ASSA pone en duda gravedad de crisis en Mexicana
La secretaria general de los sobrecargos, Lizette Clavel, dijo que están dispuestos a ayudar a las aerolíneas a salir de la crisis de combustible, pero no a costa de sus ingresos.
La secretaria general de los sobrecargos, Lizette Clavel, dijo que están dispuestos a ayudar a las aerolíneas a salir de la crisis de combustible, pero no a costa de sus ingresos.
Los trabajadores de las líneas aéreas están dispuestos a ayudar a sus empresas a salir de la crisis severa por la que atraviesan, pero no a costa de sus ingresos, afirmó la secretaria general de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), Lizette Clavel Sánchez.
En entrevista la dirigente sindical recordó que inicialmente Mexicana de Aviación planteó un ahorro anual de 25 millones de dólares a través de la reducción, desaparición o modificación de algunas cláusulas del Contrato Colectivo de Trabajo.
Esa propuesta, dijo, golpeaba directamente el bolsillo de los trabajadores, pues se afectaba entre 40 y 50 por ciento de sus ingresos. “Querían quitar prácticamente horas extras, trabajo en días efectivos y trabajo nocturno”.
Por ello, expuso, se prevé que la próxima revisión contractual, que tiene fecha de vencimiento el 15 de septiembre, será sumamente difícil “pero esperamos que no sea áspera”.
Explicó que será la asamblea de sobrecargos la que determine hasta qué punto deben ser flexibles durante la negociación con la parte patronal.
“En la medida en que la empresa le haga saber a los trabajadores cuál es su situación, sus reales necesidades y que ambas partes entiendan sus aspiraciones, en esa medida se dará la flexibilización o la rigidez de las negociaciones”, precisó.
La dirigente sindical detalló: “no creo que sea ficticia la difícil situación que vive la empresa, pero el nivel de gravedad puede ser que sea ficticio”.
Indicó que la demanda que interpuso la parte patronal por un conflicto de carácter económico puso a Mexicana de Aviación a la vista de todos, “eso hace que los reflectores volteen y empiecen a ver qué tantos problemas o pendientes tenemos”.
Esa demanda ha derivado en diversas situaciones que a veces tienen que ver con la interpretación de las cláusulas del contrato y “ahora estamos tratando de llegar a una correcta interpretación de algunas de las cláusulas y a un acuerdo en ese sentido.”
Reiteró que la problemática por la que atraviesa Mexicana de Aviación “no es culpa de los trabajadores”, pues los inversionistas compraron una aerolínea con personal calificado y capacitado, que tiene un Contrato Colectivo de Trabajo que debe respetarse.
La dirigente señaló que los empresarios que adquirieron la aerolínea hicieron estudios para saber en qué condiciones estaba y si iba a ser un negocio rentable.
“Quizá no estén ganando lo que pretendían, podemos hablar de que quizá incluso estén perdiendo, pero no de que entraron a ciegas a un negocio”, aclaró.
Clavel Sánchez mencionó que la negociación salarial-contractual y la atracción del amparo que interpuso ASSA por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) son dos casos totalmente diferentes, que deben ir separados.
“Me parece que en la medida en que haya un diálogo, en la medida en que haya las condiciones propicias y las dos partes tengamos la apertura para llegar a un buen acuerdo, el proceso que se sigue en la SCJN deberá quedarse en un cajón”, subrayó.
De igual forma admitió que todavía no llegan a un acuerdo sobre su demanda de incremento salarial, pero podría ser muy similar al que presentó Aeroméxico de 10 por ciento.
Al referirse a la situación actual de las empresas del sector consideró que “ahora es el momento de que los dueños de las aerolíneas se aprieten el cinturón y realicen inversiones”.
Destacó que “todos debemos realizar nuestro máximo esfuerzo, es decir, que todos jalemos la carreta en el mismo sentido para sacar adelante a esta industria”.
La lidereza de los sobrecargos alertó que el alto costo del petróleo está orillando a la desaparición de líneas aéreas. “Una aerolínea que no tiene otro sustento además de los ingresos que tiene por concepto de la venta de boletos corre muchos más riesgos de enfrentar problemas financieros”, advirtió.
También se pronunció en favor de que el gobierno federal subsidie el precio de la turbosina, ya que las líneas aéreas están destinando casi 60 por ciento de sus recursos al pago de combustible.
El gobierno federal debería subsidiar temporalmente la turbosina, a fin de que la industria pueda sortear esa problemática, opinó.
La dirigente de ASSA consideró que otra alternativa podría ser la instrumentación de incentivos para las diferentes líneas aéreas o en su caso la reducción de impuestos.
Planteó que actualmente “un alto porcentaje del costo del boleto, casi 40 por ciento, se destina al pago de impuestos, como es el caso del derecho de uso de aeropuerto”.
Refirió que según especialistas en administración de negocios cíclicamente el país ha tenido momentos en que se abren muchas aerolíneas y al final sólo subsisten dos o tres.
Ese es el futuro, aseguró, ya que no hay un mercado suficiente para todas las compañías aéreas.
Lizette Clavel mencionó que las llamadas líneas de bajo costo “han generado una competencia depredadora a nivel regional, a nivel doméstico”, pues al inicio de sus operaciones tienen ciertas ventajas competitivas.
Es decir, añadió, tienen un mayor tiempo para pagar su combustible, algunas ventajas en los pagos que tienen que hacer al gobierno y al mismo tiempo son negocios que cuentan con prebendas.
Además, dijo, tienen pocos aviones o en su caso son aeronaves pequeñas que requieren de un sistema de mantenimiento menor.
En lo que se refiere a la fuerza laboral, explicó la secretaria general de la ASSA, tienen gente con una menor capacitación o bien tienen menores prestaciones y eso afecta la parte sindical.
“Las crisis son coyunturales y me parece que también las soluciones pueden ser coyunturales. No tienen por qué ser permanentes, ni tampoco las aerolíneas tendrían por qué pretender tomar ventaja de un apoyo del Estado”, concluyó.
Fuente: Notimex