Acorralan a sobrecargos de Aeroméxico
Alberto Barranco
Empresa
Satanizados como los
desafinados del coro; señalados como pendencieros, voraces y radicales,
los sobrecargos de Aeroméxico se juegan en un volado la posibilidad de
abrir una brecha hacia la sustitución de los contratos colectivos
vigentes por otros más laxos, se diría blancos.
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El callejón termina con la amenaza de promover un Conflicto Colectivo
de Naturaleza Económica para dejarle a la autoridad laboral la tarea de
activar la guillotina.
Lo tomas o lo dejas.
De acuerdo a lo negociado en la accidentada revisión contractual del
31 de mayo, la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación tiene dos
semanas para decir sí o no a un contrato colectivo B para el personal de
nuevo ingreso, en cuyo marco se reducen 60 por ciento las percepciones
en dinero o en especie.
De no llegarse a un acuerdo se reactivaría la solicitud de abrir el
procedimiento previsto cuando las condiciones laborales ponen en peligro
la viabilidad de una empresa.
El problema es que, sin el reconocimiento oficial ya opera en la
empresa una suerte de contrato B para sobrecargos de nuevo ingreso, con
extensión a pilotos, que está causando problemas internos en la empresa
aérea, al sentirse discriminados unos frente a otros. Se da el caso que
el piloto auxiliar recibió más viáticos que el capitán que acaba de ser
contratado.
Se diría que existen empleados de primera y de segunda.
Y el problema es que el documento que plantea la empresa como
alternativa, aparentemente sin opción de revire, deja prácticamente
desnudos a los trabajadores.
De entrada, aunque se manejó siempre que el nuevo escenario
permitiría a la línea recuperar competitividad frente a las empresas de
bajo costo, hete aquí que el tabulador previsto resulta inferior al de
Volaris, Interjet y aún a la filial de Aeroméxico, Connect.
Mientras Aeroméxico ofrece un salario base de 9 mil pesos, en
Interjet se pagan 9 mil 726; en Connect 10 mil 33 y en Volaris 11 mil
632.
Y aunque usted pensaría que el diferencial llegaría por la vía de las
prestaciones, en el contrato B se elimina una gran cantidad de éstas,
por ejemplo vales de gasolina, bono de asistencia, además de reducirse
el monto para despensa...
El punto más grave, sin embargo, es que en el capítulo VII
("Enfermedades profesionales, generales y riesgos") se borra la cláusula
59 que planteaba el tratamiento para las mujeres embarazadas… lo que en
el papel implica que la posibilidad queda prohibida.
Ahora que los sobrecargos hombres que sean padres, recibirán dos días
de permiso con opción de solicitarlos en forma continua o separada.
A su vez, las o los trabajadores de vuelo que contraigan matrimonio podrán gozar de una licencia de tres días… una sola vez.
Divorciados con opción de segundas nupcias, absténganse.
El monto para despensa será equivalente a un salario mínimo mensual
general del Distrito Federal, en tanto el aguinaldo será de 15 días.
Para los nuevos empleados los viáticos para desayunos escalan entre
116.90 a 217.70 pesos cuando estos vuelen a Cancún, donde la vida es en
dólares; en caso de comidas, el monto oscila entre 259 pesos para vuelos
normales; 336 para Acapulco, y 473.90 para Cancún.
Y no le seguimos por falta de espacio.
Lo cierto es que los sobrecargos, a contrapelo de la satanización de
que fueron objeto, señalándose que querían huelga a como diera lugar,
luego de plantear un pliego petitorio inaceptable, estuvieron al lado de
la empresa cuando ésta resultó afectada por la epidemia de influenza.
En aquel entonces se aceptó ceder cinco días de vacaciones al año
derivado de lo cual 141 sobrecargos fueron reajustados, además de
suprimir el pago por recuperación de itinerario, por recuperación de
vuelo y por cabina trasera.
Más adelante, presentada una primera solicitud de Conflicto Colectivo
de Naturaleza Económica, se aceptaron nuevas formas de reversa, por
ejemplo la reducción de pago de tripulaciones mínimas durante tres años;
la asignación de vacaciones sólo en dos periodos, y la reducción del
pago por hora de vuelo nocturno de 0.20 al 1.10%.
La parte más grave, sin embargo, fue el establecerse una categoría
nombrada "sobrecargo inicial", con un anexo al calce al Contrato
Colectivo de Trabajo.
A partir de entonces, es decir, noviembre de 2008, los empleados que
ingresan a la empresa recibirán en el terreno práctico 60% menos de
ingresos.
El sacrificio le significó a la empresa ahorros de 51 millones de pesos anuales.
Y si le seguimos, el 31 de mayo del 2009 se pactó un Convenio Multianual para prorrogar hasta el 2013 la revisión contractual.
La amenaza del Conflicto Colectivo de Naturaleza Económica está de regreso.
La vía para desmantelar contratos.