segundo de Distrito en Materia del Trabajo en la Ciudad de México vuelve a llegar la demanda de amparo (la del expediente 4342/2022) junto con un escrito aclaratorio, y toda vez que el Tribunal Colegiado así se lo ordenó, le da entrada a la demanda, y evidentemente, debe tramitar el “Incidente de Suspensión”.

Todo lo anterior es lo que de manera consciente decidí abreviar en mi columna publicada en SDP Noticias. No porque no entienda el proceso jurídico, ni porque desconozca la ley, sino porque son demasiados detalles que le son cansinos al público en general, y porque mi intención es que los lectores habituales no nos den la espalda cuando se habla de lo complejo del caso. 

De lo que se trata es que sigan al pendiente, porque es lo justo, porque es necesario, y porque no estamos hablando de una empresa privada como cualquier otra, estamos hablando de una concesión federal (vigente, por cierto) que explotaba algo que nos pertenece a todos los mexicanos: el espacio aéreo.

Para nosotros es preocupante que Ximena Garmendia, el sindicato de pilotos,  y la AJTEAM emitieran sendos comunicados vía redes sociales y SDPNoticias en donde vierten información de un acuerdo de un juicio del que no forman parte, peor aún, antes de que los actores fuesen notificados, haciendo mención con beneplácito que “nos habían sobreseído los amparos” (sic), con lo que se demuestra que la contraparte filtra información, evidenciando colusión con la empresa o con alguna entidad involucrada en el proceso (Junta Federal de Conciliación y Arbitraje o STPS, entre otros) y en contra de los que en el pasado fuimos sus compañeros de trabajo.

Aclaremos: el replicante ha desarrollado una especie de paranoia, con la que cree que todo el mundo está conspirando contra él; esto es consecuencia de que no le quedan claros los vericuetos de su expediente. 

Existe una Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, y si leyera completo su expediente ya se habría dado cuenta que los mismos tribunales hacen públicas sus resoluciones, solamente protegiendo la información privada y personal. 

Si desde 2016 (o antes) es representante en el expediente 88/2015, debería saber que existe una manera legal de darle seguimiento a las publicaciones de manera digital. Si él ha acudido a los órganos jurisdiccionales, sabrá que hay una sección denominada “estrados” donde se puede comprobar de manera directa las fechas de las audiencias, y un extracto del acuerdo. Tranquilo Iván, nadie le ha puesto Pegasus a tu celular.

El derecho de réplica no es un instrumento de presión ni sirve “para acallar voces” como ella lo afirma; es piedra fundamental del periodismo libre, de un sano equilibrio entre los medios de comunicación y la sociedad, es parte de los derechos que tenemos cuando se abusa del espacio que un medio de comunicación otorga a un personaje público o a un empleado; es también un mecanismo de protección para los medios de comunicación. La libertad de prensa no otorga derecho a calumniar, a ejercer un daño moral, ni es escudo para filtrar información judicial. El periodismo es una profesión comprometida con la verdad. Un profesional de la comunicación emite criterios y opiniones bajo el tamiz de las pruebas, la reflexión, la investigación seria (no sólo en la red) y la ética.

En la exposición teórica sobre lo que es el derecho de réplica no hay controversia. Obviamente no acepto que pensar diferente al replicante es en automático un abuso del espacio que un medio de comunicación me abre para hacer eso precisamente: opinar. 

Si Iván Enríquez, desde su docto, perito, profesional e infalible punto de vista considera que mis columnas carecen de pruebas, reflexión, investigación y ética, solo hay dos posibles respuestas: o tiene más experiencia que Federico Arreola Castillo, o las columnas de opinión de Enríquez Barragán se publican en Le Monde Diplomatique, o en The New York Times, por lo menos.

Es verdaderamente desafortunado que en los tiempos de libertad de prensa que estamos viviendo se intente utilizar ésta como pretexto para calumniar, mentir y perseguir un objetivo distinto al de informar. En ese sentido, la “periodista” ha utilizado el espacio para conseguir el objetivo de cobrar, como empleada de Mexicana y en el menor tiempo posible, el famoso acuerdo extrajudicial a expensas de nuestras pensiones jubilatorias devengadas y laudadas por el tribunal colegiado.

Sigo esperando que me diga cuál es la difamación y que enumere las mentiras y calumnias. Hasta ahora no ha hecho más que poner ejemplos de lo que no comparte de mi punto de vista, pero eso no es delito. Dice que he utilizado el espacio para conseguir cobrar el famoso acuerdo judicial. 

