Bienvenida nueva representación
Bienvenidos nuevos representantes sindicales a un lugar de vicio
y perdición (ASSA de México), que hace muchos años dejó de ser un sindicato
democrático. Se enfrentarán a una terrible maquina de corrupción, sabemos que
no será fácil y que será una tarea titánica, pero vale la pena todo el esfuerzo
por recuperar lo que en antaño fue un verdadero sindicato democrático.
Dicho lo anterior, no dejaremos pasar, ignorar o hacer a un lado
el hecho de que en ASSA de México llevamos varios años sin una clara rendición
de cuentas; tan sólo los dos últimos estados de ingresos y egresos dan pie para
demandar a los representantes sindicales por el dispendio económico del dinero
de todos los sobrecargos.
Apenas en la columna de la semana pasada hablé del increíble
cinismo con el que los representantes allegados a Ricardo Del Valle han venido “pateando”
la celebración de la Asamblea General Ordinaria, en la que deben rendir cuentas
de todas las carteras.
La primera circular corresponde al mes de noviembre, y lo
primero que hay que resaltar es que están reportando un “superávit” de cerca de
16 millones de pesos. ¿En serio? ¿un superávit? El superávit es la situación de
una economía en que los ingresos superan a los gastos dentro de un período
determinado. Traduzco, el sindicato nos está informando que, a pesar de la manera
tan holgada y despilfarradora en sus gastos, le “sobran” 16 millones de pesos.
O sea que las finanzas “están sanas”, ¿no?, pero sigamos con la
circular. Lo segundo que llama la atención son los $3,500 pesos de “Comisión
Política” asignada la Secretaría General. Si hasta en ese momento el
representante asignado a la Comisión Política era Jesús Camacho Cariño,
Secretario de Actas, ¿para qué quiere Ricardo esos 3,500 pesos?
Dentro del presupuesto otorgado a la Secretaría del Interior
salta a primera vista el gasto ejercido por casi medio millón de pesos ($494,
419 pesos) de “Mobiliario y equipo de oficina”. Un gasto excesivo porque parece
que ahí incluyeron el templete que se puso en el periodo de las votaciones; ¿acaso
renovaron todos los muebles del sindicato?, no debemos olvidar que el edificio
sindical ha permanecido cerrado por largos periodos de tiempo.
Lo siguiente que brinca y genera sospechas, es que en el mes noviembre
gastaron $430,476 pesos por concepto de imprenta. Ahí está reflejado el gasto de
elaborar las boletas de votación; sin duda tienen un costo, pero el que
reportan me parece excesivo. Haciendo cálculos rápidos y recordando cuando una
servidora, junto con Tzicuri, y después con Gorozpe, fuimos el Colegio
Electoral del sindicato, se mandaban imprimir alrededor de 2 mil boletas por
cargo. Pensemos que porque se pidieron especificaciones en las mismas, se
hicieron 5 mil boletas por cada cargo.
Todos sabemos que a mayor número de hojas impresas, el precio es
más barato, por lo que el astronómico precio solamente cuadra si ahí están
contemplados los flyers de los candidatos del Secretario General. Tal vez se
mal acostumbraron en los tiempos en que fueron candidatos únicos, y se les
olvidó que la propaganda no la pagan las arcas del sindicato.
Como fueron elecciones, por sanitización de la sede se gastaron
más de $250,000 pesos. A la Comisión Electoral, de tres miembros, les pagaron $25,300
pesos a cada uno, pues en la circular de ingresos y egresos reportan 76 mil
pesos pagados, únicamente por 11 días de trabajo. Sería interesante ver los
estados de los meses de septiembre y octubre, para saber el total de emolumentos
que se erogaron en estos compañeros elegidos por la planta para ese
cargo ¿se acuerdan de la “ridícula” elección?
En ese mismo mes, el presupuesto del Comisionado Político,
o sea Chucho Cariño, Secretario de Actas, gastó en “cafetería” $12,406 pesos.
Curiosamente el Secretario del Interior, quien se encarga del rubro de la
“Cafetería e insumos” gastó el doble, $24,996 pesos. ¿Por qué el gasto de una
doble cafetería?
