Sindicatos de Mexicana por... ¡la milagrosísima!
La propuesta de Carlos Ruiz y Enrique Castillo no progresó
Hay algunos que se resisten a morir. A estas alturas usted sabe que la propuesta que encabezaron Carlos Ruiz Sacristán y Enrique Castillo no prosperó. Aunque parecía que las partes estaban de acuerdo con el esquema planeado y los términos del nuevo contrato de trabajo, no pasó la propuesta del ajuste a las liquidaciones porque fue imposible para los sindicatos moverse. Los tres, Perfecto, Clavel y Yúdico dijeron que no y, con ello los segundos inversionistas se levantaron de la mesa. ¿Supone quiebra?
No sé, quizás la esperanza muere al último y siempre hay románticos. Evidentemente, con lo que le he venido contando, la solución técnica fracasó, la milagrosa falló y ahora viene la milagrosísima.
En esta no descarto que la presión política y sindical derive en el uso de gasto público para respaldar la propuesta que le voy a adelantar y que seguramente pondrá a temblar a Interjet de Miguel Alemán, Volaris de Pedro Aspe, VivaAerobus de Roberto Alcántara y Aeroméxico de José Luis Barraza, e inclusive a los que dicen que reviven a Aviacsa, que tiene muchas posibilidades de regresar con Ramón Madero.
En la milagrosísima no hay Mexicanita, hay Mexicana, con 92 aviones y las rutas que operaba hasta el 28 de agosto y sus sindicatos. Dicen que todos capitalizarían pasivos: Banorte de Alejandro Valenzuela, Bancomext, que encabeza Héctor Rangel, los trabajadores también y, para obtener capital fresco piensan en deuda senior.
Evidentemente a quien se le ocurrió debe saber que por lo sucedido, la tasa de retorno que se tendría que pagar por esos recursos supera 20% anual. Claro, a menos que obtengan la garantía del soberano.
Es ir por inversionistas que le entren como deuda senior para que en la secuela del proceso del Concurso que lleva el juez Silva, en lugar de vender el activo se garantice un crédito (por el gobierno federal) que sería pagado como preferente. Con ello piensan que podrían obtener liquidez suficiente para reiniciar (unos 300 millones de dólares). Es un volado, donde ganan o pierden todos, hasta los contribuyentes.
La propuesta es de los sindicatos, y sabemos que en la SCT de Juan Molinar y en la STPS se considera como una opción que los trabajadores le están apostando todo, y dicen que si lo hacen, hay que intentarlo porque se trata de ocho mil trabajadores que han perdido su fuente de ingresos y su jubilación.
También sabemos que los sindicatos están buscando quién los asesore financiera y legalmente para darle forma a lo que ellos ven como su última oportunidad.
Lo que es evidente es que todos están intentando rescatar valor, pero sí me llama la atención que Bancomext capitalice, ya que le vale gorro si pierde todo porque siempre tendrá la garantía del gasto público y, como la vea, el gobierno es el tercer acreedor (a los contribuyentes nos deben 2 mil millones de pesos por combustible a través de ASA, que lleva Gilberto López Meyer, 300 millones por TUA en el AICM y el adeudo de Bancomext por 900 millones de pesos que no estarán en el balance de Nafin como dice Héctor Rangel,pero sí implicará una pérdida para el gobierno federal, o sea nosotros) en monto y cuantía en Mexicana y si capitaliza, simplemente sería un accionista de una empresa aérea y ahí, cuéntenme otra, es un tema de política pública que deberá aclarar de una vez por todas el presidente Felipe Calderón.
Creo que los sindicatos han ido ganando adeptos en los tres partidos políticos y, ahora que se negocia el presupuesto, la dichosa Ley de Emergencia para Superar la Crisis del Sector Aéreo no es una payasada.
La propuesta de Carlos Ruiz y Enrique Castillo no progresó
Hay algunos que se resisten a morir. A estas alturas usted sabe que la propuesta que encabezaron Carlos Ruiz Sacristán y Enrique Castillo no prosperó. Aunque parecía que las partes estaban de acuerdo con el esquema planeado y los términos del nuevo contrato de trabajo, no pasó la propuesta del ajuste a las liquidaciones porque fue imposible para los sindicatos moverse. Los tres, Perfecto, Clavel y Yúdico dijeron que no y, con ello los segundos inversionistas se levantaron de la mesa. ¿Supone quiebra?
No sé, quizás la esperanza muere al último y siempre hay románticos. Evidentemente, con lo que le he venido contando, la solución técnica fracasó, la milagrosa falló y ahora viene la milagrosísima.
En esta no descarto que la presión política y sindical derive en el uso de gasto público para respaldar la propuesta que le voy a adelantar y que seguramente pondrá a temblar a Interjet de Miguel Alemán, Volaris de Pedro Aspe, VivaAerobus de Roberto Alcántara y Aeroméxico de José Luis Barraza, e inclusive a los que dicen que reviven a Aviacsa, que tiene muchas posibilidades de regresar con Ramón Madero.
En la milagrosísima no hay Mexicanita, hay Mexicana, con 92 aviones y las rutas que operaba hasta el 28 de agosto y sus sindicatos. Dicen que todos capitalizarían pasivos: Banorte de Alejandro Valenzuela, Bancomext, que encabeza Héctor Rangel, los trabajadores también y, para obtener capital fresco piensan en deuda senior.
Evidentemente a quien se le ocurrió debe saber que por lo sucedido, la tasa de retorno que se tendría que pagar por esos recursos supera 20% anual. Claro, a menos que obtengan la garantía del soberano.
Es ir por inversionistas que le entren como deuda senior para que en la secuela del proceso del Concurso que lleva el juez Silva, en lugar de vender el activo se garantice un crédito (por el gobierno federal) que sería pagado como preferente. Con ello piensan que podrían obtener liquidez suficiente para reiniciar (unos 300 millones de dólares). Es un volado, donde ganan o pierden todos, hasta los contribuyentes.
La propuesta es de los sindicatos, y sabemos que en la SCT de Juan Molinar y en la STPS se considera como una opción que los trabajadores le están apostando todo, y dicen que si lo hacen, hay que intentarlo porque se trata de ocho mil trabajadores que han perdido su fuente de ingresos y su jubilación.
También sabemos que los sindicatos están buscando quién los asesore financiera y legalmente para darle forma a lo que ellos ven como su última oportunidad.
Lo que es evidente es que todos están intentando rescatar valor, pero sí me llama la atención que Bancomext capitalice, ya que le vale gorro si pierde todo porque siempre tendrá la garantía del gasto público y, como la vea, el gobierno es el tercer acreedor (a los contribuyentes nos deben 2 mil millones de pesos por combustible a través de ASA, que lleva Gilberto López Meyer, 300 millones por TUA en el AICM y el adeudo de Bancomext por 900 millones de pesos que no estarán en el balance de Nafin como dice Héctor Rangel,pero sí implicará una pérdida para el gobierno federal, o sea nosotros) en monto y cuantía en Mexicana y si capitaliza, simplemente sería un accionista de una empresa aérea y ahí, cuéntenme otra, es un tema de política pública que deberá aclarar de una vez por todas el presidente Felipe Calderón.
Creo que los sindicatos han ido ganando adeptos en los tres partidos políticos y, ahora que se negocia el presupuesto, la dichosa Ley de Emergencia para Superar la Crisis del Sector Aéreo no es una payasada.