Pero párrafos arriba reconoció que gracias a la eficacia jurídica de sus asesores eso no ha sucedido. Entonces, ¿qué es lo que he conseguido gracias al abuso rastrero que hago todos los días, desde hace 17 meses, en el espacio de SDP?

 Por más que intento encontrar el vínculo entre nuestro juicio y la venta de Mexicana con la fundación y registro de un partido político como lo afirma la columna, no lo veo. En estos tiempos de las redes sociales, cualquiera puede decir semejantes desatinos sin pudor alguno. Baste con saber que existe un complicado proceso de ratificación y verificación para poder obtener un registro nacional como partido político. Más aún cuando los requisitos para tal efecto indican que eso es posible hasta dentro de aproximadamente 2 años. Los jubilados, así como cualquier ciudadano, tienen derecho de ejercer sus preferencias políticas, de asociarse y de militar, pero puedo asegurar y confirmar que NINGUN cliente ni sobrecargo jubilado ha recibido citatorio, cédula de afiliación, o siquiera invitación a evento político alguno por parte del despacho o del abogado. Por cierto, tampoco cobro alguno al que se refiere la columna como “pase de charola”.

Otra vez: en Derecho nada es automático, y yo jamás dije que sus representados estuvieran siendo afiliados. Pero me extraña que Iván Enríquez, Director de análisis político (como se ostenta en su cuenta de Twitter @blastworm) “no vea” algo que no es ningún secreto, que ha sido publicado en diferentes medios (LatinUS, por ejemplo) y tampoco puedo creer que no se haya enterado que Rafael Ortiz Cárcamo, uno de sus representados en el juicio, tiene esas firmes intenciones (Nota “La Disputa por el SNTE” de Alberto Aguirre, en El Economista, de fecha 7 de septiembre de 2021), y que actualmente firma circulares de Partido Republicano como Oficial Mayor. 

La frase “son muchos los gastos en el juicio” no es mía, la dijo el replicante en uno de sus videos. Al buen entendedor, pocas palabras.      

A título personal y más allá de que no comparto ideología política con los profesionistas contratados, recibo con beneplácito la noticia de que se amplíe el espectro de representatividad política de la sociedad. Por tanto, asegurar que la motivación del abogado es política, es un supuesto que nuevamente demuestra desconocer de lo que es posible o no en materia política, en materia de derecho y en materia electoral; más aún desconocer en absoluto al gremio al que perteneció la autora, a efecto de mayor claridad: todos sabemos que el personal de la aviación nunca ha tolerado ni se ha permitido ser instrumento político a pesar de los intentos en el pasado de algunos dirigentes sindicales. La militancia de cada uno de nosotros es un derecho ciudadano y el abogado fue contratado por nosotros para hacer precisamente lo que está haciendo: Buscar a través del ejercicio de la abogacía, el pago de nuestro derecho consagrado en un laudo que tiene fuerza de ley y que algunos diletantes pretenden desconocer.

Todas son declaraciones unilaterales, y no tengo absolutamente nada qué decir al respecto. Solo señalo que no pasa de noche que “diletante” (persona que tiene afición por una o varias artes o disciplinas del saber) es una palabra que también tiene una acepción peyorativa, y se utiliza para referirse a quien no es profesional, generalmente por no tener capacidad para ello. Con este sentido es como también aparece la palabra en la Declaración de identidad de la página web de mexicorepublicano.com. Casualidades de la vida, ¿verdad?

Por último, reiteramos a fin de que quede claro a la autora de la columna, a SDPNoticias y a sus lectores: NO NOS OPONEMOS A LA VENTA, nos oponemos a someternos al acuerdo extrajudicial al que llegaron algunos trabajadores, la STPS y los sindicatos con el que pretenden violar nuestro laudo y los de otros trabajadores. Defenderemos nuestro derecho.

Iván Enríquez, Sobrecargo jubilado, Representante común en el juicio 88/2015

Pues llegamos al final, y el quid del asunto se desmorona: lo que quiere que quede claro con su réplica, es que se oponen a someterse al acuerdo extrajudicial al que llegaron algunos trabajadores, la STPS y los sindicatos… eso fue exactamente lo que dije. Y que defenderán su derecho, pues eso es una verdad incuestionable, si no, ¿para qué promoverían su amparo?

Quiero rematar con preguntas directas para Iván Enríquez Barragán: ¿qué criterio impera en su lógica, para gastar tinta y en su réplica llamarme “ex Sobrecargo” y él firmarla como Sobrecargo?, ¿Según él, qué sucedió en el camino para que yo perdiera esa calidad, y él todavía la mantiene?, ¿ese es el rasero con el que representa a sus compañeros? ¿con la lógica de “todos somo iguales, pero unos más que otros”?

