Personajes de renombre
¿Quién protege a los sobrecargos?
Por: David Páramo12/04/2007
Seguramente usted ha seguido uno de los enfrentamientos laborales más peleados de los últimos tiempos: el conflicto de naturaleza económica interpuesto por la administración de Mexicana de Aviación ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, argumentando que no puede cumplir con el contrato colectivo que tiene con la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación.
Muy probablemente ha atendido la posición de la administración que encabeza Emilio Romano, según la cual tiene que reestructurar el contrato colectivo puesto que de lo contrario la empresa no tendrá viabilidad financiera. Habrá visto como la empresa asegura que no puede ceder más por un principio de equidad con los sindicatos de pilotos y trabajadores de tierra y tendrá nociones de que la administración habla de un tema de productividad.
También debe conocer los argumentos de Francisco Villarreal, que señala que no pueden ceder porque, en sus palabras, no van a ser la punta de lanza para que otros sindicatos pierdan prestaciones. Que no pueden dar más de 16 millones de dólares de recorte porque ellos han aportado mucho o que creen que hay un proceso amañado por la autoridad laboral.
En menor medida es muy posible que conozca los argumentos de la Secretaría del Trabajo, comandada por Javier Lozano, en los que se dice que la autoridad aplicará la ley laboral estrictamente y que lamenta que las partes no lleguen a un acuerdo negociado, pero que las puertas siguen abiertas.
Sin embargo, es casi seguro que usted no haya escuchado las voces de los afectados, quienes obviamente no son los líderes sindicales sino la base de sobrecargos que está viviendo con terror unas negociaciones de las que sabe muy poco y que han generado cualquier cantidad de leyendas urbanas.
Hay azafatas que aseguran que Villarreal está coludido con la empresa para dañarlos o que usa su puesto para tener una carrera política como la de Alejandra Barrales, ex líder sindical de sobrecargos y hoy secretaria de Turismo del DF.
Otros más aseguran que muchas han adelantado sus jubilaciones porque tienen miedo de que se las quiten o aseguran que cuando tratan de enterarse son enviadas de vuelo los días que hay reunión en la JFCA o que una sobrecargo fue asaltada y golpeada porque se publicó en los medios impresos que ganan más de 34 mil pesos mensuales. Suelen enseñar sus recibos de nómina y difícilmente pasan de los seis mil pesos quincenales.
En la base de sobrecargos se vive con miedo y desconfianza. No saben con claridad cuáles son los acuerdos a que los ha llegado su jefe ni, con precisión, qué está pidiendo la empresa.
Romano se queja de que cuando trató de hablar con la base de sobrecargos fue bloqueado por la dirigencia sindical y en ASSA se asegura que eran reuniones para debilitar la unión del sindicato.
Saben que llevan una década de sacrificio y que durante los últimos años no han tenido aumentos salariales. Intuyen que el liderazgo sindical no está pensando en ellos como prioridad, sino que está ocupado en una lucha cupular. Aseguran que están dispuestos a dar más en cuanto a productividad en la empresa y se quejan de que han sido ignoradas por la administración en el comité que tienen para este fin.
Hoy los sobrecargos tienen miedo y desconfianza. Voltean a todos lados y no se sienten respaldados. Triste empresa que da la espalda a sus trabajadores y mucho más triste el liderazgo sindical que no los tiene como su prioridad. Es momento que alguien levante la voz por los trabajadores.
¿ y donde quedo la bolita?
No cabe duda que el periodismo en este país esta muy lejos de manejarse de una manera certera, resulta que chocando las columnas de nuestros queridos reporteros, David Páramo y José Yuste, pude observar que ahora este ultimo ya tiene en sus manos el tema de la COFETEL, cuando en un principio fue tomado por Páramo, quien después de haberle llovido en su milpa a raíz de sus disparatados comentarios, se encapricho y dijo que no tomaría mas en cuenta los correos o información que no fuera estrictamente emitida por Francisco Villareal, ya que habíamos hecho del Internet y del correo electrónico un fiasco.
Podemos concluir que finalmente fue el resultado que creo este señor con sus publicaciones, pasándole la papa caliente a Yuste quien emitió un articulo que paso sin pena ni gloria.
Me parece de lo mas absurdo esta situación, ya que se pasan la bolita unos a otros, yo pensé que el periodismo que estos señores ejercían era mas serio, sin embargo, al parecer Páramo ha querido rectificar su camino y retomar el tema con su articulo: ¿ QUIEN PROTEGE A LOS SOBRECARGOS?
Quiero pensar que el fantasma de la sensatez se apodero de su columna, aunque si bien tiene unos ligeros tintes de cobijo hacia quienes fuimos atacados de la manera mas vil, y peor aun el que no pudiéramos defendernos ante los medios, ya que hasta para el tema se necesita una persona capacitada a quien le atañe este rubro y sumado al protocolo que hay que seguir, pues es mas que claro la gran desventaja en la que estábamos posicionados.
Retomando, cada vez compruebo mas que este asunto esta totalmente manipulado desde la trinchera política, pues no es ninguna casualidad que ahora Páramo se quiera convertir en nuestro defensor, si bien lo escrito acerca de nuestro gremio me gusto, sentí que nos estaba dando unas palmaditas como consolándonos, sembrando en mi la desconfianza por su incongruencia demostrada, ante el ahora y unos meses atrás.
Acaso alguien lo convenció de que rectificara su postura, o verdaderamente ya vislumbro las negras intenciones de sus amigos, quienes se quieren pasar de listos con su actual postura.
En fin, algo me dice que esto no es normal, de cualquier forma agradezco el articulo, sobre todo por que en pocas palabras no deja de repetir una y otra vez, lo desinformados que estamos lo cual es una triste realidad, si bien ya lo sabia, se torna mas cruel escucharla por parte de personas pertenecientes al mismo comité de ASSA, quienes por instrucciones de la cabeza, no deben informar ni dar a conocer absolutamente nada a la base.
Al parecer somos dos partes las que juegan en esta cancha, los que negocian sus intereses y los que estamos a la expectativa de que falacia vendrá.
Saludos y un fuerte abrazo.
Atte:
Juan Manuel Saldaña B