09 julio 2023

La villana de la comunicación

 

La villana de la comunicación

Pienso y defiendo que sin coherencia no hay ninguna fuerza moral. La idea no es mía; la dijo un teórico socialista del Siglo XVIII, que luego se convirtió en líder del movimiento obrero británico. Hoy lo traigo a cuento porque me parece necesario hacer una pausa en el camino y referirme a esa actitud lógica y consecuente con los principios que se profesan, es decir, la coherencia. Y es que de verdad, uno esperaría que a estas alturas del partido la gente fuera más inteligente, intelectual y emocionalmente hablando, pero últimamente se esfuerzan por demostrar lo contrario.



Ejercer la libertad de expresión nunca ha sido una actividad inocua. De una u otra manera siempre se pisan callos, y no todas las personas son capaces de soportarlo con estoicismo. Muchas veces recibo reacciones sobre lo que escribo o digo; las hay de todos colores y sabores, desde las que piden aclaraciones o réplicas, hasta las más virulentas que pierden de vista el tema, y se dedican simplemente a atacar o denostar. 

Hoy, como en algunos otros momentos ya vividos durante los 17 años que tiene este blog, hay gente que “me ataca” porque critico a la actual administración de ASSA; me censuran que ose pedirles que hagan su trabajo. Así como lo leen, porque es lo único que estoy solicitando y únicamente me he enfocado en la comunicación que la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA) debe mantener con sus agremiados.

Durante la larga gestión de Ricardo Del Valle fui crítica de la forma en que se comunicaban, en específico con los agremiados de la empresa Mexicana de Aviación, que no teníamos iPad, por ejemplo. Fui tenaz en mis señalamientos sobre las convocatorias a Asambleas (tanto Ordinarias como Extraordinarias), que algunas fueron mal hechas, fuera de tiempo, improcedentes, incompletas, contradictorias, con faltas de ortografía o errores de dedo, entre muchas otras observaciones. ¿Hubo quien se ofendió por eso? Sí, muchos, pero nunca tantos como los que consideraban que era un ejercicio necesario.

Para nadie es un secreto que en los más recientes procesos electorales del sindicato apoyé a los que hoy ocupan cargos dentro de la representación de ASSA; pero nunca me comprometí a que otorgarles mi voto era sinónimo de no tener una opinión sobre su forma de trabajar y de actuar. 

Y debo ser clara, estoy hablando concretamente del plano profesional, pues no me interesan sus vidas personales, ni hablar de ellas, pero sí de su desempeño como representantes sindicales.

Una de las cosas que más quejas generaba entre los sobrecargos durante la gestión de Ricardo Del Valle fue su forma de cobrar favores. Les hacía creer que le debían lealtad y agradecimiento eterno. Ustedes lo saben, incluso al punto de humillar a muchos compañeros, solo para demostrar “su poderío”, y que su círculo cercano se encargaba de fiscalizar con quién hablaban, quiénes eran sus amistades en redes sociales; incluso me contaron que les pedían que me desagregaran como “amiga”, pues es sabido que los “richie lovers” me consideran persona “non grata”.

Paradójicamente, hoy estamos viviendo exactamente lo mismo, o bueno casi lo mismo, pues lo único que he solicitado es que la información que nos interesa a los sobrecargos -y en especial a los que no somos de Aeroméxico- se suba a la página web oficial del sindicato y sus redes sociales oficiales. Pero parece que esto es mucho pedir. 

Después de la bajada de vuelo de CMA trabajé 5 años como auxiliar de Comunicación Social; durante ese tiempo aprendí mucho, por ejemplo hacer desde cero una síntesis informativa de medios, monitoreo de noticias, manejo de la página oficial e incluso me encargaron la corrección de una traducción de un libro en inglés. Y por supuesto, la coordinación y atención a medios de comunicación en eventos oficiales.

Conozco el Estatuto de ASSA, y lo que tiene que hacer el sindicato en materia de comunicación en realidad es muy básico. “Prensa” se le llama a la cartera encargada de ello, y de verdad, sé lo que implica mantener al día una página web; en el caso del sindicato es subir las circulares que se emiten en tiempo y forma, así como comunicarse de una manera clara y sencilla, ya sea a través de circulares, o ahora con tantas herramientas a la mano, desde un video, hasta un post en una red social son válidos, pero siempre y cuando sean en las redes oficiales.

Repito aunque se enfaden, los perfiles personales de los representantes sindicales no son el medio oficial del sindicato para informar; pueden replicar la información, pero no generarla, como fue el caso de la renuncia de Sandra Carrillo, quien usando su perfil personal de la red social Facebook, anunció su renuncia. Fue tanta su flojera y cuachalotez que se mostró incapaz de escribir un comunicado de manera oficial, con los logos del sindicato y su firma anunciando su renuncia, para subirla  tanto a la página web oficial de ASSA, como a las redes oficiales del sindicato.



