Con
respecto al CCNE contra los sobrecargos de Aeroméxico, vemos que ASSA de México
cual camaleón, ha estado modificando su discurso, primero, salen a medios el 15
de julio y manifiestan que emplazarán a huelga por violaciones al CCT, que no
cejarán en defender a sus agremiados de la rapacería de la empresa, ahora, en
la asamblea les dirán que lo mejor es negociar y por supuesto, aceptar lo que
les muestren.
Ya
sabemos cómo actúa el sindicato, será una asamblea plagada de paleros, quienes
al menor movimiento de su “líder”, votarán lo que se les pida, esto es, aceptar
la propuesta negociada por la representación sindical con la empresa, la cual
traerá alguno que otro “dulce”, y claro, a los antiguos les convendrá, ya que
con esta acción se dará por terminada la demanda por CCNE (Conflicto Colectivo
de Naturaleza Económico), a Ricardo y sus huestes les urge darle carpetazo a
este asunto, ya vienen las elecciones dentro del sindicato.
Así
que, está en manos de los sobrecargos saber si aceptan lo “negociado” por la
representación de caricatura que hoy se encuentra al frente de la ASSA de
México, o exigen que Ricardo y compañía cumpla con todo lo prometido,
comenzando porque nunca debieron de ingresar al contrato B, en la inducción
sindical, se les mintió diciendo que entrarían con el contrato inicial, así
como el pago de la doble cuota sindical a los ex mexicanas, así como la
creación de cargos sacados de la manga, caso Emilio Caro, quien a pesar de ser
contrato B, se chuta 28 mil pesos de emolumentos. Amén de cuándo hubo asamblea
para aumentarse los mismos.
En
fin, lo repito, si aceptan tal cual lo negociado por ASSA, estarán firmando su
sentencia de muerte laboral, bienvenidos a la explotación reconocida y avalada
por el sindicato.
Ojo,
ustedes son los que tienen que negociar bajo qué condiciones quieren trabajar,
ya sea la opción de esperar la resolución (que siendo sincera, en el caso de
Mexicana, ahí sigue, resolviéndose en la Suprema Corte de Justicia de la
Nación), o proponer una alternativa al CCTB, o sea, con lo que ya se ha
ahorrado la empresa, podrían bien sentarse a negociar que no sea un contrato,
sino un convenio temporal, mismo que genere ahorros en un determinado tiempo,
para después permitirles entrar al CCTA.
Todo
se reduce a la palabra, NEGOCIAR, pero que sean ustedes, los afectados (y no
los paleros, punta de lanza o sea, los arrastrados de Ricardo), quienes se
sienten a negociar con la empresa, tienen todo el tiempo del mundo para
hacerlo.
Atentamente
Ximena Garmendia