Mañana habrá Asamblea de Accionistas en Aeroméxico y el punto relevante a tratar es el pago que hará Delta, que comanda Richard H. Anderson, por el 49% de la principal compañía aérea del país, lo que sucederá antes de que concluya el mes de abril.
Sin embargo, hay un tema que va a empañar la transacción y de la que el viernes ya le platicábamos algo: los cuestionamientos de algunos accionistas sobre el funcionamiento y rentabilidad de una de las principales subsidiarias de la empresa que preside Javier Arrigunaga.
Nos referimos al Centro de Capacitación Alas de América (Cecam), ya que no hay información pública ni asambleas anuales celebradas desde el año 2010, por lo que se anticipan duros cuestionamientos al director financiero de Grupo Aeroméxico,Ricardo Sánchez Baker.
La historia se remonta a principios del sexenio de Vicente Fox, cuando la Comisión Federal de Competencia Económica, presidida entonces por Eduardo Pérez Motta, negó la venta conjunta de Aeroméxico y Mexicana, que concentraba 80% del mercado aéreo. Recordará que el gobierno optó por integrarlas en Cintra, controladora que asumió Andrés Conesa y que, a la postre, dividiría las empresas que prestaban los servicios aeroportuarios. Grupo Mexicana aceptó que Aeroméxico suscribiera 50% de las acciones de Cecam en 2003. Esta escuela fue fundada en 1996 por Mexicana, certifica anualmente a los más de 14 mil trabajadores de Aeroméxico entre pilotos, sobrecargos, mecánicos, controladores aéreos y hasta empleados administrativos en tierra.
La empresa factura aproximadamente 140 millones de pesos al año porque, además, presta servicios a terceros, como Volaris, que dirige Enrique Beltranena, y Aeromar, de Marcos Katz, siendo ya la principal escuela de formación y capacitación en Latinoamérica.
Y es que debido a las normas internacionales de seguridad, los más de mil 700 pilotos y dos mil 500 sobrecargos de Aeroméxico se tienen que certificar todos los años, para lo cual el Cecam dispone de 12 simuladores e imparte más de 235 mil horas-alumno cada año.
Además del taller de mantenimiento en el que convirtieron al 50% Delta y Aeroméxico, el Cecam y Aeromexpress son las subsidiarias más importantes para la compañía de Tricio y una de las razones por las que Delta justificó incrementar su participación hasta 49 por ciento. Esta diferencia, que surgió a finales de 2015 y que no se ha podido resolver a la fecha, se presenta en la coyuntura de la aprobación de la alianza extendida entra las dos aerolíneas y en el marco de la aprobación del acuerdo binacional de aviación entre México y Estados Unidos. Apenas el viernes fue aprobado por unanimidad en las dos comisiones del propio Senado.