03 octubre 2021

El líder mentiroso

 

El líder mentiroso

 

La moraleja de la fábula de Esopo “El pastor mentiroso” advierte contra la mentira y el abuso de confianza. Esta obra literaria defiende el valor de la sinceridad y la confianza que puede generarse en las personas, y que un mal uso de la misma derivará en la pérdida total de la credibilidad. El pastor la perdió por el abuso de la presunción de buena fe de sus conciudadanos, no solo provocándole un grave perjuicio a su rebaño, sino también dañando su fuente de subsistencia económica, además de una pérdida sentimental.

 


"Nadie cree a un mentiroso, ni siquiera cuando dice la verdad". Y parece que eso es lo que le está ocurriendo a Ricardo Del Valle, que no se cansa de mentir obscenamente a sus agremiados. Pero vayamos por partes. En esta columna nos hemos dado a la tarea de documentar todas y cada una de esas mentiras, incluso utilizando sus propias palabras, como el 20 de agosto del año pasado, en la columna titulada “Y no lo digo yo… lo dijo él” en la que hicimos “un corte de caja” sobre el manejo que el sindicato hizo con el tema de la pandemia de Sars-Cov-2. No inventé una sola frase, simplemente transcribí sus declaraciones hechas en redes sociales y circulares que tuvo a bien emitir la asociación sindical.

 

También, el año pasado dejamos muy claro que se han tenido manejos turbios referentes al Seguro de Vida de los sobrecargos, y pueden checarlo en la columna “Siguiendo los pasos de su mentora” de fecha 13 de septiembre del año pasado también.

 

El común denominador: las mentiras y el burdo engaño, pero seamos sinceros, Ricardo Del Valle se mueve con total impunidad porque el gremio se queda mudo ante sus atrocidades, cada vez más siniestras y cínicas.

 

Tal es el más reciente caso del “Convenio Temporal de Ahorros”, mismo que se acordó con la “finalidad de salvar a la empresa”; una mentira más, pues los ahorros generados por los sobrecargos no son lo suficientemente importantes como para “salvar o sentenciar a la quiebra” una aerolínea. Eso lo deberían de tener claro con la sentencia que dictó en 2014 la Suprema Corte de Justicia de la Nación. No dejemos de lado que dicho convenio lo hicieron con una demanda de Conflicto Colectivo de Naturaleza Económica, aplastándoles el cogote.

 

Tomen nota de esto: el convenio en comento tendría que haber sido publicado desde hace varios meses, pues los sobrecargos votaron los días 25, 26 y 27 de enero del presente año, para modificar sus condiciones laborales. Desde que concluyeron las Juntas Particulares con los sobrecargos al servicio de la empresa Aerovías de México, me llamó poderosamente la atención que no hicieran una asamblea de sanción de los acuerdos emanados en dichas juntas, ya que el estatuto en vigor así lo mandata (art. 55) y que dieran por zanjado el proceso.

 

El dato revelador es la fecha de la firma del convenio, y con ella todo cobra sentido. Me explico: la fecha de la firma del “Convenio Temporal” es del 3 de enero. Es decir, cuando los sobrecargos votaron, el convenio ya estaba firmado. Ricardo alega que es un “error de dedo” ¿error de dedo?, ¡claro que no!, dado que la gestión de Cristian Pineda Zárate como Secretario de Trabajo, Ivonne Jurado como Secretaria Tesorera, y de Sandra Carrillo como Vocal de Sobrecargos de la delegación de Aeroméxico, concluyó el 31 de enero; ese día fue el último para ellos en dichos cargos, ya que a partir del 1° de febrero Sandra Carrillo pasó de delegada a Secretaria del Trabajo, Ivonne Jurado de Secretaria Tesorera a Secretaria de Prensa y Cristian Pineda Zárate quedó sin cargo alguno dentro de la representación sindical con Toma de Nota.

 

Abajo de la firma de Eugenio Narcia sobreescribieron, para dar a "entender" que el convenio como tal se firmó el 3 de febrero, la realidad, es que se firmó el 3 de enero y se ratificó un mes después tal como consta en el documento de la JFCA.

