El Despegue hacia una nueva era... (capituloII)
Las paginas de la brillante historia de MEXICANA se empezaron a escribir el 12 de Julio de 1921, bajo la presidencia de Alvaro Obregon. El ministro de Comunicaciones y Obras Publicas, en aquel entonces Don Pascual Ortiz Rubio, creo la seccion tecnica de navegacion aerea a cargo del Ing. Juan Guillermo Villasana.
Desde aquella oficina ubicada en la azotea del Palacio de Comunicaciones, empezaron a remitirse las primeras disposiciones que regularian la naciente navegacion aerea de nuestro pais. Asi se establecio que los aviones que llevaran pasajeros solo podian funcionar mediante una concesion del gobierno federal, y sus vuelos, en la medida de lo posible, debian confinarse a la ruta que se les asignara.
La primera concesion se le otorgo aquel 12 de julio a la CIA. MEXICANA DE TRANSPORTACION AEREA. Firmaron el contrato respectivo, Faustino Roel, subsecretario encargado del despacho de comunicaciones y obras publicas, en representacion del Ejecutivo de los Estados Unidos Mexicanos, y el Sr. Lloyd A. Winship, uno de los principales socios de la naciente empresa aerea. Los otros dos fundadores fueron Harry J. Lawson, heroe de la primera guerra mundial, y Elmer C. Hammond.
La concesion autorizaba a la CMTA para explotar los vuelos radiales comprendidos entre, Mexico, Tuxpan, Tampico, Nuevo Laredo, Matamoros, Monterrey, Saltillo y San Luis Potosi, dentro de los cuales se podria transportar pasaje, correo y carga.
Concesion en mano, los tres socios se presentaron ante el notario Eduardo Elizondo el 25 de Agosto de 1921, con fin de dar existencia juridica a su razon social. Con un capital social de doscientos mil pesos, oro nacional, las dos mil acciones de cien pesos cada una, se distribuyeron a razon de 1,750 acciones para el Sr. Lawson, 75 para el Sr. Winship y 75 para el Sr. Hammond.
Al escribir este articulo me viene a la memoria que fui uno de los tripulantes mas afortunados, cuando de manera fortuita me toco realizar el que seria el ultimo vuelo de MEXICANA a Tampico, a bordo de un Focker-100. Fue en realidad una experiencia agridulce ya que aunque parezca increible, ningun representante ni de MEXICANA , ni de ASSA DE MEXICO, estuvo presente para este evento que le arrebato las lagrimas a mas de uno de nuestros pasajeros, y a mas de uno de nosotros. Que lastima de verdad, que ni los entonces funcionarios de la empresa, ni los representantes sindicales (varios de los cuales hoy siguen en la representacion) hayan tenido la sensibilidad y la calidad humana para por lo menos, hacerse presentes para el que seria el ultimo vuelo de la primera ruta de MEXICANA.
Solo nos quedo, a quienes tuvimos la suerte de realizar ese vuelo, darnos un abrazo y tragarnos nuestra tristeza disimulandola con una sonrisa hacia nuestros pasajeros, mientras estos desembarcaban del avion.
(continuara)
Gracias!!
