07 octubre 2008

LAMENTAMOS EL SENSIBLE FALLECIMIENTO DEL COMPAÑERO VÍCTOR HERRERA "EL PIRRURRIS"


El día de hoy falleció nuestro compañero de Mx Víctor Herrera G quien fue velado en el panteón Francés.

DESCANSE EN PAZ.

Aeroméxico busca reducir los beneficios laborales

Siempre a la carrera, aventando y arrebatando cosas a los pasajeros, los sobrecargos de Aeroméxico están peor y de malas. Al temor de que algunos se contagiaron con un virus asiático que no atinan los médicos en diagnosticarles desde hace tres meses, ahora se suma la intención de la empresa de reducir sus beneficios laborales para salvar la condición financiera de la aerolínea.

El mes pasado, Aeroméxico demandó ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje modificar el Contrato Colectivo de Trabajo de sus sobrecargos para “aumentar la productividad y reducir costos”. Es “la única forma de lograr la viabilidad económica de la empresa”, afirmó Néstor Astete, director ejecutivo de Recursos Humanos de la firma en una circular del 12 de septiembre enviada a los sobrecargos.

La demanda cayó como balde de agua fría a 3 mil 500 trabajadores sindicalizados en el país, y cuyas condiciones laborales son tan singulares que pueden tener incapacidad médica por fatiga crónica, estrés, depresión o ansiedad.

La propuesta amenaza la seguridad de los pasajeros, afirma la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), y no sólo la calidad y rapidez con la que sirven coca colas y cacahuates, todavía gratis. Según Lizzet Clavel, secretaria general de ASSA, la pretensión de optimizar recursos humanos sería a costa de la seguridad en los vuelos. Ejemplo, habría un sobrecargo por cada 50 pasajeros, en vez de uno por cada 50 asientos, estén o no ocupados.

Los pasajeros quedarían “a la buena de Dios” si en un vuelo corto, con 50 personas a bordo, el único sobrecargo se lesiona o queda inconsciente, explica Clavel.

En viajes menores a una hora, el despegue y aterrizaje duran 30 minutos y nadie puede levantarse, así que el tiempo restante apenas alcanza para servir, siempre a las prisas, bebidas, galletas o cacahuates. Además disminuirían sus horas de descanso entre vuelo y vuelo (realizan de dos a tres aterrizajes en promedio al día, y máximo cinco), lo que repercutirá en su capacidad de respuesta y en la calidad de servicio.

En un mes algunos sobrecargos hacen tres vuelos internacionales (a Europa, América del norte y Sudamérica), y aún no ajustan su organismo al nuevo horario cuando deben abordar otra vez. La sonrisa al recibir o despedir al pasajero en la puerta de cabina desapareció de algunas sobrecargos que han tenido abortos involuntarios, en pleno vuelo incluso. Tres en promedio al mes, según Clavel.

Las futuras mamás de Aeroméxico deberán ajustarse el cinturón, pues de prosperar su “propuesta”, las bajarán de inmediato de los vuelos, pero recibirán sólo 40% de sus salarios base y vales de despensa, así la empresa pagaría compensaciones extras.

No era la vía adecuada, señalan expertos

La demanda por conflicto colectivo de naturaleza económica que interpuso Aeroméxico en contra de sus sobrecargos no era la vía adecuada, sino la conciliación y el diálogo directo con el sindicato, consideró Pablo Casas Lias, socio fundador y director del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico Aeronáuticas (Inija).

El especialista en derecho aeronáutico explicó que la empresa debe demostrar su mala situación financiera y no sólo pedir que los trabajadores se sacrifiquen, sino ella también: “Si no, lo veo como la interposición de un recurso ocioso que genera la confrontación y no el resultado del ahorro”.

El 8 de septiembre Aeroméxico presentó el recurso ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje “como último recurso ante la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) para adecuar las condiciones de trabajo de la planta de sobrecargos, ante la crítica situación que vive la aerolínea”.

En opinión del consultor, la Junta parece actuar en extremo complaciente tanto en el caso de Aeroméxico como en el de Mexicana de Aviación (que presentó una demanda similar contra ASSA); en tanto, la Secretaría del Trabajo se muestra parcial admitiendo demandas carentes de requisitos, por ejemplo, negando a ASSA el derecho a huelga ante el conflicto con Mexicana. “Hay actos jurídicos que demuestran la parcialidad”, sostuvo.

En ambos casos no cree que se logren resoluciones este año y el siguiente tampoco.

Para el entrevistado las dos demandas son de trascendencia y por tanto, todos los líderes sindicales deberían “poner sus barbas a remojar”, pues de alguna manera sientan un precedente para que las empresas puedan “dar la vuelta” a los contratos colectivos, argumentando que no pueden hacer frente a los compromisos pactados. Aunque sólo lo hacen en el ámbito laboral y no entran a concurso mercantil.