Diles que México es más grande...
Por: Rosario Avilés Opinión Miercoles 29 de Octubre de 2008 Hora de publicación: 03:50
Cuando alguien te diga que la aviación mexicana está en crisis y que las empresas aéreas extranjeras se han comido el mercado internacional desde y hacia el país, diles que México es más grande que sus problemas; cuando escuches que nuestros aeropuertos son caros y malos (más caros y malos que los de Europa del Este) diles que ya quisieran; cuando leas que las empresas aéreas no pueden pagar sus cuentas de combustible, servicios de rampa, tránsito aéreo e impuestos, cierra el periódico y piensa que la gente es linda.
Cuando veas que ya no quedan escuelas de aviación mexicanas y que los últimos sobrevivientes del CIAAC se jubilan, y la Medicina de Aviación se extingue, que nadie sabe quién fue Juan Guillermo Villasana, Ángel Lascurain, Augusto Marquet ni Francisco Tarazona, te darás cuenta que es más fácil destruir que construir.
Por: Rosario Avilés Opinión Miercoles 29 de Octubre de 2008 Hora de publicación: 03:50
Cuando alguien te diga que la aviación mexicana está en crisis y que las empresas aéreas extranjeras se han comido el mercado internacional desde y hacia el país, diles que México es más grande que sus problemas; cuando escuches que nuestros aeropuertos son caros y malos (más caros y malos que los de Europa del Este) diles que ya quisieran; cuando leas que las empresas aéreas no pueden pagar sus cuentas de combustible, servicios de rampa, tránsito aéreo e impuestos, cierra el periódico y piensa que la gente es linda.
Cuando veas que ya no quedan escuelas de aviación mexicanas y que los últimos sobrevivientes del CIAAC se jubilan, y la Medicina de Aviación se extingue, que nadie sabe quién fue Juan Guillermo Villasana, Ángel Lascurain, Augusto Marquet ni Francisco Tarazona, te darás cuenta que es más fácil destruir que construir.
Y cuando veas que ya no queda ni un piloto ni un sobrecargo ni un mecánico mexicano y que sólo vuelan empresas extranjeras como cabotaje, sabrás que habrá triunfado la ignorancia y la improvisación, y que por desidia dejamos que se acabaran nuestros cielos. Pero, entonces, incluso diles que México es feliz.
Cuando este escenario se cumpla, es seguro que nuestros actuales funcionarios (y empresarios del sector) estarán, como los ejecutivos de las empresas financieras e inmobiliarias, en un plácido retiro en las Bahamas o en Hawaii, y de la aviación mexicana apenas recordarán que fue un tema que solían recibir en la síntesis de información diaria… si es que para entonces subsiste ese mundo tal y como lo conocemos.
Y es que —dicen los entendidos— todavía no hemos visto nada y que el hecho de que las bolsas en el mundo sigan bajando de la manera como lo están haciendo, lo único que muestra es que la profundidad del problema apenas se vislumbra. Muchas cosas deberán cambiar si es que la cumbre financiera (la renew “Bretton Woods”) tiene el éxito que se espera, ya que se ven las grietas que acusa el sistema y sólo una reestructura grande puede tener éxito en el largo plazo.
El ritmo al que el neoliberalismo tiene acostumbrado al mundo no puede prolongarse indefinidamente si las tasas de rendimiento financiero no tienen nada que ver con la economía real. Si de esta crisis el mundo no aprende, si el cambio climático no nos hace ver la locura del desperdicio y del consumo ilimitado, si no se comprende que los que compran son al mismo tiempo que consumidores, trabajadores cuya fuerza de consumo está también en la revaluación de su fuerza de trabajo, entonces el futuro del sistema económico estará para siempre condenado al fracaso.
Por lo pronto, es evidente que en el sector aéreo mexicano viene una nueva consolidación —esta vez mucho más severa— para adecuarse a un mercado que no puede crecer por decreto y que frente a la recesión no podrá sostener un ritmo artificial que nadie entiende. Ya han empezado a caer, una por una, las empresas aéreas que no tienen lugar en el nuevo entorno.
Y la crisis del peso frente al dólar hará todavía más profundos los problemas para algunas, porque los insumos y las rentas de aviones son en dólares y hay varias de ellas que no tienen ingresos en esa moneda. En ese sentido, las empresas tradicionales tienen más fortalezas.
Tal vez por eso Mexicana sigue viendo con optimismo sus rutas internacionales. A pesar de que el director de esa empresa dijo a sus pilotos, el pasado 14 de octubre, que los A-330 que quieren arrendar no vendrían.
En la semana, la empresa volvió a reiterar que siempre sí, y que con esos aviones se abrirá la ruta a Madrid por la que tanto cabildearon con la idea de competirle de frente a Aeroméxico. Pues al tiempo se verá.
Por lo pronto, todas las empresas enfrentan adeudos con Seneam, ASA y los Grupos Aeroportuarios, y lo peor es que la solución no se ve para cuándo. Pero si alguien te dice que México está en crisis, mejor apaga la televisión.
raviles_2@prodigy.net.mx