No te confundas, Iván. Pensar diferente no convierte a todo el mundo en tu enemigo. Te mando un abrazo.


¿Qué hacemos cuando no nos oyen?

 

¿Qué hacemos cuando no nos oyen?

Los trabajadores de este país hemos tenido que luchar de manera constante para ser escuchados y tomados en cuenta. Tan vilipendiada está la clase trabajadora que los que se suponen están ahí para defender los derechos laborales, hacen todo lo contrario.



Uno de los pases con menos sindicatos es precisamente Estados Unidos, incluso está más abajo que México; mientras nuestros vecinos tienen apenas un 10.6% de trabajadores afiliados a un sindicato, en México casi el 14% de su población en edad de laborar, está afiliada a un sindicato. En países como Islandia, el 92% de su clase trabajadora está afiliada a un sindicato y es uno de los países en donde más se respetan los derechos laborales de los trabajadores.

Y lo siguiente va como anécdota: un compañero de Volaris me manda un mensaje mostrándome un cambio que no había en el contrato original con el que “legitimaron” ante la autoridad. Digámoslo en buen español: el Gobierno Federal, a través de su Secretaría del Trabajo, te puso la palomita de sindicato bien portado; pero en los hechos, la “Legitimación de Contratos Colectivos de Trabajo” se parece más a una constancia de buena conducta, que en buscar la desaparición de sindicatos charros.

Contrato de Volaris con el STIA sin firmas 


¿A dónde quiero llegar? En esa comunicación que tuve con un trabajador, él no salía de su azoro al ver que el sindicato charro del STIA (Sindicato de Trabajadores de la Industria Aeronáutica, Similares y Conexos de la República Mexicana) a cargo de la familia Romo, quería junto con el CEO de Volaris, literalmente robarles un día del descanso acumulado al que tienen derecho los tripulantes de vuelo.

Como trabajadores, ¿qué tenemos que hacer para que los empresarios y los sindicatos no nos quieran ver la cara? Una opción es “salir a medios”; es increíble que se tenga que escribir toda una columna denunciando estos hechos para que tanto el CEO como el sindicato den marcha atrás, y saquen una circular diciendo “fue un error”, y además tienen la cara dura de mencionar que es retroactivo al 1° de enero de este año ¿cómo es que les piensan pagar esos días a los tripulantes?



Y tal y como lo mencioné en la columna publicada en SDP Noticias, Volaris fue uno de los participantes en la creación de NORMA Oficial Mexicana NOM-117-SCT3-2016, que establece las especificaciones para la Gestión de la Fatiga en la tripulación de vuelo.

Por lo menos podemos decir que Aeroméxico no es hipócrita, pues no participó en la elaboración de la norma antes señalada. Pero algo es indudable, tenemos una autoridad completamente omisa que permite el abuso de las empresas con los trabajadores. Y esto es solamente hablando de los tripulantes, si nos adentramos en los otros trabajos dentro de la aviación, podemos encontrar todavía más historias de horror y de abuso, en las que su sindicato, cualquiera que sean sus siglas, brilla por su ausencia.

A eso hay que sumarle que nomás por los calzones de sus administradores, los trabajadores de Volaris no tendrán reparto de utilidades, y la autoridad es tan laxa que en realidad no hay quien los obligue a darles lo que por derecho les corresponde.

Eso trae a colación un video que compartí en la página de Facebook de Sobrecargo Informa, sobre una CEO norteamericana ¿les dije que Estados Unidos está por debajo en trabajadores sindicalizados? que dice que los trabajadores se tienen que poner la camiseta porque “son familia”; ¿les suena? que no se quejen por no recibir 250 dólares de bono, que mejor se pongan a ver cómo consiguen vender 26 millones de dólares. Mientras, esta CEO recibió -por su excelente trabajo como “negrera profesional”- un bono de más de 6 millones de dólares.

Es momento de que la clase trabajadora entienda que sin el valor que significa su fuerza laboral, las empresas (incluyendo a sus CEO´s) no son nada . Les recomiendo mucho, a los que no lo han visto, que busquen el video de Diego Ruzzarin, que se titula “Tú te pones la camiseta, tu jefe se compra un nuevo auto”.

Si no nos oyen, es momento de hacernos escuchar y hacerles saber que no estamos conformes con el trato que están dando los directivos de las empresas, pero también los representantes sindicales, que les quede muy claro que la gente está cansada de que abusen de ella.

Se los cuento como un secreto, pero no es mas que una verdad enorme, y que hay que gritarla tan fuerte como sea necesario: Ustedes tienen el sartén por el mango; no lo olviden nunca.

