31 agosto 2025

El riesgo en las próximas elecciones en ASSA

 

El riesgo en las próximas elecciones en ASSA

Está a punto de comenzar el nuevo proceso electoral en el sindicato de sobrecargos, y ustedes saben mejor que nadie que ninguno de los anteriores, encabezados por Ada Salazar, se ha salvado de tener errores, omisiones, faltas o inconsistencias, que una y otra vez han tenido que ser litigadas, con todas las consecuencias que esto implica. Pareciera que esa es la consigna: “entorpecer, para no hacer nada”, y cuando los agremiados pidan cuentas, culpar de sus propias pifias a la autoridad, ya sea del Poder Ejecutivo, al Poder Judicial o al Poder Legislativo por la Reforma Judicial.



Debo hacer varios apuntes, justo en este momento, antes de iniciar el próximo proceso electoral, porque las piezas ya están sobre el tablero, y “las próximas jugadas” son muy claras. Tan evidentes y obvias, que casi puedo adivinar “los discursos maromeros” que la sobrecargo que hoy despacha como Secretaria General de ASSA va a pronunciar cuando, una vez más, sus elecciones tiemblen como castillo de naipes, ante la brisa más leve.

El pasado día 25 de agosto, Ada publicó una circular, evidentemente redactada por su cuerpo legal (la redacción y faltas de ortografía son marca de la casa), donde intentan crear una narrativa en la que aseguran que la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA) “ya ganó” la toma de nota que viene litigando desde el proceso electoral celebrado en 2023, pero nada más alejado de la realidad.

Y les pido que recuerden, en dicho proceso, en el que se eligió al Grupo III de la representación sindical, ASSA enfrentó una negativa de la Toma de Nota declarada por el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, como consecuencia del desaseo e impericia de los abugaduchos de quinta de Ada Salazar; porque hay que decirlo como es: aunque sus honorarios salen de las cuotas sindicales, y despachan en una oficina dentro del edificio sindical, utilizando personal administrativo e insumos de ASSA, la realidad es que el cuerpo legal litigante trabaja para la señora Salazar, y no está al servicio de los sobrecargos agremiados.

Aquella resolución negó la toma de nota por varias razones, una de ellas porque el proceso electoral no se había llevado conforme a los Estatutos de la ASSA, pues había inconsistencias en el padrón electoral, y con las fechas y lugares de publicación de las convocatorias correspondientes. Pero, dicho de forma coloquial: “ya encarrerado el ratón, ¡chingue a su madre el gato!” Es decir, tratando de dar mayor fuerza a la negativa, fundamentó la negativa utilizando una figura que les encanta a los juzgadores: “la analogía”, que en español simple y llano se traduce en “los Estatutos de ASSA no lo piden, pero la Ley Federal del Trabajo sí exige que para ciertas decisiones debe votar el 51% de los agremiados”.

La solución la daba el mismo Centro Federal: “repitan el proceso electoral”. Se podía haber hecho, y hubiera sido el momento ideal para aclarar que los Estatutos de ASSA no exigían ningún porcentaje de votación para que las elecciones fueran válidas.

Pero se formó la tormenta perfecta por la conjunción de dos factores: por un lado, el miedo (léase pánico) de Ada Salazar de “repetir” el proceso, y que no ganaran sus fichas; y por otro lado la estulta recomendación de su cuerpo legal, por lo que entraron en un proceso jurídico que lleva 20 meses, y aún no se acaba. ¿La consecuencia? el sindicato lleva casi dos  años sin un tercio de la representación, obligado a hacer malabares -no siempre apegados a la ley- para no quedar paralizado.

Ada, en lugar de reponer ese proceso electoral (que le hubiera ahorrado muchos dolores de cabeza a ASSA) y convencida por sus leguleyos de que tiene “todo el poder”, demandó al Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral. No los voy a aburrir con el camino transitado en todos estos meses, pero después de un largo juicio un Tribunal resolvió una parte del litigio, y pongan mucho ojo aquí, porque lo que publicó Ada Salazar el 25 de agosto, no es la historia completa:

Sé que Ada no tiene empacho en mentir, pero no sé si en este caso lo hace de manera consciente, o simple y sencillamente avala (porque no entiende) lo que sus “picapleitos”, expertos en retórica, le aseguran que es la verdad jurídica.

Yo estoy convencida de que es mejor agitarse en la duda que descansar en el error, y por eso le entré a la lectura de las más de 100 hojas de la sentencia que que según Ada y sus asesores “…ratifica los criterios sostenidos en la defensa implementada por el equipo jurídico de ASSA…” y que ya solo es cosa de esperar, porque “… en las próximas semanas el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral emitirá la Constancia de Modificación (de hecho escribieron ‘moficiación’) de Directiva Sindical…”.

Pero, ¿qué creen?, que esa información no es verídica. Les voy a explicar cómo está el caso de esa sentencia, y por favor, no tienen que creerme ciegamente; los invito a que Ustedes mismos confirmen lo que sigue:

·         La sentencia del tribunal efectivamente otorga un amparo, pero no como les quieren hacer creer. De hecho, en la foja 79 deja más que claro que los argumentos de ASSA (o sea de Carral y compañía) son "inoperantes". Y lo pone en negritas, lo que significa que no fueron de peso, ni valor jurídico para otorgar el amparo. Más claro: que la defensa jurídica fue una burla, y no fue tomada en cuenta por el Tribunal.

·         La sentencia es contundente, dado que la defensa de ASSA solo se dedicó a repetir el mismo argumento, sin hacer estudio, análisis ni concatenación jurídica de sus conceptos de violación relacionados con las garantías constitucionales afectadas, al final de cuentas el Tribunal resolvió aplicando la "suplencia de la queja" para conceder el amparo. Insisto, no lo digo yo, así lo resolvieron por unanimidad los tres miembros del Tribunal. La ley laboral obliga al juzgador a proteger al trabajador, aunque su defensa no sea la mejor, y por eso les enmiendan la plana.