¿Cómo es posible que de manera burda alegue en plena asamblea que sólo se trató de “un error de dedo”? Tal argumento no soporta la más básica revisión, pues ahora resulta que nadie se dio cuenta que los firmantes aparecen con cargos que, de ser cierto, ya no correspondían a la fecha. El día 3 de febrero Cristian Pineda Zárate se acredita ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje sin cargo alguno, Ivonne Jurado se ostenta como Secretaria de Prensa y no se presenta a dicha ratificación Sandra Carrillo, aparece en su lugar Claudia Estela Rosales Quijas como Comisionada del Centro de Estudios. La compañera Mónica Marín aparece tanto en la firma del convenio como en la ratificación del mismo con el cargo de “Presidente de la Delegación de Aeroméxico”, al igual que Emilio González Caro como Secretario de Conflictos.

 


Y es que hay que señalar, que dentro del mes que existe entre la firma del convenio (3 de enero) y la de su ratificación ante la JFCA (3 de febrero) existen fechas muy importantes que dejan en claro la puesta en escena de la empresa, en franca colusión con el sindicato. El día 11 de enero la aerolínea del Caballero Águila presentó ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje una demanda por Conflicto Colectivo de Naturaleza Económica con la única finalidad real de “infringir miedo a la base de sobrecargos”, derivado de que el planteamiento de la empresa, como del sindicato era, “si no nos dan sus condiciones laborales por la buena, lo haremos por la mala; de lo contrario nos iremos a la quiebra”.

 

Esta “comedia bufa” fue llevada a cabo tanto por Aeroméxico como por la representación sindical a sabiendas de que dicha demanda jamás se llevaría hasta sus últimas consecuencias. En el día de la ratificación del convenio, el 3 de febrero, la aerolínea se desistió de su demanda en contra de los sobrecargos, a manera de “moneda de cambio”.

 

Entre tanto desaseo, se volvió pecata minuta el tema de los viáticos. Y es que en las Juntas Particulares sobre el “Convenio Temporal”, los sobrecargos recibieron una primera propuesta de “votación”, que traía como fecha límite el 31 de diciembre de 2024. Sin embargo, en asamblea antes de llevar a cabo dicho procedimiento, se había acordado como fecha límite el 31 de mayo de 2024. Tuvieron que corregir la propuesta y sacaron una nueva circular con la fecha “correcta”, es decir en el mes de mayo.

 



No obstante y a pesar de que la representación se comprometió a respetar la fecha de mayo, al final, en el convenio que se firmó el 3 de enero y posteriormente fue ratificado el 3 de febrero, la fecha de terminación del pago de viáticos se extiende hasta el 31 de diciembre de 2024. Otra mentira más de Ricardo Del Valle y de la representación sindical que perjudica de manera clara y precisa al gremio de sobrecargos.

 



Todo lo anterior sin dejar a un lado que el Secretario General de la ASSA cuenta con un despacho en la calle de San Francisco #1626 despacho 101 en la colonia Del Valle, de que no ha rendido cuentas en las circulares de “ingresos y egresos” de la asociación. ¿Quién paga ese despacho?, ¿es acaso una “nueva propiedad del sindicato”?, ¿por qué no lo ha hecho público el líder sindical?, ¿por qué se le hace entrega en ese domicilio de una camioneta Ford Expedition 4x4 de lujo?, ¿por qué está registrado el dinero del claim en esa oficina y no en la de la sede sindical?, ¿por qué recibió más de un millón de dólares previo al capítulo 11 y jamás los declaró en las circulares de ingresos y egresos?

 


Con estas letras, espero con sinceridad los sobrecargos actúen en consecuencia y no permitan más corruptelas, pues se sienten intocables, al grado de mentir de forma grosera y descarada. Ustedes lo saben, en gestiones pasadas, por cosas mucho más pequeñas cayeron representantes sindicales. Argumentos legales, tienen para dar y regalar. Quedarse callados, conociendo las irregularidades los vuelve cómplices de ese pastor mentiroso, al que ya nada le importa seguirles mintiendo.

Ximena Garmendia

3 de octubre 2021