Leyes,
Volaris y el VIH
Estimados lectores, el tema que trataremos hoy es
importante por diferentes razones; con muchas aristas, y ninguna de ellas es
irrelevante, sobre todo porque ejemplifica de manera clara y evidente el largo
camino que nos falta recorrer para estar cerca de un ejercicio pleno de
nuestros derechos civiles, humanos y laborales. Y no tenemos que ir tan lejos;
el caso de esta vigente, y hoy por hoy en espera de una resolución, tanto
jurídica, como mediática. Es importante tener a la mano los siguientes datos, para
que los conceptos manejados sean claros y sobre todo actualizados. Toda la
información proviene del Centro Nacional para la Prevención y el Control del
VIH y el sida (CENSIDA).
Pregunta básica ¿qué es el VIH?, “Por sus siglas en
inglés significa: Virus de la Inmunodeficiencia Humana. Este virus afecta a las
células de defensa de nuestro cuerpo, llamadas linfocitos T CD4.”
¿y cómo nos podemos contagiar? Sólo hay tres vías de
transmisión: sexual, sanguínea y perinatal.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
al respecto señala:
Artículo 1º
(párrafo tercero) “Queda prohibida toda discriminación motivada por origen
étnico o nacional, el género, la edad, las capacidades diferentes, la condición
social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias,
el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga
por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”.
Artículo 5º “A
ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria,
comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos”.
Artículo 123 “Toda
persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se
promoverán la creación de empleos y la organización social para el
trabajo, conforme a la ley”.
Y nuestra Ley Federal del Trabajo, ¿qué dice sobre
el tema?, en su artículo 3° establece:
• El trabajo es un
derecho y un deber sociales.
• No es artículo de
comercio.
• Quien trabaja merece
respeto en sus derechos y dignidad.
• Debe efectuarse el
trabajo en condiciones que aseguren la vida, la salud y un nivel
económico decoroso para
el trabajador y su familia.
• No se puede
discriminar a ningún trabajador por motivo de raza, sexo, edad, religión, doctrina
política o condición social.
• Debe darse
capacitación y el adiestramiento de los trabajadores.
Además
de la Constitución y la LFT, en nuestro país existe una Norma Oficial Mexicana
(regulación de observancia obligatoria), la NOM-10-SSA2-1993 PARA LA
PREVENCIÓN Y CONTROL DE LA INFECCIÓN POR EL VIRUS DE LA INMUNODEFICIENCIA
HUMANA, SECRETARIA DE SALUD. (6.3) Toda detección del VIH/SIDA se rige por
los criterios siguientes:
•
(6.3.3) No se debe solicitar como requisito para el acceso a bienes y
servicios, obtener empleo, formar parte de instituciones sociales o para
recibir atención médica.
Allende nuestras
fronteras, también existe regulación aplicable, y la voz cantante la lleva el Programa
Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), que fomenta
entre sus estados miembros la creación de leyes de protección y contra la
discriminación de las personas que viven con VIH/SIDA, así como un cambio en las
actitudes discriminatorias mediante la educación, la formación y los medios de
comunicación. México, como Estado miembro de la ONU y de la OEA, está
obligado a asegurar el respeto universal y la observancia de los Derechos
Humanos y de las libertades fundamentales.
Pero no es la única
institución internacional que se pronuncia sobre el tema, también la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) es autoridad, pues otorga protección social
para hacer frente a la enfermedad bajo los siguientes principios fundamentales:
• El reconocimiento de
que el VIH/SIDA es un problema que afecta al lugar de trabajo,
• La no discriminación
en el empleo.
• La igualdad de trato
entre hombres y mujeres, el diagnóstico y la confidencialidad, la prevención,
la asistencia y el apoyo como base para enfrentar la epidemia en el lugar de
trabajo.
Como dije al principio
de esta columna, el tema de hoy está lejos de ser un asunto menor, y no debe
ser “aislado” en la palestra mediática, política, y mucho menos judicial. Así
es que ahora estamos en mejores condiciones para entrar de lleno al análisis del
caso que saltó a la opinión pública con nuevos bríos el pasado lunes 1° de
marzo, explotando las redes sociales bajo el hashtag #VolarisDiscrimina. ¿Quién
es Armando Uri, y por qué estaba protestando el lunes pasado afuera del
edificio de la Bolsa Mexicana de Valores en contra de la empresa Volaris?