En el presupuesto de la Secretaria Tesorera también hay un rubro
repetido, pues dentro de su presupuesto de gastos que tiene la Secretaría del
Interior, viene “Nextel, telefonía y sky”. Llevan meses sin
aclarar por qué le siguen pagando a Nextel, una empresa que, como tal, ya no
existe. Ahora, sólo la Secretaría General, la de Trabajo, y las delegaciones son
quienes deben de contar un teléfono móvil pagado por la asociación, no así el
resto de la representación sindical. Un servicio de televisión de paga como SKY
sería justificado, tal vez, en la sala de reservas de Aeroméxico y Aeromar, pero
¿dentro del edificio sindical?, ¿en esta época de plataformas digitales,
streaming y on demand? El sindicato está obligado a mostrar los comprobantes.
Les doy el beneficio de la duda. Tal vez el gasto telefónico que
reportan sea el de telefonía fija, y dicen que es de cerca de 16 mil pesos. Pero
el que tiene asignado la Secretaría del Interior es de $137,365 pesos. Como se
pueden percatar, hay algo extraño con esas cifras, y por mucha buena fe que yo
ponga, los hechos hablan por sí mismos.
Dato curioso que resalto: la Secretaría de Prensa, en noviembre,
no tuvo un solo gasto, ni para el mantenimiento de página -lo cual es
completamente ilógico- ni para su publicación llamada “boletín informativo” que
sale semanalmente.
Ahora vamos al mes de diciembre. El sindicato reporta que este
mes el superávit llegó a $18,129,910 pesos; esto es, lograron acumular dos
millones de pesos más que en el mes anterior.
¿Cómo lo logra? Como agremiados tenemos todo el derecho a preguntar,
y exigir respuestas sólidas y veraces, porque de la lectura de su circular de
ingresos y egresos decembrina no puede explicarse ese incremento, sobre todo cuando
la Secretaría General, dice, pagó a los jubilados de la primera generación de
Mexicana de Aviación la cantidad de 2 millones 400 mil pesos, además de la
“comida anual” con la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, que costó $50,000
pesos.
Tanto en mis años como adjunta a la Secretaría de Actas (tres
años para ser exactos), como mis casi dos gestiones (la última interrumpida por
una negativa de Toma de Nota), jamás existió una “Comida Anual” con dicha
dependencia. De hecho, ese tipo de funcionarios tienen prohibido cualquier tipo
de gratificaciones. Así que no huele, sino que apesta a corrupción.
¿Pago a los Jubilados de la primera generación? No sé si
recuerden que el sindicato tenía un fideicomiso para los sobrecargos de
Mexicana jubilados, para que de ese fondo se tomara dinero para equiparar sus pensiones,
pues en efecto, los sobrecargos de la primera generación (no más allá de 25
compañeros que en el 2010 rondaban cerca de los 90 años), cobraban cifras
irrisorias ($3 pesos por ejemplo), cuando se le quitaron los tres ceros a la
moneda, con Carlos Salinas de Gortari.
Debo puntualizar algo que algunos compañeros recordarán: ese
fideicomiso se afectó cuando los pagos a las jubilaciones de Mexicana se
empezaron a parar; primero les pagaron la mitad, y luego la mitad de la mitad y
al final nada. Para poder hacer frente a dicha situación, Lizette Clavel -en
aquel entonces la bruja más mala del mundo mundial- llamó a asamblea tanto a jubilados
como sobrecargos activos de Mexicana para que aceptaran afectar el fideicomiso
que se tenía en ASSA para equiparar las pensiones.
Me consta que esos viejitos (dicho sea con cariño y respeto) vinieron
a la sede sindical, preocupados de que se perdiera su fideicomiso, pues de ahí
cobraban la mayoría de su pensión vitalicia. Al final se decidió dispersar el
dinero del fideicomiso entre todos los jubilados, con la idea de en cuanto
Mexicana regresara a volar, ese dinero se iba a resarcir.
Sabemos el triste final de esa historia; el dinero del
fideicomiso de los sobrecargos de Mexicana se repartió, y se acabó. Entonces la
pregunta el día de hoy es: ¿de dónde saca Ricardo Del Valle ese pago? Me queda
claro que apela a la desmemoria y el desconocimiento de la historia para darle
cuadratura al manejo turbio y opaco que hace desde hace mucho tiempo al dinero
de los agremiados.
