El
líder mentiroso
La moraleja
de la fábula de Esopo “El pastor mentiroso” advierte contra la mentira y
el abuso de confianza. Esta obra literaria defiende el valor de la sinceridad y
la confianza que puede generarse en las personas, y que un mal uso de la misma derivará
en la pérdida total de la credibilidad. El pastor la perdió por el abuso de la
presunción de buena fe de sus conciudadanos, no solo provocándole un grave
perjuicio a su rebaño, sino también dañando su fuente de subsistencia económica,
además de una pérdida sentimental.
"Nadie
cree a un mentiroso, ni siquiera cuando dice la verdad". Y parece que eso es
lo que le está ocurriendo a Ricardo Del Valle, que no se cansa de mentir obscenamente
a sus agremiados. Pero vayamos por partes. En esta columna nos hemos dado a la
tarea de documentar todas y cada una de esas mentiras, incluso utilizando sus
propias palabras, como el 20 de agosto del año pasado, en la columna titulada “Y
no lo digo yo… lo dijo él” en la que hicimos “un corte de caja” sobre el
manejo que el sindicato hizo con el tema de la pandemia de Sars-Cov-2. No
inventé una sola frase, simplemente transcribí sus declaraciones hechas en
redes sociales y circulares que tuvo a bien emitir la asociación sindical.
También,
el año pasado dejamos muy claro que se han tenido manejos turbios referentes al
Seguro de Vida de los sobrecargos, y pueden checarlo en la columna “Siguiendo
los pasos de su mentora” de fecha 13 de septiembre del año pasado también.
El común
denominador: las mentiras y el burdo engaño, pero seamos sinceros, Ricardo Del
Valle se mueve con total impunidad porque el gremio se queda mudo ante sus
atrocidades, cada vez más siniestras y cínicas.
Tal es el
más reciente caso del “Convenio Temporal de Ahorros”, mismo que se acordó con
la “finalidad de salvar a la empresa”; una mentira más, pues los ahorros
generados por los sobrecargos no son lo suficientemente importantes como para “salvar
o sentenciar a la quiebra” una aerolínea. Eso lo deberían de tener claro con la
sentencia que dictó en 2014 la Suprema Corte de Justicia de la Nación. No
dejemos de lado que dicho convenio lo hicieron con una demanda de Conflicto
Colectivo de Naturaleza Económica, aplastándoles el cogote.
Tomen
nota de esto: el convenio en comento tendría que haber sido publicado desde
hace varios meses, pues los sobrecargos votaron los días 25, 26 y 27 de enero
del presente año, para modificar sus condiciones laborales. Desde que
concluyeron las Juntas Particulares con los sobrecargos al servicio de la
empresa Aerovías de México, me llamó poderosamente la atención que no hicieran
una asamblea de sanción de los acuerdos emanados en dichas juntas, ya que el
estatuto en vigor así lo mandata (art. 55) y que dieran por zanjado el proceso.
El dato
revelador es la fecha de la firma del convenio, y con ella todo cobra sentido. Me
explico: la fecha de la firma del “Convenio Temporal” es del 3 de enero. Es
decir, cuando los sobrecargos votaron, el convenio ya estaba firmado. Ricardo
alega que es un “error de dedo” ¿error de dedo?, ¡claro que no!, dado que la
gestión de Cristian Pineda Zárate como Secretario de Trabajo, Ivonne Jurado
como Secretaria Tesorera, y de Sandra Carrillo como Vocal de Sobrecargos de la
delegación de Aeroméxico, concluyó el 31 de enero; ese día fue el último para ellos
en dichos cargos, ya que a partir del 1° de febrero Sandra Carrillo pasó de
delegada a Secretaria del Trabajo, Ivonne Jurado de Secretaria Tesorera a
Secretaria de Prensa y Cristian Pineda Zárate quedó sin cargo alguno dentro de
la representación sindical con Toma de Nota.