·         A diferencia de lo publicado por ASSA, el tribunal NO otorga la Toma de Nota en automático. Lo que sí le ordena al Centro Federal de Conciliación es a emitir una nueva resolución, en la que observe que se cumplan con todos los requisitos marcados en el Estatuto de ASSA, pero que “se olvide” de pedir que vote en 51% del padrón electoral. Esto es, el CFCRL tendrá que revisar con lupa todo el proceso, y efectivamente, podría volver a negar la Toma de Nota, y regresaríamos a la misma situación en que estábamos en diciembre de 2023.

·         Así es que no, el Tribunal bajo ninguna circunstancia está ratificando los argumentos de defensa del equipo jurídico de ASSA. Para que pudieran decir eso, la sentencia hubiera sido en el sentido de ordenar al CFRCL la expedición inmediata de la Toma de Nota, ya sin cuestionar nada, y sin valorar argumentos en contra.

·         Lo más importante, esa sentencia NO es la Toma de Nota, como aseguró Ada Salazar al hacerla pública, y de paso agradecer “la paciencia” de los auxiliares que hasta la fecha siguen siendo eso: auxiliares.

Ahora, compañeros Sobrecargos, pónganse cómodos y traigan sus palomitas de maíz, porque esto no termina todavía, y viene la parte más “kafikiana” de todo este litigio. Esta sentencia de amparo le da total libertad al CFRCL de dictar una nueva resolución (plenitud de jurisdicción, le dicen), pero no le “da línea” sobre los efectos que debe tener, así es que estamos a punto de ver cosas más que interesantes. Me explico:

·         En caso de que emita la Constancia de Modificación de Directiva Sindical correspondiente al año 2023. ¿Será con efectos retroactivos a esa fecha, o será válida solo a partir de 2025? ¿Qué va a pasar con todos los actos firmados y avalados por otro Secretario que hubiese sustituido al titular? La contradicción está sobre la mesa, o se convalidan actos jurídicos “por obra y gracia de dios”, o se declaran jurídicamente inexistentes, o se configura el delito de usurpación de funciones.

Y ejemplos hay muchos. Sumen ustedes la ilegal credencialización que Ada está llevando -con el poder que le confieren sus azules arrestos- con los sobrecargos de Aerolitoral (Aeroméxico Connect). Ya el Secretario del Interior, y el Tribunal de Honor y Justicia, le hicieron saber que no puede seguir avante con esa credencialización, porque existe una suspensión ganada por el Sindicato de Trabajadores de la Industria Aeronáutica, Similares y Conexos de la República Mexicana (STIA).

Les advierto, a este proceso que está a punto de empezar lo están viciando de origen. Y no se necesitan grandes dotes, basta con leer los estatutos pasa saber que los únicos encargados del mismo son dos Secretarios: el del Interior y el de Actas; nada tiene que estar haciendo ahí el Secretario de Cultura y Deportes. En el caso concreto, ellos sí tienen Toma de Nota, por lo que no hay ningún motivo para involucrar a Kellogg.

¿Cuál es la urgencia de credencializar a los de Connect? Lo digo fuerte y claro, aunque suene feo: porque son la carne de cañón que Ada pretende usar, ya que le sirven para varias cosas y en los distintos escenarios posibles:

1.    Empantanar el proceso electoral de este año (Grupo II) con el que sigue pendiente de resolverse desde 2023 (Grupo III);

2.    Que con la finalidad de extender el periodo de gestión de Ada Salazar, se utilice la reforma realizada entre 2010 y 2011, que prevé para el caso de negativa de Toma de Nota ¨…se nombrará a los sustitutos que cubrirán las carteras vacantes cuya Toma de Nota se haya negado o no hayan sido convocadas, por un periodo que no podrá exceder, por ningún motivo de seis meses…se obliga a convocar a elecciones para cubrir las vacantes actuales y futuras aplicables conforme al procedimiento establecido…” .

3.    De plano, que Ada intente sacar una nueva “reforma” estatutaria con la que logre enquistarse, porque argumentará que sin ella no podrán resolverse todos los temas jurídicos pendientes.

Para lograrlo ella sabe que requiere del voto de los sobrecargos de Connect, porque representan un cheque en blanco para hacer y deshacer dentro del sindicato. Pero créanme, si logra su cometido, no buscará -en lo absoluto- la mejora de las condiciones laborales de este grupo de trabajadores.

Ada los ve solamente un instrumento necesario, y en caso de que ya no le sirvan, los puede desechar sin ningún empacho. Véanlo ustedes mismos, hoy por hoy el proceso electoral está en riesgo gracias a la ineptitud de Ada, a los pírricos consejos de sus abogados, y lamentablemente a la cada vez más evidente apatía y valemadrismo del gremio de sobrecargos.

Dentro de la actual representación hay quienes cuentan con Toma de Nota. Confío en que ellos sean conscientes de cuál es su papel como contrapeso, y eviten que Ada siga haciendo y deshaciendo a placer. No hacerlo los colocaría en un papel de cómplices. Estoy convencida de que nunca es tarde para levantar la voz, y el sindicato se merece representantes con los pantalones y las faldas bien puestos, con total, completa y franca disposición de luchar por el gremio, y no solo por un proyecto personal.

Compañeros sobrecargos de a pie, es momento de apoyar a los que sí quieren alzar la voz, porque callar es de tibios. Somos un gremio, no borregos.

Ximena Garmendia
 31 de agosto de 2025