20 noviembre 2021

¿A quiénes se deben los representantes sindicales?

 

¿A quiénes se deben los representantes sindicales?

 

Con esta pregunta abrimos la columna del día de hoy. Justo después de la derrota de los candidatos oficiales del Secretario General, Ricardo Del Valle Solares, en redes sociales se vino una andanada de comentarios con una narrativa que a la vez que “engañosa”, fue también muy perversa.

 




En estos años recientes el sindicato de sobrecargos perdió el rumbo democrático, se instauró una dictadura de facto en torno a la figura del Secretario General, al que colocaron por encima del resto de las carteras que integran el Comité Ejecutivo, las distintas Comisiones y hasta de las Delegaciones.

Con a llegada del funesto personaje, en agosto de 2011, en ASSA de México comenzó la “verticalidad” y se perdió ´la “horizontalidad” enmarcada en nuestro Estatuto. Por eso el pago de emolumentos no es diferenciado… o no lo era hasta antes de esa fecha… pues a todos los representantes se les pagaban la misma cantidad de dinero en los emolumentos. Y hay que decirlo, ese dato no lo tenemos porque no aparece en las circulares de “Ingresos y Egresos” que emite el sindicato. Desconocemos si se le paga más a Del Valle por ser Secretario General que a Víctor Núñez por ser presidente de la Delegación de la Compañía Mexicana de Aviación (CMA pa’ los cuates).

 


Dicho lo anterior, entremos de lleno a la materia que nos interesa. Como dije al inicio del texto, una vez que en las urnas se concretó la aplastante victoria de los candidatos agrupados bajo el mote “Ubuntu”, no se hicieron esperar algunos comentarios en los perfiles públicos, tanto del Sindicato como de Ricardo Del Valle, así como también en su perfil personal. Y en todos ellos comenzó a gestarse una narrativa engañosa a la vez de perversa, pues “dan la bienvenida”, al grupo de candidatos electos para que se “integren, sumen, añadan” -y todos los sinónimos que se les puedan ocurrir- al Secretario General.

Y ese es justo el problema, ¿se deben sumar a un proyecto que gira en torno a la veneración del Secretario General?, ¿o deben de trabajar por y para los sobrecargos agremiados al sindicato?, ¿qué respuesta es la correcta?, ¿la primera o la segunda?

Es muy fácil compañeros, la segunda opción es la respuesta correcta, los representantes sindicales cumplen la función de ser interlocutores de ustedes ante las empresas con la que se tiene contratación colectiva. No son sus jefes, ni sus superiores.

¿Por qué es perverso por parte de los sobrecargos afines a Ricardo y su gente usar ese tipo de narrativas?, pues porque pretenden obligar a los candidatos electos a que trabajen para un proyecto que claramente ha sido vencido en las urnas: el proyecto de “continuidad” contra “el cambio”. Y es importante tener claro que lo que se busca con la llegada los compañeros de Ubuntu es un cambio de rumbo dentro de la asociación sindical. Dejar atrás la opacidad en el manejo financiero de sindicato, que se transparente a dónde, cómo y cuándo se gasta el dinero de los sobrecargos.

 


Ricardo Del Valle y su gente siguen sin la capacidad de realizar un análisis de qué fue lo que los llevó a perder las pasadas elecciones, por lo tanto, continúan con su mismo discurso como si los sobrecargos hubieran sufrido una gran merma en su capital humano.

Por eso es necesario dejar muy en claro cuál debe de ser el papel de los próximos representantes sindicales: estos deberán trabajar para los sobrecargos y no para los dos tercios de la representación que sigue ahí incrustada. Sin duda tendrán que negociar con ellos, pero desde un plano de igualdad, porque reitero, la organización sindical es horizontal. Deberán establecer un diálogo, sin perder de vista que la que mandan es, y siempre será, la Asamblea, el máximo órgano del sindicato conformado por los agremiados.

No permitan que los confundan, que les creen la duda de que los candidatos electos y próximos representantes sindicales deben de trabajar “hombro con hombro” con el Secretario General, al que han puesto por encima del resto de la representación sindical, y no olviden que Ricardo es un sobrecargo igual que lo somos todos nosotros, no es nadie especial.

 

Ximena Garmendia
21 de noviembre 2021