 

Ximena Garmendia
23 de abril de 2023

16 abril 2023

No queda clara la comunicación


No queda clara la comunicación

En los sindicatos charros, es más que evidente que la comunicación será unilateral, y de vez en cuando. Pero en los sindicatos democráticos no es así. Si algo respeto, es la correcta comunicación entre un sindicato y su base de agremiados; ese es el caso de ASPA, que tiene una de las mejores páginas web: amigable, útil, fácil de navegar, actualizada, y con una parte abierta al público y otra restringida solo para sus agremiados.

Página web ASPA




Pero no solo eso, mantener su página web no está peleado con el hecho de tener sus propias redes sociales oficiales. En todas manejan la misma información, hay coherencia y los pilotos saber perfectamente que los perfiles personales de los miembros de la representación sindical no forman parte de la comunicación oficial del sindicato.

Algo totalmente distinto pasa en ASSA de México donde prevalece un desorden que no termino de entender. En efecto, sé muy bien que la actual Secretaria de Prensa pertenece a la gente del anterior Secretario General, Ricardo Del Valle, pero eso no es razón suficiente para descuidar la comunicación social del sindicato con los agremiados; el desaseo existente es intolerable, por decirlo suavemente.

Primero, la página oficial es un panteón donde no hay absolutamente nada para consulta. Se supone que están entregando los Contratos Colectivos de Trabajo de los sobrecargos de Aeroméxico, y ni siquiera están dejando memoria gráfica de dicho acontecimiento, ni en la página web ni en las redes sociales oficiales del sindicato.

He visto en varios perfiles, tanto de representantes como de allegados a la actual Secretaria General, Ada Salazar, que están promoviendo reuniones virtuales para “aclarar” dudas sobre la legitimación de contrato. Pero no he visto nada publicado en la página de internet, y mucho menos en las redes sociales oficiales.

No es cosa menor, ni tampoco una exquisitez de mi parte; le recuerdo a la actual representación sindical que ya no están en campaña, y que para eso están los perfiles oficiales y el sitio web: para su uso. Lo que están haciendo genera desconcierto, porque ustedes saben perfectamente qué es lo que pasa cuando se usan los perfiles personales para dar información “oficial”, sobre todo si la gente no los tiene agregados como amigos, o no están en su grupos.



No repitan lo mismo que hacía Ricardo, que mantenía informada solo a su gente, y los demás que se jodan. Esto no es el club de Toby, o los amigos Ubuntu, estamos hablando de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México. Aprovecho para insistir en que no son tiempos electorales, así es que seguir utilizando, como “oficial”, el logotipo que usaron durante las campañas me parece un verdadero desatino, pues ese logotipo no forma parte oficial del sindicato.

Y ya encarrerados, les comento que consideré que una semana era un tiempo razonable, y para no ser un personaje odioso le concedí el beneficio de la duda a la representación sindical, pero ya son más de ochos días, y no han dicho ni pío sobre la entrega de los CCT´s. Como se lo expliqué a un sobrecargo, la fecha en la Carátula esta mal, pero lo que importa es el contenido.



Si están leyendo esto, sé que no los afecta que yo sea tan criticona. Así que sin más, diré que mi problema comienza con la portada. Sí, soy admiradora de nuestras civilizaciones prehispánicas, pero Quetzalcóatl, la serpiente emplumada nada tiene que ver con el Caballero Águila, que sí forma parte de la imagen de su aerolínea; sé de sobra que la obligación de imprimir los Contratos Colectivos es de la empresa, pero eso no significa que el sindicato está “obligado” a recibir lo que sea. 



Me enfada que aceptaron sin chistar ejemplares mal hechos, hojas que se desprenden, errores de fecha en la carátula, y una imagen (respetable, sí), pero que no es el logotipo de Aeroméxico. Y no fue una sola persona, sino varios los compañeros que están muy molestos por esto.



¿Dónde está el fuerte reclamo a la empresa Aeroméxico por entregar mal los ejemplares del CCT que pretenden legitimar?  Y no es que Ada deba de estar en todo, ¿cuántos representantes sindicales hay, y cuántos revisaron los contratos? la culpa es igual tanto para Ubuntus como Ricardistas, porque les aviso -por si no sabían-, antes de aceptar recibirlos, se revisa que estén bien, y ya después de aceptan; si no, se regresan. 

¿Creen que exagero? No son las invitaciones para la recepción que con motivo de sus Bodas de Marfil celebraría Andrés Conesa, se trata nada mas y nada menos que del CCT de Aeroméxico, la materia prima, el principal instrumento de trabajo de la ASSA. Con hechos ya nos demostraron que es la única empresa que les importa, ¿por qué aceptan un insulto de este tamaño?

