En la primera planta de la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México hay un OXXO. Está al lado de la llegada nacional. La madrugada del lunes de la semana pasada, ese local, que por cierto está al lado de una oficina de la Policía Federal, sufrió un intento de asalto.
No fue un asalto típico. Su autor, un individuo de 43 años de edad, llegó hasta el local, tomó un refresco en envase de vidrio, lo rompió, y con la botella amagó a la cajera, a quien pidió el dinero de la caja. Según el reporte policiaco, otro dependiente entró al quite, inmovilizó al presunto asaltante y lo entregó a policías de la Secretaría de Seguridad Pública. Pero al ser puesto ante el Ministerio Público, médicos legistas llegaron a la conclusión de que el detenido padece una enfermedad mental. Fue remitido al Fray Bernardino, donde le diagnostican esquizofrenia paranoide. Por ello, y porque el asalto no se consumó, el asaltante fue dejado en libertad.
Por singular que parezca, el incidente del OXXO no es, sin embargo, un caso aislado. Según testimonios de primera mano, confirmados con otras fuentes, en la Terminal 2 se vive un ambiente de inseguridad que ha sido aprovechado por los delincuentes, que en las últimas semanas han asaltado también la sucursal de la farmacia Benavides y, de acuerdo con otras fuentes, similar suerte ha corrido la cafetería Starbucks.
“Lo más increíble es que la gente llega al aeropuerto y tiene una sensación de que arriba a territorio seguro, pero por lo menos durante las madrugadas es todo menos eso”, dice una fuente familiarizada con lo que ahí ha venido ocurriendo.
Además de los asaltos a esos locales, hay denuncias de que a últimas fechas los cajeros automáticos ahí instalados habrían sufrido intentos de robo. Una institución bancaria de las que tiene ahí esos despachadores de efectivo me confirmó esa versión.
Otra fuente reporta que incluso se han dado secuestros exprés de gente que labora en esa terminal aérea. Aseguran que al respecto hay al menos un reporte ante la PGJCDMX.
En la Terminal 2 operan Aeroméxico, Delta, Copa y LAN Airlines. Se calcula que 45 por ciento de las operaciones que el año pasado movieron a más 38 millones de pasajeros ocurren en esta terminal.
Según los testimonios recabados, los asaltos e intentos de asalto han ocurrido sobre todo en la madrugada, cuando, a decir de empleados de esa terminal, no hay quién vigile.
Las quejas en torno a la deficiente operación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México van más allá de la incomodidad y suciedad de sus espacios, trascienden las molestias y fatiga de cuantos padecen retrasos injustificables, van más allá del reiterado uso de “posiciones remotas” cuando al mismo tiempo se ve cómo Interjet ha erigido todo un edificio corporativo cancelando, según fuentes bien informadas, lo que era un posición para embarque y desembarque.
Porque una cosa son las constantes molestias por la pésima experiencia que provocan baños malolientes, improvisadas puertas de embarque, estacionamiento caro e insuficiente, tardanza en la entrega de equipaje, etcétera, y otra mucho más grave que ya se haya instalado la inseguridad, violencia que hasta el momento tiene a los empleados de la Terminal 2 como víctimas, pero que en cualquier momento puede alcanzar a los pasajeros que llegan o salen desde esas instalaciones.
Testigos de esa violencia piden enviar este mensaje a los viajeros: No, cuando llegas al AICM no llegas a un territorio seguro, por tu bien, no te confundas y toma tus precauciones.
Twitter: @SalCamarena
No fue un asalto típico. Su autor, un individuo de 43 años de edad, llegó hasta el local, tomó un refresco en envase de vidrio, lo rompió, y con la botella amagó a la cajera, a quien pidió el dinero de la caja. Según el reporte policiaco, otro dependiente entró al quite, inmovilizó al presunto asaltante y lo entregó a policías de la Secretaría de Seguridad Pública. Pero al ser puesto ante el Ministerio Público, médicos legistas llegaron a la conclusión de que el detenido padece una enfermedad mental. Fue remitido al Fray Bernardino, donde le diagnostican esquizofrenia paranoide. Por ello, y porque el asalto no se consumó, el asaltante fue dejado en libertad.
Por singular que parezca, el incidente del OXXO no es, sin embargo, un caso aislado. Según testimonios de primera mano, confirmados con otras fuentes, en la Terminal 2 se vive un ambiente de inseguridad que ha sido aprovechado por los delincuentes, que en las últimas semanas han asaltado también la sucursal de la farmacia Benavides y, de acuerdo con otras fuentes, similar suerte ha corrido la cafetería Starbucks.
“Lo más increíble es que la gente llega al aeropuerto y tiene una sensación de que arriba a territorio seguro, pero por lo menos durante las madrugadas es todo menos eso”, dice una fuente familiarizada con lo que ahí ha venido ocurriendo.
Además de los asaltos a esos locales, hay denuncias de que a últimas fechas los cajeros automáticos ahí instalados habrían sufrido intentos de robo. Una institución bancaria de las que tiene ahí esos despachadores de efectivo me confirmó esa versión.
Otra fuente reporta que incluso se han dado secuestros exprés de gente que labora en esa terminal aérea. Aseguran que al respecto hay al menos un reporte ante la PGJCDMX.
En la Terminal 2 operan Aeroméxico, Delta, Copa y LAN Airlines. Se calcula que 45 por ciento de las operaciones que el año pasado movieron a más 38 millones de pasajeros ocurren en esta terminal.
Según los testimonios recabados, los asaltos e intentos de asalto han ocurrido sobre todo en la madrugada, cuando, a decir de empleados de esa terminal, no hay quién vigile.
Las quejas en torno a la deficiente operación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México van más allá de la incomodidad y suciedad de sus espacios, trascienden las molestias y fatiga de cuantos padecen retrasos injustificables, van más allá del reiterado uso de “posiciones remotas” cuando al mismo tiempo se ve cómo Interjet ha erigido todo un edificio corporativo cancelando, según fuentes bien informadas, lo que era un posición para embarque y desembarque.
Porque una cosa son las constantes molestias por la pésima experiencia que provocan baños malolientes, improvisadas puertas de embarque, estacionamiento caro e insuficiente, tardanza en la entrega de equipaje, etcétera, y otra mucho más grave que ya se haya instalado la inseguridad, violencia que hasta el momento tiene a los empleados de la Terminal 2 como víctimas, pero que en cualquier momento puede alcanzar a los pasajeros que llegan o salen desde esas instalaciones.
Testigos de esa violencia piden enviar este mensaje a los viajeros: No, cuando llegas al AICM no llegas a un territorio seguro, por tu bien, no te confundas y toma tus precauciones.
Twitter: @SalCamarena