A continuación,
transcribiré las partes más significativas e importantes de la plática que
mantuve con él esta misma semana, en la que le pedí hiciera algunas
precisiones, y en la que le hice saber mi punto de vista. Mi interlocutor es un
mexicano que cuenta actualmente con 31 años de edad, y cuya aspiración laboral
era trabajar como sobrecargo en la aerolínea Volaris, que tiene como razón
social oficial Controladora Vuela Compañía de Aviación, S.A.B. de C.V.
Su historia comienza en
2017, año en que decide “aplicar” para esta empresa, pero dejemos que sea
precisamente él quien nos lo cuente. Aprovechamos el tiempo que tuvo justo al
salir de una audiencia celebrada en el Tribunal Superior de Justicia de la
Ciudad de México.
X.G.: Cuando tú entraste a
aplicar a Volaris, ¿ya contabas con licencia de sobrecargo?
A.U.: Es correcto, de hecho,
el 4 de mayo de 2017 yo cumplo años en esa fecha, por eso me acuerdo, yo fui a
hacer mi examen médico, mi licencia ya estaba lista. Mi rechazo fue el 21 junio
de 2017
X.G.: Entonces, ¿a ti Medicina
de Aviación no te puso ninguna restricción, no tuviste problema?, ¿a ti te
dieron el apto para volar?
A.U.: Ningún problema.
X.G.: Esa era una de las
dudas que yo tenía, sí tienes o no licencia. Entonces, en 2017 ya tenías
licencia y tenías el apto. Pero según he visto en otras entrevistas que has
dado, a ti Volaris jamás te informó que te iban a hacer un examen del VIH.
A.U.: No, jamás, jamás, no,
nunca.
X.G.: Contextualicemos; esto
te lo pregunto porque cuando yo fui aspirante para Mexicana de Aviación hace más
de 20 años, a nosotros nos informaron punto por punto en una hoja qué exámenes
nos iban a hacer, incluida la prueba del VIH. Te estoy hablando de 1998, pero
la empresa sí nos avisó qué exámenes nos iba hacer y obviamente sí uno como
aspirante estaba dispuesto a aceptar que hicieran ese examen. En tu caso,
¿Volaris en algún momento te notificó, te preguntó o te dio alguna
documentación referente a qué exámenes te iban a realizar?
A.U.: No, en ningún momento me
dijeron que me iban a hacer una prueba de VIH y mucho menos una prueba de
sífilis, que está peor, porque no nada más hacen de una infección o una
enfermedad de transmisión sexual, sino que también sin tu consentimiento hacen
una prueba de sífilis. Te cuento esto porque cuando yo levanté la queja en el
Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México
(COPRED), allí ellos (Volaris) exhibieron un contrato (con Laboratorios Médicos
Polanco) donde no nada más hacen exámenes de VIH y sífilis, sino también de
embarazo; yo tengo copia de ese contrato y evidentemente obra en el expediente
judicial.
X.G.: ¿estas demandado a
Volaris por discriminación?
A.U.: Demandé por daño moral,
pero no nada más a Volaris, también a Médica Sur, porque Médica Sur, por medio
de la filial “Laboratorios Médicos Polanco” me hicieron ese estudio, entonces
ambos son responsables del daño moral que se me causa a partir del 21 de junio
de 2017, cuando soy rechazado por mi condición de salud. Te cuento otro aspecto:
he leído los comentarios en diversas notas que hay en la internet y muchas se
cuestionan ¿cómo doy por hecho que fue por esa condición? Y debo dejar
en claro, yo cubrí los 5 filtros que Volaris tiene establecidos: la entrevista,
el polígrafo, exámenes psicométricos, el comité y el examen médico; todos los
conozco perfectamente y todos los cubrí. Porque incluso cuando fui a hacer mi
comité, a mi me dijo la reclutadora en ese momento que mi base de trabajo iba a
ser Tijuana, y que yo ya estaba dentro, y que la firma del contrato iba a ser
esa misma semana, ¡oh sorpresa! Cuando yo levanto la queja en COPRED me doy
cuenta que ese mismo día en la tarde, a ellos les llegan los resultados médicos,
y ya no me contratan, ¿por qué razón me tendrían que rechazar? Todo eso está probado
en el expediente.
