El 28 de agosto de 2010, Mexicana de Aviación y sus filiales dejaron de operar debido a su grave deterioro financiero y a la imposibilidad de lograr acuerdos laborales que dieran viabilidad futura a sus operaciones, y tres años después sigue en la búsqueda de un inversionista y así retome el vuelo.
Mientras, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) continúa a la espera, de una "una manera respetuosa", de la resolución del concurso mercantil por parte la juez rectora del concurso mercantil de la firma, Edith Alarcón, reiteró el subsecretario de Transportes de la dependencia, Carlos Almada.
"Estamos esperando de manera respetuosa la decisión de la juez, del Poder Judicial en esta materia; no puedo aventurar los tiempos del Poder Judicial y esperamos que este asunto se resuelva en plazos relativamente breves", afirmó.
Hasta el momento al menos "han levantado la mano" 33 grupos de inversionistas para rescatar a la aerolínea que era encabezada por Gastón Azcárraga, pero ninguno ha demostrado tener la capacidad financiera para que la empresa vuelva a surcar el cielo.
En entrevista con Notimex, el líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de Transportes, Transformación, Aviación, Servicios y Similares (SNTTTASS), Miguel Ángel Yúdico, dijo que la firma llega a los 36 meses sin el apoyo de la juez rectora del concurso.
"Si llega a quebrar Mexicana, los trabajadores estamos de acuerdo para demandar penalmente a todos los involucrados, al que sea; podemos volar, pero la juez no nos ha apoyado y sólo parece un instrumento para quebrar legalmente a la aerolínea", dijo.
En su opinión, las autoridades han protegido al empresario Gastón Azcárraga, debido a que ninguna de las más de 25 demandas que han puesto en su contra ha procedido; "no lo han tocado para nada", señaló.
Pese al actual panorama, el conciliador y administrador de Mexicana de Aviación, Gerardo Badin, opinó que a 36 meses existen avances significativos en el proceso de concurso mercantil en el que está inmersa la empresa desde el 6 de septiembre de 2010.
Detalló que se logró disminuir la deuda de la aerolínea, que ascendía a 17 mil millones de pesos, por lo que actualmente sólo se deben tres centavos por cada peso.
Además de que se cuenta con un plan de negocios en el que se operará con un solo modelo de avión, así como modificaciones en los contratos colectivos de trabajo, entre otros avances, adelantó.
En cuanto al pronunciamiento de la juez Alarcón sobre el resultado del concurso mercantil de Mexicana de Aviación y Click, Badín consideró que se puede dar en cualquier momento sin tener los acuerdos concursales de las filiales Link y de la base de mantenimiento MRO.
Afirmó que la juez Edith Alarcón analiza las propuestas de tres inversionistas, entre los que están de nueva cuenta Med Atlántica y LBD.
"La juez ve lo de los inversionistas, de los tiempos; ella es la que está midiendo y le pondrá un ultimátum a los inversionistas", mencionó.
En su momento, el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza, consideró que ya es demasiado tarde para "resucitar" a esa aerolínea.
"La empresa fue vendiendo todos sus activos, fue deshaciéndose de sus bienes inmuebles, de las acciones, del nombre, o sea fueron depredando lo que en un momento pudo haber sido rescatable hace tres años, en este momento es demasiado tarde", opinó.
Y es que, explicó, el problema que observan los inversionistas es la existencia de varias deudas y pocos activos, por lo que los interesados lo analizan y se le hace "muy difícil" tomar una decisión en favor de la compañía.
Gerardo Badín insistió en la actualidad que Mexicana de Aviación cuenta con el personal capacitado, como pilotos, sobrecargos y mecánicos, para reiniciar operaciones de manera adecuada y con vuelos hacia las ciudades de Guadalajara, Monterrey y Cancún.
El cese de operaciones fue el 28 agosto de 2010 después de negociaciones fallidas entre empresa y sus sindicatos, y luego la aerolínea solicitó el concurso mercantil ante el juez Felipe Consuelo.
Esta figura jurídica mantiene a la empresa en territorio indefinido, luego de que se han prolongado las fechas establecidas en varios momentos y no existe un inversionista que haya exhibido por lo menos 250 millones de dólares necesarios para reactivarla.
Desde ese entonces, la aerolínea buscó inversionistas, para lo cual el entonces juez rector Felipe Consuelo decretó más prórrogas al concurso mercantil. Los inversionistas interesados aparecían, pero con el tiempo perdían interés.