Con lo anterior la empresa ya le midió el agua a los camotes y ahora ya saben que la nueva representación sindical es un chiste. Aunque se enojen, son ustedes mismos los que se ponen la soga al cuello; no hay un proyecto, no hay un destino, ni un cronograma de trabajo.

¿Acaso todo se redujo en “sacar a Ricardo Del Valle”?, porque si es así, eso tampoco se ha logrado, pues el antes llamado “General” sigue adentro, con un “permiso especial” por parte de Aeroméxico que el Comité Ejecutivo no ha impugnado... ni impugnará.

Sí, yo sé que no se pueden exigir todos los cambios al mismo tiempo. Yo sé que “fueron 11 años de ignominia” y que hay mucho trabajo por hacer. Estoy de acuerdo en que sientan que hay espías y se estén cuidando para que no les den en el alma “el golpe traidor”. Pero eso no es suficiente para no establecer, con carácter de urgente, una clara estrategia de comunicación oficial, que deje atrás la campaña electoral pasada y que no esté pensando en la siguiente. 

ASSA necesita una comunicación social que se atengan a los logotipos oficiales, que use sus perfiles oficiales y que le vida a la página web. Por las sencillas razones de que existen para eso, para ser usadas. Y si la Secretaria de Prensa se niega a trabajar, hay de dos sopas: o la reintegran a la línea, o le hacen una asamblea de destitución, pero no se quedan de brazos cruzados, en la ignominia total, tratando de subsanarlo usando perfiles personales, grupos de Facebook y grupo reducidos de WhatsApp.

Quedan escasos 15 días para legitimar los contratos colectivos; urge una correcta comunicación entre el sindicato y la base y traen una venda en los ojos que les impide ver que no todos los agremiados pertenecemos a Aeroméxico. Concluyo: seguimos sin información oficial de cómo va la huelga de los compañeros de Aeromar; parece que ya no los quieren ayudar porque la gente de Ricardo Del Valle los volteó a ver. Otro gran error, politizar un tema laboral dejando en el abandono a los compañeros.

¿Qué sigue? No pueden decir que tienen apenas unos cuantos meses, pues hay representantes con más de un año en el cargo, que deberían de tener toda la información necesaria. Dicen que que Ricardo “no dejó nada”, pero eso, con la pena no lo creo, y menos cuando “Actas” está de su lado desde el año pasado.

Mi postura es y seguirá siendo en pro de los trabajadores, y de la verdadera razón de existir del Sindicato. Nunca alrededor de un líder sindical, porque esos van y vienen, aunque los cantos de las sirenas les hagan pensar que son eternos, omnipotentes, omnipresentes e infalibles.

 

Ximena Garmendia
16 de abril de 2023

 

 

09 abril 2023

Tragedia en Aeromar

 

 Tragedia en Aeromar

Cada día que pasa, el caso de los sobrecargos de esta compañía aérea se parece más a una tragedia, por decir lo menos, pues están inmersos en un berenjenal de dimensiones colosales; y procedo a explicar por qué.

Fotografía tomada de Facebook


Como saben, -y si no, les cuento- la empresa Transportes Aeromar se fue a la quiebra, mientras su dueño está refugiado en Israel, y no es solo porque además de la nacionalidad mexicana tiene la de Israel, sino porque aprovechó que no existe tratado de extradición entre México y ese país, donde se supone un día como hoy resucitó Jesús de Nazareth.

Por lo tanto, mientras nuestras autoridades, lentas como tortuga ven cómo darle una salida digna a la quiebra, también tratan de cumplimentar los embargos trabados a través de las huelgas vigentes, porque son dos: la de pilotos y la de sobrecargos.

Pero esa no es la peor parte; la verdadera tragedia sucede cuando a quien debería defenderte, le urge “deshacerse del problema” y darle carpetazo lo más rápido posible, porque tiene “otras” prioridades”.

No me voy a andar por las ramas, muchos saben que tengo comunicación directa con los trabajadores porque simple y sencillamente hago lo que muchos no hacen: escucharlos. Por eso me cuentan el viacrucis por el que han estado pasando desde que decidieron estallar la huelga.

No es producto de mi imaginación, ni tampoco son simples ganas de incordiar a la nueva representación sindical. No tendría ningún motivo para hacerlo sin razón y sistemáticamente. No, tampoco me está “pagando” Ricardo Del Valle para “atacar a Ada”, solamente dejaré plasmado lo que percibo, tomando en cuenta por supuesto mi experiencia, historia y trayectoria, con base en lo que los estos sobrecargos me han transmitido.

