01 abril 2016

La mayor tragedia aérea en el país; 166 personas murieron hace 30 años

La mayor tragedia aérea en el país; 166 personas murieron hace 30 años

Un Boeing 727 de Mexicana de Aviación, que tenía Los Ángeles como destino, estalló media hora después de despegar de la Ciudad de México

31/03/2016 05:48  MIGUEL GARCÍA TINOCO/ CORRESPONSAL
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ERROR. De acuerdo con las indagatorias, una de las llantas fue inflada con aire y no con nitrógeno, por lo que no soportó la presión.
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MORELIA.
El mayor accidente en la historia de la aeronáutica del país, que dejó como saldo 166 muertos, ocurrió un 31 de marzo de 1986, cuando un Boeing 727 de Mexicana de Aviación se estrelló en el cerro El Calvario, ubicado entre los municipios de Maravatío y El Oro, Estado de México. Hoy, los testigos recuerdan la tragedia.
Alrededor de las 09:14 horas de ese lunes, pobladores de las localidades de Pomoca y San Miguel el Alto, en el municipio de Maravatío, Michoacán, presenciaron lo ocurrido.
Enrique García Valdés, camarógrafo de un medio televisivo local, quien trabajó en la cobertura informativa, recordó que en su recorrido por el cerro El Calvario vio partes de cuerpos de niños y de adultos, y actos de rapiña de pobladores de San Miguel el Alto y Pomoca, quienes aprovecharon para robar lo que quedó de los equipajes, entre otras escenas que calificó como “lamentables”.
“Al subir al cerro, me tocó ver saqueos de la gente del pueblo cercano, de ahí de San Miguel y de Pomoca. Llevaban maletas y un montón de cosas. Caminamos como dos horas o más y en los caminos había cuerpos colgados de los árboles. Todavía ni siquiera los rescataban”, rememoró.
Incluso contó que un elemento de Protección Civil cortó el dedo de los restos de un pasajero para quedarse con un anillo de oro.
Describió que se desplazaron dos equipos del medio local, pues el avión estalló y se fracturó en dos partes: una cayó en un peñasco y la otra en la cima del cerro.
“Ahí donde nosotros llegamos ahí tenían concentrados los cuerpos; los cadáveres los estaban subiendo en burros y en mulas; o sea, lo cuerpos de rescate bajaban a la cañada, sacaban los cuerpos de la parte más grande que era la del fuselaje, pero realmente los cadáveres estaban regados en todo el cerro.
“Me tocó ver muchos niños, muchos cuerpecitos de niños, yo conté como unos 20, más o menos, de los que tenían rescatados”.
La impresión ocasionó que Enrique García dejará de comer carne durante meses, por la náusea que le provocó el olor de la turbosina que había quemando los cuerpos.
Un testigo publicó en YouTube un video donde muestra el lugar donde cayó el avión. En el material (https://www.youtube.com/watch?v=s149wJd_89U), subido el 14 de febrero del 2011, Eugenio Olvera Pérez narra: “El 31 de marzo de 1986, el vuelo 940, un 727 matrícula XA-MEM de Mexicana de Aviación, bautizado como Veracruz, se estrelló en este mismo punto, a 15 kilómetros de Maravatío (...) No hubo sobrevivientes. Hoy, a décadas de distancia, el paisaje mudo guarda en sus entrañas el recuerdo del estruendo que escuché estando en Maravatío una mañana hace casi 27 años”.
Un usuario llamado Martin Guerrero comentó: “En ese año yo tenía 17, mi papá es piloto aviador y volaba en Mexicana; recuerdo que él comentó que un día antes del accidente había volado con uno de los pilotos, el comandante de ese vuelo se llamaba Carlos Guadarrama, yo lo llegue a conocer en persona porque era muy amigo de mi papá”.
Otras personas coinciden en lo expresado por Enrique García, en relación a los actos de rapiña de quienes aprovecharon el accidente para apropiarse de las pertenencias de los pasajeros.
El recuento
Luego de casi 35 minutos de haber despegado de la Ciudad de México (08:40) con rumbo a Los Ángeles, con escalas en Puerto Vallarta y Mazatlán, el Boeing 727 bautizado como Veracruz se incendió luego del estallido del neumático izquierdo del tren de aterrizaje, que fue inflado con aire en lugar de nitrógeno.
Los peritos detallaron que el estallido del neumático alcanzó los conductos de fluido hidráulico y cables, así como del depósito de combustible, lo que provocó que éste se derramara y alcanzara las chispas de los cables, que provocaron un incendio y la explosión.
La escala en Puerto Vallarta se tenía prevista a las 09:30 horas, pero la comunicación entre el comandante del avión y la Torre de Control del aeropuerto de la Ciudad de México se perdió a las 09:11 horas.
La tripulación era encabezada por el capitán Carlos Guadarrama Sixtos, de 35 años y con más de 15 mil horas de vuelo y 14 años de experiencia. En el vuelo iban su esposa, Graciela Flores, y sus hijos Juan y Graciela. La señora era supervisora A (mayor) con 20 años de experiencia.
El primer oficial era Pillip L. Piaget Rohrer, de 34 años y cuatro de experiencia; Ángel Carlos Peñasco Espinoza, de 29 años y siete de experiencia, era el segundo oficial.
Los sobrecargos eran María Esther Guadaña Macías, María Emilia Bourlon Cuéllar, Ana Leticia Pérez Neyra, Rafael Mújica Alarcón y Ricardo Zúñiga Escobar.
En total: 158 pasajeros y ocho tripulantes muertos.
Entre los primeros se mencionó a Guillermo Sánchez, primo del exfutbolista Hugo Sánchez, además de que la embajada de Francia informó que una familia francesa de ocho personas iba a bordo, como Xavier Lartilleux, un importante hombre de negocios.