En enero de 2011, PC Capital entregó a las autoridades un listado de inversionistas que capitalizarían con 200 millones de dólares a Mexicana para iniciar operaciones en febrero de ese año, pero el grupo de capital privado y banca de inversión no acreditó los recursos y en marzo Tenedora K, poseedora de las acciones de la empresa, reemprendió la búsqueda de un nuevo inversionista.
En los seis meses posteriores a la salida de PC Capital, nuevos grupos anunciaron su interés por participar, tales como Altus Prot, TG Group, Avanza Capital, Med Atlántica e Iván Barona, aunque ninguno concretó la adquisición de la compañía.
El 9 de junio de ese año, TG Group salió de la puja, pero dado que al parecer presentó documentación falsa, el concurso mercantil entró a una supuesta fase final con solo dos grupos de inversionistas, Iván Barona y Altus Prot.
Un mes más tarde, Grupo Avanza Capital exhibió ante el conciliador y administrador de Mexicana una garantía bancaria por 300 millones de dólares y el 8 septiembre de ese año pasado, el juez Consuelo Soto, encargado en ese momento del concurso mercantil, fijó un nuevo plazo para el rescate y aclaró que de no darse una resolución pronta ésta sería declarada en quiebra.
El 9 de noviembre de 2011, el juez rector evaluó una segunda prórroga para la aerolínea, a unos días de concluir el plazo que ya había estipulado tras el reinicio del cómputo del período de conciliación.
Sin embargo, con el incumplimiento del grupo de inversionistas, Mexicana de Aviación terminó la participación de Iván Barona, así como de su fondeador Mikhael Shamis, pues no encontraron las condiciones requeridas para presentar el dinero propuesto para la reestructura.
El 12 de diciembre de 2011, Mexicana de Aviación contó con la documentación que amparaba activos tangibles e intangibles localizados en Estados Unidos y pertenecientes a la empresa, lo que dio nuevos bríos al proceso.
El conciliador Gerardo Badín dijo que la empresa recibía ingresos mensuales de la base de mantenimiento (MRO), recintos fiscalizados y de cuentas por cobrar, por lo que para financiar su operación sólo bastaría la inversión de 250 millones de dólares.
Entonces estimó que los recursos serían suficientes para resolver obligaciones como los pagos al IMSS, Infonavit, refacciones de aeronaves y nóminas de alrededor de 700 empleados.
Para el 17 de enero de 2012, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión propuso que el gobierno federal otorgara una carta de crédito por 300 millones de dólares para reiniciar las operaciones de Mexicana.
En tanto, el juez Consuelo Soto dio a conocer el 31 de enero que el grupo Med Atlántica contaba con los 300 millones de dólares en un fideicomiso para capitalizar a la empresa.
El 24 de febrero, Consuelo Soto anunció que Med Atlántica demostró la solvencia y condiciones para quedarse con las operaciones de la aerolínea, por lo que el siguiente paso era suscribir el convenio con lo acreedores para emitir el certificado de operador aéreo.
Sin embargo, el 8 de marzo, Tenedora K informó que no se había realizado la transmisión del control accionario de Mexicana de Aviación y empresas relacionadas.
El 21 de marzo, el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) acotó que no participaba en negociación alguna que tuviera como propósito una posible participación en sociedad con Mexicana, relacionada con los nueve aviones que mantiene como resultado del crédito otorgado en el año 2009 a la aerolínea.
La banca de desarrollo reiteró su posición de que las aeronaves que garantizan el financiamiento pudieran venderse a arrendadoras internacionales o a la propia Mexicana una vez que sea capitalizada.
El resto de 2012 significó para Mexicana nuevos plazos, supuestos inversionistas y el cambio del juez Consuelo Soto por Edith Alarcón ante la falta de resultados en el proceso.
Con la nueva administración federal, el titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, dejó en claro que el gobierno no rescatará a Mexicana de Aviación ni a ninguna otra aerolínea con problemas financieros.
Previo a lo anterior, la nueva juez rectora del concurso mercantil de Mexicana negó a Iván Barona y BF International Mining Traders la ampliación del plazo estipulado para presentar los recursos necesarios.
A finales de 2012, la juez dispuso de un nuevo plazo de 45 días hábiles para comprobar hasta 300 millones de dólares, necesarios para que la línea aérea haga frente a sus deudas y opere nuevamente.
Pero como Iván Barona no acreditó los 100 millones de dólares, perdió su carácter de único y potencial inversionista.
Así, después de diversos plazos, quien demuestre contar con los recursos necesarios se quedará con la aerolínea o de lo contrario se podría declarar la quiebra.