Crónica Confidencial(Leopoldo Mendívil )
El caos aeronáutico en vuelo...
Leopoldo Mendívil Opinión Martes 7 de Julio, 2009
LIC. JUAN MOLINAR HORCASITAS, SECRETARIO DE COMUNICACIONES Y TRANSPORTES:
El 24 de marzo pasado el diputado federal, Alberto Amaro Corona, presentó en el pleno de su cámara un punto de acuerdo que comenzó diciendo:
“Esta semana hemos conocido un reportaje periodístico, que publica la revista emeequis, sobre la situación de la aviación civil mexicana. Se trata de una denuncia pública, documentada sobre la constante corrupción que confunde los intereses públicos con los intereses de los particulares. En medio de esta historia, como en muchos otros casos, están los funcionarios que responden a intereses privados y nunca, ni por asomo, a los intereses públicos que deben defender y hacer valer. Este es el drama que se presenta como la desgracia de la historia nacional”.
El reportaje, publicado por la reportera Fátima Monterrosa el 2 de febrero pasado, presentó un panorama de la situación que provocaron los funcionarios responsables de ampliar las concesiones para nuevas aerolíneas de bajo costo que autorizó el presidente Vicente Fox, y terminaron provocando un enredo fenomenal. En uno de sus pasajes, la colega escribió:
“Gilberto López Meyer es un piloto aviador comercial y abogado.
“Durante 67 meses, Gilberto López Meyer estuvo en la Dirección General de Aeronáutica Civil y desde el 15 de septiembre del 2008 ocupa el cargo de director general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA).
“En el sexenio de Vicente Fox y la administración de Felipe Calderón, el entonces director de Aeronáutica Civil extendió permisos para la operación de líneas aéreas de bajo costo.
“Como ocurrió con la empresa Aerolíneas Mesoamericanas..., mejor conocida como Alma de México, López Meyer permitió que el administrador de la dirección general de Aeronáutica Civil, Héctor Raúl García Fox, apareciera como apoderado de la línea aérea.
“La aerolínea de bajo costo, que inició operaciones el 8 de junio del 2006, propiedad del empresario Carlos Peralta Quintero, no pudo solventar sus operaciones y se declaró en quiebra el 7 de noviembre del 2008.
“De acuerdo con el acta constitutiva de Alma de México, desde el 16 de enero del 2006, Héctor Raúl García Fox formó parte del comité de Recursos Humanos de las Aerolíneas Mesoamericanas.
“García Fox se desempeñó como director de administración de la DGAC, del 1 de abril del 2003 al 30 de junio del 2006.
“El 15 de junio del 2006 ocupó de manera pública el cargo de director de operaciones de la línea aérea”.
El dato principal, secretario Molinar, es que de enero a junio de 2006, García Fox fue funcionario público —director de Administración de Aeronáutica Civil— y directivo de Alma de México a ciencia y paciencia de su jefe López Meyer, pese al conflicto de intereses que tal situación implicaba.
“En la reunión de accionistas —agrega el reportaje— también se nombró al administrador de la Dirección General de Aeronáutica Civil de la SCT como apoderado legal ‘A’ de la sociedad de Alma de México para ejercer la facultad de pleitos y cobranzas, actos de administración (y) operaciones de crédito, entre otras facultades”.
Alma de México quebró el 7 de noviembre de 2008, pero “no a todos les fue mal”, escribió Fátima Monterrosa:
“Héctor González Weeks, quien fuera director comercial de la quebrada aerolínea de abril del 2006 a septiembre de 2007, fue designado apenas la semana antepasada (última de enero) como nuevo director general de Aeronáutica Civil”, sustituyendo a López Meyer y para fustigar a Aviacsa, como luego lo verá.
Pero mientras Alma de México voló, fue objeto de diversas irregularidades en su favor, nunca explicadas ni sancionadas. El reportaje de emeequis relató los hechos:
“La Dirección General de Aeronáutica Civil y la dirección general adjunta de Transporte y Control Aeronáutico autorizaron la salida de aviones de Aerolíneas Mesoamericanas del territorio nacional, a pesar de estar en suspensión de operaciones, tener deudas de combustible y de navegación con la SCT.
“Las autoridades aeronáuticas avalaron la salida de las aeronaves rumbo a Canadá sin haber cancelado las matrículas mexicanas ante el Registro Aeronáutico Mexicano.
“... Los funcionarios de la dirección general de Aeronáutica Civil autorizaron la salida de aviones Bombardier CL-600-2819, 12 días después que la aerolínea se había declarado en quiebra.
“Los aviones que salieron del aeropuerto de Monterrey, Nuevo León, rumbo a Montreal, Canadá, tienen la matrícula mexicana XAJPM y XAUGS.
“Debido a la etapa mercantil de quiebra, la línea aérea no podía mover los aviones por las deudas con los Servicios Aeroportuarios, con los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano, con Aeropuertos y Servicios Auxiliares y con diversos proveedores.
“Con fecha 19 de noviembre del 2008, el director general adjunto de Transportes y Control Aeronáutico, Fernando Silva Jiménez, y el subdirector de Aviación Regular, Andrés Macías Montes de Oca, autorizaron a Alma de México la salida del vuelo 700 del aeropuerto internacional de Monterrey, Nuevo León, a Montreal, Canadá:
“‘Con base en su escrito recibido el día 18 de noviembre de 2008, por el que esa nacional de pasajeros, carga y correo TAN-OR-MSO, solicita autorización para realizar un vuelo de traslado, como a continuación menciona’, señala la autorización firmada por los funcionarios de la SCT”.
Y Fátima Monterrosa concluyó esta sección de su reportaje escribiendo:
“Quien no corrió con la misma suerte de Alma de México fue la aerolínea Aviacsa: la SCT le embargó la semana pasada (última de enero) 13 aviones por incumplimiento de pago de 300 millones de pesos”...
Hasta aquí, secretario Molinar, esta parte del reportaje de Fátima Monterrosa, cuyo contenido nadie, en la SCT, refutó. Cierto, Alma de México ya no existe. Quién mejor que González Weeks, que vivió esa muerte, para intentar otra:
La de Aviacsa...
(Continúa)