Cuando pierdes el empleo por una comida
En
días pasados presenciamos un gran escándalo relacionado con Romero Deschamps y Alejandro
Cabrera Fernández, quien se desempeñaba como titular de la Coordinación de
Relaciones Laborales y Recursos Humanos de PEMEX. Tras difundirse que ambos
personajes se reunieron en un restaurante, la paraestatal comunicó lo
siguiente:
“Siendo
el responsable de las relaciones laborales y recursos humanos de Pemex, toda
actividad relacionada con el motivo de su encargo, debe ser atendida dentro de
sus instalaciones, por lo que se considera que no hay justificación para
realizar reuniones fuera de las mismas, en horario laboral, con ex directivos o
ex líderes sindicales sin relación laboral con la empresa”
Acto
seguido, el empleado en cuestión fue cesado de su cargo, en medio de un gran
escándalo, tanto en medios como en redes sociales. Petróleos Mexicanos justificó
el despido porque Cabrera Fernández acudió con el ex líder sindical priista,
sin el conocimiento ni autorización de sus superiores.
A
raíz de esta nota, ha estado dando vueltas en mi cabeza una circular emitida
por mi sindicato el año pasado. Voy a ponerlos en contexto, para poder
ejemplificar todas y cada una de las dudas que hoy me asaltan.
Durante
los 22 años que tengo como agremiada a la Asociación Sindical de Sobrecargos de
Aviación, jamás me había topado con una circular informativa con las
características de la que se tituló “Estado de ingresos y egresos julio
2019”. Azorada quedé cuando vi el rubro: “Comida anual con Junta Federa de
Conciliación y Arbitraje”, y que de manera tan vaga e incompleta el Sindicato
estuviera informando que tal evento supuso el gasto de cincuenta mil pesos.
Enfatizo, durante el tiempo que trabajé en la Secretaría de Actas de ASSA, tanto como adjunta y tanto como Secretaria, jamás se hizo ninguna “comida anual” con los integrantes de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Es más, las veces que acudí junto con Secretaria de Conflictos y los asesores legales del sindicato a la Junta Federal, se tenía estrictamente prohibido darles cualquier tipo de gratificación.
¿A
qué Junta Federal se refiere esta circular? ¿A la Junta Federal de Conciliación
y Arbitraje en Pleno, o a alguna de las 67 Juntas Especiales?, ¿Acaso se
referirá concretamente a la Junta Especial 3 Bis, que dirime todo lo
relacionado a los conflictos entre patrones y trabajadores de transportes y
servicios aéreos?
Si
la respuesta a la última pregunta es afirmativa, entonces algunos funcionarios
deben estar deseando no correr la suerte del hasta hace poco titular de la
Coordinación de Relaciones Laborales y Recursos Humanos de PEMEX. Corrijo;
algunas funcionarias, porque son todas mujeres: la presidenta de la Junta
Federal, la licenciada María Eugenia Navarrete Rodríguez, junto con Concepción
Andrea Falcón Gutiérrez, Secretaria General de Conciliación y Asuntos
Individuales; Irma Margarita Barón Leal, Secretaria General de Acuerdos,
Conciliación y Asuntos Colectivos, y también Esperanza Bonifaz Thomás, Secretaria
General de Consultoría y Asuntos Jurídicos. No puedo afirmarlo, pues la circular
de ASSA es obscura en ese sentido. ¿Son ellas las que tuvieron en junio de 2019
su “comida anual” con mi sindicato?
Se
informa que el costo osciló los 50 mil pesos, sin especificar el lugar y fecha donde
se llevó a cabo dicho convite. Ustedes entenderán, amables lectores, que surgen
en mi mente muchas preguntas y me ataca un mar de dudas. Permítaseme enumerarlas,
y aligerar así un poco el copioso peso que alberga mi pecho:
1. ¿por
qué la comida “anual” se llevó a cabo en el mes de junio?
2. ¿por
qué durante mis años de gestión jamás hubo una comida anual con los integrantes
de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje?
3. ¿por
qué cuando yo era representante se tenía prohibido cualquier tipo de dádivas a
los integrantes de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje?
4. ¿no
es acaso una comida un acto de “corrupción?
5. ¿es
ético que los integrantes de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje coman
con un Secretario General de un sindicato?
6. ¿la
Secretaría de Trabajo y Previsión Social está enterada de estas “comidas
anuales”?
Me
queda claro que al no estar “volando”, las circulares informativas de ingresos
y egresos de mi sindicato, no me son enviadas, pero más me llama la atención
que ninguno de mis compañeros sobrecargos que sí están volando, para Aeroméxico
o Aeromar, y a quienes sí les llegan estas circulares, no hayan dicho
absolutamente nada.
Y
es que el terror que le tienen mis compañeros a la representación sindical
alcanza niveles inauditos. Este miedo les impide hacer cualquier cuestionamiento.
¿Acaso no se habían percatado que en gestiones anteriores nunca se habían
llevado a cabo estas “comidas anuales” con los integrantes de la Junta Federal
de Conciliación y Arbitraje?
Soy
firme creyente de que la transformación del país es posible. Creo también que en
aras de una mayor transparencia y de una política de cero corrupción, estos
eventos, en nada ayudan, y solamente enturbian el cauce del río.
Opacidades
como esta no dejan de sorprenderme, y es que hay dos vertientes, y ninguna lleva
a buen puerto. La primera, que mi Secretario General haya mentido para
justificar esa salida de dinero, inventándose una comida “anual” con los
integrantes de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.
Por
otro lado, podría tratarse de información real y verdadera, y que se haya
llevado a cabo esa comida, ¿no se podría tomar como soborno por parte del
sindicato a los integrantes de la Junta?, ¿no es un acto bastante y suficiente
como para romper la imparcialidad y equidad que rigen el actuar de un juzgador?
Es
por eso, que aprovecho el espacio para denunciar este evento. No podemos
quedarnos callados; en ambos panoramas permea un fuerte y rancio tufo a
corrupción.
Ximena Garmendia