Interjet, ¿y sus empleados?
El último
acorde del mariachi contratado para conmemorar el día del trabajo quedó atrás;
ya guardaron los manteles, los bocadillos se terminaron y no queda más tequila
para rellenar el caballito. Así es que, quiero pedirle “a quien corresponda”
que pongamos atención enfática en los trabajadores y sus necesidades; y me
refiero en especial a los aglutinados en la problemática aerolínea Interjet.
Desde que
la huelga estalló, han sido muchos los compañeros que se han acercado a mí con
la siguiente duda “oye, para darme el trabajo me piden la baja de Interjet,
pero todo está cerrado y no hay nadie ¿qué hago?”. Esto me remonta a lo
ocurrido hace casi 11 años con Mexicana de Aviación; mis compañeros pasaron por
todo un viacrucis para conseguir trabajo, pues como lo he repetido en
diferentes ocasiones, al día en que escribo estas líneas, seguimos siendo trabajadores
en activo de la empresa, es decir, nadie tiene ese documento donde nos den de
baja, porque simple y sencillamente no existe.
Aunque
jurídicamente los casos de Mexicana e Interjet son totalmente diferentes, estamos
presenciando cómo la historia para los trabajadores, tristemente vuelve a
repetirse. Aquellos que han buscado allegarse de otra fuente de empleo, muchas
veces son rechazados por no presentar la baja de Interjet. Sin embargo quiero
ser muy puntual y recalcar que la ley permite que el trabajador tenga dos
patrones dentro del IMSS; por lo que la falta de la baja de Interjet no debería
de ser un motivo para negar el trabajo. De conformidad con los numerales 5o. de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 4o. de la LFT a
ninguna persona se le puede prohibir que tenga uno o más trabajos, mientras
estos sean lícitos.
Quiero,
desde esta columna, hacer un respetuoso llamado a la Secretaria del Trabajo y
Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján, para que dentro de sus facultades
legales conmine a las empresas de la industria aeronáutica a que dejen de
ponerse sus moños y estar rechazando a los trabajadores de Interjet, que de
por sí se las están viendo negras, y ya que no están recibiendo ningún tipo de apoyo,
por lo menos puedan colocarse en otra empresa.
Conozco muy bien el principio de legalidad administrativa, y que la autoridad laboral no puede ir más allá de lo que le facultan las leyes. Y que quede claro, no estoy pidiendo que la funcionaria se extralimite en sus funciones públicas. Todo lo contrario; lo que estoy pidiendo, como gobernada en pleno uso de mi derecho de petición es un llamado de parte de la autoridad laboral de mi país a la sensibilización de los dueños de las diversas empresas de la industria aeronáutica.
Estoy convencida de que un gesto de ese calado no caería nada mal.
Incluso, creo que sería un movimiento inteligente de la Secretaria del Trabajo
el tejer redes de apoyo con la industria de la aviación, buscando la manera de
brindarles apoyos a todas y cada una de las empresas que contraten trabajadores
de Interjet. Lo está haciendo con su programa estelar “Jóvenes construyendo el
futuro”, no veo por qué la fuerza laboral de Interjet no pueda ser destinataria
de un beneficio así.
No
pretendamos tapar el sol con un dedo; todos sabemos que igual que sucedió con
Mexicana de Aviación, las empresas se niegan a contratar trabajadores de
Interjet por dos ideas tan básicas como absurdas: por un lado el “temor” a que los
trabajadores los dejen “volando” en un caso hipotético de que la empresa
alicaída retome el vuelo; y por otro lado, que ven en los rostros de los trabajadores
etiquetas enormes que dicen “trabajador conflictivo”. Es por eso que antes de
contratarlos solicitan “la baja de la empresa” lo cual, ante la huelga
estallada es simplemente imposible, nulificando la posibilidad de hacerse de un
trabajo que les ayude al sustento familiar.
Van calados y van probados; no usen el mismo pretexto que otras aerolíneas diciendo que son trabajadores que vienen de “sindicatos democráticos”, y no se van a dejar. Revisen que pueden tener ganancias sin la necesidad de sacrificar los derechos laborales del trabajador. No creo que no sepan que no hay empleado más leal que aquel que recibe el reconocimiento de su empresa como pieza vital y necesaria.
Los compañeros de Interjet deben estar ciertos en que el panorama luce más que complicado. Las señales que se vislumbran no son halagadoras, y en los hechos no pasa absolutamente nada. La huelga continúa y los dueños siguen sin solicitar acogerse a la Ley de Concursos Mercantiles; se dedican a filtrar información sin sustento en medios de comunicación y redes sociales, apostando a que sea Cronos. el dios del tiempo, quien se encargue del trabajo.
Un acto perverso que tiene matices criminales, porque a final de cuentas, las empresas son entes jurídicos, que como ficción, pueden tener patrimonio, adquirir obligaciones y generar derechos, pero si quiebra o desaparece, no se extiende ningún acta de defunción. En cambio los trabajadores son seres humanos, con nombre y apellido, jefes de familia con igual número de sueños, planes y esperanzas, que compromisos, obligaciones y responsabilidades.
Ximena Garmendia
9 de mayo 2021