Asume Banorte rescate de Mexicana y plantea a sindicatos nueva liquidación
-Es el propio Alejandro Valenzuela el que funge como interlocutor de la SCT y la administración de la aerolínea.
Tras la salida de Ixe, ahora es Banorte, como principal acreedor bancario de Mexicana, el que intentará reestructurarla financiera y operativamente. La institución está partiendo del mismo modelo de una compañía redimensionada.
Es el propio Alejandro Valenzuela el que funge como interlocutor de la SCT, que comanda Juan Molinar Horcasitas, y la administración a cargo de Javier Christlieb. Tiene atrás inversionistas y uno de ellos sigue siendo Ángel Losada. El banco de Roberto González Barrera tiene que convencer a los sindicatos de pilotos, sobrecargos y tierra que acepten una nueva fórmula de liquidación con base en los parámetros de la Ley del Trabajo y no del Contrato Colectivo. Las negociaciones de los gremios que lideran Fernando Perfecto, Lizette Clavel y Miguel Ángel Yúdico fracasaron con el grupo que representó Carlos Ruiz Sacristán y el banco de Enrique Castillo porque apostaron a un todo o nada.
Despedir a los ocho mil trabajadores implicaba pagar unos cinco mil millones de pesos y sólo había mil millones. Los anteriores inversionistas estaban dispuestos a inyectar 200 millones de dólares de los que 100 millones eran liquidaciones. Banorte ahora está empujando un segundo esquema que equivale a que se liquiden esos ocho mil trabajadores con dos mil 500 millones de pesos, que es lo que arroja el cálculo conforme a la Ley Federal del Trabajo y no al contrato colectivo. Alrededor de mil 250 millones se pagan en efectivo y en una sola exhibición, monto que significa 50% de lo que establece la ley; los otros mil 250 millones de pesos se pagan en acciones de la nueva empresa resultante de la reestructuración.
Ese monto equivaldría a otro 25% de la liquidación, ahora sí, conforme al contrato colectivo vigente. Los trabajadores podrán redimir esos títulos en dos o tres años, cuando Mexicana logre reposicionarse como compañía rentable. La entrada de Banorte en la reestructuración manda un signo de confianza, pues el grupo no está cerrado a evaluar quitas o capitalizaciones, pues sabe que el peor escenario es la quiebra donde su crédito por mil 300 millones de pesos está en riesgo.
Es muy probable que esta misma semana el juez Felipe Consuelo Soto conceda los Concursos Mercantiles de Click, Link y la base de mantenimiento de Guadalajara. Christlieb asumirá también la figura de administrador. Una vez protegidas bajo el mismo paraguas todas las compañías del grupo, se espera una negociación más ágil. Sin embargo, la última palabra del rescate de Mexicana la siguen teniendo sus sindicatos.
-Es el propio Alejandro Valenzuela el que funge como interlocutor de la SCT y la administración de la aerolínea.
Tras la salida de Ixe, ahora es Banorte, como principal acreedor bancario de Mexicana, el que intentará reestructurarla financiera y operativamente. La institución está partiendo del mismo modelo de una compañía redimensionada.
Es el propio Alejandro Valenzuela el que funge como interlocutor de la SCT, que comanda Juan Molinar Horcasitas, y la administración a cargo de Javier Christlieb. Tiene atrás inversionistas y uno de ellos sigue siendo Ángel Losada. El banco de Roberto González Barrera tiene que convencer a los sindicatos de pilotos, sobrecargos y tierra que acepten una nueva fórmula de liquidación con base en los parámetros de la Ley del Trabajo y no del Contrato Colectivo. Las negociaciones de los gremios que lideran Fernando Perfecto, Lizette Clavel y Miguel Ángel Yúdico fracasaron con el grupo que representó Carlos Ruiz Sacristán y el banco de Enrique Castillo porque apostaron a un todo o nada.
Despedir a los ocho mil trabajadores implicaba pagar unos cinco mil millones de pesos y sólo había mil millones. Los anteriores inversionistas estaban dispuestos a inyectar 200 millones de dólares de los que 100 millones eran liquidaciones. Banorte ahora está empujando un segundo esquema que equivale a que se liquiden esos ocho mil trabajadores con dos mil 500 millones de pesos, que es lo que arroja el cálculo conforme a la Ley Federal del Trabajo y no al contrato colectivo. Alrededor de mil 250 millones se pagan en efectivo y en una sola exhibición, monto que significa 50% de lo que establece la ley; los otros mil 250 millones de pesos se pagan en acciones de la nueva empresa resultante de la reestructuración.
Ese monto equivaldría a otro 25% de la liquidación, ahora sí, conforme al contrato colectivo vigente. Los trabajadores podrán redimir esos títulos en dos o tres años, cuando Mexicana logre reposicionarse como compañía rentable. La entrada de Banorte en la reestructuración manda un signo de confianza, pues el grupo no está cerrado a evaluar quitas o capitalizaciones, pues sabe que el peor escenario es la quiebra donde su crédito por mil 300 millones de pesos está en riesgo.
Es muy probable que esta misma semana el juez Felipe Consuelo Soto conceda los Concursos Mercantiles de Click, Link y la base de mantenimiento de Guadalajara. Christlieb asumirá también la figura de administrador. Una vez protegidas bajo el mismo paraguas todas las compañías del grupo, se espera una negociación más ágil. Sin embargo, la última palabra del rescate de Mexicana la siguen teniendo sus sindicatos.