19 noviembre 2023

El poder embrutece

El poder embrutece

Cuando Ricardo Del Valle llegó a la Secretaría General, en un ya lejano mes agosto del año 2011, nadie pensó que un ser apocado, limitado cognitivamente y con nulo carisma lograría superar los planes originales de Alejandra Barrales: eternizarse en el cargo.

Fotografía tomada de redes sociales


Alejandra modificó el Estatuto, y trató de modificarlo una segunda ocasión, bajo el discurso de seguir trabajando en pro de la continuidad, e intentaba ir por un tercer periodo; sin embargo las votaciones necesarias para llevar a cabo esta modificación terminaron empantanándose, y tomó la decisión de dejar un delfín, pero tampoco consiguió los votos necesarios. Se quedó con la Secretaría General Arturo Aragón, sobrecargo de Mexicana y (punto importante) entonces esposo de Monserrat, una sobrecargo que traía “en salsa” a Alejandra en todas las asambleas.

Fotografía tomada del periódico La Jornada


Sin embargo, 10 años después de la salida de Barrales, llegó a la Secretaría General un sobrecargo de Aeroméxico, mas bien gris y sin ninguna personalidad ni aptitudes para el cargo. Ricardo Del Valle supo capitalizar muy bien el encono que había con Lizette Clavel. Curiosamente, este Secretario General, que rompió todos los récords de permanencia en el cargo, salió de igual manera en medio de un encono contra su ilegal gestión. Ricardo, de manera tramposa y gracias al contubernio de las autoridades -las cosas como son-, tras dos periodos logró reelegirse en dos ocasiones más para el mismo cargo.

Fotografía tomada de redes sociales


Iba por su quinta gestión, pero como dije, el descontento de la base era ya de tal dimensión que terminó perdiendo las elecciones. Ada Salazar -y lo digo así- llegó como una gran bocanada de aire fresco; se pedía a gritos el regreso de la democracia en el sindicato, y sin embargo la historia no ha sido así.

Fotografía tomada de redes sociales


Hay un dicho: “El poder embriaga; el exceso de poder embrutece” y justamente eso es lo que está sucediendo en ASSA de México. Hablo de un poder “desvirtuado”, del poder como esa  capacidad de tener la obediencia de los otros, independientemente que sean movidos por algún interés personal, por convicción o de plano por obligación.

Para detectarlo, observaremos que el poder modifica el comportamiento, los valores e incluso las actitudes de las personas sobre las que se ejerce este, mientras que quien lo ejerce, lo hace por el sentimiento de placer que le genera, además del reconocimiento social que obtiene, así como la alta estima de la gente; todo termina generando en la persona que ostenta el poder una gran “autoconfianza” al mismo tiempo que aumenta su orgullo propio.

Es fácil percibir estas actitudes en la actual Secretaria General, quien ha decidido emular al Rey Sol de Francia, y decir a toda voz “El Sindicato soy yo”, pasándose los Estatutos por el Arco del Triunfo, y pretender manejar a la asociación sindical sólo de la mano de sus abogados, y de quienes le sean leales.

“En la mitología griega, uno de los vicios más condenados era el orgullo desmedido. Se le llamaba Hubris y significaba un ego excesivo que llevaba a la adicción al poder y a emprender acciones extraordinarias, muchas de ellas por fuera de toda realidad y cruzando los límites de la naturaleza humana. Como consecuencia de este sentimiento fuera de toda medida, la persona poseía un exceso de confianza y una carencia de humildad que en cualquier momento terminaba en un gran fracaso” (fragmento de la columna de opinión de Jorge Gómez Pinilla, periodista y escritor colombiano).

Todo esto viene a colación, porque en aras de darle un espaldarazo a la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), Ada manda una misiva dirigida al Presidente de la Nación, al Secretario del Trabajo Federal y a todos los sindicatos de aviación “del mundo mundial”, sobre el tema del “wet leasing” de VivaAerobus.

Y no lo quiero dejar pasar, así que dejo el post que escribí a modo de respuesta:

Continuando con los buenos días. Así como la circular anterior, #ASSA ha sacado una con respecto tema del wet leasing de #VivaAerobus, en apoyo a #ASPA y a #CPAM. (La cual de igual forma sólo llegó vía iPad a los sobrecargos de Aeroméxico).

Yo sólo pregunto ¿Con qué cara? Les cerraron las puertas de #AeroméxicoConnect a los sobrecargos de #Aeromar. No han permitido que entren a laborar en la troncal #Aeroméxico y la excusa es "pasan de la edad que marca el CCT", claro, esto en franco detrimento de los sobrecargos agremiados al sindicato.

Y no hablemos de los corridos de Aeroméxico, que ahora sí tenemos la certeza que fueron únicamente utilizados con fines electorales el año pasado, no para resarcirles el daño hecho por la administración de Ricardo Del Valle.

Sobrecargos de Aeroméxico: no permitan que Ada siga los pasos de Calígula y termine dejando el poder a sus abogados, y tal como el emperador romano, acabó nombrando Cónsul a su caballo “Incitato”. Ada no puede estar por encima de la asamblea, si ustedes lo permiten porque se sienten muy cómodos y creen que les conviene, al final serán los que terminarán pagando las consecuencias de sus malas decisiones, y no ponerle un freno a Ada Salazar. Se llame como se llame el Secretario General debe tener muy claro cuáles son sus obligaciones, pero también las limitaciones del puesto.

Nunca quien despache en la Secretaría General ha sido omnipotente, ni omnipresente. Ada ahora prohíbe el ingreso de los teléfonos celulares a las Junta de Comité para que no la graben. Lo digo fuerte y claro, “el que nada debe, nada teme”, y somos los agremiados quienes debemos recordárselo.

Ximena Garmendia
 19 de noviembre de 2023