En diciembre, la Secretaría General vuelve a cobrar $3,500 pesos
por Comisión Política. Insisto, ese “sobresueldo” no se entiende, a menos que
por ser el Vicepresidente de Asuntos Económicos Políticos y Sociales (la VAEPS)
de la UNT, se pague por ir a sesionar un día a la semana al pleno de la UNT, que
hay que señalar, jamás se ha pagado a ningún otro Secretario General, incluida Alejandra
Barrales, para que no mienta Ricardo.
Al igual que la circular de noviembre, la de diciembre es una
danza de números incomprensibles en la Secretaría del Interior. Reporta que en
“Papelería y artículos de oficina” erogó $18,086 pesos; “Mobiliario y equipo de
oficina” $21,599 pesos, pero después nos encontramos con “Mantenimiento y
reparación de equipos de oficina” $78,625 pesos. Este último rubro no aparece
en la circular de ingresos y egresos de noviembre.
En diciembre se tuvo un gasto por concepto de “Cafetería e
insumos” de $16,920 pesos. Y en lo que respecta a “Nextel, telefonía y sky” se pagaron
$32,795 pesos; estos gastos no tienen ninguna lógica ni coherencia, y son más
bien arbitrarios.
En este diciembre se dio un mantenimiento y reparación a la sede
sindical de $175,468 pesos, más de diez veces más caro que el mes anterior, que
se pagó por mantenimiento $13,120 pesos.
Los siguientes rubros no aparecen en la circular de noviembre,
pero sí en la de diciembre y a simple vista parecen gastos “duplicados”; en los
gastos de la Secretaría del Interior viene el renglón “Adquisición artículos de
cómputo” $67,743 pesos, y más abajo nos topamos con “Equipo de Cómputo” cuyo
gasto fue de $37,120 pesos.
Comparemos ahora el gasto en “Sistemas”; en noviembre fue de $34,391
pesos y al mes siguiente fue casi el doble, $64,293 pesos. En diciembre no hubo
“Cafetería Comisión Política” en actas, y tampoco hubo gasto alguno en la
Secretaría de Prensa.
Busco los eufemismos suficientes para describir esta situación,
pero les juro compañeros que se agotan. Es insultante la cantidad de
aberraciones que reflejan este par de circulares. Son un atentado a la inteligencia
y al sentido común.
¿Estamos hablando de las finanzas del Comité Olímpico de Papúa
Nueva Guinea? No, señores, es su dinero, que les descuentan cada quincena de sus
ya de por sí castigados salarios el que está manejando de forma por demás opaca
el sindicato. No es la primera vez que en este espacio analizo y desgloso los
gastos sindicales; ya en el pasado he dicho que son incongruentes; pareciera
que cada mes colocan en la circular un número al azar, al fin, ningún
sobrecargo de a pie va a reclamar.
Y falta referirnos al tema de los emolumentos. Ha trascendido
que la representación sindical afín a Del Valle pretende que los nuevos
representantes sindicales sólo cobren 17 mil pesos al mes, cuando la comisión
electoral cobró, cada uno por sólo once días de trabajo, 25 mil pesos.
Ustedes lo saben, lo que se aprobó fue recorte del 30% de los
emolumentos para todos los representantes sindicales por igual. Pero no sabemos
a ciencia cierta cuánto están cobrando al mes.
En ninguna de las circulares de ingresos y egresos emitidas viene
ese rubro, como si no existieran los emolumentos, o no fueran pagados por el
Sindicato sino por un ente ajeno a él. Sólo podemos especular, y para eso
usamos el pago a la Comisión Electoral, a la cual se le pagan emolumentos los
días que vayan a trabajar.
Antes de que Ricardo se aventara la puntada de mal reformar el
estatuto en los artículos referentes a las elecciones, a los comisionados
electorales se les daba la mitad de los emolumentos vigentes, pues sólo estaban
los 10 días de votaciones más el día del escrutinio. Pero ¿qué necesidad hay de
estar jugando al vidente y a las nigromancias? A este ritmo pronto las
circulares de ingresos y egresos vendrán en latín, para que solo los “iniciados”
las puedan leer, entender y estudiar. De acuerdo, exageré… Del Valle no tiene
tanta materia gris.
Ya en serio. Es imperante la realización de la Asamblea General
Ordinaria; basta ya de este dispendio del dinero de los sobrecargos de manera
discrecional. Igual de necesario es que los sobrecargos dejen de ver los toros
desde la barrera. Nadie va a venir de fuera a exigir por ustedes.
Ximena Garmendia
06 de febrero de 2022