Peligroso que ASSA hable en nombre de Aeroméxico
Como ex representante sindical que soy, tengo que ser extremadamente clara:
para empezar el sindicato no puede ser vocero de las empresas de las que detenta
sus contratos colectivos de trabajo, porque la labor de un sindicato es velar
por los derechos laborales de los trabajadores agremiados.
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Fotograma del programa de Azucena Uresti en Radio Fórmula |
Ahora entremos de lleno al tema en cuestión. Hace unos días el gobernador
de Sinaloa declaró que “por culpa del sindicato de Aeroméxico” se había
cancelado el vuelo de pernocta que tenía la línea aérea, diciendo que el motivo
era que los tripulantes “sentían miedo”.
¡Seamos claros! Grupo Aeroméxico no tiene “un” sindicato, sino varios, como
es el caso de la ASPA, SNTTTASS, Independencia, STIA y por supuesto ASSA de
México, de quien vamos a hablar.
Hay que decirlo fuerte y claro, mientras ASPA hizo gala de una enorme
inteligencia al manejar este asunto, declarando que “la Asociación Sindical
de Pilotos Aviadores (ASPA) aseguró que tal aseveración es falsa, pues los
vuelos hacia este destino se venían realizando con normalidad; sin embargo, en
marzo la aerolínea decidió dejar de operarlos por cuestiones comerciales”,
así quedó registrado por el diario Milenio.
Aeroméxico sabe qué frecuencias vuela y cuáles no a un destino, decisión
que toma con base en las necesidades operacionales. Si tomó la determinación de
quitar el vuelo de pernocta, no se debe a cuestiones “políticas” como lo quiere
hacer ver el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya. Una línea aérea decide a
dónde lleva sus aeronaves.
Como pueden observar, ASPA respondió con una madurez e inteligencia
sobresaliente, pues sabe que el sindicato de pilotos no es vocero de la
aerolínea, y en la parte en que el gobernador “les echa la culpa”, de forma
totalmente asertiva responden que son “cuestiones comerciales” o como decimos
en la aviación “necesidades del servicio”.
Pero quien se fue con todo, y se comportó como vocera de la línea aérea -y
no como la Secretaria General que es- fue Ada Salazar, al aseverar en
entrevista radiofónica con Azucena Uresti en Radio Fórmula que la cancelación
del vuelo que pernoctaba en Sinaloa era (abreviando y sin tantas vueltas) “para
proteger no solo a las personas que trabajan en el aire, sino que también a las
que están en tierra”.
La representante sindical de los sobrecargos está haciendo afirmaciones que
no le competen, y luego se inventó un “área de seguridad aérea” que vela para
que los pasajeros lleguen bien a su casa, no solo a la terminal aérea. Y por si
fuera poco, mordió el anzuelo de la conductora del programa, y aseguró que hay
un “toque de queda silencioso”, y que el personal de Aeroméxico ha sufrido de
estar en medio de un “fuego cruzado”, en Ciudad Juárez.
No contenta con ello, Ada también denunció que el país está convertido en
un polvorín a punto de estallar, que ya el año pasado se tuvo un problema con
una aeronave que sufrió un “balazo”, y que por eso era importante “proteger a
todos”.
En este espacio siempre he dado mi opinión personal sin cortapisas, por eso
desde aquí les digo a los administrativos de Grupo Aeroméxico que esta actitud
de la señora Ada Salazar, dando entrevistas sin ton ni son, y sin tener la
facultad para hablar por la línea aérea, debe ser castigada.
¿Cómo es posible que hable con esa impunidad?, cuando lo correcto es
esperar a que la empresa haga un comunicado explicando la situación y
aclarándole al gobernador dos cosas muy puntuales: que son ellos, los
administradores de la aerolínea y no los trabajadores quienes toman la decisión
de suprimir la pernocta por necesidades operacionales, y que la estación de
Culiacán en lo absoluto se queda incomunicada, pues tienen dos vuelos operando,
a pesar de suprimir el vuelo de pernocta.
Aeroméxico, como empresa, debe tomar cartas en el asunto, pues ser la
Secretaria General de ASSA no es un salvoconducto para violar el código de
conducta y de comunicación que signaron, donde queda muy claro que no pueden
hablar en nombre de la empresa.
Compañeros, tienen al alcance de su mano los hechos probados palmariamente
para consignar a Ada Salazar por extralimitarse en sus funciones y hablar a
nombre de la empresa. Ella, por mucho que se ostente como Secretaria General, no
tiene ninguna facultad para hacerlo; revisen en el Estatuto en vigor cuáles son
sus funciones, y verán que hablar en nombre de una línea aérea, no lo es. Lo
que ha hecho se llama “traicionar al gremio”, reduciendo a ASSA a ser un
sindicato patronal, al servicio de la empresa.