Aviación y competencia II
Por: Rosario Avilés Opinión
Miercoles 10 de Octubre de 2007 Hora de publicación: 00:42
Gastón Azcárraga, del Grupo Posadas, preguntó a la Comisión Federal de Competencia si esta instancia autorizaría que, además de ser poseedor de las acciones de Mexicana, su grupo empresarial concursara para adquirir las acciones de Aeroméxico.
Como era de esperarse, la CFC, encabezada por Eduardo Pérez Motta, si bien le dio entrada a la solicitud, como acostumbra aunque de entrada no parezca una idea factible, también le dijo a ese empresario —extraoficialmente— que el asunto no era fácil y que en todo caso, se le pedirían tal cantidad de cambios, que no tendría tiempo de hacerlos antes de expresar su interés por comprar a la empresa del Caballero Aguila, dada la inminencia del proceso.
Pese a todo, Gastón insistió y mientras tanto, anunció que ofrecía algo así como 200 millones de dólares por las acciones de la joyita de la corona que, meses antes, en diciembre del 2005, habían despreciado él y todos los empresarios que hoy se pelean por obtener la propiedad de Aeroméxico.
Lo interesante sería saber por qué Azcárraga se apresuró a hacer una oferta tan atractiva por las acciones de Aeroméxico si sabe de antemano que obtendrá un no por respuesta o bien, que puede obtener un sí de tal manera condicionado que le sería imposible cumplirlo, a menos que…Los malpensados dicen que dicha insistencia puede deberse a varias razones:
Uno.- A Gastón Azcárraga le interesa ayudar a incrementar el precio de la aerolínea rival para evitar que la competencia que sobrevendrá enseguida sea tan dura, ya que los nuevos propietarios tendrían que pagar tal cantidad de dinero que no tendrían mucho más para inyectarle a la aerolínea. De paso, le haría un gran favor a Andrés Conesa, actual director y principal promotor de la venta, quien saldría del proceso con laureles en la cabeza.
Dos.- En realidad, Azcárraga estaría ganando tiempo, complicando el proceso, para ver si mientras tanto puede arreglar el cúmulo de problemas que tiene ahora en Mexicana.
Lo de los sobrecargos, que es el tema más conocido, parece que palidece ante el problema que hoy se le presenta con la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores, ya que este sindicato (que en octubre del año pasado llegó a un convenio con la empresa) está pidiendo que los dueños cumplan con sus promesas de inversión o se vuelva al esquema anterior.
Mientras tanto, Mexicana carece de jefe de pilotos, subjefes, director de seguridad y otros directivos que tenían permiso sindical para ejercer esos puestos.
A la empresa parece no preocuparle el asunto, salvo el hecho de que a falta de estos directivos tan importantes, la Dirección General de Aeronáutica Civil tendría que suspenderles la autorización para operar.
Tres.- En realidad, Gastón Azcárraga no quiere comprar Aeroméxico, sino ver las posibilidades de vender Mexicana. Para ello habría insistido en que el pleno de la Comisión de Competencia se reúna y explore estas posibilidades y, en su caso, diga de qué rutas, frecuencias y slots tendría que desprenderse para poder llegar al punto de la fusión.
Cosa difícil, según dicen los especialistas, pero no imposible porque…Algunos entendidos dicen que una manera de hacerlo sería dejarle a Click o “Aerolíneas del Caribe” la mayoría de las rutas nacionales que actualmente tiene Mexicana y dirigir a ésta preferentemente al mercado internacional, donde ya tiene derechos adquiridos y una identificación de marca que le permite el liderazgo en ese sector, el único por cierto que tiene posibilidades de crecer de manera sostenida en el largo plazo.
Click, entonces, sería diseccionada del grupo y se mantendría aparte, con lo cual Mexicana, cuya vocación en el mercado internacional quedaría al margen de las atribuciones de la Comisión Federal de Competencia, podría ser vendida a los nuevos dueños de Aeroméxico.
De este modo, Azcárraga se podría deshacer de muchos problemas y, al mismo tiempo, recuperar más dinero del que ya ha recuperado hasta el momento. Son hipótesis, es cierto, pero ninguna de las tres es descabellada.
Mientras eso ocurre, queda claro que entre las autoridades de SCT, las de Turismo y las de Economía todavía no se ponen de acuerdo sobre quién llevará la voz cantante en un sector que todos quieren presumir pero nadie quiere dirigir de verdad.
Lo oí en 123.45. El Foro Económico Mundial llama la atención sobre la falta de competitividad de nuestro país a causa de las tarifas aéreas y de aeropuertos. Resulta que todos en el mundo se dan cuenta de que la aviación es una herramienta de competitividad, menos nuestros funcionarios, que creen que la aviación es un mal (casi) necesario.
Por lo pronto los senadores de la Comisión de Transportes ya dijeron que sería mejor que los aeropuertos regresen al control del Estado para que sirvan verdaderamente a los intereses de la nación…¿Será que también este tema relacionado con concesiones y soberanía de la nación está resucitando en el Congreso?
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