Tenemos
que hablar del Claim
Esto
va para los dos sindicatos que no hicieron líquido el Claim que les fue
entregado como contraprestación por haberse “bajado los calzones” en el
Capítulo 11. Aquí decimos las cosas claras, y al pan, pan, y al vino, vino.
Fotografía tomada del perfil de Facebook de ASSA de México |
Tanto
el Sindicato de Trabajadores de la Industria Aeronáutica, Similares y Conexos
de la República Mexicana (STIA), como la Asociación Sindical de Sobrecargos de
Aviación de México (ASSA) han manejado con total opacidad el tema de los Claims
ante sus agremiados.
Ambos
sindicatos han aprovechado su corrupción institucionalizada; el primero de
ellos convertido en una mafia familiar, encabezada por papá Romo e hijos,
enquistados desde hace años en el poder y que representan la peor cara del
sindicalismo charro. Por otra parte, tenemos a un lídercillo charro, pequeño y
acomplejado que requiere de la adulación constante de la base de sobrecargos de
ASSA para “existir”.
No
quiero hablar en esta columna de cantidades, ni cuánto les corresponde a los
agremiados. Lo que quiero hacer, es invitarlos a que reflexionen y se percaten
que permitir a estos líderes de pacotilla hacer lo que les venga en gana -por
“miedo a perder el empleo”-, los está llevando a perder una contraprestación
que les pertenece a ustedes, y no a los líderes, quienes no están padeciendo
las consecuencias que dan origen a dicho claim.
Hablaré
primero del STIA, que aceptó cambiar las condiciones del Contrato Colectivo de
las sobrecargos de Aeroméxico Connect, pasándose “por el arco del triunfo” una
votación mayoritariamente negativa; eso es no tener abuela, y peor aún que la
propia Secretaria del Trabajo y Previsión Social lo haya convalidado, a pesar
de las denuncias presentadas, no solo en redes sociales, sino mediante escritos
de las propias trabajadoras entregadas en su dependencia gubernamental.
Evidentemente,
si la dirigencia sindical violentó la votación de sus agremiadas, en el tema de
Claim, será opaco y omiso también con la entrega de los recursos. Es más, no
dudarán en hacer todo lo posible por llevárselas al baile, así de sencillo. Y
es que hay una clara “falta de voluntad” -por decirlo decentemente- de la autoridad laboral en defender a la
clase trabajadora.
Ahora
bien, la historia del Claim en ASSA no es muy distinta a lo que pasa en
el STIA, más bien como que van de la mano. Sin embargo, los puntos a resaltar
con estos actores perversos son, más bien, diferentes, y hay que señalarlos: la
“misteriosa” dirección en donde fue entregado el Claim; según Ricardo Del
Valle se debió a un error, que se corrigió en los Dockets del Capítulo 11, pero
sólo un imbécil le daría la razón, pues a esa dirección de la calle de San Francisco,
es la misma en la que la empresa Aeroméxico reporta haberle entregado una camioneta
en “comodato”.
¡No
señores!, no se trata de un error que se corrija con goma azul, y ya. Esto es
gravísimo. Yo pregunto: ¿no hay un solo sobrecargo que le cuestione a Ricardo
la causa, razón y motivo de la utilización de ese despacho en la calle San
Francisco en la colonia Del Valle?, ¿por qué el Secretario General tiene un
despacho en esa dirección?, ¿por qué le llegó ahí la camioneta en comodato?,
¿por qué llegó a esa misma dirección el dinero del Claim, y no al
sindicato?
De
verdad, compañeros, Ricardo Del Valle se burla en su cara, y ustedes impávidos
¿no hacen nada?, ¿acaso van a seguir la misma tónica en la política del país,
reduciendo todo a pensar únicamente en el tema electoral? Si es así, van por un
muy mal camino, y de una buena vez se los digo -porque mi pecho no es bodega-,
Ricardo está trabajando en su reelección y va como cuchillo en mantequilla
porque no hay un solo sobrecargo activo de Aeroméxico que le ponga un alto al
farsante y falsario del quinto piso de Patricio Sanz.
Es
increíble que a la llegada de la nueva representación sindical, estén más
preocupados por “no regarla” a arriesgarse a traer frito a Ricardo y su gente.
Los que deberían de estar muertos de miedo son los anquilosados representantes corruptos,
afines a Ricardo, y no al revés.
A mi
no me corresponde un solo centavo de los CLAIMS, pero son muchos los
compañeros que se acercan a preguntarme sobre el tema. Ese dinero, que no hicieron
líquido, ya fue convertido en acciones, pero desconocemos de qué tipo de acción
estamos hablando, y es que no hay información clara al respecto. Y es
totalmente comprensible que yo no tenga esa información, pero ustedes
compañeros de Aeroméxico, ¿qué pasó?, ustedes deberían tenerlo claro. Esa es la
razón de que una buena parte de sus cuotas sindicales se estén destinando a pagar
mensualmente “asesoría financiera” (250 mil pesos al mes), ¿no es así?
No
solo es absurda la enorme opacidad con la que Ricardo Del Valle maneja el
sindicato. Se vuelve insultante la manera en que el Secretario General usurpa
funciones de otras carteras; Ustedes mismos los reconocen: nada se mueve sin su
venia.
Pero ello
no es responsabilidad exclusiva de este ser acomplejado y gris; en gran medida es
también su responsabilidad, compañeros, porque siguen creyendo que si hablan,
preguntan o señalan, los corren, ¿en serio no han leído las noticias
internacionales sobre la crisis que hay de personal aeronáutico?
Están
en un momento ideal para exigir lo que les corresponde; Ricardo Del Valle no es
dueño de las acciones; son de ustedes, porque son ustedes quienes están
padeciendo el “convenio”. Lo pongo entre comillas porque un verdadero convenio
es un acuerdo de voluntades, de las dos partes que lo celebran. Este “convenio”
se lo dictó la empresa a Del Valle, y ustedes lo votaron sin posibilidad real
de modificarlo. Y aunque sea doloroso para ustedes reconocerlo, el convenio no
salvó a la empresa de su crisis, consecuencia de la pésima y negligente
administración de Andrés Conesa.
Si
ustedes compran ese discurso, yo ya no puedo hacer nada; dice el dicho “el que
por su gusto es buey, hasta la coyunda lame”. Sé que no les estoy hablando
bonito y esa no es mi intención, pero quiero que se les revuelva el estómago,
que se enfaden, que griten de coraje y que tomen acción. Es por su propio bien.
Y de
las sobrecargos de Aeroméxico Connect no tengo duda, ellas tienen los arrestos
que a los sobrecargos de ASSA les faltan. Parece una desventaja que son
poquitas, y por eso la autoridad las ignora, pero su ímpetu, tesón y alma
aguerrida serán recompensadas si mantienen la unidad, actitud crítica y la
frente en alto.
P.D.
Un reconocimiento sincero a aquellos compañeros que no tienen miedo de luchar y
que entienden que los nuevos representantes no tienen poderes mágicos, que se
requiere de una sinergia entre la base y la nueva representación sindical,
gracias a ellos por no amedrentarse, no importa cuántas veces los citen en
Relaciones Laborales o en el quinto piso de ASSA.
Ximena Garmendia
12 de junio de 2022