¿Cómo es
posible que de manera burda alegue en plena asamblea que sólo se trató de “un
error de dedo”? Tal argumento no soporta la más básica revisión, pues ahora
resulta que nadie se dio cuenta que los firmantes aparecen con cargos que, de
ser cierto, ya no correspondían a la fecha. El día 3 de febrero Cristian Pineda
Zárate se acredita ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje sin cargo
alguno, Ivonne Jurado se ostenta como Secretaria de Prensa y no se presenta a
dicha ratificación Sandra Carrillo, aparece en su lugar Claudia Estela Rosales
Quijas como Comisionada del Centro de Estudios. La compañera Mónica Marín
aparece tanto en la firma del convenio como en la ratificación del mismo con el
cargo de “Presidente de la Delegación de Aeroméxico”, al igual que Emilio
González Caro como Secretario de Conflictos.
Y es que
hay que señalar, que dentro del mes que existe entre la firma del convenio (3
de enero) y la de su ratificación ante la JFCA (3 de febrero) existen fechas
muy importantes que dejan en claro la puesta en escena de la empresa, en franca
colusión con el sindicato. El día 11 de enero la aerolínea del Caballero Águila
presentó ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje una demanda por
Conflicto Colectivo de Naturaleza Económica con la única finalidad real de
“infringir miedo a la base de sobrecargos”, derivado de que el planteamiento de
la empresa, como del sindicato era, “si no nos dan sus condiciones laborales
por la buena, lo haremos por la mala; de lo contrario nos iremos a la quiebra”.
Esta
“comedia bufa” fue llevada a cabo tanto por Aeroméxico como por la
representación sindical a sabiendas de que dicha demanda jamás se llevaría
hasta sus últimas consecuencias. En el día de la ratificación del convenio, el
3 de febrero, la aerolínea se desistió de su demanda en contra de los
sobrecargos, a manera de “moneda de cambio”.
Entre
tanto desaseo, se volvió pecata minuta el tema de los viáticos. Y es que
en las Juntas Particulares sobre el “Convenio Temporal”, los sobrecargos recibieron
una primera propuesta de “votación”, que traía como fecha límite el 31 de diciembre
de 2024. Sin embargo, en asamblea antes de llevar a cabo dicho procedimiento,
se había acordado como fecha límite el 31 de mayo de 2024. Tuvieron que
corregir la propuesta y sacaron una nueva circular con la fecha “correcta”, es
decir en el mes de mayo.
No
obstante y a pesar de que la representación se comprometió a respetar la fecha
de mayo, al final, en el convenio que se firmó el 3 de enero y posteriormente
fue ratificado el 3 de febrero, la fecha de terminación del pago de viáticos se
extiende hasta el 31 de diciembre de 2024. Otra mentira más de Ricardo Del
Valle y de la representación sindical que perjudica de manera clara y precisa
al gremio de sobrecargos.
Todo lo anterior
sin dejar a un lado que el Secretario General de la ASSA cuenta con un despacho en la calle de
San Francisco #1626 despacho 101 en la colonia Del Valle, de que no ha rendido
cuentas en las circulares de “ingresos y egresos” de la asociación. ¿Quién paga
ese despacho?, ¿es acaso una “nueva propiedad del sindicato”?, ¿por qué no lo
ha hecho público el líder sindical?, ¿por qué se le hace entrega en ese domicilio
de una camioneta Ford Expedition 4x4 de lujo?, ¿por qué está registrado el
dinero del claim en esa oficina y no en la de la sede sindical?, ¿por qué
recibió más de un millón de dólares previo al capítulo 11 y jamás los declaró
en las circulares de ingresos y egresos?
Con estas letras, espero con sinceridad los sobrecargos actúen en consecuencia y no permitan más corruptelas, pues se sienten intocables, al grado de mentir de forma grosera y descarada. Ustedes lo saben, en gestiones pasadas, por cosas mucho más pequeñas cayeron representantes sindicales. Argumentos legales, tienen para dar y regalar. Quedarse callados, conociendo las irregularidades los vuelve cómplices de ese pastor mentiroso, al que ya nada le importa seguirles mintiendo.
Ximena Garmendia
3 de octubre 2021