Como siempre, aclaro que es mi opinión personal, y nunca la verdad absoluta. Soy la primera en reconocer que toda historia tiene muchas caras; yo solo hablaré de las que conozco. Así que después de esta larga introducción, comencemos.

Lo digo con respeto, y por supuesto no los responsabilizo, pero en términos sindicales los sobrecargos de Aeromar siempre se han sentido menos, como gremio; tal vez por ser poquitos (comparados en su momento con CMA y AVSA), o tal vez por su “reciente” afiliación.

Pero eso no tendría que ser motivo de apocamiento. Recuerdo perfectamente cuando Alejandra Barrales logró quitarle a la CTM el contrato de las sobrecargos de Aeromar. Imposible olvidar que en esos ayeres, la planta estaba compuesta por puras mujeres, y todas ellas tenía un denominador común: su espíritu combativo.

Solo olvidando que se luchó por tener a los sobrecargos de Aeromar dentro de ASSA se explica la situación actual. No entiendo por qué la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación, no está velando por sus agremiados, ni desde hace años que la empresa dejó de cumplir con sus obligaciones patronales, ni ahora, en uno de los momentos más álgidos para cualquier gremio: durante este movimiento de huelga. Desde que se estalló, ni los trabajadores, mucho menos el público general hemos escuchado una palabra pronunciada por ASSA sobre el tema.

Les pregunté si ya les habían dado dinero del fondo de resistencia para mantener el movimiento de huelga, y la respuesta que recibí es que ese tema no lo han tocado. Les expliqué a los sobrecargos que cuando emplazaron a huelga, también votaron por afectar el fondo de resistencia del sindicato, que se usa cuando se estalla una huelga.

Lo que me comentaron es que desde ASSA les dijeron que hubo una reforma [?] a la Ley Federal del Trabajo, y que sólo tenían que estar 72 horas haciendo guardia. Esto es una falacia. El proceso de huelga dentro de la Ley Federal del Trabajo, Título Octavo – Huelgas, que abarca desde el artículo 440 hasta el 471, no contempla nada que sustente que solo se hacen guardias las primeras 72 horas.

Eso es una interpretación errónea, perversa y tendenciosa de lo dispuesto por el artículo 929 de la ley laboral. Sí, fue modificado con la reforma de 2019, pero en lo referente a la declaración de existencia o inexistencia de la huelga

Sí, tanto trabajadores como empresa tienen 72 horas para pedir que la autoridad declare legal o ilegal una huelga, pero pero eso nada tiene que ver con las guardias que, sin excusa ni pretexto, se deben montar para cuidar las instalaciones de la empresa. ¿Para qué? Para asegurar que los bienes no sean hurtados, destruidos o dilapidados, porque de ahí se van a cobrar los trabajadores.

Eso no es todo; como lo escribí en mi columna de SDP Noticias, no sé si exista un acuerdo entre Ricardo Del Valle, el anterior Secretario General y Aeroméxico, pero se vuelve irrelevante ante el hecho perfectamente comprobable de que Aeroméxico fue la única aerolínea que levantó la mano públicamente ante la solicitud (en una mañanera) de “acomodar” a los trabajadores de Aeromar.

Sin embargo, la realidad es muy diferente: lo que se hizo fue formar a los sobrecargos de Aeromar como si viniesen de la calle, no como agremiados a la ASSA que son; les habían prometido la entrada directa a Aeroméxico, esto es, entrar directamente al adiestramiento inicial y no fue así.

Tampoco podemos soslayar el hecho de que el anterior Secretario no entregó nada a la actual Secretaria General, pero eso no debería ser razón suficiente para quedarse cruzados de brazos; justamente por eso la renovación de representantes sindicales es “escalonada”, para evitar este tipo de conflictos; además de la existencia de más representantes, debe de existir un acta para saber sin lugar a dudas los términos de la promesa o compromiso hecho con los sobrecargos de Aeromar.

Me parece enfadoso estar explicando esto, como si el Sindicato de Sobrecargos se hubiera formado ayer. 

Suponiendo que así fuera, que hace 24 horas cayó un meteorito en Patricio Sanz 751, Col del Valle Centro, Benito Juárez, y que es imposible saber si el compromiso existió; ASSA no lo necesita, tenemos enfrente a los compañeros agremiados haciendo una petición clara, concisa, lógica y además respetuosa: acomodarlos; ¿dónde? en Aeroméxico; ¿por qué?, muy simple, porque los sobrecargos de la aerolínea del Caballero Águila también son agremiados a la ASSA de México, que es un sindicato que -hasta el momento que escribo estas líneas- detenta cuatro Contratos Colectivos de Trabajo de cuatro aerolíneas, y porque es un sindicato gremial, esto es todos los trabajadores afiliados a la ASSA pertenecemos al mismo gremio: el de sobrecargos.