Algo similar pasó con la circular donde informan la remoción de Deyanira Vite como Jefa de Sobrecargos, que no aparece en la página web oficial del sindicato, y con respecto a la Legitimación de Contratos, no aparece el video que el compañero Andrés Becerra hace, y que le quedan muy bien, pero sus videos no son oficiales.

¿Qué le cuesta a ASSA subir las circulares con títulos inteligibles como “Legitimación de Contrato CMA, Click, TAO”? Porque de verdad no dice nada “CIRCULAR INFORMATIVA-SG-REF-040-2023”, “CIRCULAR INFORMATIVA-SG-REF-039-2023”, “CIRCULAR INFORMATIVA-SG-REF-038-2023”. Siendo sinceros. Con esa cadena de letras y números, ¿Ustedes sabrían que se refieren esas circulares a la legitimación de los Contratos Colectivos de Trabajo de Mexicana de Aviación, Click y Aeromar?

“En el libro Contemporary Perspectives on Interpersonal Communication, el teórico estadounidense Robert Craig define a la Comunicación Social como una ciencia que desarrolla conocimientos en diversos temas, desde la comunicación a una persona hasta la comunicación a sociedades enteras, a través de diferentes métodos de investigación y análisis crítico.

La Comunicación Social busca informar a públicos masivos, con mensajes destinados a una colectividad que le interesa dicha información, cumpliendo un importante papel de integración, difusión y afirmación de valores en la sociedad. Por ello, es una herramienta fundamental para construir opinión pública.”

En el caso de los sobrecargos, permite tener mejores y más herramientas para tomar decisiones, basadas en información veraz y certera. Más cuando ya no tenemos una delegación que se encargue de ello, tanto con Mexicana como  con Click.

Debemos tomar en cuenta que muchos de nosotros no laboramos para Aeroméxico, sino que nos desempeñamos en otras industrias, o que algunos de mis compañeros ni siquiera viven en la Ciudad de México o incluso en el país. Por esta razón considero imperante mi demanda de tener una comunicación efectiva con los agremiados.

Del caso de Mexicana, ha sido gracias a la celeridad con la que la AJTEAM comparte la información que nos hemos enterado, porque no ha sido por nuestro sindicato, y eso duele, enfada y molesta. Porque parece que no somos importantes para la actual gestión sindical, que no vale la pena molestarse en informarnos. 

Al contrario, la actitud es que si se nos ocurre exigir información, estamos cometiendo pecado mortal, porque empiezan  a confundir la amistad con lo profesional y bueno, la puerca tuerce el rabo.

Son hechos reales. Me han llamado “mal agradecida” porque parece que ya se me olvidó cuando me ayudaron a pagar el internet de mi casa. Sí, muchas gracias, en su momento agradecí de corazón toda la ayuda que recibí, ya fuera porque requería de asistencia médica, o de pagar algún servicio, gracias otra vez; pero eso no puede significar un impedimento para opinar sobre lo que yo, la de la voz, considera que la actual representación está haciendo mal en materia de comunicación con los agremiados.

¿No era eso lo que criticaban de Ricardo? Que les hacía un favor y se los cobraba de aquí a la eternidad. Reitero, si son incapaces de separar el ámbito personal del laboral, estamos fritos, porque entonces el cacareado cambio electoral se redujo a salir de una secta para entrar en otra donde se debe tener obediencia ciega y muda.

Si no les gusta, ni modo; soy la villana inconforme de cómo se lleva a cabo la comunicación en el sindicato. No, no me interesa obtener hueso, ni mucho menos postularme, ya lo hice y perdí, la gente no me quiere y está bien, la democracia no me espanta. 

El trabajo que vengo haciendo diariamente desde hace mucho tiempo es informar, no lo hago con la finalidad  de caerle bien al gremio de sobrecargos de ASSA;  mi espacio nació en 2006 para informar a mis compañeros de lo que sucedía en mi sindicato y en nuestras aerolíneas (CMA, AVSA, CLICK y TAO), pero he crecido tanto, que ahora opino también sobre muchas otras profesiones y empresas de la industria aeronáutica.

Soy consciente de que exijo, reclamo, señalo, protesto y me quejo, porque sé que no estoy equivocada en hacerlo. Soy vehemente cuando me asiste la razón y soy peor cuando se trata de defender los derechos de los trabajadores y de mis compañeros. Creo que las reglas del juego se hicieron para acatarlas, no para buscar la manera de incumplirlas. No estoy pidiendo imposibles; me concreto a exigir que se hagan las cosas conforme a nuestros propios estatutos lo ordenan, y si esa exigencia les parece una irreverencia, debo insistir en que mi voz y mi pluma no serán calladas por la intolerancia, y mucho menos por la autocensura.

 

Ximena Garmendia
9 de julio de 2023