Opinión de (Rosario Avilés) |
La palabra em-peña-da
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Rosario Avilés |
Opinión
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Fecha:
2013-05-07
| Hora de creación:
01:50:37
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Ultima modificación:
01:50:37
Al menos tres veces durante la campaña presidencial del 2012 el
entonces candidato a la Presidencia de la República por el PRI, Enrique
Peña Nieto, habló de apoyar a la empresa “emblemática” —como la calificó
él mismo— Mexicana de Aviación. No le faltaba razón: Mexicana es una
aerolínea de las más antiguas del mundo, para ser exactos la cuarta, y
es la más antigua y la primera en México.
Asimismo, desde que empezó el sexenio, algunos de los secretarios han manifestado que apoyarán a los trabajadores de Mexicana y, aunque esto no se ha visto aún en la práctica, son muchos los que esperamos que este apoyo se vea, se sienta y se traduzca en cosas concretas.
Existen muchos indicios de que la situación de insolvencia de la aerolínea no fue producto ni de las condiciones de mercado, ni de los onerosos salarios (a menos que se refieran a los salarios de los altos ejecutivos que sí eran escandalosamente altos), ni tampoco resultado de la competencia con otras aerolíneas.
Los pilotos, sobrecargos y personal de tierra han presentado ante las autoridades de las procuradurías varias demandas, donde se muestran las acciones muy posiblemente constitutivas de delitos por parte de quienes detentaron la propiedad de la empresa. Aún más: hay indicios de fraude maquinado, de quiebra fraudulenta y de haberle mentido deliberadamente al mercado de valores.
La primera señal de que la palabra empeñada por el ahora presidente es tomada en serio por sus colaboradores, es la activación de las averiguaciones y lo que sigue de estas demandas, así como de cualquier otro indicio de que la ley fue quebrantada.
De acuerdo con algunos especialistas, esto podría provocar una revisión completa de las aberraciones que cometieron los accionistas de Compañía Mexicana de Aviación al crear Nuevo Grupo Aeronáutico, desagregar en diversas “razones sociales” los activos de la empresa, contratar créditos sin ton ni son, incumplir los términos del título de concesión, de la Ley de Aviación, de la de Vías Generales de Comunicación, cederle las acciones a un tercero sin que el proceso fuera autorizado por la SCT, etcétera.
Y lo que se seguiría, obviamente, es la procuración de justicia, el cumplimiento de los términos de la ley, el resarcimiento del patrimonio de los trabajadores. De otra suerte, sin esta revisión de ley, si la Compañía Mexicana de Aviación quebrara, no quedaría nada y los trabajadores se verían doblemente defraudados…
¿Está claro, señor Navarrete Prida, señores procuradores General y del
DF? Si no hay averiguación, la quiebra fraudulenta —que implica que no
queda patrimonio qué darle a los trabajadores— terminará de fraguar el
gran desfalco del siglo frente a las mismas narices de ustedes,
autoridades de justicia.
Resarcir el patrimonio de los primeros acreedores, los trabajadores, es
el primer paso para cumplir la oferta presidencial. Lo que sigue será
consecuencia de esto. Esperamos mucho de ustedes, señores funcionarios.
Lo oí en 123.45: Hace más de 35 años que conozco a David Páramo y a su
familia, con la que tengo lazos entrañables. Y hace más de 20 que trabé
amistad con la que fue su esposa, Martha González Nicholson. Por esa
cercanía, tuve el privilegio de ser madrina de bautizo de Alfredo David,
el hermoso “bicho”, y de estar cerca de Diego Alejandro, su hermanito.
Ellos dos fueron abatidos a tiros el sábado en la madrugada, lo cual
además de ser muy doloroso, es indignante, porque forma parte de las
secuelas de una guerra que los ciudadanos sufrimos y de la que no vemos
el fin.
Martha y David se separaron hace años. Martha trabajó en El Economista,
en Reforma, en la Revista Urania y en El Universal antes de irse a
vivir a Chihuahua, donde seguiría ejerciendo el periodismo y donde les
daría una vida digna a sus hijos, por quienes nunca escatimó ni
esfuerzos ni sacrificios.
David se quedó en el DF y es ampliamente conocido. Cada uno de nosotros
ha abrazado causas propias, a veces han sido divergentes e incluso
opuestas. Éste es, sin embargo, un momento para expresar solidaridad,
apoyo, cercanía, porque esos chicos son también, de muchas formas,
nuestros.
Que Dios les conceda a Martha y a David fortaleza y que las autoridades
hagan su tarea. Es todo lo que pedimos los ciudadanos en todos los
casos donde la justicia está en juego, en esa lucha estamos todos juntos