Esto no lo entiende la actual representación sindical, y no me puedo explicar por qué o para qué les envió -vía WhatsApp- una convocatoria para aplicar a otra aerolínea. ¿Esa es la ayuda? Mandarlos a buscar trabajo a una empresa cuya contratación colectiva está en manos de otro sindicato, es un total, completo y redondo contrasentido. 

Los compañeros de Aeromar acuden a ASSA como agremiados, no como si le preguntaran a una vecina si no sabe de alguien que ande buscando empleados. ¡Ver para creer!, una Secretaria General de ASSA invitando a sus agremiados a abandonar el sindicato. El Artículo 13, fracción II de nuestro estatuto en vigor dice claramente que uno pierde la calidad de agremiado si ingresa a otro sindicato, sin permiso por escrito del Comité Ejecutivo.

Por más vueltas que le doy, sigo sin entender ¿qué parte de la palabra agremiados no les ha quedado lo suficientemente clara? Parece que a la actual representación “le urge” deshacerse de estos agremiados. Sí, más claro ni el agua, sabemos que en los hechos solo hay una empresa operando y que las otras tres son unas entelequias, pero más respeto por favor a los agremiados.

La cereza del pastel es el escrito que mandaron tanto al Presidente de la República, como al Secretario de Gobernación y otros Secretarios de Estado. Primero, yo no puedo con los discursos lacrimógenos, donde pobretean a los trabajadores en lugar de exigir el cumplimiento incondicional de sus derechos laborales. Para mí, todo se cae como castillo de naipes, cuando mencionan -y cito textual-:

“Lamentablemente, todavía existen pendientes por  resolver  pues  tenemos  cerca  de  35 compañeros que aún no  han  encontrado  cabida  en  otras  empresas;  es un  grupo  conformado por madres solteras, compañeros y compañeras en la última recta de su vida laboral, con mucho que dar y desde luego padres  y  madres  que aunque viven  en  pareja,  eran  pilar importante  del sustento de sus familias  hasta antes del cierre de operaciones de AEROMAR.

De manera respetuosa solicitamos Su apoyo para lograr que los cerca de 35 compañeros que aún no encuentran un nuevo empleo lo puedan hacer, sabemos que algunos están ligeramente fuera de los estándares que manejan las empresas que pudieran abrirles un espacio laboral, pero también sabemos de la capacidad, experiencia y compromiso de cada uno de ellos, con lo que podemos asegurar que todos y cada uno representan una gran contratación laboral.”

La forma es fondo. No puedo leer a la ligera esta misiva, porque no es la carta de recomendación que doña Hermelinda le manda a don Andrés Manuel, el de la farmacia, o a don Augusto, el de la cantina. ¿Esos son los términos de la Secretaria General de ASSA? lo primero que me llama poderosamente la atención es “que aún no  han  encontrado  cabida  en  otras  empresas”, vamos de nuevo ¿qué empresas?, ¿relacionadas a la aviación?, ¿a otra industria?, porque solamente hay otra empresa cuyo CCT detenta ASSA y esa es Aeroméxico.

¿Tiene caso mandarlos a otras empresas y perder agremiados?, seguimos analizando el texto, De manera respetuosa solicitamos Su apoyo para lograr que los cerca de 35 compañeros que aún no encuentran un nuevo empleo lo puedan hacer”, ¿quiere decir que la actual Secretaria General es incapaz de negociar el ingreso de 35 sobrecargos?, hasta donde sé, el trabajo le corresponde al sindicato, y debería de ser de su interés, pero hay un porqué a este posicionamiento.

Ada Salazar, y muchos de los sobrecargos de Aeroméxico tienen la idea errónea de que “negociar” es sinónimo de “ceder”; es por eso que ven el caso de los compañeros sobrecargos de Aeromar como un problema al que deben darle pronta sepultura, novaigasiendo que solicitarle a la aerolínea que cumpla sus acuerdos se traduzca en “peticiones empresariales sobre las condiciones laborales de los sobrecargos”.

ASSA actúa como si no tuvieran el sartén por el mango, a diferencia de los pilotos de ASPA, que negociaron su Convenio de Ahorros sin triquiñuelas y juegos sucios. 

