Liderazgo
y ríos revueltos
¿Qué
es un líder sindical? un intermediario, un gestor y defensor de los derechos
laborales, y encargado del mejoramiento profesional, social y económico de sus
agremiados.
Comienzo
definiendo el papel del líder sindical porque todo indica que en la Asociación
Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) han perdido la brújula y creen que
el papel que desempeña la representación sindical es la equivalente a ejecutivos
de una compañía privada.
La ignorancia
de los representantes es más que evidente, no es la primera vez que demuestran
su profundo desconocimiento del marco estatutario que rige a la asociación
sindical. Y como ejemplo pongo una de las más recientes “pifias”, en lo que concierne
a la Asamblea Ordinaria.
La
Reforma Laboral del 2019 busca, en primera instancia, mayor democracia para los
trabajadores y libertad en la elección de sus representantes sindicales, al mismo
tiempo que aumenta la transparencia y la rendición de cuentas de los sindicatos.
Justo
eso es lo que debe hacerse dentro de la Asamblea Ordinaria; pero van a
cumplirse dos años que, utilizando como pretexto a la pandemia por
Sars-Cov2, Ricardo Del Valle se ha negado de una u otra manera a llevar a
cabo una rendición de cuentas del trabajo sindical.
Dentro
del Capítulo VII del Estatuto de ASSA, titulado “De las Asambleas y Juntas”,
el artículo 30 a la letra dice: “La Asamblea General Ordinaria,
deberá celebrarse cada seis meses, en los primeros diez días de los meses de
enero y julio de cada año”.
El
Secretario General actúa como si viviera en una realidad de hace muchos años. Circunstancias
similares a los de esta pandemia hubieran vuelto imposible realizar una
asamblea; pero, sí hay un gran “pero”, se pudo llevar a cabo perfectamente de
manera híbrida, esto es, con un aforo limitado en la sede sindical y el resto
vía zoom, como sí lo ha hecho en otras ocasiones, con otros temas.
Son
hechos y no especulaciones, Ricardo Del Valle ha manejado a su contentillo
el uso de la tecnología, respecto a las asambleas virtuales. Mientras para
unas empresas -Transportes Aeromar- sí realiza asambleas en la sede sindical,
para los temas peliagudos y rendición de cuentas de Aeroméxico, siempre
termina diciendo que “por disposición de las autoridades sanitarias, no son
posibles”.
Prorrogar
indefinidamente la celebración de una Asamblea Ordinaria se encuentra fuera de
lo establecido por la norma interna; es una violación estatutaria, y la
Comisión de Vigilancia -que debería estar pegando el grito en cielo- se
mantiene ciega, sorda y muda ante el flagrante hecho.
¿Y
qué decir del Tribunal de Honor y Justicia? tampoco ve la violación que se
comete en sus narices, y no toma cartas en el asunto. ¿Lo ven ustedes?, se
comportan como si Del Valle fuera el director y ellos sus empleados. No
entienden que ellos, tanto la Comisión de Vigilancia como el Tribunal de
Honor y Justicia están para velar el buen uso del estatuto y que los
representantes se ciñan a este.
Otro
ejemplo citable es el tema del Adiestramiento Periódico que se programó “especialmente”
para los representantes, al que casualmente no se presentaron dos de ellas: Claudia
Quijas, encargada del Centro de Estudios, y Adoración “Doris” González-Gamiño,
Secretaria de Previsión Social, y ¿quién las acompañaba en ese vuelo de
cuatro días de miembro extra a Los Ángeles? Nada menos que la vocal de la
Comisión de Vigilancia, Lucía Navarrete.
¿Acaso
Lucía desconoce cuál es su función, o se trató de un soborno velado para que la
Comisión de Vigilancia se quedara callada? Piensen
mal y acertarán. No se necesita ser Sherlock Holmes para darse cuenta de la complicidad
entre ellas para que no haya ningún tipo de consecuencia por no haber tomado un
adiestramiento especial programado por la empresa Aeroméxico.
Ahondemos;
una de las funciones de la Comisión de Vigilancia es la de llamar a Asamblea en
caso como este, en que el Comité Ejecutivo se niega a realizarlo. ¿Invento
mío?, ¡No, señores!, así se encuentra plasmado en el Capítulo XI, artículo
91, fracciones I y VIII:
I.-
Velar por que los otros órganos de la Asociación y los Miembros que los
integren, cumplan con sus funciones y con todo lo dispuesto por este Estatuto;
VIII.-
Promover ante el Comité Ejecutivo, la celebración de Asambleas cuando no se
hagan en tiempo las convocatorias, y convocar directamente a Asambleas
Extraordinarias u Ordinarias, si el Comité Ejecutivo se rehusare a hacerlo;
Tomen
nota, compañeros sobrecargos, el refrán que dice “A río revuelto, ganancia de
pescadores” está más vigente que nunca en ASSA de México. La actual
representación navega en las aguas de la indolencia, la ignorancia y la
estulticia. Pretende aprovechar la coyuntura de que todavía no toma posesión el
tercio de representantes que no le son afines.
Los
compañeros electos deben asumir el próximo 1° de febrero, pero su arribo está
en duda, ya que nuestro flamante Secretario General no ha solicitado su “bajada
de vuelo”. ¿Será una estrategia para dificultar que tomen posesión de sus
respectivas carteras?
Como
se pueden percatar, la “prórroga” es inexistente en nuestro estatuto en vigor,
y la asamblea debía de llevarse a cabo en los días que marca nuestra ley interna.
El hacerlo “después” y avalado por la Comisión de Vigilancia, nos habla que no
hay un órgano a lo interno que ponga orden, o que sepa que es su trabajo poner
orden.
Es
ridículo un acuerdo de “Junta de Comité”, en el que ni siquiera pueden poner en
qué fecha se llevará a cabo una Asamblea Ordinaria. Es ilegal y absurdo que representantes
-ya sin Toma de Nota- estén “rindiendo” cuentas.
Lo
conozco, y sé que es capaz de utilizar el tema de la Ordinaria para seguir
teniendo bajados de vuelo a los representantes salientes y a los nuevos volando
porque “no hay suficientes bajadas de vuelo”.
Los líderes
sindicales necesitan desarrollar habilidades para entender y dirigir a sus
agremiados, para sacar de ellos lo mejor, para generar climas de confianza,
cooperación, identidad y aceptación dentro de la organización. No para
ningunearlos, ignorarlos, pisotearlos y burlarse de ellos, como sucede actualmente
en ASSA de México.
Ximena
Garmendia
30 de enero
de 2022