Durante el mes de agosto del año 2010, hace ya casi seis años, Mexicana de Aviación anunciaba a sus trabajadores y a los medios la suspensión de sus operaciones y de esa manera una aerolínea de renombre internacional y una de las más antiguas del mundo dejo de operar importantes rutas al extranjero y también dejo gran parte del país incomunicado y a miles de trabajadores activos y pensionados con una mano adelante y otra atrás.
Sobre todo lo sucedido con Mexicana desde entonces, se podrían escribir varios tomos porque en estos seis años sin ella ha habido de todo, desde los manejos fraudulentos de los dueños y administradores empezando con el Sr. Gastón Azcárraga, pasando por la vista gorda del gobierno Panista de Calderón, la complicidad de algunos dirigentes sindicales, la ingenuidad y falta de visión de futuro de los trabajadores en todas sus áreas y la evasión de acciones concretas por parte del actual gobierno priista que, por cierto, en su momento se comprometió a meter las manos en el asunto para salvar el empleo de miles de personas... lo que por lo menos hasta ahora no ha sucedido y como están las cosas dudo mucho que lo haga.
Desde el momento de la suspensión de operaciones, en agosto del 2010, hasta el momento de escribir esta columna hemos visto un proceso legal largo, complicado, manoseado, amañado, burocrático, difícil y verdaderamente desesperante por parte de todo tipo autoridades e instancias legales que tiene a la empresa en la fase de subasta de activos después de concursos mercantiles, cambio de jueces, intenciones de venta, posibles reestructuraciones y la declaración de quiebra correspondiente.
En medio de lo anterior se supo por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que hace tiempo las autoridades impusieron una condición para que los trabajadores recibieran los beneficios de la venta de activos y esa condición fue que Mexicana no regresara a volar con el consiguiente beneficio a quienes todos ya conocemos....así nada más
Lo peor de todo es ver a miles de trabajadores sufriendo las consecuencias de la falta de compromiso con la legalidad, trabajadores que la están pasando muy mal pero que aún siguen esperanzados en obtener la compensación económica por años de trabajo que por ley les corresponde lo cual, desde luego, no será suficiente mientras aquellos que causaron este enorme quebranto, no sólo para la aerolínea sino para México, sigan caminando tranquilamente por las calles.
Pareciera ser que la subasta de los activos y el pago de una parte de las compensaciones económicas a los trabajadores sería el último paso de este largo proceso pero hay algo entre todo esto que llama la atención.
Dentro de los mayores activos de la aerolínea se encuentran la marca " Mexicana de Aviación" que de acuerdo a FORBES México pudiera tener un costo de hasta 135 millones de billetes verdes de acuerdo a la firma independiente BVALUE de valuación financiera que realizó el estudio en base a los resultados obtenidos por la empresa durante algunos años previos al paro de operaciones
Me parece que de entre todos esos grandes activos en este momento, la marca pudiera ser el más importante sin dejar atrás el precio de los slots de la empresa que es un asunto también muy manoseado y para tratarse por separado.
Durante el proceso que se pensó para reestructurar la empresa a través de la venta en años pasados surgieron al menos 30 propuestas interesantes y posibles pero por razones que no están claras ninguna de ellas prosperó pero, ¿se imaginan hoy en día a un empresario valiente, con visión y con dinero que se animara a comprar la marca y explotarla?
Muchos de los mejores técnicos, pilotos, sobrecargos y trabajadores de tierra de la industria están ahí, dispuestos a trabajar y poner todo su esfuerzo. Ellos conocen la operación, tienen experiencia y tienen muchas ganas y voluntad de ver nuevamente a su aerolínea surcar él cielo y todos ellos son también otro importante e invaluable activo en espera.
Ahí está la importante marca, ahí está la gente dispuesta y ahí está la gran posibilidad de resarcir a los trabajadores y al país lo que les corresponde.
Estoy seguro que si una nueva Mexicana de Aviación pudiera hacerse al aire otra vez, más de uno de los actuales administradores y dueños de aerolíneas de nuestro atribulado México se pondrían a temblar porque aunque a algunos no les guste, otros no lo crean y otros no lo quieran... el solo nombre y lo que podría volver a ser...impone.