El
sindicato de sobrecargos otrora faro de ejemplo de democracia, es ahora menos
que nada. Lo que antes fuera una institución digna de imitar hoy es todo lo
contrario.
Desde
la llegada de la “nueva secretaria general" y lo pongo entre comillas a propósito, al sindicato,
se ha dedicado en cuerpo y en alma, no a regresarle el brillo a la asociación,
ese lustre del pasado con miras al futuro, sino que lo que en realidad ha hecho
es dinamitar más de 60 años de historia, y lo peor, seguimos sin saber cuáles
son sus motivaciones.
Cuando
ocurre un crimen siempre se busca el “móvil”, saber qué motivación hubo detrás
y en el caso de la persona que actualmente despacha en el quinto de Patricio
Sanz, no sabemos nada.
Lo
que sí nos queda más que claro es que está enfilando al sindicato al despeñadero
y lo peor, alegremente el gremio se lo está permitiendo. Desde dejar que
nombrase auxiliares y no repitiera el proceso electoral ¿a qué le teme?, ¿a qué
la actual auxiliar de la Secretaría del Trabajo pierda? Desconozco porqué los
destituidos de manera ilegal no han demandado a ASSA.
En
fin, resulta que Aeroméxico me invitó a la presentación de sus nuevos uniformes
en el Fashion Week México Mercedes Benz. Tuve la oportunidad de entrevistar a
la diseñadora y me platico varias cosas que no puedo dejar pasar de largo, como
representante sindical que fui en el pasado y que le tocó estar trabajando con
el tema de los uniformes.
Fotografía cortesía Aeroméxico del desfile del Fashion Week Mercedes Benz México |
Una
de las muchas quejas que he leído con respecto al uniforme, es que los
sobrecargos no fueron tomados en cuenta. Se quejan de que se hizo un desfile sin
pensar que ellos no son modelos, que hay muchos cuerpos diferentes y que de
plano auguran “no les va a quedar”.
Como
experiencia puedo compartirles que siempre que se hace un nuevo uniforme los
sobrecargos se quejan, hasta parece que lo hacen por deporte, y es entendible,
no todos tenemos los mismos gustos y preferencias, por ejemplo yo odiaba la última
falda del uniforme de Mexicana, me parecía espantosa e impráctica para trabajar.
Yo
fui muy feliz cuando teníamos el vestido azul marino, sin duda alguna mi
uniforme favorito para trabajar y había otras compañeras que odiaban el
vestido, se les hacía impráctico, como dije, cada quien sus gustos personales.
Sin
embargo un tema que no se puede dejar de lado, porque me tocó vivirlo con
varios uniformes, con el de Mexicana pero también con el de Aeroméxico. Esas
largas juntas de comité donde se discutía que sí la tela, que sí el diseño, que
sí los zapatos.
Porque
hace muchos años el sindicato era una pieza primordial para la elaboración de
los uniformes. Pero ahora el asunto es distinto, ha sido en vuelos como se les
ha preguntado a los sobrecargos sobre lo que les gusta o no en un uniforme y
con base en ese trabajo es que se ha diseñado el nuevo uniforme de Aeroméxico,
en total ausencia de ASSA.
Lo
más patético y no me lo puedo guardar es el daño que le hizo Ricardo Del Valle
al sindicalismo, en ASSA por supuesto. Y es que gracias a que con él la línea
entre la empresa y el sindicato se desdibujaron, hoy los actuales representantes
desconocen cuál es su función.
Y
es que resulta que ASSA fue también al Fashion Week, pero no fueron los representantes
a los que les correspondería ver el tema de los uniformes, perdonen ustedes
pero Tribunal de Honor y Justicia Arturo Grajales así como la Secretaria del
Interior Maritza Durón, junto con “Comisionado del PBS” Carlos Esparza, Ana Liz González de la Vega, "auxiliar de vigilancia" no tenían ninguna razón de peso para estar ahí, sólo la “auxiliar”
de Ejecutivos de la Delegación de Aeroméxico Tanía Lucía Flores.
Los
que debieron de estar pero no fueron, son el auxiliar de la Secretaría de Prensa
Andrés Becerra, la Secretaria de Asuntos Técnicos María del Carmen Ortega, la
auxiliar de la Secretaría del Trabajo Janette Echegaray y la Delegación de
Aeroméxico en pleno.
Solo
cómo anécdota curiosa se los comparto, en esta desdibujada línea entre sindicato
y empresa al final del desfile, ya enfilada con mí fotógrafa para otra ronda de
entrevistas ahora a las artesanas, me cortó el paso Arturo Grajales, quien me
fue a “saludar”, para decirme “gracias por haber venido”. ¿Perdón? “gracias por
haber venido”, Arturo veamos, ASSA no me invitó, no consiguió mi acreditación y
la de mi fotógrafa, no me hizo pasar al backstage para la entrevista a Concha
Orvañanos, eso lo hizo Aeroméxico.
No sólo es el tema del uniforme, ASSA bajo el liderazgo de Ada Salazar ha sido la mar de ausente con los sobrecargos de Aeroméxico, hay nulo trabajo para con ellos y ya no hablemos del resto de agremiados de Aeromar, Click y Mexicana, quienes de plano somos invisibles hasta que hay elecciones.
Que
solamente estamos presentes en logos ahora que hay campañas electorales y el
colmo del absurdo ¿por qué quien se postula para la delegación de Aeroméxico
coloca no solo el logotipo de la empresa para la cual va a servirle a sus
sobrecargos, sino que también pone a los de Aeromar, Click y Mexicana? Si con
ellos la delegación de Aeroméxico no tiene ninguna relación, se nota que no leen
los Estatutos ni saben cuál es el trabajo que deben desempañar los representantes
sindicales.
Cierro
con lo siguiente, ¿en verdad no leen los Estatutos? ¿así de jodidamente
ignorante está el gremio de sobrecargos? La propuesta de la actual Secretaria
de Actas corresponde al trabajo que realiza la Secretaria del Interior. El poner
orden en los padrones del sindicato es chamba exclusiva de la Secretaría del
Interior, ¿qué si se hace en conjunto? Firmar los padrones para las elecciones,
solamente.
Su
propuesta no se basa en lo que hace el Secretario de Actas, levantar las actas
en el libro de actas, que por cierto ya vi que usan un cuaderno cualquiera y
no, lo correcto es hacerlo en unos cuadernos que se llaman “libro de actas”,
así lo venden en las papelerías y ahí se asientan de puño y letra lo que se
diga en Juntas de Comité, Asambleas, porque es lo que se valida.
¿Se
acuerdan de que les encanta mentar la destitución de Clavel a la menor
provocación? Sí algo aprendí es que el acta que dieron por válida las
autoridades y que asenté yo, fue la del libro de actas, no la que presentaron
en transcripción electrónica, porque lo que vale es lo que está escrito de puño
y letra.
En
fin…ausente ASSA y ausentes los sobrecargos, parafraseando a Marco Antonio
Solís ¿a dónde vamos a parar?