X.G.: Me parece muy
importante dejar en claro que, en nuestro país las empresas tienen la
obligación legal de no discriminar; y tú ya tienes un apto por parte de
Medicina de Aviación, ¿por qué?, simplemente porque puedes volar, nada te
impide que puedas ejercer la profesión de sobrecargo, para mí esta es una parte
muy delicada, porque Volaris se está extralimitando en lo que son sus
atribuciones como empresa y como empleador. En tu caso el rechazo debió ser
sustentado en que alguna parte del proceso que no aprobaste.
A.U.: No, inclusive te voy a
decir algo bien importante, creo que mis compañeros que han concursado para
esta aerolínea lo saben. La reclutadora desde el primer momento te advierte esto
“que si no pasas el polígrafo…” ¿no sé sí tu tengas conocimiento del polígrafo.
X.G.: No, es la primera vez
que lo escucho.
A.U.: Ah bueno, te hacen una
prueba de polígrafo, fue mi segundo filtro y me dijeron que si no lo pasaba me
iban a notificar; yo lo pasé, me notificaron y está probado con los correos.
Todas las pruebas de lo que te estoy contando, tienen un sustento, porque no es
tan simple o fácil como decir “ay mira, me discriminaron”; yo pasé la prueba
del polígrafo, porque en ese mismo correo me dijeron en la redacción que era
apto para el siguiente filtro y así sucesivamente hasta llegar al último
filtro. Todos los correos obran en el expediente judicial.
X.G.: Revisé las entrevistas
que has dado, y el tema es claro; pero este tema es importante para darle a
conocer a los usuarios la existencia de la problemática, y la puntualización de
las razones por las que tú estás protestando. Me parece increíble que en pleno
siglo XXI, cuando el VIH es una enfermedad que se puede controlar, como la
diabetes o una cardiopatía, los compañeros estén pasando por esto.
A.U.: Voy a platicar algo, en
el contrato (entre Volaris y Laboratorios Médicos Polanco) no nada más te hacen
VIH, te hacen prueba de sífilis y te hacen prueba de embarazo; lo grave está en
que dice Volaris que esas pruebas son necesarias, porque para ellos “es un
peligro” que la gente con esos padecimientos trabaje. La Suprema Corte de
Justicia mediante el amparo indirecto 48/2018 -este amparo lo promovió el
Instituto Mexicano del Seguro Social por un médico que sufrió lo mismo que yo- ha
dicho que esas pruebas están prohibidas en una pre contratación. Volaris no
tenía derecho a indagar en mi vida privada, yo sabía mi diagnóstico, porque
estoy controlado, pero yo no tengo que estar ventilando que estoy viviendo con
el VIH. Además, no voy por la vida acostándome con la gente, y lo que yo haga
con mi vida privada es eso, es personal. ¿Sabes qué llama mucho la atención?,
no sé si tú sabes que la aerolínea cotiza en la Bolsa de Valores, tanto en
México como en Estados Unidos; y desde el primer momento que se metió la
demanda en junio de 2019, el juez le ordenó que inscribiera la demanda como
evento relevante en la Bolsa Mexicana de Valores, por lo delicado de la
situación, porque somos una comunidad muy segregada por el tema del VIH y por
el tema de la invasión a la privacidad; el caso con Médica Sur es por el tema
de andar traspasando datos a terceros sin autorización del paciente, por eso el
juez decretó esa medida cautelar. Al día de hoy llevamos (de juicio) un año y
nueve meses, y tanto Volaris como Médica Sur han sido omisos en inscribir esa
demanda, a pesar de ser un mandato judicial. Yo lo que les pregunto y lo que he
dicho en entrevistas es, sí ellos consideran que pueden hacer esas pruebas,
como afirman ¿por qué no la inscriben? ¿qué le ocultan a la gente? Derivado de
todo este escándalo, me han contactado cinco personas, una de ellas es mujer,
donde el tema ha sido el mismo “me han hecho esas pruebas y me identifico con
tu historia, por VIH, hablé pero no me quisieron dar los motivos, ahora
entiendo por qué estoy fuera cuando yo pasé todos los exámenes”. Hubo un chico
de Tijuana que me comentó que (del grupo de aspirantes) él era el único que
hablaba inglés y no se quedó porque en uno de los filtros del proceso preguntó que
si le cambiaban el lugar de residencia ¿cómo le iba a hacer para poder adquirir
los medicamentos por VIH?, posterior a eso, no le volvieron a llamar. Otro
ejemplo, ¿recuerdas un incidente del traslado de un cuerpo en Volaris?.