Quiero recordarle a la actual administración de ASSA, la larga lista de columnas que escribí sobre el “ilegal” Convenio de Ahorros, plagado de irregularidades, y que con una mano en la cintura -y cinco gramos de voluntad- podrían desconocer y echar abajo; no solo por los famosos “errores de dedo”, aún concediéndoles el beneficio de la duda, hay constancia plena de que quien firmó dicho “Convenio de Ahorros” no contaba con la Toma de Nota vigente expedida por la autoridad laboral. Por lo cual, pierde validez, como si lo hubiera firmado Cristian, el paletero.

Lo dije en innumerables e incontables ocasiones: “Aeroméxico debe tenerles miedo, no al contrario”, y de verdad, se les va la vida buscando las formas de “no pedirle nada” a la empresa, no sea que les “claven” de por vida el Convenio de Ahorros; ese es su pobre razonamiento, perdonen que se los diga.

“Pa’ cabarla de amolar”, dicen en su escrito: sabemos que algunos están ligeramente fuera de los estándares que manejan las empresas que pudieran abrirles un espacio laboral”  No entiendo qué quieren decir con lo anterior, ¿qué los pobres sobrecargos de Aeromar son “deficientes”?, ¿acaso tienen alguna limitante cognitiva que les impida ejercer la profesión de sobrecargo de aviación?

Porque hasta un día antes de estallar la huelga, ASSA los reconocía como sobrecargos debidamente capacitados, con todas las competencias que exige la tenencia de una licencia que te avala como tal. Si así no fuera, el Sindicato está reconociendo tácitamente que les estuvo cobrando cuota sindical a sobrecargos que “ligeramente” estaban fuera de los estándares que manejan las empresas. Ustedes califiquen la frase; para mí eso se llama: “mentada de madre”.  

Resumiendo, ASSA no alcanza a dimensionar el calado y la envergadura de lo que significa un movimiento de huelga, porque no se está llevando a cabo como debiera, y lo que se vuelve evidente es que está tratando de desembarazarse de los sobrecargos a los que, por una u otra razón, Aeroméxico les cerró las puertas. 

Dicen, y yo lo pongo en tela de duda, que porque “les falta inglés”, o se pasan de la edad enmarcada en el CCT, o reprobaron el examen psicométrico porque resultaron “estresados”, ¿y cómo demonios quieren que estén? si se quedaron sin su fuente de empleo de la noche a la mañana, y quien debe apoyarlos se convierte en su primer detractor.

Dejo al final el peor de los argumentos tolerados por ASSA: porque los investigaron en el Buró de Crédito y son deudores, ¿en serio permiten que la empresa vulnere la privacidad financiera?, nada más les falta copiar el polígrafo de Volaris para tener el cuadro completo ¿y la defensa a ultranza del trabajador, dónde queda?

¡No!, con lo que se firma al calce de las circulares de ASSA no es una frase de adorno, o un pensamiento motivacional (en positivo, como dicen ellos); es un lema, un compromiso, una forma de vida tatuada en piel; las cosas se hacen “Por la Razón y la Justicia Social”. 

Los sobrecargos de Aeromar, así sean uno, dos tres, veinte o treinta cinco, merecen la defensa a ultranza de sus derechos por parte del sindicato, quienes deben velar en todo momento por ello, esa es la razón primigenia de estar sindicalizado.

Ya basta de miedos y tibiezas. No lo comparto, y odio que suceda, pero no tengo manera de contradecirlos cuando los sobrecargos de Aeromar concluyen: “de haber sabido mejor voto por Ricardo, ya estaría volando en Aeroméxico”, ¿triste? por supuesto, porque no hubo peor Secretario General que Del Valle y su secta de focas aplaudidoras; no se confundan, si digo que para él sí era importante mantener a los agremiados, no significa que lo justifique. Tengo muy claro que su proyecto personal era entrar a la política mexicana. Para él nunca importaron las condiciones de sus agremiados, eran votos potenciales y ya.

Que quede bien claro, así como muchos otros los sobrecargos de Aeromar votaron por un cambio, por alguien que los escuchase y los tomara en cuenta, no por alguien que actúe a sus espaldas, como en el escrito dirigido a las autoridades de este país, pues quedaron en que les iban a mostrar qué iban a enviar para evitar “ambigüedades”, y más que eso, yo encuentro una profunda falta de empatía. 

Soy y siempre seré sindicalista, en donde lo único que debe importar es la clase obrera y el patrón que se joda. No es locura ni intolerancia, es plena determinación y total convencimiento de que, sin la clase obrera, el patrón no es nada. No se trata nada mas de “que se chingue”… se trata de que ganemos todos.

 P.D. Sabemos que no son el único grupo de trabajadores perjudicados con el cese de operaciones de Aeromar. 


Ximena Garmendia
8 de abril de 2023