X.G.: Vagamente, pero ayúdame
a tenerlo claro.
A.U.: Todo quedó registrado
en notas periodísticas. Yo tuve un acercamiento con personas allegadas a ese
caso, que me dijeron que el chico había muerto de otra cosa, pero en el
certificado de defunción decía VIH Positivo, ¿y qué crees? Que Volaris otra vez
lo volvió a hacer, le negó el traslado del cuerpo, tanto al familiar como a la
funeraria. Y se le fueron encima los medios de comunicación, fue tendencia. Lo
único que hizo Volaris fue pedir disculpas; tú y yo como sobrecargos sabemos
que el cuerpo va a ir en compartimento de carga y no con los pasajeros, … hay
un tema con ellos (Volaris), yo los llamaría serofóbicos, les da asco y
desconocen el medio de transmisión del VIH.
X.G.: Muchas gracias por la
confianza y tu tiempo de plática conmigo, para este espacio. En este momento de
la historia y hablando de una búsqueda real de inclusividad, aceptación y no
discriminación, acciones como la tuya desnudan que esto no es exclusivo de una
aerolínea, si no de muchas otras empresas, y que la falta de información es
enorme.
A.U.: Te agradezco el
espacio; es verdad, mucha gente tiene miedo a denunciar, pero Dios me dio a mi
la oportunidad. La idea de Armando es una reparación del daño justa, que
garantice la no repetición de este caso; una empresa se corrige tocándole el
bolsillo. El movimiento que me cobija se llama “Tú voz es mi voz” y está en pro
de los derechos humanos. Te envío el link para que lo compartas, ellos te
asesoran sin costo alguno. https://www.facebook.com/Justicia27/
Y así, estimados
lectores, dimos por finalizada la charla. Sobre la mesa quedan muchas ideas que
debemos resaltar. Por un lado el tema de Volaris y su fobia al VIH; las prácticas
de discriminación que siguen vigentes en pleno siglo XXI. Es ardua la labor de
los colectivos que luchan por dignificar a las personas con VIH, pero no podemos
pensar que es trabajo “solo de ellos”. Si algo nos ha enseñado la pandemia por Covid19,
es que no es válido discriminar bajo ningún motivo. Ya lo había dicho en alguna
ocasión, como buena niña scout que fui, el artículo 4° de la ley Scout dice “El
Scout es amigo de todos y hermano de todo Scout, sin distinción de credo, raza,
género nacionalidad o clase social.” Y estoy convencida que es una regla
que puede llevarnos más rápido a la conformación de una sociedad más inclusiva,
empática, tolerante e informada.
Les invito a que reflexionen
si en algún momento de sus vidas han discriminado a una persona; no para que se
flagelen, no para autocompadecerse. Si sucedió, póngase la meta de no volverlo
a hacer. Nunca es tarde para empezar a sentar las bases de una mejor sociedad.
Denunciemos sin miedo los atropellos que las empresas cometen en contra de los
trabajadores. Armando Uri, está haciendo algo, y al mismo tiempo que agradezco su
valentía, quiero refrendarle mi apoyo, y que siempre habrá espacio en esta
columna para su caso, cuando lo requiera.
No es fácil entablar
una batalla legal contra una empresa, y menos si les pisas los callos que
afectan su imagen y sus finanzas. Pero no hay que perder de vista que esto lo
propició la propia empresa, al dejar de observar y cumplir el enorme conjunto
de ordenamientos legales, nacionales e internacionales que prohíben no
solamente la discriminación, sino esa forma de proceder abusiva y ventajosa
sobre alguien que solamente está buscando una forma honesta de vivir.
Sí, el juicio hoy lleva
su nombre, pero nos hace bien apoyarlo porque los beneficios de su triunfo legal
marcarían un antes y un después en la historia de la defensa de los derechos
laborales de nuestro país, y eso nos beneficia a todos.
Ximena Garmendia
7 de marzo 2021